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Ya sabéis que la base de la revista es dar un pequeño repaso con las novedades que presentaban las listas de éxitos que he ido confeccionando desde hace cincuenta años. Cada nuevo número empezamos por la lista actual de cada semana y a continuación seguimos viajando hasta las listas de hace 50, 40, 30, 20 y 10 años. Todos los éxitos de la música desde el año 1967 irán apareciendo por aquí.
Junto a las listas distintas secciones a cada cual más recomendable. En “Los Pioneros” rememoramos la música y los artistas que inspiraron a todos los que vinieron después. Nuestro póster, a doble página en el centro desmenuza cada semana un disco que fue, es y será muy grande. En la sección “También es Música” le damos cabida a esas canciones y esos artistas que a su manera también han tenido protagonismo, en muchas ocasiones de manera inesperada. Y la contraportada es el colofón con noticias de actualidad musical, efemérides y música en directo.
Echándole un vistazo a la portada de cada día os podéis hacer una idea del contenido de la revista. Junto a cada fotografía hay un texto que contiene un link que te lleva directamente a la página en cuestión, pero yo os recomiendo ir por orden, ir leyendo desde el principio al final porque la música lo merece. Y recordad que siempre estaré abierto a cualquier crítica, consejo, sugerencia o petición que vosotros, Graminoleños, me hagáis.
NUESTRA PORTADA
LA LISTA DE LA GRAMINOLA
Esta semana iniciamos el repaso a las distintas listas graminoleñas con las dos nuevas entrada que presenta la lista de actualidad, la que contiene la música que más suena en las radios. Bueno, en las radios y en televisión poque el primer tema de hoy está muy relacionado con el mundo de la publicidad televisiva.
El mundo de la publicidad está intimamente ligado al de la música. En ocasiones ésta última es la que lleva el mando ya que la campaña publicitaria que sea elige una canción con tirón, ya sea de actualidad o antigua, siempre muy conocida y con mucho éxito que provoca que cada vez que suene la identífiquemos con la marca que la utiliza. Pero en ocasiones el camino es el contrario, es decir, una canción nueva termina consiguiendo un gran éxito gracias a sonar una y otra vez en radio y televisión dentro del anuncio de una marca bien conocida. Éste es el caso que nos ocupa a continuación.
La última campaña publicitaria de esos grandes almacenes que todos conocemos y cuyo nombre no voy a mencionar porque no es necesario, han utilizado como sintonía un tema de música electrónica que escuchado sin saber a quien pertenece puede pasar por ser creado por cualquiera de los muchos artistas iniernacionales vinculados a este estilo que triunfan en la actualidad, todos ellos de gran prestigio. La verdad es muy distinta ya que es una composición obra de un dúo de españolitos muy jóvenes que se han hecho un hueco de inmediato en el panorama musical europeo y que esta semana debutan en nuestra lista.
Han tomado el nombre artístico de Reyko y está formado por Soeil e Igor, dos jóvenes de nuestro país que se han conocido sin embargo en Londres, ciudad en la que viven desde hace unos años. A buen seguro que todos habéis escuchado e incluso tarareado en alguna oportunidad este “Spinning Over You”, el tema que acaban de colocar en nuestra lista y al que le auguro muchas semanas de permanencia.
La segunda entrada de la semana viene de la mano también de un dúo, pero de unas características muy distintas y un estilo musical radicalmente opuesto. No os diré que tipo de música realizan porque con simplemente deciros que vienen de Brasil y Colombia creo que queda todo dicho. Además, la canción llega rodeada de cierta polémica, algo que en muchísimas ocasiones termina siendo sinónimo de éxito.
Anitta es el nombre artístico de una joven cantante brasileña que está intentando abrise camino en el panorama musical internacional y para ello está utilizando dos estrategias de los muchas que existen que han llevado a muchos otros antes a lograr ese éxito que ella persigue: publicar una canción con uno de los artistas de éxito del momento y que su letra tenga un alto contenido sexual. Vamos, nada nuevo.
El artista que ha colaborado con ella es J. Balvin, uno de los artistas latinos de mayor éxito y que con este tema son ya tres los que forman parte de la lista de actualidad graminoleña. La canción en cuestión lleva el título de “Downtown” y leyendo entre líneas habla de esa modalidad sexual que consiste en viajar a los bajos fondos, vosotros ya me entendéis.
La chica no es nada tonta, ya que aunque la letra dice lo que dice, se ha cuidado mucho de que el videoclip sea muy normalito. En él luce palmito y cuerpazo apareciendo muy sensual pero sin acabar de crear polémica. De momento la jugada le está saliendo perfecta.
LOS PIONEROS
Las dos últimas semanas hemos dedicado esta sección no a los habituales “padres de la música” sino a algunos de los artistas que años después retomaron sus canciones y su forma de componer e interpretar para recuperar un sonido que nunca debe olvidarse. Primero fueron Racey quienes nos visitaron con sus canciones llenas de rock de los 50 y los 60 y posteriormente Shakin’ Stevens con sus canciones de sabor añejo y maravilloso. Hoy cerramos el triángulo de oro con el grupo que posiblemente más éxito cosechó recordándonos tiempos pasados y la mejor época del “doo wop”. Ellos son los inimitables Rocky Sharpe & The Replays.
Los hermanos Robert Podsiadly, quien se hacía llamar Rocky Sharpe, y Jan Podsiadly formaron en su momento un grupo totalmente amateur que llevaría el nombre de The Razors. Tras curtirse la piel en muchos pubs británicos sin lograr los resultados esperados decidieron dejarlo. Sin embargo, un par de años después, concretamene en 1979, cambiarían de idea y formarían un nuevo grupo junto a Helen Highwater y Dickie Hart que tomaría el definitivo nombre de Rocky Sharpe & The Replays.
