Revista Música

La graminola – número 21 – 19 de abril de 2018

Publicado el 18 abril 2018 por Perendengon

LA GRAMINOLA – NÚMERO 21 – 19 DE ABRIL DE 2018

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Ya sabéis que la base de la revista es dar un pequeño repaso con las novedades que presentaban las listas de éxitos que he ido confeccionando desde hace cincuenta años. Cada nuevo número empezamos por la lista actual de cada semana y a continuación seguimos viajando hasta las listas de hace 50, 40, 30, 20 y 10 años. Todos los éxitos de la música desde el año 1967 irán apareciendo por aquí.

Junto a las listas distintas secciones a cada cual más recomendable. En “Los Pioneros” rememoramos la música y los artistas que inspiraron a todos los que vinieron después. Nuestro póster, a doble página en el centro desmenuza cada semana un disco que fue, es y será muy grande. En la sección “También es Música” le damos cabida a esas canciones y esos artistas que a su manera también han tenido protagonismo, en muchas ocasiones de manera inesperada. Y la contraportada es el colofón con noticias de actualidad musical, efemérides y música en directo.

Echándole un vistazo a la portada de cada día os podéis hacer una idea del contenido de la revista. Junto a cada fotografía hay un texto que contiene un link que te lleva directamente a la página en cuestión, pero yo os recomiendo ir por orden, ir leyendo desde el principio al final porque la música lo merece. Y recordad que siempre estaré abierto a cualquier crítica, consejo, sugerencia o petición que vosotros, Graminoleños, me hagáis.

NUESTRA PORTADA

LA GRAMINOLA – NÚMERO 21 – 19 DE ABRIL DE 2018

Semana intensa y sensual para la lista de actualidad con dos entradas sin ritmos latinos. Por un lado la contundencia de Imagine Dragons y por otra la sensualidad de un tema incluído en la banda sonora de “50 Sombras Liberadas”. Esto es otra cosa.

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Durante las cuatro próximas semanas hacemos justicia con uno de los grupos que merecen con creces el calificativo de “pioneros”. Nos haremos eco de algunas de las canciones que publicaron con anterioridad al momento en que empezó a confeccionarse la lista graminoleña. Para empezar desustaremos tres temas de su álbum de debut. The Beatles forever.

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La lista de los 60 nos trae hoy tres canciones con el denominador común de ser artistas españoles aunque con diversos matices en cuanto al idioma, como Los Bravos. Mejor lo escucháis y lo leéis para entender lo que os digo.

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Los 70 vienen cargados de contrastes. De un lado el romanticismo de Sandro Giacobbe y de otro la marcha discotequera del auténtico fenómeno de la música disco de finales de los 70, Bee Gees y su fiebre del sábado noche.

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El póster central de esta semana lo protagoniza El Último de la Fila con su álbum de debut. Un disco innovador, único y original que serviría para ponerles en circulación antes de que se convirtieran en uno de los mejores grupos de la música española. Nadie hacía música como la suya y ellos supieron explotarlo.

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Cuando digo que la década de los 80 fue insuperable es por algo. ¿Hay alguien que pueda mejorar un póquer de ases como Sting, que asalta el número 1, Terence Trent D’Arby, George Michael y Cómplices? Pues ellos son los protagonistas de la lista ochentera de esta semana. Ya os digo, ninguna década ha sido tan espectacular y mágica como la de los 80.

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No hay semana en la que el cine no sea protagonista. La única novedad de la lista de los 90 llega con el tema central de una aclamada película con la voz de Celine Dion.

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Muy buena música para cerrar el repaso de las listas graminoleñas con la del nuevo milenio. Calidad a raudales de la mano de OneRepublic y de Duffy, ambos debutantes en estos menesteres con dos grandísimas canciones.

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La sección de “También es Música” está protagonizada en exclusiva por una orquesta muy peculiar que puso de moda en los 80 la música de los 40 y los 50. Ellos eran La Radio Topolino Orquesta y durante unos pocos años alcanzaron gran popularidad con canciones bastante sencillitas que en sus tiempos volvieron locos a nuestros abuelos.

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No es un adiós, sino un hasta pronto. No os podéis perder una contraportada de lujo que trae … Mejor lo comprobáis vosotros mismos.

LA LISTA DE LA GRAMINOLA

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No os lo váis a creer, pero la lista de actualidad de “La Graminola” esta semana no engorda las arcas repletas de reggaetón, ya que las dos nuevas entradas que presenta son canciones muy alejadas de este estilo, afortunadamente. Una de ellas viene de la mano del cine y la otra de uno de los grupos emergentes más interesantes de los últimos tiempos. Así pues, vamos con ellas con mayor ánimo que en otras ocasiones.

La primera de ellas nos la trae un dúo de intérpretes ingleses que han puesto voz a uno de los temas incluidos en la banda sonora de la tercera entrega cinematográfica de la saga de “50 Sombras de Grey”, por lo que podemos imaginarnos que se trata de una balada, cercana a un medio tiempo diría yo, con una sensual letra y llena de glamour. Sus responsables son Lyam Payne, debutante en nuestra lista, y Rita Ora, más veterana en estas lides ademas de aparecer en las películas de la saga interpretando el papel de la hermana del protagonista. Todo queda en casa.

De lo que no cabe ninguna duda es de que formar parte de la banda sonora de esta saga filmográfica es sinónimo de éxito musicalmente hablando, porque son numerosas las canciones que han logrado entrar en nuestra lista después de sonar en algún momento de las tres películas que la componen. Seguiremos de cerca cuales son sus resultados en las próximas semanas, pero tiene pinta de que nos van a acompañar durante bastante tiempo.

La segunda entrada de la semana nos llega desde los Estados Unidos de la mano de un grupo que acaba de pasar por nuestro país ofreciendo dos grandísimos conciertos en Madrid y Barcelona en los que han dado muestra de que su espectáculo es uno de los mejores que puede verse en la actualidad. Me estoy refiriendo a Imagine Dragons.

Desde hace unos años son uno de esos grupos que va creciendo pasito a pasito y tiene pinta de convertirse en una de las bandas de referencia en los próximos años. Desde el pasado sábado día 15 de abril nos acompañan en la lista graminoleña de actualidad con el tercer sencillo de su último disco, “Evolve”. Se trata de “Whatever it Takes”, una canción con la habitual contundencia en cuanto a sonido que les caracteriza y que viene acompañada, como siempre, de un espectacular videoclip, en esta ocasión pasado por agua. Algún día toda la música se hará de esta manera (o eso espero).

LOS PIONEROS

Si le dedicas cada semana una sección de tu revista a los pioneros de la música, a esos genios que inspiraron a los que llegarón después, es obligado que tarde o temprano te hagas eco de uno de los grupos de mayor influencia en el mundo de la música moderna. Un grupo que sea el cual sea el estilo de música que te guste siempre va a estar presente en sus tonos, en sus compases, en su manera de componer y tocar. Ese grupo no es otro que “The Beatles” y ya estaban tardando en aparecer en este apartado de “La Graminola”, porque en estos últimos cinco meses sus canciones han pasado por aquí en muchas ocasiones.

