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Ya sabéis que la base de la revista es dar un pequeño repaso con las novedades que presentaban las listas de éxitos que he ido confeccionando desde hace cincuenta años. Cada nuevo número empezamos por la lista actual de cada semana y a continuación seguimos viajando hasta las listas de hace 50, 40, 30, 20 y 10 años. Todos los éxitos de la música desde el año 1967 irán apareciendo por aquí.
Junto a las listas distintas secciones a cada cual más recomendable. En “Los Pioneros” rememoramos la música y los artistas que inspiraron a todos los que vinieron después. Nuestro póster, a doble página en el centro desmenuza cada semana un disco que fue, es y será muy grande. En la sección “También es Música” le damos cabida a esas canciones y esos artistas que a su manera también han tenido protagonismo, en muchas ocasiones de manera inesperada. Y la contraportada es el colofón con noticias de actualidad musical, efemérides y música en directo.
Echándole un vistazo a la portada de cada día os podéis hacer una idea del contenido de la revista. Junto a cada fotografía hay un texto que contiene un link que te lleva directamente a la página en cuestión, pero yo os recomiendo ir por orden, ir leyendo desde el principio al final porque la música lo merece. Y recordad que siempre estaré abierto a cualquier crítica, consejo, sugerencia o petición que vosotros, Graminoleños, me hagáis.
NUESTRA PORTADA
Como siempre una contraportada de lujo.
LA LISTA DE LA GRAMINOLA
Como cada semana, iniciamos el espectacular número de “La Graminola” de hoy con el repaso a la lista de actualidad, estrenada el pasado domingó día 25 de marzo, que nos trae dos nuevas entradas protagonizadas ambas por dúos de distintas características. Eso sí, podríamos decir aquello de “éramos pocos y parió la abuela …” y en cuanto escuchéis la primera canción de hoy sabréis porque lo digo.
Ya sabéis que mi opinión sobre la música actual no es demasiado buena. No voy a repetirme pero semana a semana, salvo contadas excepciones, vemos como las canciones de actualidad que van entrando en nuestra lista son auténticos clones que se mueven en dos estilos muy claros: el reggaetón y la música electrónica. Pues bien, hoy podría decirse que se cierra el triángulo diábolico.
Todo esto lo digo porque esta semana entra en lista la primera canción interpretada por dos de los participantes en la última edición de “Operación Triunfo”, algo que no hace más que redundar en mi opinión de la falta de imaginación de los artistas que copan las listas de éxitos de nuestro país. Ojo, no quiero decir que estos chicos no sean buenos, que habrá de todo, pero que su oportunidad les va a llegar en una especie de karaoke mediático e imitando en la mayoría de las ocasiones a los artistas de verdad, pero como siempre digo, esto es lo que hay.
Las que abren boca para el programa televisivo en nuestra lista, no serán las únicas, ya lo veréis, son Aitana Ocaña, segunda clasificada, y Ana Guerra, que acabaría quinta, y que nos ofrecen el tema que defendieron para participar en Eurovisión, aunque finalmente no fuera el elegido. Su título: “Lo Malo”. Un título bien elegido, no hay duda.
La segunda entrada de la semana está protagonizada también por un dúo pero de otras características. Se trata de un tema de música electrónica protagonizado por un DJ inglés que últimamente para bastante por nuestra lista y de una cantane noruega que realmente no ofrecen nada nuevo, simplemente el soniquete habitual para que los más jóvenes bailen sin parar.
El protagonista principal y autor de esta canción es Jax Jones que presenta su habitual manera de concebir música, contando con la colaboración especial en las labores de vocalista de la noruega Ina Wroldsen. Sinceramente no sé si permanecerán mucho tiempo en nuestra lista, pero no puedo evitar pensar que suenan muy parecido a tantos y tantos otros. Repito: esto es lo que hay.
LOS PIONEROS
Acabamos de entrar en la primavera y yo no sé vosotros, pero a mí en esta época no es que se me altere la sangre, más bien lo que se me alteran son las ganas de escuchar buena música que se acrecentan de manera considerable. Le he estado dando vueltas a quien podía ser el protagonista de la sección pionera de hoy y de repente se me ha venido a la memoria uno de los grandes, grandes, grandes artistas de todos los tiempos. Un ejemplo de superación y de buen hacer como fue el señor Ray Charles.
Cuando pasan por aquí estos auténticos monstruos de la música es complicado elegir que tres canciones pueden resultar más representativas dentro de su carrera, pero en el caso de Ray es todavía más difícil. Después de darle muchas vueltas he decidido ofreceros los tres temas que vienen a continuación, aún sabiendo que muchos de vosotros pensaréis que falta tal o cual canción. De lo que no cabe duda es de que las tres que nos visitan hoy en “La Graminola” son auténticas pata negra.
WHAT I’D SAY
Además de su grandísimo talento y su espectacular voz, lo primero que hay que resaltar de su figura es su capacidad de superación. Cuando contaba únicamente con cinco años de edad comenzó a perder visión y le fue diagnosticado un glaucoma. Apenas dos años después quedaría completamente ciego pese a lo cual aprendería a leer y escribir música gracias al método Braille. Es dúrisimo quedarse sin visión con siete años de edad, pero el bueno de Ray decidió que tenía que hacer algo grande y bien que lo hizo. No es de extrañar pues que sea una de las figuras de la música más respetadas de la historia.
Centrémonos ya en la primera de sus canciones. Se trata de un mítico tema que compuso en el año 1959 y que está considerado por los expertos en la materia como la primera canción de soul de la historia. Hasta ese instante, casi todas las canciones de artistas similares a Ray se consideraban o bien rhythm & blues o bien jazz, pero la manera de improvisar, de tocar y de cantar que ofrecería en esta composición provocarían cierta evolución y el nacimiento de esa especie de tercera vía que sería el soul.