Su idea era la de reversionar algunos de los grandes temas vinculados al “doo wop” que en los 50 y los 60 triunfaron a lo grande y lo cierto es que dieron con la tecla de inmediato. Nos dejarían un buen puñado de grandes interpretaciones con las que lograron un grandísimo éxito. Su imagen con vestimentas de aquella época y las eternas gafas oscuras de su carismático líder son auténtica historia de la música de principios de los 80. Vamos a disfrutar de tres de sus canciones más representativas, todas ellas con verdadero aire pionero.
RAMA LAMA DING DONG
Lo cierto es que empezaron a lo grande ya que su primer sencillo iba a llevarles al número uno de manera inmediata y a convertirles en un grupo muy popular en aquel momento. Sorprendieron a propios y extraños dejándonos una versión de un clásico del “doo wop” con un sonido fresco y bailable a partes iguales, en el que mostraron una compenetración vocal a la hora de interpretar dignas de destacar.
Como os habréis dado cuenta estoy hablando de “Rama Lama Ding Dong” un tema original de un grupo norteamericano denominado “The Edsels” que cosecharían el único éxito de su corta carrera con esta canción. A diferencia de ellos, Sharpe y los suyos triunfarían a lo grande no solamente con esta canción sino con otras cuantas más, además de ofrecer una versión que superaba con creces al original. Comenzaron a lo grande poniéndonos a todos a bailar con su “rama la … ding dong … rama la … ding ding dong … rama lama lama ding dong rama lama lama ding …”
Con esta canción lograron llegar al número uno en prácticamente toda Europa y calarían profundamente en el público español de tal modo que su siguiente sencillo, otro de sus clásicos, repetiría resultados en nuestro país donde alcanzaron una grandísima popularidad. Vamos con este tema.
NEVER
Su irrupción en el panorama musical internacional fue a lo grande y aunque siguieron ofreciendo grandes momentos y grandes versiones, los resultados que cosecharon con sus dos primeros sencillos nunca fueron nuevamente alcanzados. Si su canción de debut fue espectacular, con su segundo single podría decirse que confirmaron totalmente la alternativa.
Con una estructura muy similar, su segundo éxito mostraría las mismas señas de identidad. La carismática figura de Rocky Sharpe siempre llevaba la voz cantante, pero el acompañamiento del resto de los miembros del grupo con sus distintos tonos de voz le daban a sus canciones un aire muy especial. Su imagen, aunque iba cambiando, siempre mostraba vestimentas que identificaban a la perfección a los jóvenes de los años 50 y 60.
En esta ocasión la canción escogida sería “Never”, un tema orignal del grupo “Larry Chance & The Earls” que interpretado más de 20 años después no solamente recuperaría su magia sino que cautivaría al público de casi toda Europa, principalmente España. Me encanta esta canción.
SHOUT! SHOUT! (KNOCK YOURSELF OUT)
Todo el mundo sabía, creo que incluso ellos mismos eran conscientes, que su recorrido no iba a ser demasiado largo. El fenómeno revival que sacudió al panorama musical internacional a principios de los 80 fue perdiendo fuelle. Por un lado porque era la normal, el tirón de la música de 20 años atras tarde o tremprano tendría que remitir, y por otro la gran variedad de estilos musicales que fueron irrumpiendo con el paso de los años como el tecno, el punk o la época dorada del heavy o el pop terminarían por ganarles el terreno.
Siguieron publicando discos aunque lo que mejor les funcionaban era los sencillos que iban apareciendo en el mercado, pero su éxito fue menguando poco a poco hasta que en el año 1982 terminarían por dejarlo, no sin despedirse a lo grande, con otra grandísima versión que iba a volver a colocarlos después de bastante tiempo en número uno de las listas británicas.
Se trata de una canción con un ritmo frenético desde el primer momento, uno de esos temas que te invitan a bailar desenfrenadamente al estilo más sesentero posible. Una canción titulada “Shout! Shout! (Knock Yourself Out)”, originalmente grabada por Ernie Maresca en el año 1962 y que supuso un auténtico broche de oro en su carrera. Por cierto, en aquel momento la parte femenina del grupo había cambiado ya que Helen Highwater había dado por finalizado su recorrido junto a sus compañeros, siendo sustituida por Gloria Sunshine.
De esta manera ponemos fin a ese pequeño repaso que le hemos dado estas tres últimas semanas a algunos artistas que protagonizaron a lo grande ese fenómeno “revival” que surgió a finales de los 70 y continuó algunos años más a principios de los 80. Todos ellos nos ayudaron a recordar la mágica música que había provocado que los artistas consagrados que a todos nos gustaban tanto se dedicaran a hacer canciones. Ellos no eran los auténticos pioneros, pero supieron convertirse en unos auténticos “apóstoles” de su música.
LISTA DE LOS AÑOS 60
Llega el momento de empezar con el repaso a las distintas listas graminoleñas, ya sabéis que vamos de diez en diez años empezando por la lista de hace 50 añitos, nada más y nada menos, así que hoy toca viajar hasta el día 3 de marzo de 1968, cuya lista presentaba dos novedades, una de ellas protagonizada por un grupo que ya nos visitó la semana pasada en este mismo apartado. No cabe duda, se encontraban en un gran momento.
En aquellos años era bastante habitual que cuando una canción tenía éxito o incluso antes de saber si iba a tenerlo, simplemente con que oliera a éxito, salieran al mercado distintas versiones interpretadas por distintos artistas, no siendo nada extraño como iremos viendo próximamente que alguna de estas composiciones se incorporaran a nuestra lista por partida doble interpretadas por distintos artistas. La que viene a continuación es uno de esos casos.
