Revista Música

La graminola – número 63 – 7 de febrero de 2019

Publicado el 06 febrero 2019 por Perendengon

LA GRAMINOLA – NÚMERO 63 – 7 DE FEBRERO DE 2019

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Ya sabéis que la base de la revista es dar un pequeño repaso con las novedades que presentaban las listas de éxitos que he ido confeccionando desde hace cincuenta años. Cada nuevo número empezamos por la lista actual de cada semana y a continuación seguimos viajando hasta las listas de hace 50, 40, 30, 20 y 10 años. Todos los éxitos de la música desde el año 1967 irán apareciendo por aquí.

Junto a las listas distintas secciones a cada cual más recomendable. En “Los Pioneros” rememoramos la música y los artistas que inspiraron a todos los que vinieron después. Nuestro póster, a doble página en el centro desmenuza cada semana un disco que fue, es y será muy grande. En la sección “Comparte Que Algo Queda” disfrutamos de duetos de los de verdad, de grandes momentos compartidos de la múisca. Por último, la contraportada es el auténtico  colofón con noticias de actualidad, efemérides y música española.

Echándole un vistazo a la portada de cada día os podéis hacer una idea del contenido de la revista. Junto a cada fotografía hay un texto que contiene un link que te lleva directamente a la página en cuestión, pero yo os recomiendo ir por orden, ir leyendo desde el principio al final porque la música lo merece. Y recordad que siempre estaré abierto a cualquier crítica, consejo, sugerencia o petición que vosotros, Graminoleños, me hagáis.

NUESTRA PORTADA

LA GRAMINOLA – NÚMERO 63 – 7 DE FEBRERO DE 2019

Aprovechando que esta semana nuestra lista de actualidad no presenta ninguna nueva entrada, os ofrezco un viaje hacia Oxford de donde procede Foals, una banda que hace muy buena música y que este año publica dos nuevos trabajos. Esto sí es música.

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Recuerdo que había una película de los 80 dedicada al mundo del baloncesto que llevaba el título de “Los Blancos No Saben Meterla”. Algo parecido era lo que pensaban los más puristas del blues, que nunca una banda formada por blancos pudiera hacer canciones de calidad de ese estilo. Todo esto cambió cuando aparecieron en escena Canned Heat, los pioneros del número de esta semana.

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La lista de los 60 que repasamos esta semana nos trae dos nuevas entradas protagonizadas ambas por una de las voces más populares y queridas del momento en nuestro país. Ella es Karina y nos trae un 2 X 1.

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Sí, son ellos. La música de los 70 nos trae a un dúo de hermanos que a finales de esa década se convirtieron en uno de los acontecimientos mediáticos del mundo de la música más grandes que jamás se hayan visto por aquí. Auténticos abanderados del “fenómeno fans”, Pedro y Javier, o lo que es lo mismo, Pecos, conquistaron el corazón de todas y cada una de las adolescentes españolas.

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El póster central de “La Graminola” de esta semana se queda en España ya que va a estar protagonizado por la música de uno de los mejores discos que jamás se hayan compuesto, obra del que para muchos es el grupo más importante de la música española de todos los tiempos. Radio Futura sorprendieron a propios y extraños con la magia que irradiaba este “De Un País En Llamas”.

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Seguimos con grupos españoles para reanudar el recorrido de nuestras listas. La de los 80 de esta semana nos ofrece la música de Los Ronaldos y Duncan Dhu. En la variedad está el gusto.

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Eran cinco y no se quebraron la cabeza a la hora de elegir su nombre artístico. Los británicos Five nos traen la única nueva entrada de la lista de los 90 del día de hoy.

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Del último repaso de esta semana a las listas graminoleñas se encargan Anastacia con su espectacular voz y The Script con uno de sus habituales medios tiempos.

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Entre las colaboraciones que nos ofrece “La Graminola” en el número de esta semana destaca sobremanera la que protagonizaron David Bowie y Pet Shop Boys. Cuando la diversidad de talentos afrontan una causa común el resultados no puede ser otro que una gran canción.

