Revista Música

La graminola – número 17 – 22 de marzo de 2018

Publicado el 21 marzo 2018 por Perendengon

LA GRAMINOLA – NÚMERO 17 – 22 DE MARZO DE 2018

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Ya sabéis que la base de la revista es dar un pequeño repaso con las novedades que presentaban las listas de éxitos que he ido confeccionando desde hace cincuenta años. Cada nuevo número empezamos por la lista actual de cada semana y a continuación seguimos viajando hasta las listas de hace 50, 40, 30, 20 y 10 años. Todos los éxitos de la música desde el año 1967 irán apareciendo por aquí.

Junto a las listas distintas secciones a cada cual más recomendable. En “Los Pioneros” rememoramos la música y los artistas que inspiraron a todos los que vinieron después. Nuestro póster, a doble página en el centro desmenuza cada semana un disco que fue, es y será muy grande. En la sección “También es Música” le damos cabida a esas canciones y esos artistas que a su manera también han tenido protagonismo, en muchas ocasiones de manera inesperada. Y la contraportada es el colofón con noticias de actualidad musical, efemérides y música en directo.

Echándole un vistazo a la portada de cada día os podéis hacer una idea del contenido de la revista. Junto a cada fotografía hay un texto que contiene un link que te lleva directamente a la página en cuestión, pero yo os recomiendo ir por orden, ir leyendo desde el principio al final porque la música lo merece. Y recordad que siempre estaré abierto a cualquier crítica, consejo, sugerencia o petición que vosotros, Graminoleños, me hagáis.

NUESTRA PORTADA

LA GRAMINOLA – NÚMERO 17 – 22 DE MARZO DE 2018

La lista de “La Graminola” de hoy está protagonizada por la única entrada que se produce en ella. Un tema titulado “Déjate LLevar” con un ritmo marcadamente latino y veraniego que parece producto de una colaboración internacional de los Cascos Azules ya que la protagonizan hasta cinco artistas de cinco nacionalidades distintas. Sin palabras.

LA GRAMINOLA – NÚMERO 17 – 22 DE MARZO DE 2018

En la sección de “Los Pioneros” nos visita uno de los más grandes, el señor Frank Sinatra para mostrarnos como se canta y como se hace buena música. Cuando a alguien le llaman “La Voz” no hace falta dar más explicaciones.

LA GRAMINOLA – NÚMERO 17 – 22 DE MARZO DE 2018

La lista de los 60 nos trae dos canciones de Joan Manuel Serrat inmerso en plena polémica eurovisiva. Junto a él repiten los hermanos Gibb.

LA GRAMINOLA – NÚMERO 17 – 22 DE MARZO DE 2018

La lista setentera nos trae cambio de líder y dos nuevas entradas, siendo el protagonista mís importante un artista de referencia en aquella época: Richard Clayderman.

LA GRAMINOLA – NÚMERO 17 – 22 DE MARZO DE 2018

El póster central de la revista de hoy está protagonizado por uno de los grupos más importantes del tecno de los 80, Orchestral Manoeuvres in the Dark. Nos dejan su mejor disco, un álbum repleto de grandísimas canciones como es “Architecture & Morality”. De imprescindible escucha y lectura.

LA GRAMINOLA – NÚMERO 17 – 22 DE MARZO DE 2018

El repaso a la lista de los 80 es bastante ameno y cargado de música. Michael Jackson asalta el número uno, Sinitta y Olé Olé nos ponen a bailar a todo  ritmo y el señor Miguel Ríos presenta el tema central de un gran programa musical de Televisión Española. No se puede pedir más, ojalá todo fuera así.

LA GRAMINOLA – NÚMERO 17 – 22 DE MARZO DE 2018

La revista de hoy viene marcada por los cambios en el número uno y la lista de los 90 no es una excepción. Y de regalo dos nuevas entradas.

LA GRAMINOLA – NÚMERO 17 – 22 DE MARZO DE 2018

El cierre al repaso de las listas graminoleñas llega con la del nuevo milenio que se presenta bastante sosa, sin ninguna novedad destacable. Eso sí, para compensar nos visitan Mago de Oz para dejarnos uno de los temas incluídos en el disco “La Ciudad de los Árboles” que en aquel momento formaba parte de la lista de álbumes de “La Graminola”.

LA GRAMINOLA – NÚMERO 17 – 22 DE MARZO DE 2018

La sección de “La Otra música” hoy se pone elegante y nos trae tres piezas de música clásica debidamente adaptadas, eso sí.

LA GRAMINOLA – NÚMERO 17 – 22 DE MARZO DE 2018

La contraportada viene con una importante novedad. Una nueva sección dedicada a la música pop y rock española de todos los tiempos. Seguró que triunfará. Junto a ella como siempre una efeméride y una novedad. Gran fin de fiesta.

LA LISTA DE LA GRAMINOLA

LA GRAMINOLA – NÚMERO 17 – 22 DE MARZO DE 2018

Iniciamos a toda mecha el repaso a las listas graminoleñas de todos los tiempos y como siempre empezamos por la más reciente, la de actualidad, la que suele ofrecernos casi siempre el mismo estilo de música. Se va acercando el verano y los ritmos calientes y latinos y la música para bailar van a cobrar todavía más protagonismo si cabe que durante el resto del año, así que me temo lo peor.

La lista estrenada el pasado domingo día 18 de marzo nos trae una única novedad en forma de entrada, aunque con esto de las colaboraciones yo ya no sé si realmente es una novedad o cinco porque en esta oportunidad se les ha ido la mano pero de verdad ya que son hasta cinco artistas distintos los que participan en esta canción. A este paso van a terminar por hacerle sombra al mismísimo Ofeón Donostiarra.

La semana pasada ya pasaba por aquí en el repaso a la lista del nuevo milenio el badalonés Juan Magán, quien colabora en esta ocasión con la cantante mexicana Belinda, una artista que se ha lanzado al final a los brazos del reggaetón cuando tiene calidad para hacer otro tipo de música como ha demostrado a lo largo de su carrera. Junto a ellos el dominicano Manuel Turizo, el colombiano Snova y el DJ alemán B-Case, tremenda mezcolanza de países y estilos, nos dejan un tema que a buen seguro será de los más escuchados este verano. Su título es “Déjate Llevar” y es más de lo mismo.

Mirémoslo por el lado positivo, ésta es la única entrada de la semana, pero les auguro una larga permanencia en la lista graminoleña de actualidad. Todos andan buscando el “Despacito” de este año y éste es uno de los candidatos.

