Nuestro amigo Olivier nos hizo entrega de un pack de regalo que habíamos conseguido en su red social para Foodies Foodiamateur.com que incluía una botella de vino. Siendo Olivier francés, hubiera resultado un tanto extraño recibir una botella de Rioja o Priorato, además de representar un acto de alta traición hacia sus orígenes patrios, donde el “chauvinismo” bien entendido exige una militancia ciega al gourmet republicano. Por consiguiente (Felipe Gonzalez dixit) recibimos una botella de tinto AOC Listrac Medoc, La Fleur de Bibian 2010, de la cual pasamos a daros cuenta y consejo.
Aunque no somos entendidos en vinos franceses, ni pretendemos serlo de otros, nuestro paladar ha sido educado, de forma lenta y cara, en la distinción de lo que está bueno y lo que no lo está, y este vino estaba muy, muy bueno. A decir verdad, no podía esconder su origen francés. La madera y los taninos se muestran de forma rotunda, pero muy elegante. La cultura vinícola de los franceses se demuestra en la elaboración de sus coupages.
Aquí nos encontramos con una mezcla de Cabernet Sauvignon, Merlot y Petit Verdot bien estructurada, con volumen y una suavidad casi aterciopelada (su astringencia es extraordinariamente elegante). La Fleur fue creciendo a medida que pasaba el tiempo y oxigenaba sus aromas. Con dos botellas hubiera sido “merveilleux”.
Seguramente no podreis encontrarla en vuestros puntos habituales de suministro, puesto que se trata de un vino francés y tienen poca presencia en las estanterías de nuestras bodegas, pero sabemos que es posible que podáis comprar una botella en Chez Vous BCN, según nos dijo Olivier. En cualquier caso, si tenéis ocasión de enfrentaros a un Listrac Medoc, no dejéis dejes pasar la oportunidad de probarlo, aunque solo sea para contrastar sus virtudes con las de nuestros vinos patrios. Empate como mínimo.
Mesdames et Messieurs, pour votre santé. Vive le vin et l’amitié