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Para despedirnos esta semana nos llega la música de Garth Brooks, Los Sencillos y Dead Can Dance. Está claro que poco más se puede pedir

LA LISTA DE LA GRAMINOLA

LA GRAMINOLA – NÚMERO 63 – 7 DE FEBRERO DE 2019

Por segunda semana consecutiva vamos a tener una revista sin reggaetón. Es tremendo, hasta cuando no vamos a padecer su ritmo cansino lo menciono por aquí, es auténtica obsesión lo que tengo. En fin, que aprovechando la ocasión que se nos brinda os voy a ofrecer un tema recién salido del horno de una banda británica que a mí particularmente me parece de las más interesantes del momento. Se trata de Foals, un grupo que lleva ya diez años haciendo muy buena música.

Se encuentran en un momento de creatividad espectacular, hasta el punto de que este año van a publicar dos nuevos trabajos, aunque realmente se trata del mismo disco. Me explico. Cuando llegó el momento de meterse en el estudio de grabación para elegir las canciones que debían incluirse en su nuevo álbum, se dieron cuenta de que no eran capaces de descartar casi ninguna por lo que tenían material suficiente como para sacar al mercado un disco doble, algo que no terminaba de convencerles. Finalmente han tomado la decisión de publicar una primera parte ahora y una segunda después del verano, para así no cansar al público y dejarles con ganas de más.

Este disco lleva el título de “Everything Not Saved Will Be lost” y en su primera parte, la que ahora aparece en el mercado, nos muestran una música más oscura, sobrecargada y enigmática que nunca. Unas letras repletas de metáforas futuristas y una excepcional puesta en escena nos muestra a unos Foals que se encuentran en ese momento de su carrera en el que o se convirten definitivamente en una banda de referencia y auténticas estrellas o se van diluyendo poco a poco. Vamos, que se la juegan con este ambicioso proyecto.

El sencillo con el que han querido presentar este álbum lleva el título de “Exits” y viene acompañado de un videoclip que nos presenta un paisaje axfisiante y distópico, algo que encaja perfectamente con la música que en él se incluye. Y sí, escuchando esta primera parte te deja con ganas de que llegue el otoño y poder disfrutar de la segunda. Hablaremos pues de nuevo de ellos no tardando mucho.

LOS PIONEROS

La sección pionera de esta semana está protagonizada por un grupo grande entre los grandes que hizo de su peculiar manera de entender e interpretar el blues su razón de existir. En la época en la que se dieron a conocer, el año 1965, no era demasiado habitual que grupos formados por blancos fueran virtuosos del blues, pero ellos cambiarían esta perspectiva en gran medida gracias a un riff de guitarra inconfundible que podría considerarse como una auténtica reliquia de la historia de la música moderna.

Se trata de Canned Heat, una de esas bandas consideradas de culto, con una carrera trepidante e innovadora y cuya manera de tocar sentó cátedra y fue imitada por muchos de los que vinieron después por lo que la etiqueta de pioneros les viene como anillo al dedo. Disfrutemos pues de tres de sus canciones más representativas.

FEIWS HOCKEY BOOGIE

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El grupo fue fundado en el año 1965 por cinco jóvenes que amaban el blues sureño sobre todo el que interpretaba el señor John Lee Hooker. Se trataba de cinco músicos con personalidades totalmente opuestas pero que cuando se ponían a tocar juntos lograban una compenetración total. Todos ellos poseían unos apodos bastante llamativos y las figuras de Alan Wilson, conocido como  “Blind Owl (Búho Ciego)” y de Bob Hite, apodado “The Bear (El Oso)”, destacaban sobre las de sus compañeros Henry Vestine, “Sunflower (Girasol)”, Larry Taylor, “The Mole (El Topo), que procedía de The Monkees, y Frank Cook, el único que no tenía mote posiblemente porque permanecería en el grupo muy poco tiempo.

Tras publicar un primer disco en el que se incluían versiones de grandes clásicos del blues que pasó con más pena que gloria, en el año 1968 llegaría el primer gran momento de su carrera con la aparición en el mercado de su segundo trabajo, con el que iban a conseguir ponerse en escena y convertirse en una de las bandas más aclamadas y populares del momento.