LOS PIONEROS

Sé que repito mucho lo de que tal o cual sección es un auténtico lujo, pero lo cierto es que  escuchar a los artistas que desfilan por la que dedicamos cada semana a descubrir a los que abrieron el camino a tantos y tantos otros lo es. Pues bien, hoy si cabe el lujo es todavía mayor porque nos visita uno de los cantantes más espectaculares, carismáticos y atrayentes de la historia de la musica.

Cuando a alguien le colocan el apodo de “La Voz” está claro que es grande, muy grande. Lo cierto es que muy pocas veces un seudónimo encaja también en un artista como en esta ocasión, porque si hay alguien que merece ser considerado como la voz de las voces ese es el señor Frank Sinatra, quien llegó a colocar la música gracias a su manera de interpretarla casi a la altura de la perfección.

Su gran mérito fue el de simplificar al máximo el sonido de la música para que éste fuese secundario y casi ocultado por su maravillosa voz. Muchos han intentado imitarle, muchos se han inspirado en él, pero alcanzar sus tonos y llenarlo todo como él hacía no lo ha conseguido nadie. Cualquiera de sus canciones más emblemáticas muestra esa espectacularidad de la que os hablo, pero creo que la primera que os ofrezco se lleva la palma.

Me estoy refiriendo a “Strangers in the Night”, un tema del año 1966 que pertenecía al cantante Avo Uvezian pero que logró el éxito más rotundo cuando la voz de Sinatra decidió acariciar nuestros oídos y convertirla en mágica.

Sin duda alguna sus momentos más importantes como cantante llegaron en la década de los 50, pero cuando más exito y crédito obtuvo fue en la década de los 60, cuando ya convertido en una auténtica figura se convirtió en un verdadero mito. Es su época dorada y en la que ofreció sus canciones más aclamadas.

Con su manera de cantar y su carismático carácter se convirtió en una autentica referencia para los jóvenes cantantes que intentaban abrise camino en el mundo de la música. Pero el auténtico rey de la intepretación acompañado de una orquesta era él. Sinatra era capaz de eclipsar el majestuoso sonido de una orquesta al completo simplemente con su voz. Muy grande.

Cualquier canción en la que se fijaba y la versionaba tomaba un giro tan grande que la convertía de inmediato en una obra maestra. Algo que sucedería en el año 1969 cuando versionó el tema “Comme D’habitude” del francés Claude François para convertirlo en uno de los mayores clásicos de la historia de la música como es “My Way”.

Escuchando su versión parece una canción hecha para él. Sinatra era capaz de convertir en oro todo lo que tocaba y con este tema rizaría el rizo ya que únicamente conservaría la música del original, cambinado totalmente la letra para narrar las vivencias de un hombre de avanzada edad que hacía balance de como había transcurrido su vida, la cual había vivido a su manera. Eso sí, el mérito no sería suyo sino de otro de los grandes “crooners” de la época, Paul Anka, autor de la espectacular adaptación.

Para finalizar la sección pionera dedicada en el día de hoy al grandísimo Frank Sinatra vamos con otro claro ejemplo de como cuando él tomaba “prestada” una composición, nos la devolvía mejorada, ampliada y como una auténtica joya. Además en esta oportunidad ayudaría a su querida hija a asentarse definitivamente como cantante.

Cuando Nancy Sinatra inició su carrera musical en el año 1966, pocos apostaron a que llegaría a tener algo de éxito. Muchos pensaban que la oportunidad se le brindaba única y exclusivamente por ser hija de quien era y que además su apellido le iba a pesar mucho. Sin embargo, con su primer álbum logró bastante éxito sorprendiendo gratamente a propios y extraños.

Pero lo que la ayudaría a despegar definitivamente sería que al año siguiente su padre grabaría con ella un tema inolvidable. Se trata de una versión de la canción cuyo original pertenecía a “Carson and Gaile”, con los que cosecharía unos resultados bastante normalitos, pero que una vez versionada por padre e hija se convertiría en un éxito rotundo. Una melodía inolvidable. Con todos vosotros “Somethin’ Stupid”.

Frank Sinatra era tan grande que en esta canción modularía su voz hasta alcanzar unos registros más bajos y delicados de lo habitual para no ocultar totalmente la voz de su hija, terminando prácticamente por susurrar.

Curiosamente en sus primeros tiempos muchos le consideraron un cantante más que gustaba a las jovencitas de la época y que con el paso del tiempo iría perdiendo fuelle, pero lo cierto es que se encontraban ante uno de los mejores cantantes de la historia de la música moderna.

LISTA DE LOS AÑOS 60

LA GRAMINOLA – NÚMERO 17 – 22 DE MARZO DE 2018

Llega el momento de repasar las listas graminoleñas del pasado. Momento para recordar grandes canciones de todos los tiempos, algo que nunca está de sobra. Para empezar lo hacemos a lo grande viajando hasta el 17 de marzo de 1968. día en que se estrenaba una lista en la que se producían tres nuevas entradas, dos de ellas protagonizadas por el mismo artista, uno de los grandes de nuestro país.

Estoy hablando de Joan Manuel Serrat, quien se vería envuelto casi sin comerlo ni beberlo en un triste suceso que de algún modo empañaría durante cierto tiempo su carrera de cara al público español. Una vez más la mezcla de los temas políticos con la música iba a ocasionar grandes problemas, aunque con el paso del tiempo las aguas volverían a su cauce y Serrat seguiría creciendo como cantante y compositor hasta convetirse en el auténtico monstruo que es hoy en día.

Aquel año fue elegido para representar a España en el festival de Eurovisión, barajándose dos canciones, siendo finalmente la elegida el famoso “La La La”, compuesto por Manuel de la Calva y Ramón Arcusa o, lo que es lo mismo, El Dúo Dinámico. Serrat llegó a grabar la canción y el correspondiente video promocional para ser emitido por las distintas televisiones europeas, pero presionado por los sectores catalanistas de la época comunicaría que únicamente participaría en el festival si interpretaba la canción en catalán. Como vemos la historia se repite mil veces.

De todos es sabido que la representante final en Eurovisión sería Massiel, logrando alzarse con el triunfo para España por primera vez en la historia del festival. La otra composición que estuvo cerca de ser la elegida para la ocasión sería un tema compuesto por el propio Serrat que llevaba el título de “El Titiritero”, interpretado en español, que sería una de las entradas en listas de aquel día de marzo de 1968, permaneciendo en la misma durante 17 semanas para alcanzar como mejor registro el top 17.

No sería ésta la única entrada protagonizada por Serrat aquella semana. Al margen de polémicas y reivindicaciones políticas, su calidad estaba fuera de ninguna duda y estaba considerado como una auténtica figura de nuestra música, por lo que no era de extrañar que cada nueva canción que publicaba acabara triunfando.

