Revista Cocina

La galette de centeno perdida

Por Biscayenne
Ser ordenado es bueno y bonito. A mí me gustaría serlo, pero por mucho que me empeño no me sale.
Vivo en medio de una maraña de cosas que nunca sé dónde están. Que no os engañen con lo del "desorden ordenado". Ése es un lema que los desharrapados pre-diógenes como yo esgrimimos de vez en cuando frente a los demás. Es una excusa barata porque yo nunca puedo encontrar las tijeras: sé que tengo unas no, dos, pero en algún lugar ignoto. 
En algún otro sitio secreto de mi casa deben de estar todas las recetas que apunto y después pierdo. Enterradas, sepultadas para la posteridad o tiradas al cubo de la basura, las muy puñeteras cobran vida propia y desaparecen cuando más las necesito. 
Eso pasa también por ser vaga y desidiosa (lo tengo todo), y no escribir las entradas del blog cuando tendría que hacerlo. Espero, espero, me entra pereza, y para cuando me animo el dichoso papel ha volado. 
Esta galette con harina de centeno y fruta la hice hará un mes. con varios cambios sobre la receta original. Como, ejem, la he perdido, intentaré encontrar un equilibro entre lo que recuerdo y lo que debería ser. No aprenderé y seguiré con el mismo desorden, pero sé que me queréis igual.
La galette de centeno perdida
Esta galette es muy sencilla y rápida de hacer. Rústica y sin ser demasiado dulce, sirve para aprovechar cualquier fruta que esté amohinándose en una esquina del frutero. Yo usé ciruelas (claudias, rojas) y moras. Moras de árbol o morus nigra, que son unas moras descomunales poco comunes, como las que tenía mi vecino Gabino en el pueblo cuando yo era pequeña y del que siempre me acuerdo por los atracones que me pegaba subida a su árbol.
Galette de centeno y ciruelas Dificultad, así de primeras:cero comaProbables complicaciones:ninguna en absoluto Sabor: a postre crujiente e indulgente con excusa sana Receta de inspiración:gingered plum galette, de A sweet spoonful                   INGREDIENTES


75 g de harina de centeno
75 g de harina de trigo 110 g de mantequilla fría en dados 1 pizca de sal 1 cucharada de azúcar moreno 3 - 4 cucharadas de agua fría 1 huevo
5 ciruelas 40 g de azúcar moreno 8 g (1 cucharada) de maizena 1 limón jengibre en polvo

La galette de centeno perdida
Podéis utilizar harina blanca o integral, sólo de centeno, mezclada con trigo o sólo de trigo, como queráis. 
En cuanto a la fruta, es mejor usar una que tenga jugo, como las ciruelas, frutos rojos, melocotones etc. Si queréis usar algo más seco como manzanas o peras, sería recomendable agregar el zumo de medio limón al relleno, para que suelte líquido.
En cuanto al azúcar: esta receta lleva poco, pero podéis eliminarlo del todo en la masa o añadir hasta 100 g dentro del relleno. Claro que entonces ya no habrá la excusa de que es muy saludable...
PREPARACIÓN:  Mezclar en un bol la harina, la sal y el azúcar. Añadir la mantequilla fría cortado en dados o trozos pequeños y mezclar todo con las manos, desmenuzando la mantequilla con los dedos. Si tenéis las manos muy calientes, mejor hacedlo con un tenedor o herramienta similar.
Cuando hayamos conseguido unas migas sueltas, añadimos el agua (muy fría) poco a poco, una cucharada cada vez, y mezclamos con una cuchara hasta que la masa ligue y se convierta en un trozo unido. Dependiendo de qué tipo de harina uséis, puede que no utilicéis todo el líquido o que necesitéis más.

La galette de centeno perdida

con esta consistencia ya es suficiente

Este pegote de masa lo echaremos sobre un trozo grande de film y lo cubrimos. Envolvemos bien en film y lo metemos en la nevera una hora, o si tenéis prisa, 10 - 15 minutos en el congelador.
Mientras, cortamos la fruta (en cuartos, octavos, mitades... depende del tamaño) y en un recipiente la juntamos con la ralladura de medio limón, un poco de zumo, la maizena, el azúcar y una pizca de jengibre en polvo. Dejamos macerar esta mezcla mientras la masa se enfría en la nevera.
La galette de centeno perdida

Sacamos la masa del frigorífico y enharinamos ligeramente la mesa o superficie de trabajo.
Con las manos manchadas de harina, amasamos un poco la bola hasta tener una masa lisa y la estiramos con el rodillo hasta conseguir un círculo (más o menos) de 5 mm de grosor. Con la ayuda de una espátula o algo parecido, pasamos la base a un plato grande cubierto con una hoja de papel de horno o silicona.. Debería ser la bandeja del horno, pero a mí no me cabe en la nevera, así que plato ha de ser.
Con cuidado de no verter demasiado líquido, echamos la fruta sobre el centro de la masa, y la extendemos dejando unos 4 cm libres en el borde.
Doblamos el exceso de masa hacia dentro apretando los bordes para que no haya resquicios por los que salgan los jugos.
La galette de centeno perdida

Enfriar la galette ya rellenada 15 minutos en el congelador, y encender el horno a 190 grados arriba y abajo.
Transcurrido ese tiempo, pasar la galette con el papel de horno que hay debajo suyo a la bandeja del horno. Batir el huevo junto con una cucharada de agua, pincelar los bordes superiores de la masa y espolvorear con azúcar. 
Hornear durante 45 minutos aproximadamente, o hasta que la masa se dore. Dejar enfriar al menos media hora para que el almíbar que haya soltado la fruta se asiente y no se salga al cortar. Disfrutar sin pudor.
La galette de centeno perdida
La galette de centeno perdida

Propósitos de finales de octubre: - buscar las recetas perdidas - pasar las recetas a limpio - no seguir así:
La galette de centeno perdida


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