La canción en cuestión no es otra que “What I’d Say” y su historia es cuanto menos curiosa. En una de sus habituales actuaciones en un club nocturno, acompañado como siempre por ese coro femenino llamado The Raeletts, que siempre le arropaba en sus actuaciones, ofrecería una canción bastante peculiar. Cuando fue a interpretarla le dijo a las chicas que iba a improvisar y que ellas lo único que tenían que hacer era repetir todo lo que él cantara. De ahí salió este mítico tema de más de seis minutos de duración y que es un clásico del soul prácticamente desde ese día.
Os he dejado una versión reducida de poco más de cuatro minutos pero igual de mágica. Y es que esa larga duración le traería algunos problemas con la discográfica, ya que la consideraban demasiado larga para un sencillo de aquella época, pero finalmente darían su brazo a torcer porque el público la quería tal como fue concebida. Para que os hagáis una idea de lo que Ray era capaz de transmitir en directo os diré que ese día que se inventó prácticamente esta canción en medio de su actuación caló tanto entre el respetable que cuando terminó el concierto muchos de los asistentes se acercaron a él para preguntarle como se llamaba esa canción y donde podían comprar el disco. Lo dicho grande, grande, grande, grande.
HIT THE ROAD JACK
Vamos ahora con mi tema preferido del grandísimo Ray Charles. Se trata de otro de sus grandes clásicos y una de las ocaciones en la que la composición no fue obra de su talento sino de la de otro cantante y compositor que tuvo que centrarse en esta segunda faceta al sufrir un accidente de tráfico, viéndose obligado a dejar de interpretar sus composiciones con motivo de las secuelas que dicho accidente le dejaron.
La canción a la que me estoy refiriendo es “Hit the Road, Jack”, compuesta por Percy Mayfield quien la tenía lista para grabarla y publicarla cuando sufrió el mencionado accidente de coche, lo que provocaría que la composición cayera finalmente en las manos de Ray dejándonos un momento inolvidable dentro de su carrera. A la hora de cantarla supo introducirle los cambios adecuados para ofrecer un sonido con toques de blues y jazz, acercarla al pop, todo ello aderezado con la potencia habitual de su voz cuando interpretaba soul. Si a eso le sumamos la maravillosa melodía vocal de las chicas de The Raeletts no podemos pedir más para disfrutar a lo grande.
I CAN’T STOP LOVING YOU
No se puede decir que Ray llevase una vida ejemplar ni muchísimo menos. De hecho fue considerado en su época como uno de los “chicos malos” del mundillo de la música en Estados Unidos. Fue arrestado en varias ocasiones por posesión ilícita de heroína, a la que era adicto, y estuvo enfrascado en varios jucios siendo condenado a su ingreso en prisión. Como suele decirse en estos casos, por ser vos quien sóis lograría esquivar su ingreso en la cárcel a cambio de hacerlo en una clínica de desintoxicación, algo que hizo para después de varios años de continuas recaídas acabar venciendo su adicción.
Pese a esa imagen de chico duro y compañero del escándalo, siempre fue muy mujeriego y amigo de las fiestas, cuando se ponía a interpretar baladas era capaz de hacerlo con un sentimiento y una sensibilidad espectaculares, como en la canción que va a cerrar el apartado pionero del día de hoy.
Se trata de un tema que fue incluído como cara B en un par de sencillos pero que tendría tanta aceptación que finalmente se convertiría en cara A y otro de sus grandes clásicos. Me estoy refiriendo a “I Can’t Stop Loving You”, un baladón de esos que te pone los pelos como escarpias y en el que la voz sentimental de Ray aflora en estado puro, acompañada en esta ocasión de The Randy Van Horne Singers. Una grandísima canción, una grandísima interpretación, un grandísimo broche de oro.
LISTA DE LOS AÑOS 60
Llega el momento de iniciar el repaso a las distintas listas graminoleñas o, lo que es lo mismo, a recordar buenos momentos musicales a lo largo de los últimos cincuenta años. Como siempre empezamos por el principio, esto es por la década de los 60, y vamos a hacerlo con una canción que a mí me cuesta un poco calificarla. Necesitaré vuestra ayuda, a ver que opináis vosotros.
La lista que estrenábamos el día 24 de marzo de 1968 presentaba una única entrada que estaba protagonizada por un peculiar grupo que respondía al nombre de John Fred & His Playboys Band. Unieron sus fuerzas musicalmente hablando en el año 1959 cuando contaban únicamente 15 años de edad y lo que empezó como una pequeña diversión de adolescentes fue creciendo paulatinamente hasta lograr su mayor éxito con el tema que colocaban en nuestra lista aquel día.
La canción en cuestión llevaba el título de “Judy in Disguise” y era una especie de parodia del famoso “Lucy in the Sky with Diamonds” de The Beatles, aunque las diferencias en cuanto a calidad musical tanto de ambas canciones como de ambos grupos son más que evidentes. A pesar de ello llegarían al número uno en Estados Unidos y en nuestro páis cerca estuvieron de conseguirlo.
La verdad es que yo sigo sin verlo pero es evidente que el equivocado o despistado debo de ser yo, ya que logró muy buenos resultados en su país natal como en Europa. De hecho, en la lista graminoleña permanecería durante 39 semanas y alcanzaría como mejor registro el puesto número 2, ahí es nada. De verdad que lo intento, pero sigo sin verlo.
LISTA DE LOS AÑOS 70
Nos situamos ahora en la lista graminoleña publicada el 25 de marzo de 1978 para dar la bienvenida y disfrutar de las dos nuevas entradas que contenía aquel día, dos temas de mucho éxito, una de ellas protagonizada por un grandísimo grupo fundado por uno de los miembros de The Beatles tras su separación y la otra de la mano de un grupo italiano que se encontraba en su mejor momento. Empecemos por estos últimos.