Dos serían las claves para que ese segundo álbum, titulado “Boogie With Canned Heat” lograra una tremenda aceptación entre el público y recibiera unas magníficas críticas de manera generalizada. Por un lado hay que destacar el cambio en la formación en el puesto de batería. Cook iba a ser sustituido por el mexicano Adolfo “Fito” de la Parra que iba a introducir con su manera de tocar una serie de variantes que iban a enriquecer sobremanera la música de su nuevo grupo. Pero sin duda alguna, había otra clave más importante aún para el definitivo salto al estrellato que lograrían con este segundo trabajo.

A partir de ese momento, Canned Heat iban a convertir su música en inconfundible gracias a unos riffs de guitarra que ellos denominarían “boogies” y gracias a ello darían ese salto de calidad que necesitaban. De esta manera, con simplemente oir las primeras notas de cualquiera de sus canciones todo el mundo era capaz de adivinar que se trataba de ellos y tras su actuación en el festival de Monterrey se convertirían en uno de los grupos más aclamados de finales de los 60 y principios de los 70.

Entre las canciones de este álbum,que podría considerarse como la auténtica carta de presentación en sociedad de la música de Canned Heat, una carta que iba a abrirles todas las puertas conducentes al estrellato, yo me quedaría con esta “Fried Hockey Boogie”.

ROLLIN’ AND TUMBLIN’

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Como os comentaba al principio, el primer disco de su carrera fue un álbum de versiones de clásicos del blues. Un disco que no tuvo demasiada repercusión pero en el que daban muestra ya de su talento y virtuosismo a la hora de tocar. Se trataba de eso, de un disco de versiones pero a cada una de ellas fueron capaces de darle su propio toque personal para hacerlas todavía más grandes.

De todas las versiones que realizaron a lo largo de su carrera, mi preferida es la canción que os ofrezco a continuación. Un tema en el que sin abandonar el típico sonido sureño del blues auténtico son capaces de versionarlo de manera que suene fresco y actualizado, consiguiendo un efecto tal que parece que esta canción fuera nueva y no tuviese más de 50 años de antigüedad por aquel entonces.

Se trata de una canción tradicional que ha sido versionada hasta la saciedad y en la que cada uno de los artistas y grupos que la han versionado la han hecho suya de alguna manera al introducir los cambios que han considerado oportunos. De hecho, la letra de esta canción varía considerablemente dependiendo de quien la haya versionado.

Esta canción no es otra que “Rollin’ and Tumblín”, a la que ellos le darían un ritmo trepidante de tal modo que en mi modesta opinión es la mejor que se haya realizado de esta composición y mira que las hay buenas.

ON THE ROAD AGAIN

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Para cerrar este pequeño homenaje que le estamos rindiendo a esta espectacular banda que fueron Canned Heat vamos con la canción más representativa de toda su carrera y que ya ha aparecido en alguna ocasión por las páginas de “La Graminola”. Un tema que además de haberse convertido en un auténtico clásico del blues de los 60 puede considerarse como una de las composiciones más innovadoras de la historia.

Se trata de una de las primeras canciones que compusieron y que dejaron aparcada en un primer momento pero gracias a la llegada a la banda del batería Fito de la Parra decidieron rescatarla, darle un lavado de cara y convertirla en la auténtica piedra angular de su carrera. Una canción con una duración de más de siete minutos y en la que se incluyen solos de guitarra y armónica, además de la utilización de un instrumento tradicional indio llamado tambura que le daría un toque especial y espectacular a esta composición.

Una de las peculiaridades más llamativas de esta canción es que para componerla se basaron en distintos clásicos del blues de todos los tiempos, realizando una especie de medley de todos ellos en un primer momento para poco a poco irle dando cuerpo propio. Como véis no exagero lo más mínimo cuando los califico como grandes innovadores.

