
Así que la familia entera disfrutó del cambio y adaptación a un lugar entre montañas de grandes piedras donde la fauna salvaje convive a diario con nosotros y donde sus habitantes son como siempre han sido, honrados, amables, generosos, trabajadores y sabios, por qué el paso de los años y la tradicción que se pasa de padres a hijos y el contacto con la tierra les hacer ser más humnaos y conscientes, sencillos , humildes, no necesitan tanto como los que viven ciuidades , viven de lo que la tierra les da y poco más necesitan.