La década de los 70 tuvo distintas tendencias musicales que triunfaron a lo grande. Una de ellas sería la continua aparición de artistas melódicos italianos que a base de baladas lastimeras y una manera muy identificable de interpretar lograron triunfar a lo grande. La mayoría de las ocasiones eran solistas los que se movían en este terreno pero también surgieron algunos grupos que calaron entre el público. El que viene a continuación es uno de ellos.
Estoy hablando de Collage, un grupo que llevaba ya varios años haciéndose un hueco en Italia y que por fin habían logrado dar el salto definitivo fuera de su país gracias a su participación en distintos festivales, siendo la más recordada la que ofrecieron en el de San Remo. Como sucedía en aquella época y se ha venido repitiendo posteriormente, cada una de sus canciones eran grabadas además de en italiano en español, lo que les abría de par en par el mercado de nuestro país y de Latinoamérica. El tema que incluían en lista la semana que estamos analizando es uno de sus mayores exitos, “Poco a Poco me Enamoré de Ti” que les convertiría en un grupo muy popular por nuestras tierras. Con él permanecería en lista durante 42 semanas para alcanzar el top 4.
Pero en mi modesta opinión, la gran entrada en lista de aquella semana es la que viene a continuación. Protagonizada por el mismísimo Paul McCartney y el grupo que formó tras la desaparición de The Beatles. Ésta sería además una de las últimas creaciones de éxito de ese grupo ya que en poco más de tres años McCartney lo disolvería e iniciaría su definitiva y triunfal carrera como solista.
En el año 1971 fundaría Wings, su nueva banda, para lo que contaría con la colaboración de su esposa Linda y con la de Denny Laine, quien fuera miembro fundador de The Moody Blues. Éste sería el trío que sustentaría la existencia del grupo ya que a lo largo de sus algo más de diez años de recorrido el resto de los artistas que formaron parte de él fue bastante numeroso en un constante entrar y salir.
El tema que se estrenaba en lista ese día es “Mull of Kintyre”, una composición dedicada a la península escocesa del mismo nombre en la que McCartney compró su famosa casa de campo de “High Park”. La canción cosecharía un grandísimo éxito en todo el Reino Unido hasta el punto de convertirse en una especie de tema central de las Navidades de aquel año. En nuestra lista tampoco lo haría nada mal ya que alcanzaría el puesto número 10 tras 30 semanas de permanencia. Como siempre McCartney ofreciendo muy buena música.
He de reconoceros que me encanta esta canción con ese sonido acústico de guitarra, la siempre reconocible voz de McCartney y al tratarse de música dedicada a un paraje escocés ese magnánimo sonido que siempre ofrecen las gaitas. Como vemos, la década de los 70 también fue mágica para la música. En siete días … más.
EL ALBUM DE LA SEMANA
Cada vez se me hace más corto el tiempo cuando escribo la revista de cada semana. No sé si a vosotros os pasa lo mismo cuando la leéis y escucháis, pero es cuando haces algo con lo que disfrutas el tiempo corré bastante rápido. Viene esta reflexión personal a mi cabeza porque casi sin darnos cuenta estamos ya en el ecuador del número de “La Graminola” de esta semana, o lo que es lo mismo, llega el momento de disfrutar de nuestro póster central a todo color y a toda música con el álbum de la semana. El de hoy bastante especial y de hace ahora la friolera de 45 años. Vayamos con él.
NEIL DIAMOND / JONATHAN LIVINGSTON SEAGULL
Sin ningún lugar a dudas, Neil Diamond es uno de los más grandes cantautores norteamericanos de todos los tiempos. Su talento a la hora de componer es excepcional y su voz, tan de locutor radiofónico, tan grave y rotunda, es prácticamente única. Son muchísmos los éxitos que cosechó a lo largo de su carrera pero lo más curioso del caso es que el mayor de todos lo lograría al poner voz y musica a la banda sonora de una película protagonizada por una gaviota, así tal cual, dejándonos como resultado un disco auténticamente cinco estrellas.
En el año 1973 se estrenó la película “jonathan Livingston Seagull” que en nuestro país llevaría el título de “Juan Salvador Gaviota”, correspondiendo la totalidad de la banda sonora al propio Diamond. El resultado fue simplemente espectacular con unas canciones que arropan a la perfección lo que la película cuenta, con un sonido plácido, dulce, melódico, único.
Al tratarse de la banda sonora de una película no hace falta decir que nos encontramos ante un álbum conceptual que va narrando las aventuras y desventuras de una gaviota llamada Jonathan, todo ello inspirado en la novela del mismo nombre, obra del escritor Richard Bach y publicada en el año 1970. Como no puede ser de otra manera, el inicio musical es un tema totalmente instrumental titulado “Prologue” y que sirve para mostrarnos el escenario y los personajes que van a formar la trama de la historia.
El protagonista principal de la historia es Jonathan, una gaviota que es capaz de volar a una gran velocidad y mucho más alto que el resto de las gaviotas de su bandada y que ansía hacerlo todavía más rápido para poder llegar al cielo. En eso se esmera una y otra vez y está convencido que puede alcanzar una velocidad nunca lograda por ningún otro pájaro de su especie. Es una gaviota especial y él lo sabe.
El segundo tema del álbum se centra en exclusiva en ese momento en el que Jonathan intenta una y otra vez volar más rápido, volar mas alto. Siempre está cerca de conseguirlo pero la mayoría de las veces termina cayendo al suelo agotado y apesadumbrado, pero ese desánimo le dura muy poco tiempo ya que de manera inmediata se levanta y lo vuelve a intentar. Nunca se dará por vencido.
Es el momento de “Be” una de las mejores canciones de todo el álbum en la que el sonido de la orquesta acompaña a la perfección a la grave voz de Diamond. Esta composición se convetiría en uno de los mayores éxitos de su carrera y en uno de sus clásicos. La apuesta por ponerle música a una película como ésta, que parecía demasiado arriesgada al principio, estaba resultando ser un auténtico acierto.