El sonido que lograron con esta canción fue tan original que caló de inmediato entre el público. A todo ello hay que unirle la voz en falsete de Alan Wilson que lograría un efecto espectacular con una voz casi distorsionada acompañado de un ritmo frenético y repetitivo en el que los toques psicodélicos se dejan escuchar desde el primer momento. Una auténtica obra de arte titulada “On The Road Again”, un grandísimo clásico entre los clásicos.

Posteriormente llegaría su participación en el festival de Woodstock, en el que ofrecerían una actuación descomunal que les encumbraría definitivamente, convirtiéndose en la principal banda de referencia del blues de aquel momento, hasta el punto de que el mismísmo John Lee Hooker se vería tan atraído por su música que accedería a grabar un mítico álbum con ellos bajo el título de “Hooker N’ Heat”.

El disco conjunto iba a conseguir unos resultados magníficos, pero lamentablemente Alan Wilson no iba a poder disfrutar de ello ya que iba a fallecer en circusntancias un tanto oscuras. El verano de 1970 llegaba a su fin y Canned Heat partían hacia Europa para iniciar una nueva gira. Wilson se sentiría indispuesto y le comunicaría a sus compañeros que no iba a ser de la partida, por lo que el grupo viajó rumbo al Viejo Continente sin la compañía de su carismático amigo.

A la mañana siguiente, la mujer de Bob Hite le encontraría muerto en su cama tras una sobredosis de barbitúricos. Todo apuntaba a un suicidio ya que Wilson estaba sumido en una profunda depresión como consecuencia de que estaba empezando a quedarse ciego, pero las circustancias no fueron demasiado claras ya que nunca se encontró una nota de despedida o algo parecido. Con su desaparición estaba claro que las cosas ya no iban a ser iguales. El resto del grupo continuaría unos cuantos años más en activo obteniendo grandes éxitos pero siempre se notaría la falta de su gran líder.

De lo que no cabe ninguna duda es de que la música de Canned Heat está escrita con letras de oro ya que en su momento fueron unos auténticos revolucionarios del blues y darían origen a todo lo que vendría después. Sus fuentes darían de beber a un sinfín de grupos y artistas para gran regocijo de nuestros oídos.

LISTA DE LOS AÑOS 60

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Iniciamos el repaso a las listas graminoleñas de otras épocas de una manera un tanto atípica esta semana. No es muy habitual que se produzcan dos nuevas entradas en lista y que ambas estén protagonizadas por la misma artista y menos todavía que se trate de la cara A y B de un mismo sencillo. Pues bien, esto es lo que sucedería en la lista que se estrenaba el 3 de febrero de 1969 cuando una de las cantantes más populares y queridas por parte del público de nuestro país protagonizaba esta hazaña.

Se trata de la andaluza María Isabel Llaudes, conocida artísticamente como Karina, quien desde finales de los 60 y durante los primeros años de la década de las 70 se convirtió en una de esas artistas sinónimo de éxito y que contaba con un tremendo cariño por parte del público español. Una cantante que gracias al mundo de la televisión podría iniciar su carrera artística dejándonos un buen puñado de canciones sencillas y poperas al estilo de los 70.

Gracias a su aparición en un spot publicitario se le presentaría la oportunidad de grabar un primer disco y de ahí daría el paso a la televisión para protagonizar uno de los programas más pupulares de TVE durante la década de los 60. Este programa llevaba el título de “Escala en Hi-Fi” y se estrenó en el año 1962. En él aparecían jóvenes y todavía desconocidos cantantes interpretando los éxitos del momento pero en playback y durante su permanencia en antena logró unos grandes resultados de apoyo por parte del público. Junto a ella gente como Mochi o Juan Pardo también hicieron sus pinitos en el mundo del espectáculo.

Su participación en este programa le daría la oportunidad de dedicarse profesionalmente al mundo de la música y está claro que no le iría nada mal ya que era capaz de colocar sus canciones a pares en nuestra lista. La primera de las que entraban a formar parte de la familia graminoleña aquel 3 de febrero de 1969 llevaba el título de “La Fiesta” y nos acompañaría durante 47 semanas para alcanzar el top 2. Grandes números si consideramos que éste era el tema incluido en la cara B.