Ya os he comentado en alguna ocasión que las listas graminoleñas empezaron a confeccionarse a finales del año 1966, por lo que la música que triunfó en los años anteriores a esa fecha no irán apareciendo en el repaso que le dedicamos cada semana. Entre estas composiciones que se quedan fuera se encuentran las pertenecientes a los cuatro primeros discos de los chicos de Liverpool, por lo que vamos a matar dos pájaros de un tiro durante las cuatro próximas semanas, de tal modo que la sección de “Los Pioneros” de los cuatro próximos números estará dedicada a esos cuatro primeros álbumes y cada semana podremos deleitarnos con tres de las canciones que formaban parte de ellos. Fueron juez y parte, fueron pioneros y triunfadores y durante algún tiempo, los auténticos amos del cotarro.

Como no puede ser de otra manera, vamos a empezar por el principio, con el álbum que supuso su puesta en escena, con su carta de presentación, con el disco con lo que empezó absolutamente todo: “Please Please Me”.

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Cuando en el año 1962 irrumpieron en el panorama musical internacional, a pesar de que de inmediato muchos se dieron cuenta del potencial que tenían, muy pocos podían pensar que cuatro muchachos llamados John Lennon, Paul McCartney, George Harrison y Ringo Starr fueran a convertirse con el paso de los años en el mayor grupo de la historia de la música y en una clara influencia en la música de años venideros. Con The Beatles la música dio un salto espectacular no solamente en lo que a sonido se refiere sino también en el aspecto mediático. Lennon dijo un día que eran más famosos que Jesucristo y esa afirmación está cerca de la realidad.

Desde el primer momento se pudo comprobar que la voz cantante y el auténtico talento recaía en la pareja Lennon-McCartney pero de lo que no cabe ninguna duda es de que nada habría sido igual sin la aportación de George y Ringo. Su primer disco aparecería en el mercado en el año 1962 bajo el título de “Please Please Me” y de inmediato dejó patente de que algo estaba pasando. Vamos con tres de sus canciones, con tres de los grandes clásicos de esos auténticos pioneros que fueron “The Beatles”.

LOVE ME DO

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En mi modesta opinión, nunca se le ha reconcido a esta canción el verdadero mérito y la importancia que realmente tuvo. Lo que vino después fue arrasando prácticamente todo y conviertiéndoles en un fenómeno de masas, por lo que las canciones de su primer álbum quedaron en una especie de segundo plano, aunque este “Love Me Do” puede considerarse como fundamental, ya que fue el primer sencillo que publicarían en su carrera y si no hubiera llamado la atención como lo hizo quien sabe si hubiesen sido capaces de ser lo que llegaron a ser.

Este tema fue compuesto por McCartney, auque como sería habitual en los créditos aparecería como propiedad de Lennon y McCartney. La parte vocal corresponde a ambos al unísono con algunos coros de Harrison y la parte en la que se produce un solo vocal corre a cargo de Paul, aunque incialmente se había pensado que fuera John el que la llevara a cabo. Los tonos bajos que había que lograr al pronunciar “Love Me Do” eran poco adecuados para la voz de Lennon, motivo por el cual se tomó esta decisión.

El sonido inicial a base de las notas de una armónica tocada por John es parte de la historia de la música con unos compases inconfundibles que además le dan un toque de blues a toda la canción. Se trataba de un inicio espectacular que no era más que el anuncio de la llegada de cuatro jóvenes veinteañeros que iban a cambiar el mundo de la música de arriba a abajo.

La grabación de esta canción en el estudio tuvo sus “problemillas”, ya que no acababan de cogerle el tono que ellos querían en lo que respectaba a la batería. Por este motivo hasta tres baterías distintos formarían parte de la grabación y la elección final sería fundamental para la definitiva formación del grupo. Os lo cuento.

En un primer momento sería Pete Best el batería que la grabaría. Al principio fue él estaba considerado como miembro de pleno derecho del grupo, pero fue despedido por su falta de compromiso con sus compañeros. Posteriormente sería grabada con Ringo Starr, pero en un primer momento no gustó demasiado el resultado, por lo que un tercer batería llamado Andy White tambíen la grabaría junto al resto de la banda. Finalmente la versión que se incluiría en el álbum sería la protagonizada por Ringo y de esta manera se convirtió en el batería oficial de The Beatles.

PLEASE PLEASE ME

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Con “Love Me Do” se pusieron en circulación y consiguieron su primer éxito en su país y extendieron sus tentáculos en Europa, pero quedaba lo más difícil, conquistar al público norteamericano y esto les iba a costar todavía algún tiempo, aunque el segundo sencillo de su carrera se convertiría en su primer número uno en Estados Unidos aunque no lo lograrían de manera inmediata.

Se trata de “Please Please Me”, primer sencillo en aparecer en Estados Unidos con unas premisas bastante parecidas a las de “Love Me Do” en cuanto a ese peculiar estilo marcado por el sonido de la armónica. Sin embargo, para que este tema viera finalmene la luz tuvo que ser modificado en profundidad, ya que la versión original fue considerada demasiado lenta y de poco encanto para el público en general. Los cambios serían fundamentales para que calaran en el mercado del otro lado del Atlántico.

La grabación de esta canción fue larga ya que la transformación fue rotunda y paulatina, hasta dejar un sonido reconocible y lo suficientemente rockero como para lograr el éxito. Lo curioso del caso es que en un primer momento el público norteamericano la aceptó pero sin gran entusiasmo, obteniendo unos resultados de ventas bastante discretos. Sin embargo, con la aparición de sus siguientes discos y la irrupción del fenómeno “Beatle”, sería reeditada en Estados Unidos en el año 1964 y entonces se convertiría en el primer número uno de su carrera en aquellas tierras. Tardaron en darse cuenta pero cuando lo hicieron ya no dejaron de aclamarles.

Para cerrar la sección de “Los Pioneros” del día de hoy, primera de las cuatro que van a ir dedicadas a The Beatles, vamos con otro de sus clásicos, con el que lograrían un tremendo éxito de manera inesperada gracias a la versión que de este tema realizaban en directo. Era la canción con la que cerraban todos y cada uno de sus conciertos en sus primeros tiempos. Simplemente espectacular.

TWIST AND SHOUT

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Cuando se encerraron en el estudio con el objeto de grabar este primer disco, su sello discográfico quiso que entre las canciones que lo integraran se incluyeran unas cuantas versiones de temas de otros artistas, algo bastante recurrente en aquella época. Sin embargo ellos se negaron tajantemente a hacerlo ya que estaban convencidos de su potencial y lo que querían era que fuese un disco propio, con sus señas de identidas y sin marcas de otros artistas de ningún tipo. Finalmente se saldrían con la suya aunque con una excepción, una maravillosa excepción, diría yo.

La canción en cuestión había sido compuesta por Phil Medley y Bert Russell y grabada inicialmente por el brupo The Top Notes. Su título era “Shake it up, Baby”, frase que se repetía una y otra vez en su letra. De algún modo se verían obligados a incorporarla al disco y no tuvieron más remedio que grabarla, siendo el último tema que aparece en éste su álbum de debut. En un principio, al ir al final del disco, puede parecer que se trataba de un simple relleno, aunque la realidad iba a ser muy distinta.

Ellos le darían un aire distinto a esta composición y la cambiarían hasta el título que pasaría a ser “Twist And Shout”. Se dieron cuenta de que encajaba a la perfección para ser una especie de broche final en sus actuaciones en vivo, por lo que fue la elegida para cerrar todos y cada uno de los conciertos que ofrecían, algo que el público celebraba con entusiasmo, ya que la intensidad y el ritmo de esta canción era ideal para cerrar una gran velada. Desde ese momento esta canción se convertiría prácticamente en propiedad de “The Beatles” y en uno de sus grandes clásicos.