En esta oportunidad, por lo menos en lo que a nuestra lista se refiere, la copia tuvo más éxito que el original. La semana pasada veíamos como Los 3 Sudamericanos hacían algo idéntico a lo que iban a protagonizar en la que hoy repasamos, esto es, colocar en la lista un tema de otro artista que estaba en el mercado al mismo tiempo. Lo que no se les puede negar es que sabían elegir tanto el artista al que tomar prestada la canción, como el potencial del tema elegido.
La canción escogida es uno de esos temas mágicos, inolvidables y atemporales que pueden considerarse como una auténtica obra maestra. Se trata de “Cuando Salí de Cuba”, la emotiva composición obra del talento de Luis Aguilé, quien curiosamente vería como su versión, la original, no entraría en ningún momento en nuestra lista y sin embargo la versión del trío paraguayo sí que lo haría, permaneciendo en ella durante 20 semanas para alcanzar el puesto 19. Cosas de la música.
La segunda entrada que nos brindó la lista estrenada aquel 3 de marzo de 1968 tuvo como protagonistas a un peculiar grupo que surgio de la nada gracias a una serie televisiva y que durante unos cuantos años lograrían un rotundo éxito sobre todo en Estados Unidos. Estoy hablando de The Monkees.
Entre los años 1965 y 1971 se emitió por televisión en Estados Unidos una serie del mismo título que estaba protagonizada por los estadounidenses Micky Dolenz, Peter Trok y Michael Nesmith y un británico, el único que tenía experiencia como cantante, llamado Davy Jones. Lo que empezó como una especie de broma sin más terminaría convirtiéndoles en uno de los grupos más destacados de aquella época.
Serían unas cuantas las canciones que se convertirían en auténticos clásicos, entre las que se encuentra la que hoy nos ocupa, este “Daydream Believer” (no confundir con I’m a Believer”, el mayor éxito de su carrera y que nos visitará en su momento), con el que permanecería en lista durante 6 semanas alcanzando el top 31.
LISTA DE LOS AÑOS 70
Nos situamos ahora en la lista graminoleña que veía la luz el día 4 de marzo de 1978, la cual presentaba la gran novedad de una nueva entrada que llegaba de la mano de nuestro cantante más internacional, de mayor éxito, de mayor reconocimiento y auténtica institución que por aquel entonces se encontraba en un gran momento, preludio de la estrella a nivel mundial en la que iba a convertirse en muy poco tiempo. Estoy refiriéndome al mismísimo Julio Iglesias.
Durante aquella época trabajaba muy estrechamente con El Dúo Dinámico quienes producían todos sus discos y componían gran parte de las canciones que en ellos se incluían. En aquel momento Julio les pidió que le compusieran una canción que de alguna manera hablara de él dando lugar a una de las canciones más conocidas de toda su carrera, uno de esos temas que todos hemos cantado en una ocasión para referirnos a alguna persona.
La canción en cuestión no es otra que “Soy un Truhán, Soy un Señor” y de alguna manera tiene consideración de autobiográfica, algo reconocido por el propio Julio, aunque también matizaría que no todo lo que se dice en ella es real y que algunas manifestaciones están exageradas. Creo que de cualquier modo todos pensamos que su letra encaja a la perfección con su manera de ser, por lo menos en aquella época.
Permanecería en lista durante 27 semanas alcanzando el puesto 14 como su mejor registro, números algo por debajo de la popularidad que realmente ha alcanzado esta canción.
EL ÁLBUM DE LA SEMANA
En las últimas semanas las visitas al blog de “La Graminola” han crecido considerablemente, por lo que desde aquí quiero agradeceros a todos los que me estáis siguiendo vuestro apoyo e interés. Gracias a vosotros cada semana publico con más ilusión esta humilde revista. De corazón, muchas gracias a todos.
Además, en los últimos quince o veinte días he comprobado que el artículo que publiqué el 16 de octubre de 2016, dedicado a esa obra maestra producto del talento descomunal de Pink Floyd que lleva el título de “The Wall” está recibiendo el mayor número de visitas, por lo que creo que es obligado volver a traer aquí ese descomunal disco para poder desmenuzarlo y disfrutar una vez más de él. Dado que se trata de un disco doble, para no perdernos nada le dedicaremos este espacio de la revista esta semana y la que viene, con el fin de que no nos perdamos nada de la maravillosa música que contiene. Hoy nuestro póster es de los más grandes.
PINK FLOYD / THE WALL (PARTE 1)
En el año 1979 Pink Floyd publicaban uno de esos discos que de inmediato pasan a la historia de la música como uno de los mejores que jamás se hayan creado: “The Wall”. Pues bien, tres años después, en 1982, Alan Walker llevaría al cine esta maravilla para los oídos para convertirla asimismo en una maravilla para los ojos. Por este motivo los videoclips que irán apareciendo a la hora de contar todo lo que rodeó a este álbum serán las escenas de la película, cuya espectacularidad es muy grande.
“The Wall” es un disco doble y conceptual que narra alguna de las vivencias y pensamientos del propio Roger Waters. Cada uno de sus canciones narra un momento de la vida del protagonista, que en la versión cinematográfica sería Bob Geldof, vocalista de The Bomtown Rats, una estrella de rock llamada Pink que va colocando uno a uno los ladrillos de ese muro que le bloquea en la vida. Pero lo mejor es que vayamos desgranando cada uno de esos “ladrillos”.
La primera parte de la película está centrada en el trauma que supuso para Pink la pérdida de su padre en la guerra. En un principio aparece atormentado mientras sus fans intentan derribar todo lo que encuentra a su paso para llegar a su lado. Las canciones van desfilando una detrás de otra con una escenas muy crudas mostrando los desastres de los conflictos bélicos, el dolor, la muerte … “In the Flesh?” es pues la introducción de los males que aquejan al protagonista y la tremenda tortura que siente en su interior.