Aprovechando el tirón que suponía su “nominación” para representar a España en Eurovisión, grabaría cinco temas interpretados en catalán y tres en español. Éstos tres últimos serían el propio “La La La”, el que acabamos de escuchar, “El Titiritero”, y otro más titulado “Poema de Amor”, una composición muy a su estilo en la que hablaba de amor con su habitual sentimiento. Este tema entraría también en lista aquel 17 de marzo permaneciendo en ella durante 16 semanas para alcanzar como mejor registro el puesto número 20.

Lo más curioso del caso es que a pesar de que la desilusión que supuso su negativa a asistir finalmente al festival se encontraba en un momento espectacular de su carrera y llenaba uno tras otro los auditorios donde celebraba sus recitales. Además, en apenas cuatro semanas … Bueno, para eso tendréis que esperar al correspondiente número de “La Graminola”, total solamente tendréis que esperar un mesecito.

Vamos ya con la tercera y última nueva entrada de la lista graminoleña de los 60 del número de hoy. Para ello viajamos hasta el Reino Unido para darles la bienvenida a un grupo asiduo a nuestras listas que ya nos visitó la semana pasada por esta misma sección con motivo de haber colocado en nuestr ránking otro de sus temas. Estoy hablando de Bee Gees.

Los hermanos Gibb estaban totalmente alejados por aquella época del sonido que les llevaría al estrellato más absoluto a finales de los 70. Ofrecían melodías sencillas con ritmos lentos y las voces de Barry y Robin no daban ninguna señal del falsete que tanto les identificaría en el futuro. De nuevo calarían en el público español con una preciosa balada.

Se trata de “World”, una canción en la que el peso vocal recae sobre Barry y que habla sobre el papel que desempeñan los cantantes cuando ofrecen sus creaciones. El gran atractivo de esta canción radica en los arreglos orquestales que fueron incluídos a última hora durante su grabación, algo que la otorga un aire todavía más atrayente.

Por cierto, si os fijáis bien en el vídeo, junto a los hermanos Gibb aparecen otros dos músicos. Ellos son Vince Melouney y Colin Peterson, miembros de facto del grupo, toda vez que en sus primeros tiempos Bee Gees estuvo formado por cinco componentes, algo que ya conté en su momento en los tres artículos dedicados a este grupo publicados en el blog y la semana pasada con motivo de la entrada en lista sesentera de otro de sus temas. Si estáis interesados en la historia al completo de este magnífico grupo podéis hacerlor utilizando el buscador. Muy recomendable para conocer en profundidad toda la evolución y transformación que fueron adoptando a lo largo de su carrera.

LISTA DE LOS AÑOS 70

LA GRAMINOLA – NÚMERO 17 – 22 DE MARZO DE 2018

Damos un salto de diez años hacia adelante y nos situamos en el día 18 de marzo de 1978, momento en el que se estrenaba nueva lista graminoleña de la que vamos a repasar también tres de las canciones que en ella se incluían. Dos son nuevas entradas, pero para empezar es obligado centrarnos en el cambio que se produjo en el número uno, ya que el francés Laurent Voulzy con su “Rockollection” cedía el testigo tras once largas semanas a un dúo de españolas que triunfarían a lo grande poniendo a bailar a prácticamente toda Europa.

De Baccara ya os hablé hace algunas semanas cuando colocaron en lista su “Sorry I’m A Lady”, por lo que no hace falta extenderme demasiado en explicaciones, simplemente recordaros que estaba formado por Mayte Mateos y María Mendiola, quienes tras abandonar sus primeros pasos vinculados al ballet y al flamenco se convertirían en uno de los grupos de referencia de la música discotequera de finales de los 70 hecha en Europa.

Su carta de presentación y primer gran éxito sería “Yes Sir I Can Boogie”, una canción que sorprendería a todo el mundo por su frescura y que se convertiría en todo un clásico de la música bailable de la época. En España les costaría un poco más arrancar pero una vez que lo hicieron llevarían un camino imparable. Tras 22 semanas en la lista lograrían alcanzar el número uno donde permanecerían durante las siguientes 3 semanas. Buenos números para unas grandes artistas.

Una vez rendido el oportuno tributo al nuevo número uno, centrémonos en las dos nuevas entradas en la lista setentera que analizamos en el día de hoy y para comenzar viajamos hasta Francia, de donde procede un pianista que alcanzaría una tremenda popularidad en aquella época en gran medida gracias a la canción que viene a continuación.

Los compositores franceses Olivier Toussaint y Paul de Senneville habían compuesto una melodía para ser interpretada al piano con motivo del nacimiento de la hija de este último a la que habían puesto el nombre de Adeline. Para ello realizarían un cásting entre distintos pianistas para elegir el que mejor supiera interpretarla. Gracias a estas probaturas se encontrarían con un auténtico diamante.

El elegido sería un joven de tan sólo 23 años de edad que respondía el nombre de Phillipe Pages, encontrándose con una interpretación en la que la sensibilidad lo llenaba absolutamente todo. La canción llevaría finalmente el título de “Ballade Pour Adeline” y el joven Phillipe cambiaría su nombre para pasar a ser conocido artísticamente como Richard Clayderman. Acababa de nacer una gran figura y un auténtico fenómeno musical.

Por aquella epoca era bastante habitual encontrarnos con temas totalmente instrumentales logrando muy buenos resultados de ventas y colocándose en los puestos más altos de las listas de éxitos. Clayderman y esta balada es una prueba evidente de ello. Sin ir más lejos, en la lista graminoleña permanecería durante 51 semanas y aunque tardó unos cuantos meses, lograría llegar a ocupar el puesto más alto.

Vamos a cerrar la sección dedicada a los años 70 con la segunda entrada en lista de la semana que nos llega de la mano de un artista que debutaba en esolitario tras haber abandonado el grupo que se había convertido en una de las bandas de referencia de la música española de aquella década.

Los Pop-Tops fueron un grupo español que junto a Los Canarios alcanzaron muy buenas críticas y muy buena aceptación por parte del público gracias a la calidad con la que se manejaban en el mundo de la música. Al frente del grupo se encontraba como cantante Phil Trim, procedente de su Trinidad y Tobago natal que de inmediato se convirtió en una de las figuras más conocidas y reconocidas del momento. Era llamativo que un cantante de color fuese el auténtico líder de un grupo español, y lo que en un prinicipio parecía una nota exótica se convertiría en un rotundo acierto.

Después de triunfar a lo grande el grupo se disolvería y Phil iniciaría su carrera en solitario con una balada que logró triunfar en nuestro país en gran medida por el tirón que todavía tenía entre el público. Su primer sencillo como solista llevaba el llamativo título de “Solo” y permanecería en lista durante 21 semanas alcanzando como mejor registro el puesto 19. Lo que no queda claro es si se encontraba solo sentimentalmente hablando o si lo decía por la ausencia de sus antiguos amigos de Pop-Tops.