Siempre he pensado que esta canción tiene una magia especial. Me encanta su ritmo, su intensidad y esos coros que George y Paul le hacen a John. Fueron grandes desde el primer momento y unos auténticos “Pioneros” que la semana que viene nos dejaran en esta misma sección más canciones de sus primeros tiempos. Que no falte nadie.

LISTA DE LOS AÑOS 60

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Empezamos ese mágico viaje a través del tiempo que realizamos cada semana utilizando la música como hilo condúctor. El objetivo de “La Graminola” es el de disfrutar de cualquier tipo de música y para ello vamos repasando la actualidad musical de los últimos 50 años. Así pues nos trasladamos hasta el 14 de abril de 1968 para escuchar hasta tres canciones que entraban en ese momento en la lista graminoleña. Tres canciones con el denominador común del idioma: el español.

Hace una semanas ya pasaron por aquí Pic-Nic, un grupo liderado por una jovencita de 15 años que tuvo poco recorrido precisamente por la corta edad de la vocalista, ya que su madre no le permitió seguir en el mundillo de la música hasta que adquiriera la mayoría de edad. Esa joven, casi una niña todavía, no era otra que Jeanette y hasta que años después iniciaria su carrera en solitario tuvo tiempo de dejarnos algunas canciones dignas de mención al frente de este grupo.

Semanas atrás nos hacíamos eco de la entrada en la lista del que fue su tema más representativo, aquella preciosa balada titulada “Cállate Niña”. Pues bien, aquel 14 de abril colocaban en nuestro ránking un nuevo tema con unos parámetros muy parecidos, es decir, una balada romántica adornada por la dulce voz de la propia Jeanette.

La canción en cuestión llevaba el título de “Amanecer” y aparecería incluso en una película protagonizada por un dúo de gemelas muy popular en aquella época que se hacían llamar artísticamente Pili y Mili, aunque su éxito no llegaría por este motivo sino por el encanto que producía en el público español la voz de la cantante. Sus resultados fueron bastantes buenos en nuestra clasificación particular ya que permanecería en lista durante 35 semanas para alcanzar el puesto número 8.

La segunda entrada de la semana tenía ciertas similitudes con la que acabamos de ver y escuchar, no en cuanto a estilo, claro está, sino porque también está relacionada con el mundo del cine. En aquellos tiempos era bastante habitual que cuando algún artista, en este caso concreto un grupo, adquiría un considerable éxito terminasen rodando alguna película como protagonistas. En estos menesteres, Los Bravos lo hicieron en varias ocasiones.

Este grupo es uno de esos casos en los que la figura de su vocalista y líder indiscutible termina por tragarse al resto de la banda. La calidad vocal del alemán Mike Kennedy eclipsaba totalmente al resto de sus compañeros hasta el punto de que llegó a decirse que ellos no formaban parte de las grabaciones de sus discos sino que eran músicos de estudio los que acompañaban a la voz de Mike. Este extremo está acreditado en la grabación de su éxito más representatito como es el mítico “Black is Black”, una de las mejores canciones de la historia del pop español. Se marcharon a grabarla a Londres y el único miembro del grupo que participaría en la grabación sería el cantante, pero en el resto de las ocasiones no queda claro este extremo.

Aquel año 1968 estrenaban una película titulada “Dame Un Poco de Amor” en la que se incluía la canción que colocaban en lista, este “Como a Nadie Más” que nos acompañaría durante 11 semanas para alcanzar únicamente el puesto 35. Aunque seguían siendo uno de los grupos más aclamados de nuestro país ya empezaban a bajar sus registros y no mucho tiempo después se produciría su disolución y el inicio de una exitosa carrera en solitario por parte de Mike Kennedy. Por cierto, no tiene desperdicio verlos vestidos de toreros en el videoclip.

Vamos ya con la tercera y última entrada que presentaba la lista del 14 de abril de 1968. Nos llega de la mano de uno de nuestros mejores cantautores de siempre y su historia ya os la conté hace algo menos de un mes con motivo de la entrada de otros dos temas suyos. Una historia que además está de actualidad en estos días porque se acaban de cumpilr 50 años del final feliz que tendría todo este asunto.

Me estoy refiriendo al famoso “La La La” en la versión de Joan Manuel Serrat, que entraba en la lista graminoleña para acompañarnos durante 27 semanas y llegar al puesto 12 como mejor registro. Os recuerdo brevemente una historia que conocéis al dedillo. Él fue el elegido para defender este tema en el festival de Eurovisión de aquel año 1968 pero cuando todo estaba preparado para que así fuera impuso la condición de que lo haría si le dejaban interpretarlo en catalán. Como era de esperar el permiso no le sería concedido y finalmente sería Massiel la elegida con los resultados que todos sabemos, la primera victoria de España en dicho festival.

Ya os aviso que en un par de semanas volveremos sobre el tema ya que, como no podía ser de otra manera, la versión fetén, la de Massiel también formaría parte de nuestra lista durante algún tiempo. Hasta entonces seguimos repasando las listas de otras décadas.

LISTA DE LOS AÑOS 70

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Nos situamos ya en los años 70, mas concretamente en el 15 de abril de 1978, para degustar las dos nuevas entradas que registraba la lista graminoleña de aquel día. Son dos canciones que forman parte de dos de los estilos musicales que más triunfaron durante aquella época: la música italiana y la música disco. Empezarmos con la del país transalpino pero ya os aviso que la que está relacionada con la música disco es un auténtico “boom”.

Durante los años 70 recibiríamos una auténtica invasión de músicos italianos que a base de canciones románticas y una manera de interpretar bastante similar cosecharon éxito tras éxito. Como éste era tan grande y el mercado discográfico español se les abría de par en par, tomaron la costumbre de publicar cada uno de sus discos y cada uno de sus sencillos también en nuestro idioma, acercándoles todavía más al público español.

Todos estos artistas italianos estaban cortados por el mismo patrón. Solían ser guaperas, cantaban susurrando o con la voz rota, sus canciones siempre eran baladas y en la mayoría de las ocasiones contaban con letras lacrimógenas. A base de repetir esta fórmula coparon nuestra lista introduciendo en ella canción tras canción, entre las que se encuentra la que viene a continuación.

Esa semana de abril de 1978 nos visitaba uno de los más representativos de este estilo, Sandro Giacobbe, que colocaba en nuestra lista un tema titulado “Niña”, que aunque consecharía algo de éxito tendría una menor repercusión que sus canciones más míticas, entre la que se encuentra la famosa “El Jardín Prohibido”. Sus resultados graminoleños no estarían mal del todo ya que nos acompañaría durante 28 semanas para llegar al top 11.

Con la llegada de los 80, estos “románticos italianos” desaparecerían de la circulación, y aunque la música italiana seguiría teniendo peso en nuestro país con gente como Ramazzotti o Pausini ya no sería como antes. Pasaron de ser uno de los estilos de referencia a prácticamente la nada, siendo muy pocos los que continuarían adelante con cierta repercusión.

La segunda entrada de la semana sería todo un acontecimiento musical, tanto en nuestro país como en todo el mundo. Una canción de un trío que semana a semana nos visita con sus canciones en distintas décadas y que tocarían el cielo logrando su auténtico techo con la música que crearon para la banda sonora de una de las películas musicales más importantes de la historia del cine. Como os estaréis imaginando me estoy refiriendo a Bee Gees y a esa imprescindible película que fue “Saturday Night Fever”.

