La gente de la ciénaga

El autor, Peter Glob, fue un arqueólogo y director general de Museos y Antigüedades de Dinamarca. Lo que le llevó a escribir este libro divulgativo fue una carta que recibió de parte de un grupo de colegialas en la que le preguntaban por El hombre de Tollund. A raíz de esto, Peter -sí, me tomo la libertad de tutearle- decide responder con una extensa carta describiéndoles como fue el hallazgo. Parece ser que P.V. Glob se termina enrollando y crea esta obra tan interesante sobre la gente que vivió durante la Edad de Hierro, cuyos cuerpos fueron encontrados en perfectas condiciones. En un principio nos cuenta los hallados en Dinamarca, luego en el resto de Europa.

El hombre de Tollund

A mí me me interesa mucho la historia, aunque me decante bastante más por la relacionada con el siglo s. XX, también me gusta saber sobre otras culturas de la antigüedad.. En este libro me encontré con un tema interesantísimo del que no había oído hablar. No solo es interesante porque nos narre cómo, dónde y cuándo fueron encontrados estos cuerpos tan antiguos. Lo interesante y curioso es el estado en el que se encontraron. Todos los que aparecen en el libro fueron hallados en turbas. ¿Qué tienen de especial estas zonas? Pues que son capaces de conservar un cuerpo de tal manera que no se note el paso del tiempo. Impresiona el estado tan bueno en el que se encontraron muchos de los cuerpos. Es sorprendente que unos cuerpos que datan de hace más de 2000 años se encuentren en tan perfectas condiciones. El libro está repleto de imágenes de los hallazgos donde se puede comprobar el nivel de conservación de estos cuerpos.

Caldero de Gundestrup. Ofrenda para los dioses

Glob nos narra cómo, dónde y cuándo se encontraron estos cuerpos. Qué medios se utilizaron para extraerlos -la exhumación era bastante complicada en esos tiempos, estamos hablando de que la mayoría de las extracciones de cuerpos se hicieron con métodos muy rudimentarios ya que se dieron antes de mediados del siglo XX- y cómo murieron. Como el libro fue escrito en 1965, hasta día de hoy hay algún dato sobre algún cuerpo que no es del todo acertado, por eso el traductor, Enrique Bernárdez, se ha encargado de dejar una serie de anotaciones para aclarar estos puntos.
Aparte de describirnos los hallazgos, el autor nos cuenta las costumbres de estas personas que vivieron durante la Edad de Hierro:. cómo vivían, de que se alimentaban, a quién adoraban, y más cosas que nos sirven para saber un poco más sobre este periodo.