La cara A de este sencillo es una de las canciones más representativas de la carrera de Karina. Se trata de la versión en castellano de una canción popularizada por el británico Lappy Lee que fue escrita por Albert Hammond y Mick Hazlewood llevando el título inicial de “Little Arrows”.

Una vez pasada por el tamíz de la andaluza, la canción tomaría el título de “Las Flechas del Amor” y en nuestra lista lograría todavía mejores resultados que su cara B al permanecer con nosotros durante 48 semanas y llegar a alcanzar el puesto más alto.

Por cierto, el nombre artístico de Karina lo adopto tras un encuentro en los estudios de Televisión Española con Torrebruno quien la llamó en tono cariñoso “carina”, un calificativo bastante habitual en Italia.

LISTA DE LOS AÑOS 70

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Nos situamos ya en la década de los 70, más concretamente en el 3 de febrero de 1979, momento en el que estrenábamos nueva lista graminoleña en la que se producía una única nueva entrada que nos llegaba de la mano de uno de los fenómenos de masas más grandes que se hayan vivido nunca en nuestro país. Un dúo de hermanos que conquistó el corazón de prácticamente todas las adolescentes de estas tierras y que logró un éxito descomunal durante unos cuantos años hasta que se les acabó la fuerza a mediados de los 80. Estoy hablando de Pecos.

Los hermanos Javier y Pedro Herrero eran dos jóvenes que trabajaban en un taller de reparación de automóviles y que en sus ratos libres se dedicaban a cantar soñando con poder vivir en el futuro de la música. Lo que no podían imaginarse es que iban a convertirse en uno de los acontecimientos musicales más mediáticos de finales de los 70. Su presentación en sociedad llegaría en el año 1978 gracias a Cholo Hurtado, uno de los locutores más populares en aquel momento de Los Cuarenta Principales, quien les iría promocionando debidamente hasta que lograron publicar un sencillo titulado “Esperanzas” con el que lograrían un tremendo éxito, como consecuencia del cual Juan Pardo se ofrecería a producirles su primer larga duración, algo a lo que ellos accedieron de manera inmediata.

Ese disco llevaría el título de “Un Par de Corazones” y en él se incluía el tema que colocaban en nuestra lista aquella semana. Una canción titulada “Acordes” que mostraba todas las señas de identidad que siempre tuvieron: romanticismo, ritmo lento de balada y la mezcla de las voces pronunciadamente aguda de Javier y más grave de Pedro. Con ella nos acompañarían durante 36 semanas y alcanzarían el top 2.

Su carrera se vería interrumpida durante algún tiempo por el cumplimiento del Servicio Militar Obligatorio de los dos hermanos y la mancha que supondría el fallecimiento de una joven en una avalancha que se produjo durante una actuación en directo en el madrileño Parque de Atracciones. Aunque siguieron siendo uno de los dúos mediáticos más importantes durante algunos años más, la llegada de la década de los 80, “La Movida” y las nuevas músicas terminaron por llevárselos por delante como al resto de los artistas involucrados en lo que se dio por denominar “Fenómeno Fans”, a excepción, claro está, del señor Bosé que supo reciclarse a tiempo y convenientemente.

EL ÁLBUM DE LA SEMANA

El póster de “La Graminola” de hoy nos hace viajar en el tiempo hasta el año 1984, pero nos quedamos en esta ocasión en España, ya que sus protagonistas son un grupo que está considerado por muchos como la mejor banda que jamás haya tenido nuestro país. Un grupo que se convirtió en su momento en uno de los abanderados de “La Movida” y que después supo ir evolucionando para sorprender con cada uno de los discos que fue publicando. Me estoy refiriendo a Radio Futura.

Ya sabéis que siempre he dicho que lo de poner la etiqueta de “mejor” siempre es muy relativo, pero en el caso del grupo de los hermanos Auserón y el señor Sierra el porcentaje de personas que piensan de esta manera es tan elevado como para darlo por cierto. Además, el disco que viene a nuestra doble página central esta semana es un álbum descomunal, de una calidad excepcional y que situado en el contexto de la época en la que vio la luz demostró bien a las claras que ellos iban un paso por delante del resto de músicos de nuestro país.