Cuando les encargaron la composición de los temas que se iban a incluir en la película, ésta no estaba totalmente definida y ni tan siquiera el argumento final quedaba claro, pese a lo cual fueron capaces de crear algunas de las canciones más importantes dentro de la música disco que tanto triunfaba en aquella época. De hecho, con esta banda sonora la música discotequera crecería todavía más entre los gustos del público en general.

La canción que colocaban en lista aquel 15 de abril de 1978 no es otra que “Stayin’ Alive”, el primer gran bombazo de la banda sonora y con la que llegarían al número uno de nuestro lista, acompañándonos durante 48 semanas. Era el inicio de los Bee Gees del falsete, convirtiéndose en los auténticos reyes de la música disco. Un tema mítico donde los haya que inicialmente iba a ser uno más de la banda sonora pero que tuvo que ser publicado como sencillo dado el acogimiento que le dispensó el público en cuanto lo escuchó.

Os tengo que contar dos peculiaridades de esta canción. La primera es que en el videoclip no aparece ninguna escena de la pélicula, recayendo todo el protagonismo sobre los hermanos Gibb, algo llamativo cuando se trata de uno de los temas más destacdados de una banda sonora. La segunda está relacionada con el ritmo que marca la batería en esta canción. Mientras la grababan se quedarían sin batería ya que tendría que ausentarse con motivo del fallecimiento de su padre. Dada la premura del tiempo no pudieron encontrar un sustituto por lo que no tuvieron más remedio que utilizar algunos compases pregrabados que fueron incluídos en la grabación dando como resultado una canción con un ritmo de batería constante que pasaría desapercibido para casi todo el mundo.

EL ÁLBUM DE LA SEMANA

Nuestro póster central de la semana está protagonizado en esta ocasión por un grupo español sin el que sería imposible entender la historia de nuestro pop. Un dúo catalán que se convirtió en uno de esos grupos adorados por el público y aclamados por la crítica. El disco que vamos a disfrutar hoy no es el mejor de su carrera según los críticos pero creo que es fundamental para entender lo que El Último de la Fila iba a ser a partir de ese momento. Se trata de su primer trabajo, un álbum que no tiene desperdicio y que cuando lo escuché por primera vez quedé atrapado totalmente por su sonido.

CUANDO LA POBREZA ENTRA POR LA PUERTA, EL AMOR SALTA POR LA VENTANA

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Hablar de Manolo García y Quimi Portet es hablar de uno de los momentos más destacados de la historia del pop español de finales de los 80 y de todos los 90. La repercusión que terminarían teniendo en el panorama musical español sería excepcional pero es que su música también lo sería, convirtiéndose en uno de los grupos más arriesgados e innovadores cuando irrumpieron en un principio de puntillas en nuestro mercado, allá por el año 1985 con su primer disco.

Lo primero que llama poderosamente la atención es el larguísimo y filosófico título, algo habitual durante toda su carrera. Con él llamaban la atención, pero es que escuchando la música que contenía terminaba atrapándote. Las letras tan peculiares y que decían tantas cosas, la guitarra mágica de Quimi, los sonidos aflamencados de muchas de sus canciones y, sobre todo, la voz, la forma de interpretar y el carisma de Manolo García eran unas virtudes que no tenía absolutamente nadie en nuestro país en aquel momento. Eran un diamante en estado puro que había que saber pulir.

Ambos se conocieron en un grupo llamado “Los Burros” que en su momento no tuvo demasiada trascendencia, pero con el paso del tiempo y aprovechando el tirón de su éxito como dúo, sus canciones han terminando siendo consideradas como de auténtico culto, siendo la más representativa de todas su famosa “Huesos”.

Una de las claves para que se convirtieran en uno de los grupos españoes de aquella época fue sin duda alguna su estilo. Hacían muy buena música, con unas letras muy cuidadas y un sonido pop evidente, pero con unas gotitas bastante llamativas, sobre todo en sus primeros tiempos y en este álbum, de aires de flamenco e incluso música árabe, algo que le daba a sus composiciones un aire especial, era algo único, algo distinto, algo que enganchaba.

Con tan sólo escuchar el primer tema del álbum nos damos cuenta de manera inmediata lo que van a proponernos. Se trata de “Dulces Sueños”, una canción intensa, con un inicio arrollador de tambores y esos arreglos arabescos y aflamencados que se convertirían en su seña de identidad. A todo ello hay que añadirle una letra que contrasta esos sueños que todos tenemos y que pretendemos realizar a lo largo de la vida pero que en un gran número de ocasiones terminan siendo simplemente eso, sueños, dulces sueños.

Su forma de hacer música fue auténticamente innovadora y no solamente por esos arreglos que os comento, sino por la manera de desenvolverse en general. Quimi dominaba el terreno de la guitarra como nadie y era capaz de sacar las mejores notas posibles tanto a la eléctrica como a la acústica permitiéndose incluso alternar ambas en una misma canción. Por su parte, Manolo ofrecía continúas variantes en la inflexión de su voz, capaz de mostrar registros del pop más puro como de ofrecer sus característicos gorgoritos aflamencados. El público tardó un poco en darse cuenta de lo que eran, pero desde este primer disco fueron uno de los grupos más innovadores de nuestro país.

La segunda canción del disco se sumerge precisamente en este terreno. Es la canción más rara de todo el álbum. Una composición con un sonido casi desentonado y unos arreglos imposibles a los que Manolo incorpora su voz prácticamente distorsionada con un tono agudo y superficial con el que resulta complicado hasta entender lo que dice. Se trata de “A Cualquiera Puede Sucederle” y es uno de los signos más evidentes de que no nos encontrábamos ante un grupo cualquiera.

Esta ópera prima tuvo bastante buena aceptación entre el público pero no puede decirse que fuera un éxito rotundo en cuanto a ventas. De hecho en este primer momento obtendrían mayor reconocimiento en lo que se refería a los críticos especializados que entre el público en general. Un tremendo error porque creo que nos encontramos ante uno de los discos más originales que se publicaron en España en la segunda parte de la década de los 80.

Hemos de situarnos en el contexto de que cuando apareció “El Último de la Fila” fue justo en el momento en el que “La Movida” estaba dando sus últimos coletazos y los grupos y solistas españoles estaban empezando a asentarse, a madurar y a moverse por otros derroteros. Lo que quiero decir es que la época del “todo vale” ya había llegado a su fin y cualquier nuevo grupo empezaba a tenerlo más difícil ya que los jóvenes españoles ya no se conformaban con cualquier cosa.

El disco presenta una gran variedad de estilos, arreglos y sonidos diferentes, incluso en una misma canción, pero donde se agarraban con mayor fuerza era en el pop más tradicional. Una de las canciones que más se mueve en ese terreno es “El Monte de las Águilas”, en la que Quimi saca de su guitarra un sonido cercano al de los años 70, sin ningún tipo de artificio, y Manolo muestra esa voz que se haría inconfundible a partir de este momento.

Sin duda alguna, lo que mas atraía al público en estos primeros momentos de su carrera era ese deje aflamencado que mostraban en algunas de sus canciones. Seguían siendo composiciones de pop pero ellos eran capaces de darles la esencia del flamenco tanto con la guitarra española con la que Quimi se lucía una y otra vez y con la manera de cantar de Manolo. Corrieron un claro peligro de que se les encasillara en una especie de “flamenco-pop” o algo parecido, pero sabían moverse a la perfección en estos terrenos y ofrecer distintas notas a cada una de sus canciones que las hacían parecidas y diferentes entre sí al mismo tiempo.

