[5/10] Desde un pueblo del norte de África nos llega un cuento que no es precisamente de “las mil y una noches”, aunque trate sobre el amor y la oscuridad invada el corazón de sus habitantes. Es la historia de unas mujeres que se cansan del sometimiento que sufren en un mundo de hombres y que se ponen en “huelga de amor” hasta que ellos las ayuden a traer el agua desde el manantial. En “La fuente de las mujeres”, Radu Mihaileanu juega con los términos del agua y del amor, del manantial y del corazón, para refrescar a los intérpretes del Corán el sentido original de las leyes del Profeta y para ensalzar la figura de la mujer. Igualdad para acceder a la cultura y a la sociedad, dignidad en el trato recibido por sus maridos, y libertad para decidir su futuro son algunas de las exigencias de un grupo de mujeres espoleadas por Laila, una hermosa joven que sabe leer y escribir y que piensa por sí misma… y que además ama sinceramente a su marido.
Ya desde el inicio se nos dice claramente que se trata de un cuento, y poco después se hace referencia explícita al libro de “Las mil y una noches” como paradigma de la cultura árabe y de la relación amorosa. También desde la primera escena, la cámara avanza por las calles del pueblo en un largo travelling, dándonos a entender el tono a pie de calle que se quiere imprimir a la cinta. Fantasía y realismo se combinan en un intento por denunciar una situación vejatoria de la mujer, y de hacerlo desde una perspectiva idealista y poética que aliente a emprender una guerra de sequía o de abundancia de amor, según se mire. En esta batalla por el agua que dé vida, la lucha por la igualdad y la libertad de estos “diminutos insectos” -otra metáfora para hablar de la mujer indefensa, aprovechando la llegada del periodista- se convierte en algo esencial, y Mihaileanu se sirve de personajes cultos o enérgicos para lanzar sus reivindicaciones: de esta manera, la propia Leila, su marido y maestro, o la “mujer fusil” son voces modernas que reclaman los derechos de la mujer.
El problema del guión es que todo es muy directo y poco sutil, a veces algo impostado, que la mezcla entre lo culturalmente autóctono y lo occidental resulta explosiva, que los bailes y cantos se convierten en un apunte de exotismo para barnizar una fábula pintoresca pero no real, que las figuras del maestro o del periodista chirrían y sólo sirven para lanzar un mensaje. Los personajes están dibujados con sensibilidad y delicadeza pero también con trazos superficiales, y sólo Fátima -suegra de Leila, y un gran trabajo de Hiam Abbass- parece tener un pasado que determina su actuar, o el imán es de los pocos que nos ofrece un rostro en el que adivina un trasfondo y una esperanza para el mundo islámico. La planitud del maestro es propia de la telenovela mexicana -a la que se hace alusión repetidamente-, lo mismo que la historia de la adolescente Esmeralda o la de ese periodista que sonroja al espectador. También son estereotipos los personajes de la misma Laila o de la “mujer fusil”, pero en el primer caso Leïla Bekhti hace un trabajo aceptable y en el segundo la anciana resulta simpática como “madre coraje”.
“La fuente de las mujeres” es, con todo, una película bienintencionada en su lucha por la igualdad de la mujer -estrena la nueva calificación promovida por el ICAA-, que dulcifica el drama y hasta lo hace tierno, pero cuyo alegato es excesivamente combativo y frontal. La historia está poco lograda al contrastar la tradición y la modernidad, sin equilibrio ni desarrollo al abordar tanta subtrama y ambiente -los turistas y el pasado colonial, el mundo urbano y el poder político y periodístico, la convivencia de la autoridad religiosa y municipal, la misma historia de Fátima y de Esmeralda-, y se queda siempre a medio camino entre la poesía y la denuncia, entre el cuento y el relato. Su diseño de producción y su música folklórica -quizá lo mejor de la cinta- no bastan para crear una ambientación que respire autenticidad, y la mirada y el discurso occidental se imponen hasta llegar a un desenlace mejorable… en esta guerra de amor que un día emprendieron unos seres “diminutos”.
Calificación: 5/10
En las imágenes: Fotogramas de “La fuente de las mujeres”, película distribuida en España por Vértigo Films © 2011 Elzévir Films, Oï Oï Oï Productions, Europa Corp., France 3 Cinéma, BIM Distribuzione, Indigo Film, Agora Films, Panache Productions y RTBF. Todos los derechos reservados.