Las relaciones de Waters con el público en general siempre fueron un tanto tortuosas. Su dificultad a la hora de relacionarse con ellos y la incromprensión acerca de la manera en la que éstos se comportaban en los conciertos, a veces violentos, a veces histéricos, le llevaba a la idea de levantar un muro entre el escenario y los asistentes a sus actuaciones en directo, ese muro que va construyendo ladrillo a ladrillo en el álbum.
A continuación llega “The Thin Ice”, donde se narra el rastro de muerte que deja la batalla para dar paso a un Pink desolado, hundido en sus pensamientos, tirado en la habitación del hotel y dejándose llevar por las aguas de una piscina. La canción empieza muy suave y con un tono bastante bajo mientras muestra los estragos de la contienda para dar paso al final a unas guitarras que lo dan todo, en un tono mucho más alto para mostrar el tormento de Pink.
Es entonces cuando llega la primera alusión al muro. Pink ha ido construyéndolo a su alrededor con el fin de que le separe de la realidad y le aisle de todo y de todos para centrarse única y exclusivamente en su interior. Allí convive con sus pensamientos más negros y deprimentes, dejándose llevar en un mundo invadido por las drogas y el alcohol.
Esos pensamientos nos muestran a un Pink de niño, en el cementerio junto a su madre en el entierro de su padre. A continuación su madre le deja en un parque y el niño se da cuenta de lo terrible que va a ser continuar sin una figura paternal. Un detalle tan nimio como balancearse en un columpio es imposible de conseguir sin la ayuda de las manos de su progenitor. Es el momento de “Another Brick In The Wall (Part 1)”.
Sin duda alguna el tema estrella del álbum es precisamente “Another Brick in The Wall”, canción que está dividida en tres partes, siendo la más espectacular la segunda. En la parte 1 que acabamos de saborerar introduce de alguna manera el sonido tan majestuoso y fantasmal que tiene la parte 2, pero con el fin de dejarnos un poco intranquilos e incluso ansiosos, entre ambas partes se introduce otra canción para continuar correctamente con la narración de la historia.
Se trata de una canción que enlaza direcatamente con el tema estrella del álbum, en la que se recrea la opresión educativa a la que Pink se vio sometido en el colegio. La tiranía de sus profesores, el maltrato tanto físico como psicológico al que le sometían significaban otro ladrillo más en el muro, ese muro que cada vez le estaba apartando más de los demás. Todo ello queda narrado a la perfección en “The Happiest Days Of Our Lives”.
Este tema no es otra cosa que la introducción al momento culminante del álbum, en las imágenes que adornan en la película este momento asistimos a momentos impactantes, como en el que el propio Pink ve pasar un tren con niños casi enjaulados vestidos con el uniforme escolar y las caras tapadas por una especie de máscaras de trapo. Como vemos la crítica hacia la educación recibida es feroz.
Sin solución de continuidad llega el momento que todos esperábamos. Si hay una canción que identifica a Pink Floyd, si hay una canción que es el santo y seña de “The Wall” y, por consiguiente, de la película, esa es “Another Brick In The Wall (Part 2)”. A mí me encanta, me pone los pelos de punta, pero cuando vi la escena que la acompaña en la película he de reconoceros que los pelos se me pusieron como escarpias. Genial, espectacular, alucinante, insuperable.
La escena empieza con los niños, con esas máscaras inexpresivas, caminando al compás del sonido de la batería en una cadena de montaje, todos al unísono. Es impactante. La letra habla de la severa educación recibida y termina con la revelión de los niños ante sus maestros, acabando por quemar sus libros.
Dado que estas dos últimas canciones están ligadas de manera casí inseparable, tanto por lo que cuentan, como por su estructura musical, aquí os las dejo en un único videoclip. Es espectacular y no tiene desperdicio para endender lo que el protagonista de la historia nos quiere contar.
El maravilloso coro de los niños en el estribillo le da un aire todavía más sobrecogedor si cabe. Curioso es ver como el profesor que los martiriza en el colegio, a su vez, sufre los estrictos métodos de su madre en casa, en una especie de fichas de dominó que van derribándose unas a otras. Una auténtica genialidad, no cabe duda.
Las carencias emocionales que Pink padece en su niñez son diversas como estamos pudiendo apreciar, pero la que más le marca es sin duda alguna es la falta de su padre. Para terminar de cerrar el círculo, a continuación la historia se centra en la figura de su madre, una mujer que se despreocupa mucho de él y que en muchos momentos intenta vivir la vida a su manera al margen de su hijo.
Todo esto se refleja en el tema “Mother”, con unas cuantas escenas en las que Pink intenta encontrar el amparo de su madre sin conseguirlo. La letra de la canción es rotunda, llegando a decir que “Mamá te ayudará a construir el muro”, ese muro que aisla a su hijo del resto del mundo.
La película, que no es otra cosa que hora y media de videoclips que van acompañando al sonido del disco, escenificando a la perfección lo que en él se cuenta, muestra algunas escenas, las más impactantes, que vienen de la mano de unas animaciones que resultan imprescindibles para comprender lo que los chicos de Pink Floyd querían contarnos. Pues bien, la primera incursión en estos dibujos animados llega a continuación, cuando Pink, tras reencontrarse con su madre mira al cielo y comprueba como aparecen unos bombarderos.
Inmediatamente, con unas maravillosas animaciones que muestran todavía más la crudeza de los pensamientos de Pink, aparece una paloma que de inmediato se transforma en un oscuro águila con simbología nazi, dando paso a un escenario de sangre y terror. Todo esto nos lo narran en “Goodbye Blue Sky”, una de las canciones más oscuras de todo el álbum.