Una de las canciones más representativas de ese sonido cercano al flamenco es sin duda alguna “El Loco de la Calle”, una composición en la que Manolo se luce claramente y que posiblemente sea la que mejor va con su forma de interpretar de todo el disco. En ella Quimi nos ofrece un solo de guitarra española que ya habrían firmado muchos de los guitarristas especializados en la materia. Uno de los mejores temas del disco, sin lugar a dudas.

A continuación llegan los que a mi manera de ver son los dos momentos culiminantes de este disco. Para empezar aparece la canción con la que puede decirse que empezó todo, al menos para mí, ya que además de ser el primer sencillo de su carrera fue la primera canción que yo escuche de ellos y os puedo garantizar que caí de manera inmediata atrapado por ella y me empujó a querer descubrir lo que ofrecía el resto del disco en el que se incluía.

Se trata de la canción que le da título al álbum y lo cierto es que lo tiene todo. Su sonido es el que se asemeja más al que ofrecían cuando formaban parte de su anterior grupo, “Los Burros”, y podría decirse que es una especie de transición entre lo que eran y lo que iban a ser a partir de ese momento. Es una canción formada por varias, ya que son constantes los cambios de ritmo y de sintonía en su estructura con un sonido de esos que te atrapa de principio a fin.

Pero si hay algo que llama la atención poderosamente de esta canción es su letra. Durante toda su trayectoria se caracterizaron por cuidar mucho las cosas que nos querían contar. En ocasiones lo hacían con letras que eran puro sentimiento. En otras lo hacían a base de frases profundas y metafóricas. En algunas otras lo hacían de manera irónica e incluso disparatada. Pues bien, en “Cuando la Pobreza Entra por la Puerta el Amor Salta por la Ventana” muestran las tres vertientes, narrándonos algunas miserias humanas alternando frases profundas con otras que nos sacan alguna que otra sonrisa, todo ello con la voz de un Manolo García con mucho sentimiento. Un auténtico tres en uno. ¿Os he dicho ya que me encanta esta canción?

Me váis a llamar exagerado, pero no me canso de escucharla. Su parte incial instrumental de casi un minuto de duración me parece excepcional y su estructura bien “desestructurada” una auténtica genialidad.

El segundo momento estelar llega a continuación y es el inicio de la parte más reivindicativa del álbum. El Último de la Fila siempre se caracterizaron por comprometerse con muchas causas sociales, colaborando con todo tipo de organizaciones, incluso con los mismísimos “Green Peace”, pero sobre todo se declararon antimilitaristas, lo que les llevaría a escribir algunas letras muy relacionadas con estas creencias, entre ellas la que viene a continuación y que creo que es la mejor canción del disco, la mejor de toda su carrera y una de las mejores de la historia de nuestra música. He dicho.

Me estoy refiriendo a “Querida Milagros”, una descarnada canción cuya letra narra la historia de uno soldado llamado Adrián que se encuentra en el frente de cualquiera de esas estúpidas guerras que tienen lugar en cualquier parte del mundo y le escribe una carta a su novia Milagros contándole las sensaciones tan deprimentes que siente en ese momento. La canción en si es inimitable pero lo desgarrador y triste de su letra es una auténtica joya. Lo dicho, lo mejor de lo mejor, al menos en mi opinión.

En esta misma línea incide otra de las canciones que figuran en este disco, tratando el mismo tema pero desde otra perspectiva. Lo más normal habría sido que ambas hubiesen sido situadas en el álbum una detras de otra, pero no lo hicieron así y sus razones tendrán, aunque yo las voy a desgranar juntas ya que creo que es como mejor se puede comprender cuales eran sus ideas y lo que querían decir con ellas.

Si con “Querida Milagros” nos cuentan lo que siente un soldado in situ en una guerra que tiene un final amargo ya que el pobre de Adrián es encontrado muerto, en “Otra Vez En Casa” cuentan la historia desde el punto de vista del que ha regresado del conflicto bélico de turno y tiene que reencontrarse con su familia, sus amigos y su mujer intentando dejar atrás los horrores que ha padecido. Es la historia del que ha tenido la suerte de regresar y la mala suerte de haber estado allí.

El contraste entre estas dos canciones es evidente aunque ambas traten el mismo tema y se muevan en las aguas del pop sin más artificios. Ambas muestran momentos desgarrados pero mientras “Querida Milagros” se centra en la tragedia del que no lo cuenta, “Otra Vez en Casa” lo hace en el respiro del que ha podido regresar del infierno. Por eso la primera muestra un sonido más oscuro y la segunda otro más alegre.

Lo que está claro es que ese sonido aflamencado que marca gran parte de este su primer larga duración fue lo que más llamó la atención del público, ya que no había nadie en ese momento que hiciera ese tipo de música ni por asomo. Os comentaba antes que haber hecho un disco en el que todas las canciones se movieran en ese terreno habría sido a la larga contraproduciente por ese encasillamiento y porque podrían haberles tachado de “monótonos”, motivo por el cual hay tiempo para distintos estilos dentro del mismo álbum.

Esto ofrece algunos contrastes más que evidentes, siendo la canción que más rompe con el resto de las que forman parte del álbum la titulada “¿Hay Alguien Ahí?, en la que muestran un sonido más intenso y bailable y con la que tontean incluso con el ska o incluso el punk. Es una canción sin más pretensiones que divertir en la que su letra es de lo más sencillo. Sonido distinto y letra menos profunda para mostrarnos todos sus registros.

Este primer disco como “El Último de la Fila” les serviría en gran manera para abandonar un poco el sonido que habían realizado juntos en “Los Burros”, más experimental y original al que era muy complicado ponerle una sola etiqueta. De cualquier modo no podía borrar de un plumazo sus raíces y en este primer álbum todavía se dejaban sentir algunas de sus característica iniciales.

De hecho, una de sus canciones, la penúltima que aparece en este disco, es un antiguo tema que compusieron mientras formaban parte de “Los Burros” y que finalmente fue descartado. Buscando en su particular baúl de los recuerdos se encontraron con este tema y decidieron rescatarlo dándole un pequeño lavado de cara para adaptarlo de alguna manera a lo que quería ofrecer en esta nueva etapa como dúo.

Esta canción lleva el título de “No Hay Dinero Para los Chicos” y aun siendo un tema eminentemente “burro”, una vez pasado por el tamíz de “el último” acaba sonando a más trabajado y menos improvisado. Buena canción.

Llega entonces el momento de cerrar el disco y lo hacen de una manera excepcional, con una canción que a mí me parece simplemente brillante. Una letra preciosa y una interpretación con un grandísimo sentimiento que se ha convertido con el paso del tiempo en uno de sus clásicos y está considerada como una de las mejores canciones de su carrera.

Se trata de “Son Cuatro Días” y es una de las canciones preferidas por muchos otros artistas para realizar su propia versión, por algo será. Ese inicio que dice aquello “Duerme la ciudad y en un lugar oscuro junto al mar está tocando un músico de jazz” es ya todo un himno. Un grandísimo broche de oro para cerrar un magnífico disco.