Muy pocos podían esperar que el disco lograra los resultados que obtuvo. En aquel momento Diamond ya era un artista consagrado pero muchos consideraron este álbum más como un capricho y un reto que como algo verdaderamente serio. Estaban muy equivocados. El álbum se convirtió en el disco más vendido de su carrera y las críticas lo recibieron como uno de sus mejores trabajos. Para que nos hagamos una idea, la recaudación que obtuvo por la venta del álbum casí duplicó a la obtenida por la venta de entradas de la película, o lo que es lo mismo, compraron su disco el doble de personas que vieron la película. Un rotundo éxito.
Pero sigamos con la historia de nuestro amigo Jonathan. A base de intentar una y otra vez volar más rápido y más alto, sus esfuerzos se ven recompensados por fin. Ahora es capaz de volar a una velocidad superior a 60 millas, algo inpensable para el resto de las gaviotas. Sin embargo, la situación se va a volver contra él y su ambición le va a llevar a un momento trágico y delicado en su vida.
El disco alterna canciones interpretadas por Diamond con otras de corte totalmente instrumental interpretadas por una orquesta lo que da a la narración de la historia un aire más trágico. Es lo que sucede con el tema escogido para narrar la subida a los cielos de Jonathan, este “The Flight of the Gull” que suena así de bien.
A pesar de que finalmente ha cumplido su reto y ha sido capaz de alcanzar sus propósitos, Jonathan no se siente tan eufórico como era de esperar. Le entran las dudas sobre si lo que está llevando a cabo tiene algún sentido, se siente agotado y maltratado haciéndose muchas preguntas.
Se dirige de regreso al lugar donde se encuentra su bandada y lejos de estar contento por ello y deseoso de contarle a todos sus logros su estado de ánimo es bastante bajo y se encuentra muy deprimido. Es entonces cuando mantiene una conversación interior con su padre buscando respuestas, buscando el porqué se comporta como lo hace y si verdaderamente merece la pena. Diamond le pone voz a Jonathan y sus reflexiones con el tema “Dear Father” y en él muestra su voz con todo su esplendor.
Tras esa conversación paternal, Jonathan levanta el animo y se encuentra dispuesto a enseñarle a todos lo que es capaz de hacer. Ha pasado algún tiempo desde que se marchó de la compañía del resto de gaviotas y ahora se encuentra incluso nervioso con su vuelta. Al llegar empieza a mostrarles todas sus acrobacias y todo lo que es capaz de llevar a cabo, pero el efecto que provoca es muy distinto al que él había imaginado.
La primera reacción del resto de la bandada es de sorpresa pero de inmediato el sentimiento pasa a ser de indignación. Nadie comprende para que sirve lo que está haciendo y los más ancianos siente vergüenza del comportamiento de Jonathan. No están dispuestos a tolerar su comportamiento y de manera inmediata le someten a juicio. La situación empieza a ser desesperada.
Los ancianos de la bandada llevan la voz cantante y adeotan el veredicto final el de condenarle al destierro. Jonathan intenta hacerles ver que están equivocados, suplica que le dejen quedarse y que puede enseñar al resto de las gaviotas más jóvenes a hacer lo que el es capaz de hacer, pero la decisión ya está tomada, debe abandonar de inmediato el lugar en el que siempre ha vivido.
La canción que Diamond eligió para contarnos este momento lleva el título de “Skybird” y es una de las composiciones más animosas y de mayor ritmo, ya que trata de mostrar la alegría con la que Jonathan vuelve a encontrarse con los suyos, aunque los resultados finales no sean los deseados.
Casi sin solución de continuidad, este tema enlaza con el siguiente, una canción que a mí me parece el momento más espectacular de todo el disco y una de las mejores composiciones que Diamond jamás haya escrito. Una auténtica joya con una melodía insuperable, una letra maravillosa y su inconfundible voz acariciando más que cantando. Una de esas canciones hechas para escucharlas con los ojos cerrados y disfrutarla relajados de principio a fin.
Se trata de “Lonely Looking Sky” y en ella se narra el hundimiento total de Jonathan, condenado a abandonar a los suyos y a un humillante destierro. Tanto esfuerzo para nada por no ser capaz de hacerle ver a los que se supone más sabios de la bandada que sus acciones van dirigidas a mejorar, a progresar, a avanzar. Está claro que toda la banda sonora encaja a la perfección en las imágenes de la película, pero esta canción en concreto roza la perfección. No puedo evitar emocionarme cada vez que la escucho.
Musicalmente hablando aquí finaliza el disco propiamente dicho ya que a partir de este instante se repiten las canciones de las que hemos disfrutado hasta este instante para terminar de contar la historia de Jonathan. La música es la misma, pero las imágenes que acompañan la película van narrando el resto de las andanzas de nuestro protagonista con un ritmo cada vez más intenso y espectacular.
Tras ser desterrado, Jonathan comienza a vagar sin rumbo y muy desesperanzado. Piensa que nada ha merecido la pena y que nunca nadie será capaz de mostrar que los cambios pueden ser positivos. Sin embargo su situación va a dar un giro total gracias al encuentro con otras gaviotas que han corrido su misma suerte.
Con ellas aprende que nunca hay que darse por vencido y decide regresar con su bandada y pelear, luchar y no rendirse. Se ha convertido en un ser independiente y ha adquirido una experiencia vital de la que carecen los demás. A pesar de no conseguir el reconocimiento de los ancianos quienes vuelven a reprenderle, algo empieza a cambiar, algo empieza a resquebrajarse, ya que los más jóvenes empiezan a ver en él a una especie de héroe, a un ejemplo a seguir. Después de todo parece que sus esfuerzos han servido para algo.