Tras poner en el muro el ladrillo correspondiente a su madre, la narración da un gran salto en el tiempo mostrándonos a un Pink ya adulto, ídolo del rock y casado, aunque no demasiado feliz porque continúa con esa obsesión por construir su muro que todavía está incompleto.
La canción que habla de este momento en la vida del progagonista de la historia llevaría originalmente el título de “Empty Spaces” pero con el paso del tiempo sería sustituida por otra versión que llevaría otro título. Me explico que puede resultar un poco lioso. En las actuaciones en vivo, en el momento en el que interpretaban este tema lo hacían con una versión extendida, una versión más larga, que con el paso del tiempo sería la que se haría más popular, motivo por el cual decidieron darle un nuevo título porque pensaron que realmente había terminado por convertirse en una nueva composición.
Esta última sería la versión que se incluiría en la película y su nuevo título sería el de “What Shall We Do Now?”, cuyas escenas en la versión cinematográfica levantarían cierta polémica, toda vez que había llegado el momento de hablar de sexo. En su incio, la escena muestra dos flores que poco a poco van transformándose en órganos sexuales masculino y femenino para acabar en un violento y desenfrenado encuentro sexual. La canción tiene una parte bastante amplia instrumental para dar paso más adelante a la parte vocal.
A partir de este instante, la acción se centra en la figura de un Pink adulto, agobiado y lleno de dudas, , dejando atrás los tiempos de la niñez. Nos muestra a un Pink convertido en una estrella del rock, siempre rodeado de sus seguidores, siempre con gente dispuesta a estar con él, pese a lo que se encuentra muy solo. Por si fuera poco, pasa mucho tiempo fuera de casa y cuando llama a su mujer por teléfono quien descuelga es otro hombre.
Pink se adentra entonces en el mundo del vicio sexual contratando prostitutas que no le llenan lo más mínimo, aislándole todavía más del resto de la sociedad. Todo esto queda narrado mientras suena “Young Lust”, uno de los temas más potentes del disco que sirver para colocar en el muro el ladrillo del desamor y la traición.
Pink sigue aislado en su mundo, en la oscura habitación de su hotel viendo la televisión. Una de sus admiradoras consigue colarse en ella e intenta llamar su atención, pero Pink no está por la labor. Permanece en shock por el descubrimiento del engaño de su mujer.
La chica insiste hasta que Pink estalla sumergiéndose en una vorágine de violencia absoluta destrozando todo lo que pilla a su alrededor llegando a arrojar el televisor por la ventana. El ladrillo de la violencia es colocado en el muro mientras suenan los acordes de “One of my Turns”.
Pink no puede quitarse de la cabeza el engaño matrimonial. Le obsesionan las imágenes de su mujer con otro hombre en la cama que le vienen a su cabeza, sumergiéndoseen una tremenda depresión. No es capaz de ver otra cosa y las primeras alucinaciones empiezan a surgir. Tiene la visión de sus brazos sangrando. La posibilidad de suicidarse y acabar con todo entra en escena.
La canción “Don’t Leave Me Down” sirve para contarnos el estado de ánimo en el que se encuentra Pink en ese momento. El vacío que siente es aplastante y tiene la sensación de que su vida cada vez tiene menos sentido. Un nuevo ladrillo ha sido colocado en su muro, el de la depresión.
Como estamos comprobando, la historia es desgarradora y en ella Pink lanza uno tras otro unos gritos desesperados pidiendo ayuda. Cada nuevo ladrillo que coloca en el muro va acompañado de una sensación de tremenda frustración porque cada vez se aleja más de la realidad, se siente más solo y nadie le ayuda. La atmósfera que el álbum muestra, musicalmente hablando, por momentos es asfixiante y encaja a la perfección con lo que las letras de sus canciones nos van contando. No me cansaré nunca de decir que este disco es una auténtica genialidad.
Llega el momento de recapitular. Como si hiciera un repaso a toda su vida, a los sones de “Another Brick In The Wall (Part 3)” podemos ver una retrospetiva de todo lo que ha ido aconteciendo hasta ahora. La muerte de su padre, el desinterés de su madre, la férrea educación, su fracasado matrimonio …
Nos encontramos ante la tercera entrega del tema más importante del disco y a pesar de ser el más corto, no llega al minuto y medio, en él desmenuza del alguna manera todo lo sucedido hasta ese momento, con un sonido contundente, desgarrado y más rápido que deja bien a las claras que la situación ha ido empeorando paulatinamente. En el videoclip, las escenas de lo que ha sido la frustrada vida de Pink hasta ese instante llegan aderezadas con otras de tremenda violencia. Otro ladrillo está cerca de ser colocado en el muro.
El muro ya está terminado y Pink se encuentra atrapado dentro. Oye gritos, risas y voces al otro lado e intenta traspasarlo pero es inútil, no puede hacer nada. Su situación es desesperada y su comportamiento cada vez es más errático. Ahora que ha terminado de construir ese ansiado muro, todo su afán es atravesarlo y saltar al otro lado.
La sombra del suicidio ha ido acompañando a varias de las canciones que han ido circulando por el disco. Su desesperación es casi insoportable y esa idea le atormenta y no se aparta de su cabeza. Suena entonces en el álbum el tema titulado “Goodbye Cruel World”, una breve composición prácticamente instrumental en la que únicamente al final aparece la susurrante voz de Waters, terminando con una palabra que deja todo en el aire: “goodbye”.
Con esta “enigmática” canción podría decirse que se llega al final de la primera parte de la historia. Hemos asistido ha todas las desdichas sufridas por Pink desde su niñez y a ese cóctel explosivo en que se ha convertido su mente. El muro ya está terminado, pero su historia no.
Aquí vamos a dejarlo por hoy. Como habréis comprobado nuestra doble página central es extraordinaria. Ahora solamente queda esperar una semana para desvelar la parte final de la historia de Pink que será tan espectacular como la que hemos conocido hoy.