Su carrera como solista sería efímera y de hecho ésta sería su única aportación a nuestras listas. Con el paso de los años fue cayendo en el olvido hasta terminar trabajando como vigilante en un centro comercial de la localidad madrileña de La Moraleja. Un inesperado e injusto final para alguien que fue muy grande en su momento, dejándonos momentos inolvidables con sus canciones.

EL ÁLBUM DE LA SEMANA

Casi sin darnos cuenta hemos llegado a la mitad de la revista del día de hoy, por lo que toca desplegar nuestro póster central para desgranar uno de esos discos de obligada escucha periódicamente. Vamos a viajar hoy hasta el año 1981 y hacernos eco de uno de los mejores discos de tecno-pop que nos dejó aquella época. Vamos a disfrutar de la música de Orchestral Manoeuvres in The DArk, los famosos OMD.

OMD / ARCHITECTURE & MORALITY

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El tecno-pop de los 80 nunca lo tuvo facil. Muchos fueron los que criticaban esa manera de hacer música. La tachaban de fría y sin sentimiento. Consideraban que estaba demasiado mecanizada y era artificial por los cuatro costados. Sin embargo, con la publicación del disco que nos ocupa esos comentarios fueron rebatidos uno por uno. Sin ningún lugar a dudas “Architecture & Morality” fue una autentica sorpresa que rompió muchos moldes.

Orchestral Manoeuvre in the Dark (OMD) fueron uno de los primeros grupos de synth-pop que aparecieron en escena y sus primeros trabajos, sus primeras canciones encajaban a la perfección en esos parámetros de música demasiado fría, sumergiéndose en sonidos electrónicos para hacer su música, convirtiéndose en uno de los más claros precedentes de lo que pocos años después sería la “musica industrial”.

Tras el grandísimo éxito que habían logrado un año atrás con “Enola Gay” se dieron cuenta de que habia mucha gente pendiente de sus siguientes pasos y decidieron demostrar a todos que con la música de sintetizadores también se podía llegar al corazón de quien la escuchara. Esas pretensiones se ponen de manifiesto nada mas comenzar el disco ya que su primer corte, “The New Stone Age” comienza con esos sonidos prefabricados que tanto utilizaban pero continúa con unas guitarras más presentes de lo habitual.

Este disco está considerado como un trabajo conceptual y su título lo dice todo. Su pretensión fue como ya digo la de intentar humanizar la música hecha con sintetizadores y bien que lo lograron. El título no fue un capricho, ya que jugaron con el contraste de la arquitectura y la moralidad, intentando demostrar que por muy fría que pareciese su manera de hacer música en ella había mucha pasión y sensibilidad.

Para demostrar su “humanización”, para la grabación del disco utilizarían un aparato denominado “mellotrón”, un sintentizador bastante más sencillo y que estaba empezando a ser utilizado por los grandes grupos de rock progresivo de aquella época, buscando que su sonido pudiese abrirse a más paladares, algo que consiguieron con creces ya que sus ventas crecieron considerablemente.

Este mayor sentimiento intentaron que se notara también en sus letras que dejaron de ser tan metafóricas y sofisticadas para convertirse en relatos más sencillos y románticos, como sucede en “She’s Leaving”, una de las composiciones de mayor calidad del disco que iba a ser publicada como sencillo pero que finalmente, por razones que desconocozco, finalmente no saldría al mercado como tal. Aun así hay es una de esas canciones que merecen la pena ser escuchadas una y otra vez.

A continuación llega uno de los momentos más importantes del disco con la tercera canción del mismo. Un tema que iba a ser lanzado como primer sencillo y que lograría triunfar en todo el mundo, convirtiéndose en una especie de confirmación como posiblemente la banda más importante del synth-pop de los 80 junto a los evolucionados Ultravox. Podria decirse que a partir de ese momento habían empezado a jugar en primera división.

Me estoy refiriendo a “Souvenir”, una de las canciones que más sorprenderían al público y no solamente por su sonido. Las tareas como vocalista las llevaba a cabo siempre Andy McCluskey pero en esta ocasión sorprenderían a propios y extraños ya que este tema sería interpretado por Paul Humphryes. El detalle es fundamental para entender que buscaban cambiar, evolucionar y sorprender ya que no es muy frecuente que el primer sencillo, siempre el más importante de un álbum, fuese interpretado por un vocalista distinto al habitual. El liderato de McCluskey dentro del grupo era indiscutible pero a partir de ese instante Humphryes estaría al mismo nivel, quedando Malcolm Holmes y Martin Cooper instalados a la sombra de sus dos talentosos compañeros.

Además, esta canción estaba dedicada a Ian Curtis, cantante de Joy Division, que fallecería un año antes tras poner fin a su vida colgándose de un tendedero. No había sido capaz de superar el estrellato de su grupo y las crisis epilépticas que sufría cada vez más a menudo. Los chicos de OMD le rendirían tributo con esta canción pero lejos de hacerlo con una letra triste y trágica como fue su vida lo harían con una preciosa melodía llena de sensibilidad. Por cierto, para los más jóvenes que no lo sepáis, tras la muerte de Curtis Joy Division continuaría con su carrera pero tomando el nombre de New Order.

Este album, además de ser una auténtica joya y el mejor trabajo de toda su carrera, es un disco lleno de contrastes. Con él evolucionan musicalmente buscando nuevos terrenos y nuevo público, pero no pueden evitar mostrar claros ramalazos más electrónicos con algunas canciones que ofrecen ese sonido tan característico de sus dos primeros discos. De esta manera se produce una especie de mestizaje entre ambas tendencias que queda claramente plasmado en la canción que llega a continuación.

Se trata de “Sealand”, la canción más oscura de todo el disco, de más de siete minutos de duración y prácticamente instrumental que recuerda a ese sonido que habían mostrado hasta ese momento. Con ella quieren mostrar que son capaces de introducir variantes en su música que les hagan más “humanos” pero sin renegar lo más minimo de la esencia que les hizo formarse como banda.

Es entonces cuando llega el momento culminante del disco con dos canciones verdaderamente únicas, una de ellas se convertiría en santo y seña del grupo y está considerada como la mejor canción de toda su carrera, con la peculiaridad de que ambas fueron compuestas al mismo tiempo por McCluskey y ambas llevaban el mismo título. Una historia un tanto rocambolesca.