La esencia del relato de la obra de Bach y, por consiguiente de la película, está ya debidamente explicada. La vida es lucha, es superación, es intentar lo imposible a pesar de que el resto de los que nos acompañan en nuestro viaje no sean capaces de verlo. Gracias a esos aventureros, atrevidos, auténticos heroes que en distintos momentos de la historia decidieron hacer cosas que nadie era capaz de hacer y a pesar de no estar bien vistas hemos podido evolucionar como lo hemos hecho. Esta esencia queda plamada en la composición básica del disco con la que vamos a cerrar nuestro póster central de hoy.
Se trata del que puede considerarse el tema central de esta banda sonora cuyo título es “The Odyssey” y que enlaza a la perfección las tres principales canciones del álbum: “Be”, “Lonely Looking Sky” y “Dear Father”, interpetadas todas ellas de forma instrumental por una orquesta. Cada una de estas composiciones por separado y con la voz de Diamond tienen un nível excepcional, pero las tres entrelazadas orquestalmente adornando las imágenes de la película nos regalan un efecto único.
Este es el cierre espectacular del álbum de esta semana, un auténtico tres en uno. Voy a haceros una recomendación: merece la pena leer el libro, escuchar el disco y finalmente ver la película. Estoy convencido que pasaréis momentos insuperables.
La magia que Neil Diamond siempre la ha dado a su música se ha apagado de algún modo recientemente. Hace apenas un par de meses, a principios de este mismo año, anunciaba que abandonaba su carrera musical a los 77 años de edad con motivo del parkinson que le ha sido detectado. Desgraciadamente no podremos disfrutar de nuevas genialidades de este artista pero podremos seguir disfrutando de su música de siempre y eso es mucho. Sirva pués la doble página central de “La Graminola” de hoy para rendirle este merecidísimo homenaje.
LISTA DE LOS AÑOS 80
Algunas veces las casualidades son las responsables de que una canción en concreto logre el éxito. Es más, en algunas ocasiones esas casualidades son las que dan lugar a que vea la luz un tema en concreto que en otras condiciones no habría llegado a existir. La única canción que entró en la lista graminoleña del día 27 de marzo de 1988 cumple estas dos premisas, es decir, surgió y triunfó gracias a la casualidad.
En el año 1972 Elvis Presley grabaría una de las baladas de mayor éxito de toda su carrera que se convertiría en otro de sus grandes clásicos como es “Always on my Mind”. En el año 1987, con motivo del décimo aniversario de su fallecimiento, la cádena televisiva inglesa ITV rendiría un merecido homenaje al Rey del Rock del que iba a surgir una inesperada y espectacular versión.
Para conmemorar el evento, la cadena emitiría un programa especial titulado “Love Me Tender” y en el que distintos artistas de actualidad realizarían distintas versiones de los mayores clásicos de Elvis. Uno de los grupos invitados al acontecimiento sería Pet Shop Boys quienes elegirían precisamente “Always on my Mind” como tema a versionar y lo cierto es que serían los grandes triunfadores del programa.
La versión que interpretaron tendría el toque característico de su música con el sonido clásico de sus teclados y muy alejada del original, ya que no tendría ningún rastro de balada sino que sería una emotiva e intensa canción para bailar. Esta versión se convertiría en la auténtica sensación del programa y como era de esperar sería grabada de inmediato como sencillo, colocándose en los puestos de privilegio de las listas de éxitos de todo el mundo.
Desconocemos que habría opinado el propio Elvis de esta versión pero el público en general opinó que era una grandísima canción habida cuenta del éxito que logró a ambos lados del Atlántico. España no sería la excepción y la lista graminoleña tampoco, ya que en ella permanecería durante 31 semanas convirtiéndose en el segundo tema de la carrera de Pet Shop Boys en alcanzar el número uno de nuestro ranking.
LISTA DE LOS AÑOS 90
La semana pasada, las páginas de “La Graminola” en su sección dedicada a la otra música estuvo protagonizada por tres grandes obras de la música clásica que cobraron actualidad con las versiones actualizadas que protagonizaron artistas como Walter Murphy, Waldo de los Ríos o Aphrodite’s Child. Casualidades de la vida, una de las dos entradas que se produjeron en la lista graminoleña del 29 de marzo de 1998 encaja a la perfección en este estilo.
En esta oportunidad el compositor elegido sería el alemán Johann Sebastian Bach y la obra que tendría el plácer de ser debidamente versionada sería su “Aria de la Suite número 3 en Re”, una composición que ya fue fuente de inspiración en el año 1967 para que Procol Harum crearan su eterno “A Whiter Shade of Pale”.
En esta oportundiad la versión de esta obra de Bach vendría de la mano de un proyecto creado en Alemania, aunque su carrera tendría lugar íntegramente en Estados Unidos, por el productor Heiko Schmidt, y que llevaría el nombre de Sweetbox. Esta formación tendría el nexo de unión de este caballero y por él irían desfilando distintos músicos y distintas vocalistas a lo largo de su corta andadura.
El momento culminante de su carrera llegaría precisamente con esta versión que titularían “Everything’s Gonna Be Alright” con la que lograrían un grandísimo éxito. La base hip-hop que le dieron a esta pieza de música clásica gustó mucho al público en general que quedaría cautivado por la manera de interpretarla de Tina Harris, la vocalista que proporcionaría a este grupo sus mayores días de éxito.
Por estas tierras también lograría buenos resultados. Sin ir más lejos en nuestra lista permanecería durante 31 semanas para alcanzar el top 7.
La segunda entrada está protagonizada por un grupo español que daba sus primeros pasos en aquella época y por una canción que puede considerarse la culpable del éxito que lograrían a partir de este instante. Os cuento brevemente su historia.
Las hermanas Cristina y Amparo Llanos fueron las fundadoras de una banda que irrumpió en el panorama musical español como un auténtico trueno con un sonido fresco, intenso y contundente y que supieron aprovechar su oportunidad para convertirse en uno de los grupos de referencia de finales de los 90. Como os estaréis imaginando estoy hablando de Dover.
