Revista Medio Ambiente

La fuerza de voluntad no existe

Por Valedeoro @valedeoro

Perro intentando de masticar una pelotaNuestra cultura está obsesionada con la fuerza de voluntad. Si realmente quieres hacer (o dejar de hacer) algo, entonces con algo de fuerza de voluntad y disciplina lo conseguirás. Y mismo así miles de personas fracasan al perder peso, mantener su casa en orden, practicar deporte regularmente o aprender algún idioma. Una vez que la fuerza de voluntad se agote, queda solo el remordimiento: si tuviera más disciplina, si me lo tomara más en serio, con algo más de voluntad lo conseguiría.

Pero a lo mejor no es tan fácil. Resulta que la fuerza de voluntad se agota muy rápido porque requiere una decisión consciente. Y muchas veces en el día a día no te acuerdas de tomar esta decisión consciente. Un ejemplo clásico es el experimento de los dulces. Se colocaron cajitas con bombones o encima de la mesa de la secretaria, o en una mesita a 1 metro de la mesa de ella. Todos los días, las cajitas se rellenaban. De media, las secretarias comían 9 bombones si la cajita estaba encima de su mesa, pero solo 4 bombones si tenían que levantarse para comerlo. Son 5 bombones menos al día, 25 menos a la semana, 1250 bombones menos al año. Preguntándoles por la razón, las secretarias decían que el hecho de que tenían que levantarse les daba tiempo a reflexionar si realmente querían un bombón. Y muchas veces se volvían a sentar sin coger uno. Su fuerza de voluntad solo funcionaba en situaciones conscientes.

Aprovecha la fuerza de voluntad para crear sistemas

Cuándo seas consciente de tu problema, la fuerza de voluntad te puede dar el impulso que necesitas para encaminarte hacia el cambio. Pero no te asegurará que consigas hacer el camino. Sabiendo esto puedes aprovechar esta fuerza de voluntad para crear sistemas que te ayuden a triunfar, aunque más tarde ni te acordarás de que era lo de la voluntad. Si quieres comer menos dulces, aparta la cajita de chocolatinas de tu mesa en vez de castigarte cada noche por todos los chocolates que has comido.

La fuerza de tu voluntad también te puede ayudar a crear sistemas para otras áreas de tu vida:

  • Tan pronto como entre tu salario, haz una transferencia automática para ingresar dinero en tu cuenta de ahorros. Así tendrás los medios para tu vuelta al mundo sin castigarte cada mes por haber gastado demasiado. Eso también funciona con las donaciones.
  • Encarga una cesta de verduras ecológicas para que una vez a la semana te lleguen las verduras frescas de la semana a tu casa. Ya que ahora tienes los ingredientes básicos, no hay excusa para no cocinar más sano.
  • Deja tu tarjeta de crédito y de débito en casa cuando acompañes tus amigas de compras. Ahora ya no hace falta la fuerza de voluntad para no gastar demás. Si algo te gusta, siempre puedes volver al día siguiente.
  • Pon tu reloj con alarma en el comedor, justo en la ventana en dónde puedes ver la salida del sol. Cuando corras para apagarlo (y no despertar a tu pareja), ya estarás levantada y podrás disfrutar del espectáculo.
  • Reduce tus prendas a un número razonable para disminuir el estrés por las mañanas. Inspirate en el Proyecto 333 o en el la guía del armario minimalista para empezar.

¿Cuando has utilizado un sistema como este para facilitar tu vida? ¿Y cuál puedes implementar este fin de semana para facilitar la vuelta al septiembre?


Imagen: dr.r.lam/flickr 


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