LISTA DE LOS AÑOS 80
Reanudamos ya el repaso a las listas graminoleñas de otros tiempos y para ello nos situamos en la que aparecía el 6 de marzo de 1988. Ese día se producía una única entrada protagonizada por uno de los artistas más grandes de la historia de la música. Un ser atormentado, extraño, polémico y con un trágico final que todos conocemos. Efectivamente estoy hablando del siempre añorado y recordado Michael Jackson.
Por aquel entonce se encontraba en el mejor momento de su carrera. Acababa de publicar “Bad” y sus ventas estaban siendo descomunales. Cada nuevo sencillo que aparecía en el mercado se convertía de inmediato en un rotundo éxito como sucedería con el que publicaría en tercer lugar, la canción que se estrenaba aquel día de marzo en nuestra lista.
La química que se producía cuando trabajaba con Quincy Jones fue fundamental en su carrera, y la canción de la que vamos a disfrutar a continuación es resultado de esa “mágica” colaboración. Se trata de “The Way You Make Me Feel”, una contundente canción hecha para bailar, cuyo videoclip cuenta con la consiguiente y espectacular coreografía. Cierto es que no es de las más emblemáticas de su carrera, pero da muestra de su talento como bailarín, que tenerlo lo tenía y en grandes dosis.
De cualquier manera, el videoclip no tiene desperdicio y muestra como siempre una producción excepcional con una duración de algo de más de seis minutos. Hubo una época en la que cuando publicaba un nuevo disco esperábamos con ansiedad el estreno de cada uno de los videoclips que se grababan del mismo y el día en que por primera vez eran emitidos se convertía en un acontecimiento imprescindible a nivel mundial. Por cierto, no es de los temas que ha obtenido merjores registros en nuestra lista preferida ya que permaneció en ella durante 14 semanas alcanzando el top 20.
LISTA DE LOS AÑOS 90
Es curioso, damos un salto en el tiempo de diez años para situarnos en la lista que aparecía el día 8 de marzo de 1998 y nos encontramos también con una única entrada la cual viene protagonizada de igual manera por un componente de la familia Jackson, aunque en esta oportunidad no es Michael sino una de sus hermanas. Supongo que ya os estaréis imaginando quien es.
Pues sí, Janet Jackson incluiría en la lista graminoleña un nuevo tema diez años después de que su hermano hiciera lo propio como acabamos de ver. Casualidades de la vida. La canción en cuestión es un tema incluido en su álbum “The Velvet Rope” y que significaría uno de los mayores éxitos de toda su carrera. Una canción con una dedicatoria muy especial que calaría profundamente en el público en general.
Se trata de “Together Again”, una canción que está dedicada a algunos amigos de Janet que habían contraído el sida en los últimos años que llegaría con una curiosidad a sus espaldas. Dado lo delicado del tema que trataba su letra, en un primer momento se compuso como una balada, pero una vez escuchada por los amigos afectos, éstos manifestaría a Janet que tenía que darle a la canción un aire más marchoso y bailable, porque de lo que se trataba era de seguir celebrando que pese a todo seguían juntos. Sus deseos se convertirían en órdenes.
La carrera de Janet nunca ha sido tan exitosa como la de su hermano Michael y ha contado con numerosos altibajos, pero en esta época de finales de los 90 podría decirse que se encontraba en su mejor momento. De hecho con esta canción alcanzaría el número uno de nuestra lista permaneciendo en ella durante 38 semanas. No está mal, la verdad.
LISTA DEL NUEVO MILENIO
Para cerrar el repaso a las distintas listas graminoleñas esta semana, vamos a tirar la casa por la ventana, porque la que estrenábamos el día 2 de marzo de 2008, hace ahora diez añitos, venía con dos novedades, que ya es el doble de las que habían mostrado las de hace veinte y treinta años. Dos nuevas entradas protagonizadas por dos mujeres de armas tomar, con unas voces espectaculares, una de las cuales desaparecería trágicamente tan sólo tres años después. Vamos con ellas.
Cuando Amy Winehouse publicó su segundo álbum titulado “Back To Black” no podía ni imaginarse la repercusión que su música iba a tener en el panorama musical internacional. Su inconfudible voz, capaz de emocionar en cada canción que interpretaba, su peculiar físico y una vida llena de excesos que acabaría de manera trágica terminarían convirtiéndola en un auténtico mito.
Su vida estuvo marcada por su adicción al alcohol, más concretamente al vodka algo que ella no ocultaría en ningún momento. La práctica totalidad de sus canciones eran autobiográficas y hablaban de todo lo que la rodeaba. La canción que entraba en lista ese día no era una excepción. Su título es “Rehab” y habla de los diez minutos que estuvo en una clínica de rehabilitación para intentar superar su alcoholismo. Sí, como lo habéis leídos, únicamente permaneció en la clínica diez mintuos antes de marcharse y arrojar la toalla. En nuestra lista permanecería bastante más tiempo, concretamente 46 semanas alcanzando la cima, como no podía ser de otra manera con tan espectacular composición.
No exagero lo más mínimo si digo que esta es una de las mejores canciones que la música nos ha ofrecido en el poco tiempo que llevamos del siglo XXI. Su interpretación es espectacular y ese sonido al más puro estilo Motown la eleva a la categoría de genialidad. Quién sabe hasta donde podría haber llegado Amy de haber tenido la cabeza bien amueblada. Lamentablemente, el alcohol la llevaría a morir a los 27 años de edad en el verano del año 2011 tras haber ingerido grandes cantidades de vodka. Otro de esos juguetes rotos que desgraciadamente nos va dejando el mundo de la música de vez en cuando.