A McCluskey siempre le había atraído y cautivado el personaje de Juana de Arco, por lo que decidió componer una canción que le rindiera un merecido homenaje. Una vez la tuvo terminada, y dado que quería que todas las canciones del nuevo álbum sonaran perfectas, sintió que podía mejorarla todavía más y volvió a empezar de cero para componer un segundo tema que tuviese aún más calidad que el que acaba de terminar. Lo cierto es que ambos eran espectaculares y cuando el resto del grupo los escuchó se dieron cuenta de manera inmediata de que tenían ante sí dos auténticas joyas.

De esta manera, llegaría el momento de “Joan of Arc”, el primero de los temas compuestos como tributo a la heroína francesa, que a mí personalmente me parece excepcional. Te cautiva de principio a fin, con ese comienzo con esos sonidos que ellos se sacaban de la manga, la intensidad in-crescendo de los teclados y esa magia que le dan los coros femeninos. Lo dicho, una auténtica joya.

Si el “principal” Joan of Arc es mágico y atrayente, el que fue compuesto en segundo lugar supera con creces su calidad y su magia. Lo más curioso del caso es que cuando McCluskey lo compuso no cayó en la cuenta de que ambos podían convivir perfectamente en el álbum y les puso el mismo título pensando que finalmente solamente uno de ellos terminaría siendo de la partida. Por si fuera poco, la calidad de sus dos creaciones era tal que ambas fueron elegidas para ser publicadas como sencillos por lo que por primera vez en la historia de la música dos sencillos extraídos del mismo álbum iban a llevar el mísmo título.

Finalmente utilizarían un pequeño truco como es el de ponerle una especie de subtítulo al segundo “Juana de Arco” para diferenciarlo del primero. Sea como fuere, nos encontramos ante uno de los temas más emblemáticos de la historia de la música hecha con sintetizadores, con un comienzo mítico, con un sonido épico surgido de la caja de ritmos y una melodía inconfundible. Una pequeña sinfonía pero grande en calidad que recibiría el título final de “Joan of Arc (Maid of Orleans).

Otra de las características habituales del grupo ha sido siempre la manera de ilustrar sus portadas con imágenes abstractas, mecánicas, sórdidas y exhentas de vida. A pesar de que este álbum tenía como principal comentido demostrar que la música hecha con sintetizadores también podía emocionar, en su portada volvería a mostrar unas imágenes muy mecánicas. Además utilizarían una estrategia desconcertante en cierto modo que paso a contaros.

De este disco existen hasta tres portadas diferentes, todas ellas con la misma imagen enmarcada en la parte superior izquierda, variando el color del fondo. Así pues algunos tendremos una portada con el fondo amarillo, otros con el fondo azul y otros con el fondo gris. Yo particularmente tenía el amarillo que fue el primero en salir al mercado y el que más ejemplares pondría en circulación.

Como no podía ser de otra manera, la canción que da título a todo el álbum no hace más que escenificar musicalmente esa portada. Se trata de un tema totalmente instrumental con los parámetros habituales de frialdad que les habían caracterizado hasta ese instante. Una vez más querían dejar bien claro que no renunciaban a sus raíces por muchas emociones que fueran capaces de demostrar.

Esta composición instrumental está unida prácticamente sin pausa con la siguiente canción del disco, que además es el anticipo al punto final. Muchos consideran este álbum como un trabajo conceptual aunque carece de algunas caracteristicas básicas de este tipo de trabajos, pero si que es cierto que la relación que cada canción tiene con la que viene a continuación siempre existe, bien en el aspecto narrativo, bien en el aspecto musical. En esta ocasión el nexo es bastante evidente.

Acabamos de asistir a uno de los temas más fríos de todo el álbum y el que más se asemeja al sonido plasmado en sus dos anteriores trabajos. Como de lo que se trata es de romper con los tópicos que se habían vertido sobre ellos y su musica, a continuación llega un tema con una sonoridad más evidente, más animado y uno de mis preferidos de toda su carrera. Se trata de “Georgia”, una canción con una letra metafórica que habla de un lugar inventado denominado con ese nombre que termina quedando en ruinas, con el que quisieron decir que las etiquetas en la música nunca son buenas y que simplemente existe buena y mejor música (lo de bueno y mejor lo digo yo porque ya sabéis que pienso que no existe música mala). En definitiva os diré que esta canción me encanta.

Llega pues el momento de cerrar el disco y lo hacen con una canción que viene a resumir de algún modo todo lo que han querido plasmar en el álbum. No solamente en cuanto a música, ya que se trata de uno de los momentos de un sonido más sentimental y emocional, sino por su título y, sobre todo, por su letra.

Se trata de “The Beginning at the End” que viene a decir que este disco es el principio del final, el cierre de una primera etapa, la evolución hacia otros tiempos y otros sonidos y ciertamente esta manifestación sería premonitoria porque con su siguiente disco, “Junk Culture”, romperían totalmente con su manera de hacer música que habían mostrado hasta ese momento. Era el cierre del disco y de algún modo el comienzo de una nueva época para el grupo.

Es curioso que justo en el momento en que lograron el mayor éxito de toda su carrera y el reconocimiento de la crítica que tanto les había ninguneado en algunos sectores hasta ese instante decidieran cambiar claramente su estilo. Éste fue su último disco puramente tecno en algunos años, pero pasa por ser una de las mejores obras de este estilo y fundamental para todos los que aman la buena música. He de reconoceros que tengo este disco en formato de vinilo y lo tengo literalmente desgastado de tantas y tantas veces que lo he escuchado. Un gran disco, obra del talento de un gran grupo.

LISTA DE LOS AÑOS 80

LA GRAMINOLA – NÚMERO 17 – 22 DE MARZO DE 2018

El repaso a las listas graminoleñas de distintas épocas viene cargado esta semana de muchas canciones ya que fueron muchas las novedades destacables que se produjeron en ellas. Sin ir más lejos, la lista ochentera, la que se estrenaba el 20 de marzo de 1988 nos va a regalar nada más y nada menos que cuatro, con cambio de número uno incluído. Todo un lujo.

Tras 4 semanas en lo más alto de la clasifición, Pet Shop Boys veían como su “It’s a Sin” era relevado por otro tema obra de uno de los más grandes del momento y de siempre, el mismísimo Michael Jackson que desde hacía tiempo había dado muestras de que era cuestión de tiempo que lograra liderar el ránking.

La semana pasada asistíamos a una nueva entrada del álbum “Bad” y nos hacíamos eco del tremendo éxito que estaba teniendo este disco. Pues bien, el nuevo número uno desde la semana que nos ocupa y durante tres semanas más iba a ser el tema que daba nombre al último trabajo de Jackson. Su momento era casi inmejorable.