Está fue su puesta en escena, su carta de presentación y lo cierto es que fue un comienzo espectacular. Poco a poco su popularidad fue creciendo y sus canciones fueron calando en el público, ayudados en gran medida por el espectacular directo que siempre han tenido, sabiendo rodearse de grandísimos músicos de acompañamiento y haciendo vibrar al público con las notas de la guitarra de Quimi y le tremenda puesta en escena de Manolo.

A mí este disco me encanta y espero que a vosotros también os haya gustado. No sé porque me da que algún día no muy lejano puede que el póster central de “La Graminola” vuelva a estar protagonizado por “El Último de la Fila”. Quién sabe.

LISTA DE LOS AÑOS 80

LA GRAMINOLA – NÚMERO 21 – 19 DE ABRIL DE 2018

Afrontamos ya la segunda parte del número de “La Graminola” de hoy y para ello nos situamos en el 17 de abril de 1988 para disfrutar de las tres nuevas entradas que presentaba las lista que se estrenaba aquel día. Tres grandes canciones que nos traen dos solistas de talla internacional y un dúo español de los mejores por aquella época. Vamos que tenemos un repaso de auténtico lujo.

Pero antes vamos a volver a disfrutar de un tema que ya paso por el número 9 de “La Graminola”, con motivo de su entrada en lista. Como os podéis imaginar la causa por la que repite en el día de hoy es porque releva a Michael Jackson y su “Bad” en lo más alto de nuestro ránking musical favorito.

Se trata de “We’ll Be Together” primer sencillo del trabajo más exitoso de Sting en solitario, “Nothing LIke the Sun” que se colocaba ese día en el número uno de la lista con todo merecimiento. Para empezar el repaso ochentero no está mal, pero ya os advierto que el de esta semana es excepcional.

Vayamos ya con las tres entradas en lista, la primera de las cuales es un auténtico lujo. Una canción extraída del álbum de debut de un joven cantante que dejaría a todo el mundo boquiabierto con su capacidad para componer y, sobre todo con su grandísima voz. Un personaje muy particular que no sería capaz de soportar el peso de la fama y terminaría un tanto … como diría yo … enloquecido. Su nombre es “Terence Trent D’Arby”.

Acababa de publicar su primer disco bajo el título de “Introducing the Hardline According Terence Trent D’Arby” y se convirtió en uno de los acontecimientos musicales del año. Su voz tanto a la hora de interpretar temas intensos como tiempos más lentos era de lo mejor que podía escucharse por aquella época y lograría vender lo que no estaba escrito de esa ópera prima, codeándose de manera inmediata con los artistas más grandes del momento.

Quedaría claro desde el primer instante que nos encontrábamos ante uno de los cantantes más prometedores y con mayor proyección. De entrada, el primer sencillo que se extrajo de ese álbum se convertiría en el primer gran éxito de su carrera, llegando al número en prácticamente todo el mundo. Se trata de la excepcional “Sign Your Name”, una balada en la que Terence luce todos sus registros a la hora de cantar. En nuestra lista también rompería con todo ya que llegaría a ocupar el número 1 durante 3 de las 30 semanas que permaneció en ella.

La fama que adquirió en tan poco tiempo y el tremendo éxito de sus primeros trabajos acabarían por desbordarle. Su mente terminaría un tanto trastornada y un buen día del año 2001 dice que recibió la visita de un ángel (se crió en una familia profundamente religiosa) y éste le indico el camino que tenía que seguir para purificar su alma. Desde este instante renegó de su etapa artística como Terence Trent D’Arby y pasó a llamarse Sanand Maytreya, nombre con el que seguiría publicando discos. No solamente cambiaría su nombre sino que también cambiaría su fortuna ya que nunca volvió a ser el mismo y su talento innato terminó despareciendo. Una pena.

Las tres entradas de aquella semana tienen un denominador común: eran canciones extraídas de los primeros discos de cada uno de los artistas que los publicaron, y os puedo decir que fueron tres discos prometedores que no hicieron sino anunciar que detrás de ellos había grandes artistas llamados a dejarnos muy buenos momentos. Vamos ahora con la entrada protagonizada por un dúo español que debutaba en aquel momento.

Teo Cardalda había sido protagonista de la época de “La Movida” formando parte de un maravilloso grupo llamado “Golpes Bajos” fundado por él mismo y un compañero de instituto de un talento descomunal como era Germán Coppini. Sin embargo, ambos entendían la música de manera muy distinta y terminaron por disolver el grupo para iniciar nuevos proyectos. Germán lo haría en solitario, mientras que Teo formaría un nuevo grupo y hay que decir que a nivel de éxito, popularidad y ventas a éste último le fue bastante mejor.

La nueva banda llevaría el nombre de Cómplices y sería completada por su propia mujer, María Monsonís, Tino di Geraldo y Billy Villegas, aunque éstos dos últimos abandonarían el grupo dos años después tras la publicación de su segundo disco, continuando Teo y María su andadura a partir de ese instante como dúo.

Su primer álbum llevaría el título de “Manzanas” y en él se incluía la canción que debutaba aquel día en nuestra lista y que servía como carta de presentación, nunca mejor dicho, ya que su título era “Serás mi Cómplice”, con la que nos acompañarían durante 7 semanas para alcanzar el top 24. Números discretos en principio pero es que lo mejor estaba por venir.

La tercera y última entrada de aquel día seguía unas pautas muy similares a las que acabamos de conocer, es decir, era el primer álbum, en esta ocasión como solista, de un cantante que había formado parte de uno de los dúos más exitosos de los últimos años y que inicicaba una nueva carrera buscando un público más serio. Y bien que lo consiguió.

Junto a Andrew Ridgeley había formado parte de un dúo que había cautivado al público en general pero, sobre todo al femenino más joven convirtiéndose en auténticas estrellas. El grupo al que me refiero son Wham y el artista ya sabréis que es el mismísmo George Michael. Estaba un tanto cansado de que se le encasillara como un chico mono que cantaba canciones románticas y para bailar para el público más joven cuando él sabía que era más, mucho más, algo que iba a demostrar de inmediato.

Acababa de publicar su primer álbum, de título “Faith” y de inmediato demostraría el tremendo artista que realmente era. Con un sonido muy alejado de lo hecho hasta ese instante, más maduro y abierto para un público más amplio, demostraría que realmente Wham lograron lo que lograron gracias a su figura y su talento. El pobre Ridgeley estaba para lo que estaba y punto.

Uno de sus mayores éxitos sería la canción que entraba en nuestra lista aquel 17 de abril, una canción con la que permanecería en ella durante 30 semas para alcanzar como registro más alto el puesto número 2. Un tema que tiene una curiosa historia detrás. Inicialmente había sido compuesto como una canción para bailar, pero un error producido mientras se grababa y se mezclaba el sonido provocó que la percusión no fuera incluída, por lo que de ser un tema para escuchar en la discoteca mientras se meneaba el esqueleto paso a ser una dulce balada. El imprevisto resultado gustó tanto que decidieron dejarlo tal cual y de esta manera “Father Figure” se convertía en el segundo sencillo de éxito de su carrera tras el logrado por “Faith”. Llevaba dos de dos y todavía quedaba muuuuuucho recorrido.

El repaso ochentero de hoy ha sido un tremendo lujo, como habréis podido comprobar, pero lo mejor de todo es que continúa con música igual de espectacular.