Tras un primer álbum bastante bueno pero poco promocionado y con unas ventas bastante pobres, verían como en el año 1997 una de sus canciones era incluída en un recopilatorio que recogía temas de algunas bandas noveles de rock que intentaban como ellos abrirse camino en el panorama musical español. Ese recopilatorio llevaría el título de “Stereoparty 2” y la canción que se incluía en el mismo sería “Loli Jackson”. El éxito que cosecharía este tema sería tan grande que de manera inmediata su sello discográfico les ofrecería la oportunidad de grabar su segundo disco, el aclamado “Devil Came To Me” con el que darían un salto de gigante en su carrera.
Aprovechando el tirón del éxito de este álbum, en el año 1998 reeditarían esta canción con la que entrarían en lista aquel 29 de marzo, permaneciendo en ella durante 3 semanas no superando el puesto 39 durante su estancia. Cifras un tanto discretas para un tema demoledor.
LISTA DEL NUEVO MILENIO
Como estamos comprobando en los distintos repasos que damos a las listas graminoleñas de todos los tiempos, lo habitual es que cada semana se produzcan una o dos entradas y excepcionalmente tres. Sin embargo, hay ocasiones en las que de repente los artistas enloquecen y nos inundan con un buen número de nuevos temas. Esto es lo que sucede en la lista del nuevo milenio que repasamos en este número.
Y es que la lista que estrenábamos el 23 de marzo de 2008 nos traía hasta cuatro nuevas entradas, aunque calidad lo que se dice calidad, a excepción de una de ellas me parece que no hay demasiada. Sea como sea vamos a repasar las cuatro ya que para bien o para mal pertenecen desde ese día a la gran familia de “La Graminola”.
La primera nos llega desde Alemania aunque su protagonista tiene raíces dispares de procedencia rumana y ucraniana. Su nombre es Stefan Hantel, aunque todo el mundo le conoce artísticamente como Shantel. Ese año 2008, tras diez años publicando trabajos de música electrónica, uniría sus fuerzas con otro artista del mismo gremio llamado Ian Oliver para concebir un álbum original a la par que extraño.
Su título sería “Bucovina”, que es una región de los Cárpatos de la que procedía su familia y en él rendiría tributo a la música tradicional que por allí se hace, mezclándola con los típicos arreglos y acordes de la música electrónica. La canción que da título al disco entraría en lista el día que hoy nos ocupa y permanecería en ella durante 25 semanas para alcanzar el top 19, unos números bastante aceptables para un tema un tanto … vosotros opináis.
La segunda entrada de aquella semana tiene olor, sabor y sonido a uno de los acontecimientos televisivos más explotados de la historia y que recientemente ha tenido una nueva edición, del que os hablaba al principio del número de “La Graminola” de hoy. De él han salido un número bastante considerable de artistas que triunfan a lo grande en el mercado español. Vuelvo a referirme a “Operación Triunfo”.
Vamos a centrarnos en la cuarta edición de este concurso que tuvo lugar en el año 2005. Entre sus participantes nos encontraríamos con una extremeña llamada Soraya Arnelas que a pesar de no lograr el triunfo sí que llamaría la atención del público y de las discográficas e iniciaría una productiva carrera musical alcanzando algún que otro gran éxito.
En el año 2008 publicaba un álbum de versiones de música bailabe de los años 80 que llevaba el título de “Dolce Vita”, del que se extraería como sencillo el inolvidable “Words” que el frances F. R. David llevara al número uno en todo el mundo en el año 1982. Soraya nos ofrecería una versión bastante original de esta canción con un inicio marcado por la guitarra acústica y un sonido más dance. Un “Words” al estilo del nuevo milenio que nos acompañaría durante 16 semanas alcanzando como mejor registro el puesto 27.
La tercera entrada de la lista graminoleña del nuevo milenio nos llega también desde nuestro país de la mano de uno de los grupos españoles que mayor caché tiene desde hace tiempo y que cuando debutaron allá por el año 1999 supusieron un soplo de aire fresco a nuestra música y un auténtico fenómeno de masas totalmente inesperado.
Se trata de los hermanos David y José Manuel Muñoz, o lo que es lo mismo, Estopa, que gracias a lo que ellos han denominado rumba urbana se convirtieron en uno de los grupos españoles que más discos vendía y sigue vendiendo. Por aquella época se econtraban en un momento bastante dulce y acababan de publicar un nuevo álbum titulado “Allenrok”. Este disco está dedicado a su Cornellá natal y su título es precisamente el nombre de esta localidad catalana escrito al revés y sustituyendo la “c” por una “k”. Muy originales.
El primer sencillo de este álbum sería “Cuando Amanece”, una canción que todavía conservaba ese ritmo fresco, original y rumbero de su primera época y que desgraciadamente han ido abandonando poco a poco para hacer música más “seria”. A mí personalmente me gustaba más esta música de sus principios, pero para gustos colores. Por cierto este tema permanecería en la lista durante 29 semanas para llegar al puesto número 9.
Para finalizar el repaso que estamos dando a la lista del 23 de marzo de 2008 y poner punto y final por hoy al que damos a las distintas listas de todos los tiempos, vamos con la canción de mayor calidad de las cuatro que entraron aquella semana. Aunque sus números fueron bastante discretos, 4 semanas en lista y top 37, nos encontramos ante un grandísmo grupo y una canción que sería definitiva para su carrera. Una lástima que no llegaran más arriba porque lo merecían con creces.
Desde el año 2002 y desde Guadalajara, Dani Marco había creado un grupo en el que él era el auténtico líder y que a base de esfuerzo habían conseguido ir creciendo hasta hacerse un sitio en el panorama musical español. Estoy hablando de Despistaos, quienes justo en el momento en el que peor pintaban las cosas para ellos fueron capaces de revertir la situación hasta convertirse en una banda de referencia.
