Hay que ser ambicioso, intentar atajar los grandes problemas desde su raíz. Sin embargo, ello no significa que debamos olvidarnos de los pequeños detalles. De hecho, es la suma de esas pequeñas mejoras cotidianas la que nos permite ir desgatando lo gordo. La idea, en este caso, es bien simple: sustituir los palillos de plástico para remover el café por un removedor comestible. La eCookie, de Víctor Lopes y Rodrigo Maia, reemplaza la cucharilla y la buena costumbre de algunos bares de regalarte una galleta con tu café.
o: Patatotal o Removiendo el té o Danish butter cookies