LISTA DE LOS AÑOS 90

LA GRAMINOLA – NÚMERO 21 – 19 DE ABRIL DE 2018

Viajamos ahora hasta el año 1998, concretamente hasta el día 19 de abril para centrarnos en la única nueva entrada que se produjo en la lista que se estrenaba ese día. Una canción que fue el tema central de una de las películas más destacadas y taquilleras de ese año y que sonaría incesablemente en radio y televisión. Un auténtico clásico.

La película es nada más y nada menos que “Titanic”, dirigida por James Cameron y protagonizada por Leonardo di Caprio y Kate Winslet, un film que se convirtió de inmediato en uno de los acontecimientos cinematográficos del año y en un clásico de la historia del cine, que aprovechó el desastre del famoso transatlántico para contarnos una ya inolvidable historia de amor.

El tema central de la película, musicalmente hablando, corrió a cargo de Celine Dion, aunque en un primer momento no le convenció demasiado la composición que habían elegido, pese a lo cual grabó una maqueta sin salir en absoluto satisfecha del resultado, negándose a volver a grabarla. Sin embargo en el estudio de grabación le dieron unos cuantos retoques e introdujeron los correspondientes arreglos orquestales que la convirtieron en una de las baladas de mayor éxito de la década de los 90, hasta el punto de alzarse con el Oscar a la mejor canción de aquel año.

El mundo de la música tiene estas casualidades. Una canción cuyo intérprete poco menos que reniega de ella y que finalmente se convierte en uno de los mayores éxitos de su carrera. Es imposible comprender la trayectoria de Celine sin esta espectacular balada que visitaría nuestra lista durante 22 semanas para alcanzar el top 15, unos números muy por debajo de los resultados que realmente obtuvo a nivel internacional.

LISTA DEL NUEVO MILENIO

LA GRAMINOLA – NÚMERO 21 – 19 DE ABRIL DE 2018

Llegamos al final del recorrido de las listas de otros tiempos en el día de hoy con la que se estrenaba el 13 de abril de 2008. Una lista del nuevo milenio que presenta dos nuevas entradas de bastante calidad y que llegan ambas gracias a artistas debutantes pero que conquistarían al público en general con sus respectivos primeros trabajos. Hablo de un grupo estadounidense y de una solista galesa que destacaron sobremanera en aquel año 2008. Empezamos por el grupo que a mí personalmente me encanta.

Se trata de OneRepublic, un grupo que tardó en despegar pero que finalmente consiguió triunfar y convertirse en una de las bandas más prometedoras en aquel momento, convirtiéndose en una auténtica realidad poco después. El responsable principal de la creación de este grupo sería Ryan Tedder, vocalista y auténtico líder del mismo que pese a que desde que empezaron a intentarlo en el año 2003 no encontró nada más que problemas y dificultades, nunca se rindió y siguió peleando hasta que vio publicado su álbum de debut, uno de los discos más destacados de ese año.

Su ópera prima llevaría el título de “Dreaming Out Loud” y bajo la producción de Timbaland lograrían un sonido de calidad que conquistaría a gran parte del público tanto norteamericano como europeo, destacando sobremanera la voz y la manera de cantar de Tedder. Como primer sencillo de este trabajo publicarían “Apologyze” que serviría para ponerlos en circulación y adquirir gran popularidad con unos muy buenos resultados de ventas y críticas. En nuestra particular lista permanecerían deurante 39 semanas para llegar al puesto número 7.

La otra entrada que registraría la lista graminoleña del 13 de abril de 2008 llegaría de la mano de una cantante galesa que se convertiría en una de las artistas más prometedoras en aquel momento, gracias a un sonido especial con toques retro y una interpretación magistral gracias a su capacidad vocal que se sumergía una y otra vez en las aguas del soul. No había nadie en aquel momento que hiciera ese tipo de música y ahora … tampoco.

Su nombre artístico era “Duffy” e irrumpió como un auténtico relámpago en el panorama musical internacional gracias a su álbum de debut titulado “Rockferry”, cuya música cuativaría al público de manera inmediata, convirtiéndose en uno de los acontecimientos musicales más destacados de 2008.

La canción que entraba en lista aquel día era el primer sencillo de este disco cuyo título era “Mercy”, una canción que según contaba ella misma era autobiográfica y hablaba de la libertad sexual. La historia en concreto con estos datos os la imagináis vosotros mismos, yo prefieron no decir nada más. Su manera de cantar y ese sonido cercano a la música de los 60 con grandes tintes de soul la convirtieron en uno de los temas más elogiados por la crítica en aquel momento. Por si fuera poco venía compañada de un videoclip con una ambientación y unas vestimentas bastante retros que le daban un aspecto todavía más atrayente.

El éxito que cosechó en toda Europa con esta canción fue espectacular y España no sería una excepción y nuestra lista tampoco. En esta última nos acompañaría durante nada más y nada menos que 58 semanas llegando a ocupar durante algunas de ellas el puesto más alto. Lo más curioso del caso es que pese a su meteórica ascensión y su grandísimo debut, Duffy unicamente publicaría un segundo álbum dos años después sin que se hayan vuelto a tener noticias suyas. Un auténtico misterio.

TAMBIÉN ES MÚSICA

La sección que habitualmente dedicamos a esas otras maneras de hacer música o a esas otras tendencias más delicadas o especiales hoy va a estar protagonizada por un único grupo de artistas que … Bueno, realmente más que un grupo tendría que hablar de una orquesta porque eso es lo que realmente eran y como se hacían llamar. Sorprenderían a propios y extraños con su aparición en el panorama musical español a principios de los 80 y adquirirían una tremenda popularidad a base de versionar canciones populares de las décadas de los 40 y de los 50. Su nombre era “RAdio Topolino Orquesta”.

Esta orquesta nacería de la mano de Manolo Gas, solista de jazz, director de orquesta y productor de teatro que quiso volver a poner de actualidad algunas de las canciones populares que baiaron y cantaron nuestros abuelos cuando eran jóvenes. Eran canciones de toda la vida, muy conocidas y con el sonido añejo de aquellos tiempos pero actualizadas con un sonido pegadizo y atrayente en gran medida por la imagen y la voz del cantante principal llamado Kin Laría.

Su popularidad sería bastante grande ya que calarían tanto entre el público más “veterano” recordándoles las canciones con las que se criaron musicalmente hablando, así como en el más joven por su originalidad y puesta en escena. Muchas serían las canciones que rescatarían y actualizarían siendo una de ellas la que viene a continuación.

Se trata de un tema que data del año 1941 y que popularizaría algunos años después Jorge Sepúlveda. Su título es “Mi Casita de Papel” e interpetada por Laría con el acompañamiento del resto de la orquesta se convetiría en una de las canciones del verano del año 1981. Sonido retro total.

No era solamente su sonido el que rezumaba al aroma de los 40 y los 50, sino que también su estética recordaba aquellos tiempos. Vestián de la misma manera que vestían aquellas grandes orquestas que en esas dos décadas pusieron a bailar a todo el mundo. De esta manera la Radio Topolino Orquesta no solamente sería reconocible por sus canciones sino que también lo sería por su indumentaria.

Se atrevieron con cualquier clásico de la época sin excepción alguna, pero por atreverse lo hicieron hasta con alguna que otra canción infantil. Una de ellas contaba la historia de una vaca muy saldada que era capaz de dar leche merengada y que de su mano sería cantada y tarareada más de cuarenta años después. Me estoy refiriendo a la famosa “La Vaca Lechera”. Pido disculpas por adelantado por el videoclip que os pongo, pero es que no he encontrado nada más decente.