“Bad” fue compuesta para que inicialmente fuera interpretada a dúo con el mismísimo Prince, pero éste declinaria la invitación. Habría sido espectacular que esa colaboración se hubiese producido, pero aún así esta canción se convertiría en uno de los grandes clásicos de Jackson. Como no podía ser de otra manera venía acompañado de un espectacular videoclip dirigido por nada más y nada menos que Martin Scorsese, que estaba inspirado en la mítica película “West Side Story”. Como vemos rezuma espectacularidad se mire por donde se mire. El vídeo original es prácticamente una película ya que dura más de 17 minutos, por lo que he preferido dejaros aquí la versión corta que se centra en el aspecto meramente musical y coreográfico.

Junto con el cambio de liderato, la lista ochentera nos dejaba tres nuevas entradas por lo que no vamos a perder más tiempo en explicaciones sino que vamos a proceder a degustar los distintos estilos que nos ofrecen. Para empezar nos quedamos en España con la sintonía de un programa musical que se emitía por televisión española en aquellos momentos cuyo responsable era uno de los rockeros más emblemáticos de nuestro país.

Durante 6 meses, TVE emitiría un programa llamado “Que Noche la de Aquel Año”, presentado por Miguel Ríos, que se dedicaba a recordar la música que se había ido haciendo en nuestro país desde el año 1962 hasta el año 1987, momento de su emisión, con actuaciones en vivo de los artistas que fueron historia de nuestra música, repaso a las listas de ventas de cada año y algo de autobombo a la carrera del propio Miguel. ¿A que os suena? Pues sí, este programa era una especie de “La Graminola” televisiva.

Como no podía ser de otra manera, la sintonía de este programa estaba interpretada por el propio Miguel Ríos y sería uno de los temas que entrarían en lista la semana de la que nos estamos ocupando, permaneciendo en ella durante 9 semanas para alcanzar el puesto 31.

La segunda entrada de la semana nos llega desde el Reino Unido de donde procede una artista femenina que logró un desproporcionado éxito con su álbum de debut, algo que no lograría repetir a partir de ese instante hasta terminar desapareciendo de la circulación sin más. Lo de desproporcionado lo digo más que porque vendiera lo que no está escrito porque para lo que ofrecía creo que su éxito no debería haber sido tan grande, pero el público manda.

La joven cantante respondía al nombre artístico de Sinitta y para que os hagáis una idea del éxito logrado con su álbum homónimo de debut, de él se extraerían hasta cinco sencillos, algo que por aquella época solamente estaba al alcance de los más grandes. El primer tema que colocó en las listas graminoleñas, después vendrían unos cuantos más, llevaba el titulo de “GTO” y nos ofrece una música simple y sencilla para bailar que tiene todas las características habituales de los temas que llevaban el sello de los productores de moda del momento como eran Stock, Aitken & Waterman. Poco más se puede decir, salvo que permanecería en nuestra lista durante 15 semanas alcanzando el top 17.

Para cerrar las novedades de la lista ochentera de hoy vamos con la tercera entrada de la semana para lo que regresamos a nuestro país para hacernos eco de uno de los éxitos menores de la carrera de uno de los grupos más destacados del pop español de esos años. Me estoy refiriendo a a Olé Olé.

Tras la salida del grupo de Vicky Larraz y la llegada de aquel terremoto que resulto ser Marta Sánchez, el grupo había abandonado sus raíces tecno de los dos primeros discos para ir girando hacia un sonido más pop dejándose llevar por la evolución musical que iba sufriendo la década. Sin duda alguna la publicación de su disco “Los Caballeros las Prefieren Rubias” mostraba bien a las claras hacia donde se dirigirían musicalmente hablando a partir de ese instante.

Aquella semana entraba en nuestra lista el tema “Secretos”, una de las canciones menos recordadas de su carrera y que apenas permanecería en ella durante 11 semanas para alcanzar un discreto puesto 24. No pasa por ser uno de sus mejores temas y únicamente reincide en el nuevo sonido del grupo y en esa imagen a lo Marilyn Monroe que convertiría a Marta Sánchez en un auténtico icono sexual para los jóvenes españoles de aquellos tiempos.

LISTA DE LOS AÑOS 90

LA GRAMINOLA – NÚMERO 17 – 22 DE MARZO DE 2018

La semana pasada ya os adelantaba que hoy íbamos a asistir al cambio en el número uno cuando abordásemos la actualidad de la lista de los 90. Y es que The Verve y su “Bitter Sweet Symphony” únicamente aguantaría en tan privilegiada posición siete días, dándole el relevo a los hermanos Corr que lograban su primer número uno en nuestras listas aunque no iba a ser el último.

The Corrs asaltaban el número uno el día 22 de marzo de 1998 con su tema “Only When I Sleep”, una canción de la que ya disfrutamos en el número 7 de “La Graminola” publicado el pasado 11 de enero, con motivo de su estreno en nuestra lista aquel año. No me extenderé pues mucho en explicaciones para no ser repetitivo, simplemente os diré que estaba incluida en su álbum “Talk On Corners” y que se convertiría en uno de sus clásicos gracias a la versión que realizaban en sus actuaciones en vivo. Ocuparía el liderato de nuestro ránking durante una buena temporada, concretamente 13 semanas, lo cual no está nada mal.

Ésta fue sin duda la novedad mas destacable de la lista del 22 de marzode 1998, pero no fue la única digna de reseñar ya que ese día tendríamos la suerte de dar la bienvenida a dos nuevas canciones que ingresaban en la lista. Una de ellas verdaderamente espectacular de la mano de uno de los músicos de mayor talento de la música en español. Empecemos por ella.

Andrés Calamaro venía de finalizar su andadura con Los Rodríguez y se acababa de retomar su carrera en solitario con la publicación de un nuevo álbum titulado “Alta Suciedad”. Como no podía ser de otra manera, el disco es un grandísimo trabajo y entre sus canciones se encuentra una sencillísima pero que se convertiría en una de las canciones más elogiadas de aquel año y considerada en su Argentina natal como una de las mejores canciones pop de aquel país.

La canción en cuestión no es otra que “Flaca”, con la que permanecería en nuestra lista durante 41 semanas hasta alcanzar el puesto número 2 como mejor registro. Un canto a la cantidad de incongruencias que llevamos a cabo cuando iniciamos una relación amorosa que se llena de contrastes. Como siempre, con su habitual genialidad y arte, Calamaro lo explicaba a la perfección en su letra: “no me mientas, no me digas la verdad”. Genial hasta decir basta.

Para cerrar el apartado dedicado a la música de los 90 vamos a centrarnos ahora en la segunda entrada de aquella semana. Nos llega desde Italia y está protagonizada por uno de esos casos que se dan bastante a menudo de artistas que con su primer trabajo logran un considerable éxito y dan la impresión de que van a convertirse en auténticas figuras y sin embargo se quedan en eso, en un único disco.

