Revista Salud y Bienestar
La Fundación Sistemas Genómicos reúne a políticos, investigadores, clínicos y empresarios del ámbito biomédico en Valencia para exponer retos y posibilidades de mejora
Por FatLa estrecha colaboración entre investigadores biomédicos y
empresas privadas no sólo puede suponer un impulso significativo a los avances médicos en
áreas tan importantes como la Oncología o la Cardiología, sino que puede suponer el motor de
la ahora renqueante economía española. Así se pone de relieve hoy en el transcurso de la 2ª
Jornada Científico Empresarial de I+D+i, que reúne en Valencia a algunos de los referentes
nacionales en investigación básica y clínica, así como a políticos, empresarios y otros
agentes económicos del país. El encuentro está organizado conjuntamente por la Fundación
Sistemas Genómicos y la Cátedra Santiago Grisolía/Fundación Ciudad de las Artes y las Ciencias.
La cita adquiere una relevante trascendencia empresarial, tanto por la entidad de los
ponentes y asistentes como por las reflexiones que se están haciendo entorno al impacto de los
recortes en I+D+i en nuestro país y las posibilidades de negocio y expansión económica que se
derivan de la inversión en investigación biotecnológica; también se debate sobre transferencia
tecnológica, emprendimiento, creación y consolidación de empresas biotecnológicas.
-Con la mente puesta en los recortes
Inevitablemente, los crecientes ajustes y recortes de inversión pública en materia de I+D
están en muchas de las presentaciones que se llevan a cabo en esta reunión. Como mensaje para
la reflexión, el Dr. Javier Benítez, asesor de Proyectos de Sistemas Genómicos y Director del
Programa de Genética del Cáncer Humano en el CNIO, asegura que “la I+D es realmente el
motor económico de un país”; por ello, aconseja, “los gobiernos tienen que hacer un esfuerzo
en la situación actual para mantener la línea de flotación que se ha tenido en estos años si
no se quiere sufrir un importante retroceso que nos hará perder la competitividad frente a otros
países”.
De hecho, se constata que la actual estrategia de recortes en I+D ya está teniendo
consecuencias. “Nuestros investigadores están empezando a hacer las maletas para
marcharse a otros lugares donde tengan posibilidades de desarrollar sus trabajos e
investigaciones. Nuestros grupos competitivos de investigación se están manteniendo a costa de
reducir personal y de la financiación privada que todavía existe, pero no sabemos hasta
cuándo podrán aguantar; nuestras empresas generadas desde los centros de investigación
(las spin off) han descendido”, expone el Dr. Benítez.
Entre otras medidas, se aconseja una recomposición de las partidas presupuestarias
dedicadas a la investigación, un apoyo decidido a los emprendedores con políticas fiscales
adecuadas y, especialmente, el desarrollo de una ley de mecenazgo que facilite a las empresas
donaciones a los centros de investigación (que deberían tener como contrapartida un trato fiscal
ad hoc).
Pero, igualmente, esta jornada tiene una extraordinaria relevancia biomédica, siendo
especialmente destacable la conferencia magistral de la Dra. María Blasco; la Directora del Centro
Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) destacará el papel de los telómeros como
reguladores del envejecimiento y las patologías asociadas. Las nuevas estrategias para el
tratamiento personalizado del cáncer y los beneficios que aporta la secuenciación masiva
en la búsqueda de nuevos genes diagnósticos y de tratamiento se debaten también en este
reputado foro.
-Telomerasa: avances prometedores
Desde el punto de vista de los progresos biomédicos en nuestro país, la mejor muestra del
incipiente y prometedor futuro que puede deparar una adecuada inversión en I+D+i se obtiene de
los distintos trabajos que está llevando a cabo el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas
(CNIO). La directora del CNIO, María Blasco, resume en este foro algunas de los progresos
que se están logrando en este centro de referencia mundial en el estudio de los telómeros.
Un experimento con terapia génica ha conseguido prolongar significativamente la
vida en ratones, aparte de retrasar la aparición de síntomas asociados con el
envejecimiento. Los ratones que recibieron este tratamiento al cumplir un año vivieron, de media,
un 24% más; los ratones de dos años, un 13% más. Además, la terapia mejoró sensiblemente
la salud de los animales, retrasando la aparición de enfermedades asociadas a la edad, como la
osteoporosis y la resistencia a la insulina, y mejorando los valores de indicadores de
envejecimiento, como la coordinación neuromuscular.