Pero si hay una canción por la que esta orquesta es reconocida, si hay un tema que logró un éxito casi desorbitado y la que de inmedianto nos viene a la memoria si hablamos de ellos es la que viene a continuación. Se trata de una canción popular portuguesa que lograría tanto éxito en el país vecino que de manera inmediata cruzaría la frontera para abrirse camino también en nuestro país.

Esta canción data del año 1940 y fue puesta de moda por la gran Amalia Rodrigues. Su título es “El Tiro Liro” y tiene hasta su propia coreografía. Con un sonido cercano al charlestón, una letra pegadiza y un estribillo imposible de olvidar volvería a ponerse de moda en los ochenta gracias a la orquesta que está protagonizando esta sección en el día de hoy. Eso sí, ellos adaptaron la letra a aquel momento porque hablan en ella hasta de naranjito, que en los años 40 evidentemente todavía no había nacido.

Para que no os perdáis ellos ya os marcan el camino: “arriba con el tiro liro liro liro, abajo con el tiro liro lero”.

Como hemos podido comprobar en el día de hoy, de la manera más tonta, de la manera casi yo diría más ingenua puedes conseguir un rotundo éxito. Ellos apostaron por volver a poner de actualidad canciones populares con el sonido de siempre pero algo modernizado y dieron en la diana. Eso sí, ellos sabían que su recorrido tampoco iba a ser muy largo, como así fue, pero mientras tanto dirían aquello de “que nos quiten lo bailao”.

LA ÚLTIMA DE LA GRAMINOLA

La contraportada del número de hoy ya está aquí. Hemos disfrutado de buena música y de interesentes historias y ahora cerramos el “garito”, pero solamente por siete días, con las tres últimas canciones. Tres temas que nos harán rememorar algún acontecimiento , recordar la música española de sus mejores tiempos y adentrarnos en un nuevo disco recién salido del horno. Sin más dilación vamos con ellas.

EFEMÉRIDE

LA GRAMINOLA – NÚMERO 21 – 19 DE ABRIL DE 2018

Greg Ham, el que fuera saxofonista de los australianos Men At Work falleciá el 19 de abril de 2012. Desde aquí recordamos su música y rendimos y pequeño y merecido homenaje.

Men At Work lograron gran popularidad y mucho éxito en sus primeros años de carrera cuando surgieron desde su Australia natal en el año 1981 con un álbum de debut que vendió todo lo vendible en su país y que también obtendría buenos resultados en el resto del mundo.

Un joven llamado Colin Hay creo el grupo en el año 1978 tras regresar de Escocia donde aprendió a tocar todos los instrumentos ya que su padre regentaba una tienda de instrumentos musicales en Glasgow. Él era el vocalista y auténtico líder de la banda pero el salto de calidad definitivo llegaría tres años después con la llegada de Greg Ham, un virtuoso saxofonista y flautista que también sabía tocar los teclados.

En el año 1981 publicarían su primer sencillo como anticipo del que iba a ser su primer álbum titulado “Business As Ussual” y con el lograrían un tremendo éxito en su país natal en un principio y en Estados Unidos a continuación. Poco después este tema llegaría también al número uno en el Reino Unido y terminaría triunfando en toda Europa.

La canción en cuestión es “Who Can It Be Now?”, la canción más representativa de su carrera, en la que Ham muestra todo su talento con el saxo acompañado de la original e inconfundible voz de Hay. Una grandísima canción, con la que queremos recordar al saxofonista fallecido tal día como hoy del año 2012.

LA EDAD DE ORO DE LA MÚSICA ESPAÑOLA

LA GRAMINOLA – NÚMERO 21 – 19 DE ABRIL DE 2018

Únicamente publicaron un álbum y de ellos solamente se recuerda una canción, pero fueron el precedente a uno de los grupos tecno españoles más destacados de la historia y con su imagen y su forma de hacer música no dejaron indiferentes a nadie.  Estoy hablando de Greta que nos acompañan hoy para ofrecernos su único tema con algo de repercusión.

En la década de los 80 era tal la variedad de estilos que existían que los grupos que iban irrumpiendo buscaban no solamente ser originales en el sonido sino también en su indumentaria y en su espectáculo. Greta fue uno de esos grupos que intentó impactar con unas actuaciones en directo llenas de guiños teatrales y en la que aparecían mostrando una imagen muy especial vinculada al glam-rock y a la emergente new-wave. La verdad es que a originales y llamativos les ganaban bien pocos.

El fundador del grupo fue Carlos García Vaso, pero su principal atractivo ero Fernando Fama, quien hacía las veces de vocalista y era capaz de cantar con un falsete que si cerrabas los ojos y no sabías quien era provocaba la sensación de que quien cantaba era una mujer. Su momento de gloria les llegaría en el año 1980 con la salida al mercado del único sencillo que publicarían de su álbum de debut. Su título era “Gira, Gira” y con él lograron alcanzar ciertos niveles de popularidad, pero su recorrido fue muy corto. Así que preparaos para abrir bien los oídos y también los ojos para ver sus indumentarias llenas de originalidad y colorido que llamarían mucho la atención en aquella época.

Por cierto, aunque no era miembro del grupo, las labores de teclista correrían a cargo del mismísimo Luis Cobos quien poco después convencería a Carlos García Vaso para que disolviera el grupo e iniciara un nuevo proyecto con Joaquín Montoya para dar cuerpo a un dúo de tecnopop español que se convertiría en auténtica referencia. Acababan de iniciar su andadura “Azul y Negro”.

NOVEDAD

LA GRAMINOLA – NÚMERO 21 – 19 DE ABRIL DE 2018

Uno de los grandes entre los grandes acaba de publicar nuevo disco después de un largo periodo de tiempo sin tener noticias de él. Se trata de David Byrne y a pesar de que los años no pasan en balde demuestra que continúa en forma y que es capaz de ofrecer la buena música que ha ofrecido siempre a lo largo de su carrera tanto en solitario como al frente de los auténticos Talking Heads.

Han pasado 14 largos años desde que David Byrne publicase su último disco en solitario y no voy a tirar del tópico ese que dice “la espera ha merecido la pena”, pero lo cierto es que no nos ha defraudado en absoluto a los que siempre le hemos admirado tanto al frente de Talking Heads como en solitario. Quien tuvo, retuvo, podría decirse y cuando se tiene el talento que el posee cualquiera de sus discos tiene un nivel excepcional.

Por si fuera poco, la producción de “American Utopia” han recaído en la persona de Brian Eno, por lo que con estos mimbres el cesto no podía ser otra cosa que un gran álbum, que muestra un sonido muy ochentero, a mí personalmente me ha recordado mucho a los últimos trabajos con Talking Heads, pero aderezado con un mayor protagonistmo de los teclados y ciertos guiños a la música electrónica que tanto gusta a los jóvenes en la actualidad.

El primer sencillo de este nuevo disco lleva el título de “Everybody’s Coming to My House” y deja bien a las claras que nos encontramos ante un gran trabajo en el que la peculiar voz y la original forma de cantar de Byrne nos enseña que los años no han pasado por él.

Con este auténtico lujazo cerramos el número de “La Graminola” de hoy, pero su engranaje no para porque de manera inmediata me pongo a trabajar en el ejemplar de la semana que viene. La música lo merece.

Hasta entonces, Graminoleños.

JUAN JOSÉ GOMARIZ


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