El disco al que me refiero no es otro que “De Un País En Llamas”, un disco que cuando lo escuché por primera vez pensé que si lo hubiese publicado algún grupo inglés o norteamericano se convertiría de inmediato en un clásico de la música internacional. Un disco grandísimo que es de obligada escucha y que “La Graminola” os ofrece hoy de manera gratuita. Que lo disfrutéis.

RADIO FUTURA / DE UN PAÍS EN LLAMAS

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Muchos consideran este disco como una transición del pop modernista y ochentero que mostraron con “La Ley del Mar, La Ley del Desierto” y el mestizaje más absoluto que mostrarían en “La Canción de Juan Perro”, pero en mi modesto entender más que una transición habría que hablar prácticamente de una auténtica revolución, porque el sonido que fueron capaces de ofrecer en “De Un País En Llamas” fue único y les situó como la banda más destacada del panorama musical nacional.

La versatilidad en cuanto a estilos es bastante grande en este álbum, pero se mantiene el denominador común de unos tonos oscuros, casi inquietantes, un sonido contundente y un acercamiento al sonido industrial que grupos como Depeche Mode han utilizado tantas veces durante su carrera, por lo que los efectos sonoros a base de eco, ruidos, golpes y similares hacen acto de presencia durante todo el disco.

Otra de las características principales del disco es la contundencia con la que Enrique Sierra toca en esta ocasión la guitarra, siendo el gran responsable de ese sonido más intenso y casi siniestro. Todas estas circunstancias se pueden comprobar de manera inmediata en el tema que abre el álbum. Se trata de “No Tocarte”, una espectacular composición que ellos mismos calificaron como “un pasodoble a la inversa” y en el que ya aparece el sonido de cencerros y similares. Todo un clásico de nuestra música.

Con este disco dejaban muy atrás esos primeros tiempos en los que mostraban muchas de las pautas de los grupos poperos dirigidos a adolescentes de principios de los 80, aunque cierto es que nos dejaron el himno en el que se convirtió “Enamorado de la Moda Juvenil”. Estaba claro que la idea musical que tenían los hermanos Santiago y Luis Auserón y el excomponente de Kaka de Luxe, Enrique Sierra, no casaba para nada con la que mostraban Herminio Molero y Javier Pérez Grueso, por lo que no es de extrañar que estos dos últimos se bajasen del proyecto de manera casi inmediata. A cambio llegaría la inclusión del batería Carlos Solrac, que le daría un toque de distinción al sonido de sus compañeros, aunque viéndose agobiado por el éxito y queriendo desmarcarse un poco de las ideas que mostraban sus tres amigos decidiría abandonarlos tras la publicación de este magnífico álbum.

Desde el primer momento se pudo comprobar que nos encontrábamos ante algo distinto, evolucionado e innovador. El sonido que por momentos resultaba más que oscuro casi opaco era capaz de envolverlo todo y ese efecto se mantiene de principio a fin en el álbum que si bien no puede considerarse conceptual en sí, sí que es cierto que en cuanto a sus técnicas sonoras va manteniendo una estructura firme aderezada con distintos tipos de arreglos, algo que lo convierten en único.

El primer sencillo del álbum ya nos enseña por donde se va a mover este nuevo trabajo de Radio Futura. El protagonismo de Sierra y de los hermanos Auserón viene a mostrar que el grupo realmente siempre fueron ellos tres y la compenetración que mostraban al interpretar y las grandes facultades imaginativas a la hora de componer de Santiago Auserón, un auténtico genio, eran capaces de fabricar canciones coo “La Ciudad Interior”, el tema publicado como primer sencillo, que muestra una atmósfera axfisiante desde sus primeras notas.

El disco está repleto de guiños a sonidos latinos o africanos, como adelanto de lo que iba a suponer poco después lo que se daría en denominar “mestizaje”, movimiento del cual Radio Futura se convertirían en abanderados y pioneros. Son muchos los ejemplos que nos vamos a ir encontrando en todo el álbum pero si hay una canción en la que se muestra esta tendencia con mayor intensidad es la que llega a continuación.

