Revista Comunicación
HOWL
data: http://www.imdb.com/title/tt1049402/
Experimental, con una gramática de collage, “Howl” (“Aullidos”) es un ensayo sobre la función social de la poesía. En uno de los parlamentos finales, James Franco como Allen Ginsberg define el fin de su poema “Aullidos”, el de promover la sinceridad. “Cuando la gente es franca acerca de lo que sea, entonces... aquello es socialmente útil” concluye y, más adelante, se atreve a definir su homosexualidad como un catalizador de la autoexploración “o un detallado ‘darme cuenta’ de mi ambiente y las razones del porqué todos somos diferentes y porqué yo soy diferente”. Ahí está la tesis: el arte nos hace ver posiciones personales que ni siquiera imaginamos pensar. Nos pone en la piel del otro y eso, aunque nos incomode y nos mueva a rechazo, ya es socialmente útil, porque nos hace sentir las diferencias del otro y nos permite reconocer la normalidad de las diferencias. Ese lado oscuro que ocultamos por vergüenza o temor, no es tan novedoso ni tan escandaloso. Y el arte nos pone el espejo para hacernos ver y para ver al otro.
“Howl" trabaja en tres planos, distinguidos con texturas y fotografías diferentes. En primer lugar, el blanco y negro para el recitado de Ginsberg, en 1955, de su poema “Aullidos”; en segundo lugar, en el color de los ’60 de un falso documental (que recrea un auténtico reportaje a Ginsberg), la entrevista al poeta contando, unos años después, las razones de su poema, la historia oculta en sus líneas, el objetivo de su arte; finalmente, en un color normal, muy contemporáneo, el juicio por obscenidad a “Aullidos”, protagonizados por el fiscal McIntosh (David Strathairn) y el defensor Jake Ehrlich (John “Mad men” Hamm).
Los tres planos se intercalan en la trama y refuerzan la comprensión del poema “incomprensible” yendo un poco más allá, postulando una tesis sobre el sentido social del arte y su función en una sociedad libre. Confluyen los tres planos en esa tesis: mostrar la regularidad de nuestras diferencias, santificar esas condiciones y proteger la libertad del escritor a expresarse cómo quiera para preservar esa función redentora del hecho artístico.
Si “127 horas” le dio una nominación a James Franco, ¿qué habría de esperar por su muy buena actuación en “Howl"? Más aún: ¿no hay más ideas en “Howl" y más riesgos artísticos que en muchas de las nominadas al Oscar? James Franco logra mimetizarse con el poeta Allen Ginsberg y transmitirnos la sensibilidad de su mundo creador. Lo rodea un muy buen elenco, destacándose el alegato de John Hamm contra la censura y la libertad de expresión.
En suma, “Howl" es mucho más que una biografía o la descripción de un escándalo. Es una argumentación del rol del arte en la sociedad y de las características que hacen del artista, un auténtico artista y no un mero mercader cultural. Mañana, las mejores frases.