Nacida en Milán, Gala publicaba a finales del año 1997 un disco titulado “Come Into My Life” que mostraba una música “dance” que calaría de inmediato entre el público. Su imagen alejada del atractivo físico y aspecto sexy del resto de intérpretes femeninas de este estilo llamaría bastante la atención y su forma de cantar muy personal haría el resto. Ese 22 de marzo entraba en la lista graminoleña la canción que daba nombre al álbum y permanecería en ella durante 14 semanas para alcanzar el top 25.

De este disco se publicarían hasta cinco sencillos, logrando todos ellos cierto éxito. Los mimbres parecían presagiar un buen cesto en el futuro pero curiosamente no habría más discos, únicamente algunos sencillos publicados de manera aislada. Uno de esos casos que tendría que ayudarnos a resolver el mismísmo Íker Jiménez.

LISTA DEL NUEVO MILENIO

LA GRAMINOLA – NÚMERO 17 – 22 DE MARZO DE 2018

La última lista que repasamos en el día de hoy, la que se publicaba el 16 de marzo de 2008, viene un poco sosa ya que no hay ningún nuevo tema que llevarnos a los oídos motivo por el cual voy a ser yo quien elija una canción de aquella época que a mí particularmente me gusta mucho. Espero que compartáis mi opinión.

Entre los artistas que aparecen en la lista figura uno de mis grupos favoritos de los últimos tiempos, los madrileños Mago de Oz. Acababan de publicar un nuevo disco bajo el título de “La Ciudad de los Árboles”, un álbum grabado entre las pausas de creación de su famosa triología de “Gaia” y que paso demasiado desapercibido en mi opinión, ya que en él se incluyen unas cuantas canciones nada desdeñables.

Una de mis canciones preferidas de este disco es “La Canción de los Deseos”, uno de esos temas en los que Mago de Oz abandonan un poco su sonido más duro para darle mayor importancia al sonido tradicional celta y ofrecernos una bonita melodía acompañada de una letra vitalista y optimista. Nunca llegaría a entrar en lista pero podría haberlo hecho perfectamente.

TAMBIÉN ES MÚSICA

Habitualmente, en esta sección suelo ofreceros música distinta, divertida, rara y en muchas ocasiones incatalogable, aunque de vez en cuando me pongo serio y por aquí desfilan artistas y canciones que aun siendo distintas ofrecen una calidad apreciable. Pues bien, en el día de hoy vamos a rendir una especie de tributo a la música clásica de toda la vida a través de las versiones más modernas que importantes artistas fueron capaces de crear. Ni que decir tiene que fueron grandísimos éxitos y solamente quedaría saber que es lo que habrían pensado los grandes compositores que las crearon sobre el uso que se hizo de ellas. Yo estoy convencido que les habría encantado.

Beethoven estrenó su conocidísima “Quinta Sinfonía” en el año 1808 y poco podía imaginarse que casi 170 años después sus notas iban a poner a bailar a la juventud de todo el mundo. Esa es la magia de la música y por eso me gusta tanto.

A pesar de estrenarla ese año, empezó a componerla cuatro años atras, en 1804, ahí es nada, justamente en uno de los momentos más complicados de su vida ya que por aquel entonces era un compositor muy reconocido y aclamado y su sordera le estaba destruyendo poco a poco. Finalmente su trabajo se vería recompensado con el gran éxito que cosecharía una de las obras de música clásica más conocidas de la historia, incluso por aquellos que no son amantes de este tipo de composiciones.

Como la buena música nunca muere, en el año 1976 al pianista y arreglista Walter Murphy se le ocurriría recuperar este tema dándole un aire más moderno. Era la época de máximo apogeo de la música disco y ese sería el estilo que le daría a esta música, ofreciendo como resultado un tema titulado “A Fifth of Beethoven”, que en un primer momento no cosechó un éxito demasiado rotundo, algo para lo que tendría que esperar un año, ya que en 1977 su obra fue incluida en la banda sonora de la película “Saturday Night Fever” significando el espaldarazo que necesitaba para entonces sí convertirse en un grandísimo éxito en las pistas de baile. Jamás nadie había bailado a Beethoven de esta manera.

Nos trasladamos ahora a nuestro país porque aunque el artista que protagoniza la siguiente obra nació en Argentina, la mayoría de su carrera tuvo lugar en España por lo que terminó siendo considerado como un compatriota más. Un autor de un tremendo talento que se especializaría en versionar grandes obras de música clásica con un nivel excepcional.

Waldo de los Ríos también era pianista y arreglista pero además sumaba a su currículo el de director de orquesta, por lo que su conocimiento de la música clásica era evidente, no siendo de extrañar que su época de mayor éxito en su carrera llegara cuando de alguna manera dio a conocer algunas obras de grandísimos compositores al publico menos familiarizado con este tipo de música.

Uno de sus mejores momentos llegaría en el año 1971 cuando publicó una nueva versión con unos magníficos arreglos de uno de los mayores clásicos de la historia de la música, “La 40 Sinfonía” de Mozart, una obra que el austriaco compuso en 1788 tan sólo tres años antes de morir. El éxito de esta nueva versión sería enorme, llegando a ocupar el número uno de los discos más vendidos en algunos países europeos, entre los que se encontraba el nuestro.

La trascendencia que Waldo de los Ríos tuvo a la hora de introducir la música clásica entre los gustos del público vinculado a ritmos modernos fue fundamental ya que otro de los clásicos que pasaron por sus manos se convirtió en un auténtico éxito sin precedentes en la voz de uno de los más destacados rockeros de nuestro país. Se trata del famoso “Himno de la Alegría” que rompió todos los esquemas con la grandísima interpretación que realizaría Miguel Ríos.

Justo cuando se encontraba en el mejor momento de su carrera llegaría un triste desenlace. Aquejado de una profunda depresión, en el año 1977 Waldo de los Ríos se suicidaría en Madrid tras dispararse en la cabeza con una escopeta de caza. Otro juguete roto del mundo de la música.

Pero hubo quien se atrevió a todavía más y con ellos vamos a poner un broche no de oro sino de auténtico lujo a la sección de hoy. Nos llega desde Grecia de la mano de un trió que lograría un tremendo éxito en toda Europa a finales de los 60 y principios de los 70. Su nombre: Aphrodite’s Child.

El grupo estaba formado por Loukas Sideras y dos miembros más que años después triunfaría a lo grande en solitario, el grandioso teclista que es Vangelis y el inconfundible vocalista que fue Demis Roussos. En el año 1968 decidirían rescatar una composición de la epoca barroca obra del alemán Johann Pachelbel, titulada “Canon en Re Mayor” que llevaba siglos olvidada sin que prácticamente ninguna orquesta de relumbrón la interpretara en sus conciertos.