Es curioso que en un disco que sumerge de manera notoria en el sonido anglosajón de la época, con tendencias de new wave bien marcadas, pueda introducir arreglos sofisticados y exóticos cuya mezcla termina ofreciendo unos resultados tan espectaculares como para que muchos consideren este álbum no ya como uno de los mejores que se hayan hecho en nuestro país sino como uno de los más importantes y trascendentes.

Basta con escuchar ese clásico que es “El Tonto Simón” para darnos cuenta de que todas estas aseveraciones son auténtica realidad. Una canción que unos pueden ponerle la etiqueta de pachanga, de una especie de “Clodomiro el Ñajo” actualizada, pero que con la intensidad de la guitarra de Enrique Sierra y la interpretación de Santiago Auserón adquiere la categoría de gran clásico de la música española.

La elaboración de este disco fue por momentos obsesiva. Ellos ya habían adquirido un estatus bastante elevado y querían hacer algo grande por lo que no escatimaron esfuerzos, algo que provocaría algunas tensiones dentro del grupo que terminarían por pasar factura como os comentaré más adelante. De cualquier manera, el esfuerzo mereció verdaderamente la pena.

Una vez tuvieron terminadas las canciones se trasladaron a Londres, donde grabarían finalmente el disco. Era la primera vez en su carrera en la que se metían en el estudio de grabación para dar cuerpo definitivo a su música sin haber tocado las nuevas canciones juntos con anterioridad, por lo que el nerviosismo era más que evidente. Prueba de la profesionalidad que habían adquirido y la madurez que se había apoderado de ellos sería la magnífica música que se incluiría en este grandísimo álbum que es “De Un País En Llamas”.

El salto de calidad en su música fue más que evidente y esa fusión con otras culturas, ese mestizaje, se apreciaba en cada una de sus canciones, cada una en una vertiente distinta. En el cuarto tema que se incluye en el álbum, uno de los mejores en mi modesta opinión, le llega el turno a los sonidos orientales, adquiriendo cierto exotismo que contrasta sobremanera con el aire axfisiante que emana de esta canción.

Se trata de “En Alas de la Mentira”, una composición con un inicio enigmático y un aire tétrico que poco a poco va subiendo de tono y cuya letra dice cosas tales como “La mentira es algo que se esconde / Para no tener que existir / No hay porque desconfiar / Si la locura ha decidido ya por ti”. Lo dicho, una genialidad.

El calificativo que mejor encaja con este álbum es el de innovador. Con la irrupción de “La Movida” nos habíamos acostumbrado a que prácticamente todo valía y a que los grupos españoles aparecieran y desaparecieran a una velocidad vertiginosa, dejando algunas buenas canciones por el camino para iniciar de inmediato un nuevo proyecto. En un primer instante muchos pensaron que Radio Futura sería uno de esos grupos que se terminaría viendo arrastrado por la corriente, pero con lo que no contaban era con el talento y la gran personalidad del señor Santiago Auserón.

Una de las obsesiones que él tenía era la de fusionar sonidos de distintos estilos con el pop que ellos habían hecho hasta entonces. Los compases africanos, orientales, cubanos o latinos le habían atraído siempre por lo que no era de extrañar que tarde o temprano experimentara con esos sonidos para incluirlos en sus canciones. Si a eso le sumamos que todos se habían convertido en unos artistas más maduros y comprometidos, no puede extrañarnos que “De Un País En Llamas” cogiera el cuerpo que cogió.

En este sentido, hay canciones dentro del álbum que no engañan lo más mínimo. Con leer su título ya sabemos lo que nos van a ofrecer. Una de ellas es “El Viento de África”, una composición que podría considerarse como el inicio de ese mestizaje que poco a poco iría invadiéndonos y que podría haber firmado perfectamente Juan Perro, nombre artístico que adquiriría Santiago Auserón cuando años más ,tarde inició su carrera en solitario tras la disolución de la banda.

