LLegamos hasta ese lugar soñado, en la ladera de una montaña, sus gentes, mis maravillosos vecinos son familia aunque no sean de sangre, son seres tan cercanos a nuestros corazones que son como la familia. Llegamos a este lugar donde la tierra es madre, el agua es bendición, el padre sol y el agua transforman su energía en nubes cargadas de agua que dan vida y bendicen a todo lugar donde llegan para así hacer brotar las hermosas semillas que anhelaban el agua que las alimenta. Aprendí mucho y en ese aprendizaje me di cuenta de lo poco que sabía respecto a la vida en la tierra, aunque ese aprendizaje me hizo despertar y ver mi propia ignorancia. Me di cuenta que no sabía nada y cuanto más aprendía más veía como era muy poco lo que sabía. La ciudad me mostró lo que no quería, vivir una vida vacía, carente de sentido, carante de aventuras, carente de vida natural y pura. Me di cuenta que los seres humanos se habían alejado de su esencia y vivian muertos en vida, carentes de Alegría, llenos de miedo, de separación los unos de los otros, creyéndose alejados de si mismos y de los demás, llenos de miedo por pensar que la vida es peligrosa y que la naturaleza no era parte de su esencia natural. Me di cuenta que vivir era aceptar la incertidumbre, vivir en el momento presente. La incertidumbre convierte todo en sorpresa al no saber cuantas maravillas te esperan por descubrir. La vida es demasiado hermosa si uno se deja llevar por sus sueños y permite convertiros en realidad , es entonces cuando lo imposible se hace posible. Cuando hablé con la chica de la inmobiliaria que nos buscaba casa me dijo , tengo una casa en la montaña pero esa casa no es para vosotros, no os la voy a enseñar. Al decirme eso , mi instinto saltó y le dije rápidamente ; me la puedes enseñar? Por qué sabía desde mi intuición que la vida juega contigo y que los tesoros los esconde en los lugares más insospechados. Así que fuimos a verla y sus piedras me enamoraron, su enclave único, su lejanía del mundo gris , contaminado y a la vez había poca distancia de la urbe, todo esto fue clave para decidirnos y escoger esta nueva aventura en nuestras vidas.
Así que la familia entera disfrutó del cambio y adaptación a un lugar entre montañas de grandes piedras donde la fauna salvaje convive a diario con nosotros y donde sus habitantes son como siempre han sido, honrados, amables, generosos, trabajadores y sabios, por qué el paso de los años y la tradicción que se pasa de padres a hijos y el contacto con la tierra les hacer ser más humnaos y conscientes, sencillos , humildes, no necesitan tanto como los que viven ciuidades , viven de lo que la tierra les da y poco más necesitan.