Revista Salud y Bienestar
La Fundación de Ciencias de la Salud acaba de publicar el nº 34 de su revista cuatrimestral EIDON sobre los claroscuros de la investigación biomédica
Por Fat
La Fundación de Ciencias de la Salud acaba de publicar el número 34 de su revista cuatrimestral EIDON, cuyo tema central es la reflexión sobre los claroscuros de la investigación biomédica. “Mientras tenemos a una auténtica legión de científicos dedicados a proporcionarnos esperanza con sus estudios, hay otros tantos empeñados en remediar el desajuste de la esperanza entre los países desarrollados y los olvidados, desde premisas novedosas e interesantes”, destaca el profesor Javier Puerto, patrono de la Fundación de Ciencias de la Salud, catedrático de Historia de la Farmacia en la Universidad Complutense de Madrid y director de EIDON, en el editorial de la publicación. En este número se reflexiona sobre la espera y la esperanza, dos aspectos de la Ciencia y la Tecnología, entre otros asuntos de interés.
En este contexto, el doctor Julio Montaner, presidente de la Sociedad Internacional de Sida (IAS por sus siglas en inglés), escribe sobre la ampliación del acceso a la terapia antirretrovírica en tiempos de restricciones económicas. “Los datos disponibles respaldan claramente la aplicación inmediata de una estrategia intensiva centrada en la rápida expansión de la cobertura de dicha terapia a todas aquellas personas que la necesitan desde el punto de vista médico”, explica. “Esto traerá consigo mejores resultados individuales y sociales, además de un importante ahorro de costes”. Según el experto, “no sólo es la estrategia correcta, sino que también constituye una inversión inteligente para controlar el crecimiento de la pandemia de VIH/sida, incluso en momentos de crisis como el actual”.
Por otro lado, el profesor Juan Tamargo, catedrático de Farmacología en la Universidad Complutense de Madrid, se ha referido a otra de las epidemias de mayor mortalidad en los países más pobres: las enfermedades cardiovasculares. “Coexisten en un mismo paciente una serie de factores de riesgo cuyo control puede ser clave”, apunta. En este sentido, “iniciativas como la polipíldora (tres fármacos en una única pastilla) ofrecen la posibilidad de abordar de manera simultánea varios factores de riesgo cardiovascular mediante la utilización de fármacos genéricos de bajo coste”, añade el experto. El objetivo final es “conseguir un mejor abordaje de las enfermedades cardiovasculares en los países que cuentan con menos recursos y con sistemas sanitarios más deficientes”.
Por último, el profesor José María Mato, patrono de la Fundación de Ciencias de la Salud y director general del CIC bioGUNE y CIC biomaGUNE, y el investigador Óscar Millet, del CIC bioGUNE, hacen un elogio a las investigaciones de Craig Venter, las cuáles “han supuesto el primer paso en la carrera de la creación de la vida artificial”. La biología sintética, cuya finalidad es la creación y el rediseño de organismos vivos, “ha llegado para quedarse y plantea una panoplia de posibilidades infinitas que, desde luego, tendrán un profundo impacto en la sociedad, y generarán un sinfín de controversias éticas”, explican. En cualquier caso, “es importante entender que el hecho de que un organismo haya sido creado en el laboratorio no determina su valor moral”. Se estima que el sector de la biología sintética moverá cerca de 2.400 millones de dólares en 2013.
El número 34 de la revista EIDON también incluye una entrevista con la profesora María José Alonso Fernández, catedrática del Departamento de Farmacia y Tecnología Farmacéutica de la Universidad de Santiago de Compostela, quien que “debemos dirigir la ciencia y la innovación a solucionar los problemas de los más pobres”. Según esta experta, “en España hay personas que podrían contribuir al desarrollo de la ciencia orientada a satisfacer las necesidades de los más pobres”. La profesora Alonso Fernández ha desarrollado gran parte de su actividad investigadora en el campo de las nanomedicina, que “ofrece la posibilidad de facilitar la administración de medicamentos y, con ello, mejorar la seguridad y eficacia de los tratamientos”, afirma.