La versión que ellos realizaron llevaría el título de “Rain and Tears” y con la espectacular manera de tocar los teclados de Vangelis y ese grandísimo falsete de Roussos nos dejaríann un momento único e inimitable.

La sección de “La Otra Música” de hoy se nos ha puesto más seria de lo habitual, pero estoy convencido que os habrá gustado a todos. De vez en cuando ofrecer “otras músicas” que no nos resulte cómicas no viene nada mal.

LA ÚLTIMA DE LA GRAMINOLA

La contraportada de hoy viene como siempre con muy buena música pero presenta una importante novedad, con una nueva sección que sustituye, de momento temporalmente, a la que dedicábamos hasta ahora a las versiones en directo. Y es que el pop español tira mucho y a partir de este momento va a tener su protagonismo. Lo que no cambian son los apartados dedicados a las efemérides musicales y a las novedades discográficas. Como suele decirse, no os entretengo más y metámonos en harina.

EFEMÉRIDE

LA GRAMINOLA – NÚMERO 17 – 22 DE MARZO DE 2018

El 22 de marzo ha cumplido 75 años el aclamado George Benson. Para celebrarlo disfrutaremos de uno de sus mayores éxitos.

George Benson es uno de los artistas vinculados al jazz más modernista que supo adaptarse a la evolución que la musica presentaba en cada momento. En sus primeros años abrazó el jazz más clásico, pero poco a poco fue abriéndose a otros estilos hasta terminar sumergiéndose en los años 80 en las aguas del pop.

En el año 1980 publicó un disco que sorprendió a propios y extraños bajo el título de “Give me the Night” en el que mostraba una evolución hacia una música más comercial y con menos sonidos del jazz más tradicional. La acogida de este disco entre el público sería formidable, logrando unos registros en cuanto a ventas nunca antes conseguidos.

De hecho, la canción que da título al álbum lograría un tremendo éxito siendo la primera vez en la que lograba colocarse en el número uno de las listas norteamericanas. Los más puristas del jazz se sintieron descolocados pero “Give me the Night” es una canción descomunal con un sonido limpio y maravilloso, algo que no debe sorprendernos porque la producción del álbum correría a cargo de Quincy Jones, que por aquella época convertía en oro todo lo que tocaba. He de contaros un secreto. Esta canción sonaba una y otra vez en las fiestas que hacíamos en mi colegio para recaudar fondos para el viaje de fin de curso y era una de mis preferidas.

Inauguramos hoy una nueva sección dejando descansar un tiempo la que dedicábamos a la música interpretada en directo. Para sustituirla y no perder el ritmo, a partir de esta semana vendrá a esta contraportada un tema de algún grupo o solista español que no venderían discos como rosquillas, no serían un fenómeno de masas pero tuvieron sus momentos de gloria. Inevitablemente “La Movida” tendrá mucha presencia en esta última página a patir de ahora, pero no en exclusividad. Así pues, con los nervicos habituales del debut, aquí llega el nuevo apartado graminoleño.

LA EDAD DE ORO DE LA MÚSICA ESPAÑOLA

LA GRAMINOLA – NÚMERO 17 – 22 DE MARZO DE 2018

Para abrir boca con la nueva sección, viajamos hasta Barcelona de donde procedía este grupo que ofrecería un pop fresco y bailable y que se llamaba Los Fresones Rebeldes.

Tras varios intentos de formar un grupo estable, los amigos Miguel López Blanco y Felipe Espada estaban muy cerca de arrojar la toalla. Habían cumplido los 30 y tenían la impresión de que se les había pasado el arroz pero sus ganas de seguir disfrutando haciendo música y la frescura que irradiaban tres chicas muy jóvenes que perseguían las mismas metas les animarían a seguir intentándolo. Corría el año 1995 y con la llegada de Eugenia Broggi, Inés Bayo y Cecilia Bayo fundarían Los Fresones Rebeldes, un proyecto con el que permanecerían en escena casi ocho años.

Durante todos estos años no fueron un grupo de referencia y la difusión de sus canciones fue menor, pero a cambio nos dejaron un sencillo de debut que se convertiría en una de las canciones del verano del año 1997. Un tema que les daría su momento de gloria y que ya es parte de la historia del pop español. Estoy hablando de “Al Amanecer”, una canción que lo tiene absolutamente todo, con un inicio pausado y un sonido arrollador y apabullante a partir de ese instante.

Este tema irradia pop por los cuatro costados y es de esas típicas canciones que cuando la escuchas por primera vez no paras de tararearla. Vería la luz gracias a los hermanos Mauro y Nacho Canut que acababan de crear su propio sello discográfico y el videoclip grabado en el madrileño Parque de Atracciones tendría también muy buena acogida. Realmente extraña que no lograran más éxito mientras permanecieron en activo porque además en directo conectaban con el público de una manera casi mágica, pero la dureza de la industria discográfica terminaría tragándoselos. Una pena.

NOVEDAD

LA GRAMINOLA – NÚMERO 17 – 22 DE MARZO DE 2018

La novedad de la semana nos la trae un artista que ofrece en sus canciones auténtica poesía, con una música dulce y fresca. Las canciones de Carlos Sadness siempre son para escucharlas y paladearlas con mucho detenimiento.

No abandonamos Barcelona, porque de allí procede Carlos, ni nos alejamos del pop fresco y sencillo, ya que ese es el estilo en el que él se mueve. Acaba de publicar su tercer trabajo bajo el título de “Diferentes Tipos de Luz”, que aun siendo continuista con lo ofrecido en los dos primeros manifesta cierta evolución que en algunos momentos le hacen perder ese halo de autenticidad. De cualquier modo nos encontramos ante un magnífico álbum.

Una de sus señas de identidad es la utllización de su famoso ukelele, algo que ha abandonado en algunos de los temas de este nuevo disco. Con ello ha logrado mantener su habitual frescura y a la vez darle un sonido eminentemente pop. Es una pena que este tipo de discos no sean debidamente promocionados y radiados en las distintas emisoras, porque calidad no le falta y supera con creces a la mayoría de los cantantes hispanos que se hinchan a vender discos. Una pena.

Varias son las canciones dignas de destacar incluidas en el álbum, pero yo me quedaría con “Física Moderna”, uno de los temas que más suenan a sus dos primeros trabajos y en el que tanto la letra como la música provocan muy buenas sensaciones.

Así cerramos el número de “La Graminola” de hoy, con una nueva sección y una contraportada cargada de buen pop. La semana que viene más y mejor.

Hasta entonces, Graminoleños.

JUAN JOSÉ GOMARIZ


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