Tras haber publicado un disco con unos resultados bastante pobres en cuanto a ventas, en el año 2007 aparecería en el mercado su álbum definitivo, el que les iba a llevar a lo más alto y convertirles en una de las bandas más populares del público español. El disco llevaba el título de “Vivir al Revés” y en líneas generales es un muy buen trabajo, pero el despegue definitivo lo lograrían gracias a su primer sencillo.
Se trata de una composición que puede considerarse como la “canción oficial” de Despistaos y no es otra que “Cada Dos Minutos”, un espectacular tema que lo tiene todo: unos grandes arreglos, una perfecta interpretación, una letra directa y una segunda versión en la que cuentan con la impresionante colaboración de Rulo, cantante por aquel entonces de La Fuga y de Kutxi Romero de Marea.
En el año 2013 decidieron decirnos un “hasta luego” y poner fin a su carrera juntos. Una auténtica pena porque eran uno de esos grupos que ofrecían buena música en un mundo invandido por la mediocridad y reggaetón. De cualquier modo no perdamos la esperanza de que en un futuro no muy lejano decidan volver a la actividad. Muchos, entre los que yo me encuentro, lo celebrarían.
TAMBIÉN ES MUSICA
Nos vamos acercando ya al final del número de “La Graminola” de hoy y llega el momento de la sección mas especial de nuestra revista favorita. Las otras música nos hacen viajar hacia el otro lado del Atlántico para escuchar y disfrutar de tres canciones relacionadas con México. Tres formas bastante originales de hacer este tipo de música que ya os adelanto que no tienen desperdicio.
La ranchera siempre ha sido un estilo bastante aclamado en todo el mundo y nuestro país no ha sido una excepción. Pero hay formas y formas de cantar y escribir este tipo de canciones y las de hoy pues son bastante originales. Para empezar vamos a viajar hasta el año 1979 para hacernos eco de una canción interpretada por un tierno infante de apenas siete años de edad que adquiriría una popularidad considerable.
Ese año se estrenaba en México una película titulada “La Niña de la Mochila Azul”, cuyo prinicipal protagonista era el niño del que os hablo que respondía al nombre artístico de “Pedrito Fernández”. Este chiquillo se enamoraba hasta las trancas de una compañera de clase y lo describía a la perfección en una ranchera que dio la vuelta al mundo y se convirtió en un rotundo éxito. Por supuesto que me estoy refiriendo a “La de la Mochila Azul”.
Para que nos hagamos una idea de la repercusión que esta película y, sobre todo, esta canción tendría, años después la televisión mexicana emitiría una telenovela basada en esta historia. Por su parte Pedrito crecería y se convertiría en Pedro y ha seguido publicando discos de rancheras desde entonces cosechando bastante éxito en su país. Nuevamente por cierto, Pedrito Fernández no es su verdero nombre sino que es el artístico y se basa en esos dos grandes monstruos de la ranchera que fueron, son y serán Pedro Infante y Vicente Fernández.
En otras ocasiones, algunos artistas utilizan la melodía de una ranchera para ofrecernos unas letras disparatadas a más no poder. Esto es lo que sucede con la canción que viene a continuación. Nos la trae una mujer con una espectacular voz que lograría un rotundo éxito al frente del grupo en el que inició sus pasos pero que una vez finalizada esa etapa e iniciada su carrera como solista, ésta no acaba de arrancar del todo.
La Quinta Estación son uno de esos casos en los que para ser profetas en su tierra tuvieron que serlo antes en el extranjero, aunque al final les llegó su gran momento. Iniciaron su andadura en el año 2000 pero sin llamar la atención del público en general, motivo por el cual pusieron rumbo a México para proseguir allí su carrera. En este país se convirtieron en un auténtico fenómeno de masas lo que le sirvió para regresar a España y triunfar a lo grande gracias sobre todo a su famoso “El Sol No Regresa”.
El carisma y la forma de cantar de su vocalista Natalia Jiménez siempre atrajo al público, por lo que en el año 2010 cuando el grupo quedó disuelto, la cantante iniciaría su carrera en solitario con mucho menos éxito del conseguido con sus compañeros de viaje. Pero vamos a centrarnos en una de las canciones que se incluyen en su tercer y hasta ahora último trabajo publicado, de título “Homenaje a la Señora”, publicado en el año 2016.
Después de tantos años curtiéndose en México era de esperar que la ranchera marcara el sonido de alguna de sus canciones. La que viene a continuación es digna de aparecer en esta disparatada sección más por su letra que por la musica. La canción en sí tiene una melodía de cierta calidad y una soberbia interpretación por parte de Natalia, pero llama la atención que una ranchera, bueno una ranchera y cualquier canción, diga cosas como: “Quédate con ella / porque es muy obligada / que planche tus camisas / que te acompañe a Misa / que te haga las tostadas”, o “Quédate con ella / ya vete pa’ su casa / y pídele paella / pa’ ver si a ella / el arroz se le pasa”. Espectacular.
Para acabar este pequeño artículo que hemos dedicado a lo que podría denominarse “las otras rancheras”, vamos con la más disparatada de las tres que os he ofrecido. Eso sí, ya os digo que a muchos os traerá buenos recuerdos.
Los que seáis de mi quinta habréis ido creciendo desde muy niños con las canciones y las actuaciones de esos grandísimos artistas que son la familia Aragón. Efectivamente me estoy refiriendo a los famosos Payasos de la Tele, quienes tantos y tantos momentos de disfrute nos hicieron pasar en aquellas tardes de merienda llena de azúcares, embutidos y demás productos casi perseguidos hoy en día.
Las canciones que Gaby, Fofo, Miliki, Fofito y Milikito nos ofrecieron son auténtica banda sonora de la niñez de muchos de nosotros y entre ellas se encuentra una que demuestra que una ranchera puede ser dedicada a cualquier cosa, incluso a la comida.