El trabajo, que ha liderado María Blasco, se basa en estimular la actuación de la
proteína telomerasa. Esta máquina celular es la encargada de reparar los telómeros, que son los
extremos de los cromosomas. En el trabajo se inyectó a ratones jóvenes (un año) y viejos (dos
años) un virus modificado para que incluyera en su material genético el gen (el código) que
secuencia la telomerasa. Al producirse la infección, el microrganismo inserta su material genético
en el animal, y éste empieza a producir más telomerasa de lo normal. Este trabajo ha demostrado
la viabilidad de un sistema que se puede utilizar también en humanos, ya que no implica
manipular los embriones; además, se usaron como vectores (los encargados de introducir los
genes nuevos) virus de especies inocuas para los humanos.
En general, como reconoce el Dr. Javier Benítez, Director del Programa de Genética del
Cáncer Humano en el CNIO, “la investigación en telómeros es un área especialmente atractiva por
las posibilidades que presenta. Sabemos que los telómeros se acortan con la edad y que,
posiblemente, muchas de las enfermedades asociadas a la vejez tengan una relación con
ese acortamiento”.
Se sugiere, por lo tanto, que conocer mejor la biología de los telómeros y los factores
que influyen en ese acortamiento más o menos rápido puede servir para envejecer mas
dignamente en un futuro. “No es que el acortamiento sea la clave para vivir sin enfermedad (ya
que hay otros factores genéticos y ambientales que contribuyen al desarrollo de las
enfermedades), pero éste puede ser de singular trascendencia, ya que sabemos que cuando los
telómeros llegan a un tamaño crítico la célula ya no es viable”, aclara el Director del Programa de
Genética del Cáncer Humano del CNIO.
En el CNIO se lleva investigando desde hace muchos años en este campo, y la Dra. María
Blasco dirige un grupo que trabaja exclusivamente en conocer el papel de los telómeros en
relación al envejecimiento y al cáncer utilizando modelos de ratones, y más recientemente
humanos (con una spin off generada hace un año). Esta empresa, según explica el Dr. Benítez,
“quiere correlacionar la edad biológica (a través de los telómeros) con la edad real y
establecer qué factores influyen en las posibles diferencias y en una mayor susceptibilidad
al desarrollo de enfermedades asociadas a la vejez”.
-Del tratamiento personalizado en cáncer a la secuenciación masiva
Pero en esta Jornada también se muestran otros ejemplos claros de I+D aplicada
directamente en optimizar la salud de los ciudadanos, como las estrategias para el tratamiento
personalizado en cáncer o el empleo de la secuenciación masiva para mejorar el diagnóstico y
tratamiento de algunas de las enfermedades más prevalentes en nuestro medio.
Sobre este último aspecto, la Dra. Mayte Gil, responsable de proyectos de Sistemas
Genómicos, señala que hay tres ámbitos de aplicación de esta innovadora tecnología: la
investigación, el diagnóstico y el tratamiento. Según comenta, “desde el punto de vista de la
investigación la secuenciación masiva está facilitando el estudio de enfermedades genéticas
mediante la aplicación de la técnica denominada Whole Exome Sequencing (secuenciación
del exoma completa)”. Ya a nivel diagnóstico, la secuenciación masiva, y más concretamente la
resecuenciación dirigida, está permitiendo identificar genes que informan sobre una
posible susceptibilidad a padecer determinadas enfermedades cardiacas, oncológicas,
neuronales,…Ya desde la perspectiva terapéutica, estos recursos están facilitando el impulso
de la Farmacogenómica y la identificación de nuevos genes relacionados con una
mayor/menor eficacia y seguridad de los fármacos.
En opinión de la Dra. Mayte Gil, “el espectacular desarrollo en los últimos años de las
denominadas tecnologías de secuenciación masiva permite actualmente obtener millones de
secuencias de ADN a una velocidad sin precedentes y a un coste cada vez más reducido.
Estas tecnologías están haciendo posible la consecución de logros científicos trascendentales, con
la identificación de nuevos genes o la resolución de las bases genéticas de enfermedades
mendelianas. Su potencial ha permitido el desarrollo de nuevas aplicaciones y pruebas
biológicas que van a revolucionar, por ejemplo, el diagnóstico postnatal y prenatal de
enfermedades genéticas”.
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