La otra entrada de la semana viene de la mano de una mujer poseedora de una grandísima voz y de un carácter indomable, Celine Dion. No seré yo quien vierta la menor crítica sobre la canadiense, pero creo que en aquella época no atravesaba el mejor momento de su carrera, ni mucho menos, pero su caché seguía siendo el de siempre.
La canción que debutó en lista aquel 2 de marzo es la que daba título al álbum que acababa de pulbicar, “Taking Chances”, y contaría en las labores de composición con el mismísimo Dave Stewart, el que fuera componente de Eurythmics. Se trata de una balada, estilo en el que ella mejor se ha manejado siempre, en la que hace gala de su habitual gran voz, pero sin llegar a conectar ni emocionar como antaño.
La balada permanecería en lista durante 13 semanas alcanzando únicamente el puesto 26, siendo ésta la última ocasión, hasta el momento, en la que Celine Dion ha logrado incluir uno de sus temas en el ránking graminoleño. Cuando digo yo que no se encontraba en su mejor momento …
TAMBIÉN ES MÚSICA
La sección más disparatada de nuestra revista trata hoy sobre la música espritual, y cuando digo espiritual lo hago en el sentido más propio de la palabra, ya que vamos a obsequiar a los oídos de nuestros lectores música con un entorno religioso y de recogimiento, que de todo tiene que haber en la viña del Señor, nunca mejor dicho.
De vez en cuando surgen grupos o artistas que en un primer momento nos causan un impacto tal, nos sorprenden tanto que nuestros sentidos no dan crédito a lo que están percibiendo, pero que gracias a las redes sociales y a internet terminan convirtiéndose en eso que se denomina en la actualidad “virales”. Si encima existe un componente religioso profundo, la popularidad está servida. Esto es lo que sucedió hace casi cuatro años con un grupo formado por 6 de 16 hermanas, casi nada al aparato, que con una canción y un videoclip promocionados a través de YouTube nos dejarían a todos con la boca abierta.
Proceden de Barcelona y atienden al nombre de “Flos Mariae” y su misión es la de cantar para dar a conocer las proezas y andanzas de la Virgen María y enseñarnos a todos el camino correcto a seguir. Su tema más conocido lleva el título de “Amen” y con él intentan convencernos de las bondades de las creencias católicas con frases tan impactantes como “porque tienes dos manos y una cabeza sobre los hombros, para dar furtos sanos y no quedarte entre escombros” o “como una loncha de queso en un sandwich preso”. Te rogamos, óyenos.
Aunque parezca mentira, estas chicas han publicado ya cinco discos, prueba irrefutable de que Dios existe y hace milagros, aunque no esté demasiado inspirado en algunas ocasiones. Yo después de esto no sé que creer, pero mis oídos van a estar perjudicados durante un tiempo … bueno, y mis ojos creo que también.
La canción que viene a continuación, si no se conocen sus antecedentes y como realmente llegó a componerse y grabarse, encaja a la perfección en esta música que nos ayuda a ser mejores personas y más respetuosos con las creencias religiosas. Sin embargo, lo que realmente esconde detrás es todo lo contrario.
En el año 2006 alcanzaría una gran popularidad un grupo formado por dos chicos y dos chicas, con una imagen casta y pura hasta decir basta, que respondían al nombre de The Happiness, gracias a una canción de apenas dos minutos de duración titulada “Amo a Laura”, que nos decía cosas como “amo a Laura, pero esperaré hasta el matrimonio”.
Sus consejos son los de que respetemos las creencias católicas y no hagamos cosas “feas o guarras” hasta que estemos casados. Para ello crearían una organización denominada “Asociación Nuevo Renacer”, cuyo lema era “por una juventud sin mácula”, recomendándonos casi desesperadamente que no sintonicemos ni veamos emisoras televisivas tan llenas de perversión como la “MTV”.
Lo cierto es que todo es una pantomima, ya que es una canción amparada por la propia MTV para promocionarse, lo que termina convirtiéndose en una espectacular campaña publicitaria. No existe ninguna organización y el grupo no tenía más razón de ser que interpretar esta canción que realmente se burla de todo lo que rodea a los sectores más conservadores de la sociedad. Por cierto, os diré que este tema fue compuesto por Guille Milkiway, alma máter del grupo “La Casa Azul” y que la chica del jersey azul no es otra que Lara Álvarez, periodista que se ha hecho bastante popular con su contribución a la progamación deportiva de la cadena televisiva “Cuatro” o a algunos de los habituales programas basura de “Telecinco”.
Para cerrar este artículo dedicado a la música espiritual y religiosa vamos con algo más serio. Hace unos años, a finales de los 90, empezó a tomar cuerpo una corriente musical que fue denominada “rock cristiano”. La integraban una serie de artistas, normalmente grupos y en un principio casi todos procedentes de los Estados Unidos, cuyos miembros eran fervientes creyentes y practicantes de sus respectivas religiones, con una música en la que la práctica totalidad de sus letras hablaban del amor a Dios y las buenas conductas.
Ni que decir tiene que fueron muy pocos los que les auguraron un futuro duradero, pero como tantas y tantas veces los que así apostaron terminaron comiéndose sus palabras. Ninguno de estos grupos se ha convertido en bandas de repercusión mundial, pero con el paso de los años han sido cada vez más las que han abrazado esta manera de hacer música, tocando todos los palos del rock, desde el pop-rock hasta el heavy metal pasando por el rock alternativo. La palabra de Dios parece que también tiene su rincón en el mundo de la música moderna.
Uno de los grupos más representativos de este movimiento es “Jars of Clay”, traducido quiere decir “vasijas de barro”, una banda que toma su nombre de una epístola de los Corintos en la que puede leerse “pero tenemos este tesoro en vasijas de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios y no de nosotros”. Con estas premisas ya nos podemos imaginar por donde van los tiros pero lo curioso del caso es que su música es contundente y muy alejada de cualquier himno religioso que todos conocemos. Como muestra escuchemos este “Work”, uno de sus temas de mayor éxito.
