Hay pocos instrumentos musicales tan sugerentes, en su forma física y en los sonidos suaves y armoniosos que produce, como la flauta nativa americana. Fabricada en maderas de calidad como el enebro, la secuoya o el cedro. Los flautistas nativos norteamericanos tienen uno de los mejores bagajes musicales autóctonos, canciones que improvisaban o aprendían de generación en generación.
La flauta nativa pertenece al grupo de flautas de conducto interno, es decir un conducto o canal que dirige el aire introducido hacia un bisel trabajado convenientemente y produciéndose la música. Las flautas de conducto interno se remontan a miles de años de antigüedad, ya que los modelos más antiguos encontrados se sitúan en la edad del hierro, tallados en huesos de animales; después se usaría el barro cocido, las cañas de las diferentes especies de bambú, y la madera.
Lo que convierte una flauta nativa en un instrumento único es su construcción, que le otorga un sonido especial y unas características únicas en comparación con otras flautas.
Las flautas nativas norteamericanas tienen:
- Una cámara de aire (slow air chamber) en el cual se contiene el aire introducido a través de la embocadura. Esta cámara de aire actúa como una vejiga para suavizar variaciones en la presión del aire y entregar una corriente de aire ligera en el conducto.
- Una embocadura cuyo diseño es personal e independiente de la medida de la flauta.
- Y un bloque llamado tótem o pájaro de madera que regula el sonido de la flauta, así como la afinación, pudiéndose quitar del cuerpo de la flauta para secar el exceso de humedad. El diseño del tótem es único y personal.
- Cada fabricante tiene su modo de hacerlas, lo que hace que la flauta nativa mantenga su singularidad. De hecho, esto es la esencia de cada flauta nativa, que la hace única y excepcional.
Los nativos no tenían una escala estándar. En cada tribu se podía encontrar diferencias. La escala más común es la pentatonica (cinco notas) de cinco o seis agujeros, y ya las flautas nativas originarias tenían un sonido pentatónico, aunque también es posible encontrar flautas afinadas en escala diatónica (siete notas). Respecto a la afinación, la gran mayoría de los fabricantes afinan a partir del La 440hz, pero hay pocos que afinan en La 432hz.
El origen de la flauta nativa sigue siendo una incógnita, y ha sido utilizada para diversas actividades, tales como el cortejo, la sanación, la llamada de la lluvia, etc.
Una de las leyendas más populares es la de Kokopelli. Los nativos americanos del suroeste, los Hopi, lo consideran el Dios de la Fertilidad. Este flautista jorobado (que data de unos 3000 años de antigüedad, cuando se tallaron los primeros petroglifos) traía con su música la prosperidad a la gente y la tierra. Es representado por los Hopi mientras camina, generalmente con unas antenas encima de su cabeza y soplando una flauta que sostiene con sus manos. Su joroba contiene las semillas que son regadas con la lluvia que trae su flauta. Su música simbolizaba el paso del invierno a la primavera y traía la lluvia que hacía crecer las cosechas. Kokopelli es representado a menudo con una erección en lugar de con su flauta, y a veces la flauta que toca en realidad es su miembro erecto. Este es el signo que se interpreta como que Kokopelli es símbolo de la fertilidad.
Cuenta la leyenda india que todo el mundo cantaba y bailaba al tocar su flauta y que a la mañana siguiente todas las vírgenes y solteras estaban embarazadas. Palabra de los Hopi.
Los nativos americanos hacían sus flautas con un sentido ritual y usaban frecuentemente el sistema grandfather, que se basa en las medidas del cuerpo de quien está haciendo la flauta. La mayoría estaban construidas con madera, especialmente de cedro, un árbol sagrado para los nativos, cuyo tallado es fácil, y tiene unas propiedades excelentes para soportar la humedad, pero algunas tribus usaban también bambú.
La magia que desprenden las flautas nativas americanas está íntimamente relacionada con la sabiduría de quienes las hacían, convirtiéndolas en instrumentos musicales de gran belleza, simple, pero con un sentido profundo del misticismo y la naturaleza. Su aspecto y su sonido entroncan con esa clase de magia ancestral que bebía de sus antepasados y de una cultura milenaria. Los nativos americanos llevaron a su cénit la conexión entre fabricar la flauta y tocar este instrumento con verdadera alma, conectando de una forma íntima con nosotros mismos y la naturaleza. Así, la flauta se convierte en ese instrumento sencillo de viento que nos permite comunicar con notas musicales nuestros sentimientos y sensibilidad interior. La música natural como máxima expresión de la relación entre el flautista, su interior, la naturaleza, y la vida.
Aún hoy, la flauta americana es uno de los más bellos instrumentos musicales, con sonidos armoniosos de profundo significado que conmueven a quien los escucha, llevando relax y buenas vibraciones, combatiendo el estrés y el ritmo frenético de un mundo caótico. La música de la flauta nativa equilibra nuestros sentidos y armoniza nuestra alma, despertando la energía de cambio que llevamos dormida dentro y que sincroniza con los latidos de la naturaleza.
Meditations: Native American Flute Album
Billy Whitefox & Sacred Journey – Native American Flute and Drums Full
Native American Flute Music & Nature Sounds / Scenes