La sección “CON MANO ajena” incluye un interesante relato sobre “Las Enfermedades Olvidadas en la Lucha contra la Pobreza”, cuya autoría corresponde al doctor Agustín Benito Llanes, director del Centro Nacional de Medicina Tropical del Instituto de Salud Carlos III, quien hace un llamamiento “para hacer que el ejemplo de la lucha contra el VIH/sida, la malaria y la tuberculosis sea aplicable a la lucha contra las enfermedades tropicales olvidadas o desatendidas, que son responsables del 20% de la mortalidad mundial por enfermedades infecciosas”, explica. Asimismo, Beatriz de Juanes, jefa de Proyectos de la Fundación de Ciencias de la Salud, expone sus impresiones sobre el viaje realizado a Bolivia como voluntaria de una ONG encargada de ayudar a niños pobres.
En este contexto, el doctor Julio Montaner, presidente de la Sociedad Internacional de Sida (IAS por sus siglas en inglés), escribe sobre la ampliación del acceso a la terapia antirretrovírica en tiempos de restricciones económicas. “Los datos disponibles respaldan claramente la aplicación inmediata de una estrategia intensiva centrada en la rápida expansión de la cobertura de dicha terapia a todas aquellas personas que la necesitan desde el punto de vista médico”, explica. “Esto traerá consigo mejores resultados individuales y sociales, además de un importante ahorro de costes”. Según el experto, “no sólo es la estrategia correcta, sino que también constituye una inversión inteligente para controlar el crecimiento de la pandemia de VIH/sida, incluso en momentos de crisis como el actual”.
Por otro lado, el profesor Juan Tamargo, catedrático de Farmacología en la Universidad Complutense de Madrid, se ha referido a otra de las epidemias de mayor mortalidad en los países más pobres: las enfermedades cardiovasculares. “Coexisten en un mismo paciente una serie de factores de riesgo cuyo control puede ser clave”, apunta. En este sentido, “iniciativas como la polipíldora (tres fármacos en una única pastilla) ofrecen la posibilidad de abordar de manera simultánea varios factores de riesgo cardiovascular mediante la utilización de fármacos genéricos de bajo coste”, añade el experto. El objetivo final es “conseguir un mejor abordaje de las enfermedades cardiovasculares en los países que cuentan con menos recursos y con sistemas sanitarios más deficientes”.
Por último, el profesor José María Mato, patrono de la Fundación de Ciencias de la Salud y director general del CIC bioGUNE y CIC biomaGUNE, y el investigador Óscar Millet, del CIC bioGUNE, hacen un elogio a las investigaciones de Craig Venter, las cuáles “han supuesto el primer paso en la carrera de la creación de la vida artificial”. La biología sintética, cuya finalidad es la creación y el rediseño de organismos vivos, “ha llegado para quedarse y plantea una panoplia de posibilidades infinitas que, desde luego, tendrán un profundo impacto en la sociedad, y generarán un sinfín de controversias éticas”, explican. En cualquier caso, “es importante entender que el hecho de que un organismo haya sido creado en el laboratorio no determina su valor moral”. Se estima que el sector de la biología sintética moverá cerca de 2.400 millones de dólares en 2013.
El número 34 de la revista EIDON también incluye una entrevista con la profesora María José Alonso Fernández, catedrática del Departamento de Farmacia y Tecnología Farmacéutica de la Universidad de Santiago de Compostela, quien que “debemos dirigir la ciencia y la innovación a solucionar los problemas de los más pobres”. Según esta experta, “en España hay personas que podrían contribuir al desarrollo de la ciencia orientada a satisfacer las necesidades de los más pobres”. La profesora Alonso Fernández ha desarrollado gran parte de su actividad investigadora en el campo de las nanomedicina, que “ofrece la posibilidad de facilitar la administración de medicamentos y, con ello, mejorar la seguridad y eficacia de los tratamientos”, afirma.
La sección “CON MANO ajena” incluye un interesante relato sobre “Las Enfermedades Olvidadas en la Lucha contra la Pobreza”, cuya autoría corresponde al doctor Agustín Benito Llanes, director del Centro Nacional de Medicina Tropical del Instituto de Salud Carlos III, quien hace un llamamiento “para hacer que el ejemplo de la lucha contra el VIH/sida, la malaria y la tuberculosis sea aplicable a la lucha contra las enfermedades tropicales olvidadas o desatendidas, que son responsables del 20% de la mortalidad mundial por enfermedades infecciosas”, explica. Asimismo, Beatriz de Juanes, jefa de Proyectos de la Fundación de Ciencias de la Salud, expone sus impresiones sobre el viaje realizado a Bolivia como voluntaria de una ONG encargada de ayudar a niños pobres.
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