Como podemos comprobar, la palabra de Dios puede ser predicada de muchas maneras, incluso con buena música de rock.
LA ÚLTIMA DE LA GRAMINOLA
Casi sin darnos cuenta hemos llegado al final del número de hoy y para celebrar lo bien que nos lo hemos pasado leyendo la revista y escuchando la música que incluye vamos a cerrar con más de lo mismo con una contraportada como siempre de lujo.
EFEMÉRIDE
Tal día como hoy hace 59 años nacía Gary Numan, un peculiar personaje que tendría un recorrido más bien corto en cuanto a éxito se refiere pero sin el que sería imposible entender lo que significó la “new wave” y la música de sintetizadores.
Su nombre real es Gary Anthony James Webb y desde su Londres natal se convertiría a finales de los años 70 en una auténtica referencia a la hora de hacer música con sintetizadores, la denominada synth-pop o tecno pop. Por este motivo puede considerársele un auténtico pionero en este estilo.
Tras unos inicios un tanto irregulares, su momento de gloria le llegaría en el año 1979 con la grabación de su primer álbum en solitario ya bajo el nombre de Gary Numan, titulado “The Pleasure Principle”, en el que se incluía la canción que le reportaría el mayor éxito de toda su carrera y se convertiría en uno de los auténticos himnos del tecno de los 80. Su título: “Cars”.
Él definiría su música como “rock sin guitarras” y sería la primera vez que alguien publicaba un disco en el que con el uso de sintetizadores alimentados por pedales lograba un sonido similar al de la guitarra eléctrica. Junto a estas innovaciones, su imagen, con la cara maquillada y los ojos y los labios pintados rompería todos los esquemas de la música de aquella época. De hecho, este “The Pleasure Principle” es el álbum en el que se fijarían y se basarían el resto de artistas que poco tiempo después inundarían el panorama musica internacional con música de tecno de los 80.
MEJOR EN DIRECTO
Para saborear la mejor música en directo nos marchamos hasta el año 2012 para disfrutar de un momento espectacular gracias a Coldplay.
Una de las bandas que mejor se desenvuelve sobre un escenario y que ofrece conciertos inolvidables llenos de espectacularidad, colorido y buena música es sin ningún lugar a dudas Coldplay. Sobre ellos está todo escrito por lo que no me voy a alargar sobre su carrera y sus logros, centrándome en el inolvidable momento que ofrecieron en el año 2012 en el festival de Glastonbury.
Muchas son las canciones elevadas a la categoría de grandes clásicos del pop internacional que nos han ido dejando a lo largo de su carrera, pero si hubiera que elegir una de ellas creo que la mayoría de nosotros nos quedaríamos sin dudar un momento su mítico “Viva la Vida”. Ellos saben perfectamente que éste es uno de los temas más esperados en cada uno de sus conciertos por lo que no es de extrañar que cuando lo tocan sobre el escenario ofrecen el momento más espectacular de su actuación.
La versión que hicieron en directo de esta canción aquel día es de las de ponerte los pelos de punta. La comunión con el público es insuperable de principio a fin. Es verdaderamente increíble presenciar como con apenas tres o cuatro pausadas notas del teclado los asistentes al concierto ya identifica la canción de la que se trata y empiezan a corear el famoso “oh oh oh ohohoh” de manera igual de pausada. Cuando Chris Norman da la señal la canción arranca definitivamente, ofreciendo un sonido puro y limpio como si procediese de un estudio de grabación todo acompañado de unas luces que ofrecen un espectáculo único. Un grandísimo momento.
NOVEDAD
La novedad de esta semana es una pequeña excentricidad por mi parte ya que nos llega desde Corea del Sur con un grupo formado por ocho jóvenes de aquel país que están dando mucho que hablar. Su nombre: Exo, y poco a poco se están abriendo camino en Asia. ¿Llegarán a lograrlo en Europa?
Desde hace un tiempo, el mercado musical Coreano ha ido evolucionando de manera progresiva y constante occidentalizándose en cuanto a estilo y abriéndose el mercado de otros países de aquella órbita como son China o Japón. Éste no es más que el paso previo a dar el salto hasta Estados Unidos y Europa, algo que no parece que esté demasiado lejos de producirse.
La mayoría de los grupos que están surgiendo están formados por jóvenes del mismo sexo, unas veces chicas, otras veces chicos, siendo incluidos en lo que se ha dado por denominar “K-Pop”. Las Boysband son las que más rápidamente se están abriendo camino siendo la que más ha progresado Exo, un grupo formado por ocho chicos que ha batido todos los récords habidos y por haber en su país y que ya se han convertido en un fenómeno de masas en Japón.
Acaban de publicar su último disco, titulado “Contdown” en sus versiones Coreana y Japonesa y en el páis nipón han llegado de manera inmediata al número uno. No cabe duda que el espaldarazo definitivo lo han logrado gracias a su actuación en la ceremonia de clausura de los Juegos Olímpicos de Invierno de Pyeongchang que tuvo lugar el pasado 25 de febrero.
El primer sencillo de este nuevo disco lleva el título de “Electric Kiss” y combina a la perfección el sonido y la imagen que caracteriza a los grupos coreanos que practican este estilo. Desconozco si finalmente se abrirá para ellos el mercado occidental, pero por si acaso aquí os dejo su música. Quien sabe si dentro de unos meses diré aquello de “como adelantó “La Graminola” …”
Con este exótico final lo dejamos por hoy. Nos vemos por aquí en siete días, no faltéis.
Hasta entonces, Graminoleños.
JUAN JOSÉ GOMARIZ