Como os podéis imaginar la letra es puro disparate, pero la interpretación que nos ofrecen Miliki y Fofito no se queda atrás. Una ranchera titulada “Porompompon Manuela” en la que el estómago resulta ser la parte más agradecida.
Punto y final por hoy a esas otras músicas que hoy nos han llegado desde México lindo y querido. En siete día más, pero antes echadle un vistazo a la contraportada que viene de lujo.
LA ÚLTIMA DE LA GRAMINOLA
Iniciamos ya la despedida del número de hoy con nuestra habitual contraportada como broche de oro. Como siempre llega cargada de música de lujo y para abrir boca, la efeméride de hoy nos sigo colocando al otro lado del Atlántico ya que desde México vamos a viajar hasta Brasil. Todos a leer y a escuchar atentamente.
EFEMÉRIDE
Una de las voces más cautivadoras de Brasil cumple tal día como hoy 78 años. Desde aquí felicitamos a Astrud Gilberto, porque musicalmente hablando, en Brasil no todo es samba.
Si hablamos de la música brasileña, de manera inmediata nos imaginamos sus playas, sus lindas mujeres, el carnaval … todo ello aderezado con el sonido tan mágico de la samba. Sin embargo, en Brasil existe otro estilo musical más sensual y calmado que nos ha traído también muy buenos momentos. Me estoy refiriendo a la “bossa nova”.
Uno de los máximos exponentes de este estilo es sin duda alguna Astrud Gilberto quien supo rodearse de grandes monstruos de la música de aquel país para convertirse en una especie de musa al principio y de diosa posteriormente de ese ritmo tan atrayente. Contrajo matrimonio con el guitarrista Joao Gilberto, lo que le abrió las puertas para trabajar con gente como Vinicius de Moraes o Antonio Carlos Jobin e ir labrándose paso a paso una prestigiosa carrera musical.
El momento culminante de su carrera le llegaría en el año 1962 con la interpretación de esa mítica canción que es “Garota de Ipanema”, que la convertiría en esa chica que todas querían ser, en la eterna “chica de Ipanema”. Felicidades Astrud, por tu música nunca pasarán los años.
LA EDAD DE ORO DE LA MÚSICA ESPAÑOLA
El momento que dedicamos desde la semana pasada a la música hecha en nuestro país nos hace recordar a un grupo que obtendría un éxito bastante efímero pero al que le daría tiempo de dejarnos un auténtico himno de nuestro pop. Ellos son Charol.
La Movida nos trajo momentos inolvidables dentro de la música, pero su gran defecto era que devoraba todo aquello que no encajaba en ella. Dentro de este movimiento tenía cabida cualquier estilo musical, cualquier manera de entender la música pero todos los que la integraban tenían una característica común: su casi insultante juventud. Ésta sería la circunstancia que acabaría por provocar que Charol se diluyera rápidamente después de un despegue extraordinario.
Su participación en el año 1979 en el por aquel entonces indispensable “Festival de Rock de Villa de Madrid” llamaría la atención de una discográfica que les ofrecería grabar un sencillo y, dependiendo de como funcionara, la publicación de su primer álbum. Lo cierto es que ese disco vería finalmene la luz ya que en el año 1980 ese sencillo se convertiría en una de las canciones más escuchadas, radiadas, tarareadas y conocidas de aquel año.
La canción en cuestión llevaría el título de “Sin Dinero” y cautivaría al público de manera inmediata. Un contundente sonido con unos músicos que tocaban bastante mejor que la mayoría de los grupos de “La Movida” y la personalidad y forma de cantar de su vocalista nos dejarían un momento inolvidable con aquel estribillo tantas veces recitado: “sin dinero, ya no hay rock & roll … que palo, que palo”.
El gran pecado de May García, Alberto Parra, Miguel Ángel Guillermo y Celestino Charro, miembros del grupo, fue que cuando lograron por fin ser de la partida estaban muy cerca de cumplir los 30, algo que era un auténtico pecado para los artistas y el publico de “La Movida” que los veían como unos auténticos carcas. A pesar de que aguantaría un poco más el tirón y llegarían a publicar un segund álbum su suerte estaba echada y acabaron siendo triturados, desapareciendo de la circulación.
NOVEDAD
Uno de los grupos más importantes de nuestro país, en mi modesto entender, acaban de publicar un nuevo disco. El último trabajo de “Elefantes” lleva el título de “La Primera Luz del Día” y como siempre suena a pop del bueno, del de toda la vida, del que ya nadie se atreve a hacer porque no vende. Afortunadamente ellos si se atreven.
La música que han ofrecido a lo largo de su carrera “Elefantes” ha tenido siempre como prinicipal seña de identidad la calidad tanto de su sonido como de sus letras, sin olvidar la grandísima puesta en escena que ofrece siempre su cantante y líder indiscutible, el imprescindible Shuarma.
La experiencia les ha hecho ir puliendo cada vez más su estilo y sus discos se escuchan con gran facilidad. Los arreglos son espectaculares y la manera de tocar del grupo irradia profesionalidad y calidad por los cuatro costados en este “La Primera Luz del Día” que está de estreno y supone un soplo de aire fresco en contraprestación a los bodrios que se publican por ahí.
Se trata de un disco vital y optimista que habla de las cosas que nos suceden a todos cada día, sonando con una aplastante naturalidad que le dan un aire especial. Una de las canciones más destacadas es sin duda alguna “Cada Vez”, en la que cada uno de los miembros del grupo brilla en su parcela. Como siempre la música suena de manera excepcional y su letra nos dice cosas tan especiales como “cada vez que alguien camina un camino, cada vez da una nueva pista al destino”. Disco muy recomendable para cerrar el número de “La Graminola” de hoy.
Con música tan excepcional da gusto cerrar la revista. En una semana, más. Hasta entonces, Graminoleños.
JUAN JOSÉ GOMARIZ