A pesar de que con este disco pretendían romper con lo hecho hasta ese instante, sobre todo con la imagen y el sonido que mostraron en su álbum de debut del que ellos siempre renegaron a pesar del tremendo éxito y del espaldarazo que les supuso “Enamorado de la Moda Juvenil”, algo que ya habían logrado en gran medida con “La Ley del Mar, La Ley del Desierto”, es inevitable que haya alguna canción que recuerde de alguna manera a esos primeros tiempos.

En este sentido, llama la atención que con un disco tan trabajado e innovador y con unas letras tan cuidadas se incluya una composición tan sencilla tanto en cuanto a sonido como en lo relativo a su letra, pero es una manera de ofrecer un buen contraste y de demostrar que la renuncia total al pop de siempre no se había producido.

De esta manera, “En el Chino” puede considerarse como la canción más “anómala” del disco, una canción que habría encajado más en su anterior trabajo y que sirve de alguna manera para recordarnos viejos tiempos.

Otra de las claves del éxito de este disco radica en la manera de interpretar de Santiago Auserón. A la hora de cantar era capaz de cambiar de inflexión, de modificar sus registros para dar la impresión de que más que cantar interpretaba como un actor, y dado el carácter filosófico y metafórico de muchas de las letras el efecto que lograba le convertía en único en su especie.

Todo ello contrastaba además con la contundencia con la que Enrique Sierra tocaba la guitarra en esta ocasión. Tras haber ido puliendo de alguna manera su forma de tocar dejando atrás aquellos tiempos en los que sumergido en aquel variopinto grupo que fue Kaka de Luxe en el que prácticamente ninguno de sus miembros sabían tocar y él prácticamente aporreaba la guitarra, en esta ocasión había recuperado la intensidad de antaño pero con una metodología corregida y mejorada.

La comunión que ambos alcanzaron durante la grabación de este disco, no sin continuas correcciones y alguna que otra pequeña disputa, sería otra de las claves para el reconocimiento generalizado de crítica y público. Canciones como “Las Líneas de la Mano”, un tema con una letra casi exotérica, habrían sido impensables en tiempos pasados. Ahora eran toda una realidad.

Muchos pueden pensar que la trayectoria de Radio Futura funcionó siempre como una balsa en aguas tranquilas, aunque la realidad era muy distinta. Como cualquier grupo con inquietudes y ganas de reinventarse, las tensiones entre sus miembros siempre existieron, pero siempre fueron capace de canalizarlas para que cada uno de ellos sacase lo mejor de sí mismos en beneficio del grupo.

Además, tras su aparición meteórica en el panorama musical español tuvieron algunos problemas con su sello discográfico, algo muy recurrente en cualquier banda que se precie. Ellos querían hacer la música que les apetecía y no tenían ningún interés en si eso vendía o no, algo que las discográficas no aceptan bajo ningún concepto. Por este motivo estuvieron un buen tiempo sin grabar un nuevo disco ya que su multinacional llevo a cabo una labor de desprestigio y desgaste que ellos supieron capear debidamente demostrando la pasta de la que estaban hechos.

Durante esa etapa de llamémosle retiro obligado, se dedicaron a componer nuevas canciones, algunas de las cuales las interpretaban en sus actuaciones en directo. Entre esas canciones que compusieron en esa época se encuentra la que viene a continuación, otro de los grandes momentos de este maravilloso disco.

Se trata de una canción que en su momento compuso Santiago Auserón con una marcada estructura de bolero, estilo que le encanta y en el que se desenvuelve a la perfección, a la que poco a poco fueron dándole cuerpo e introduciendo las modificaciones adecuadas para convertirla en otra de esas canciones cálidas y atrayentes. Su título: “Han Caído los Dos”.

La época en la que se publicó este álbum era bastante convulsa. Los conflictos políticos, económicos y sociales tanto a nivel nacional como internacional se sucedían uno tras otro por lo que no es de extrañar que alguna de las letras hablaran de las cosas cotidianas y tuvieran un marcado carácter reivindicativo. La más evidente llega ahora y lo hace con un ritmo trepidante.

Su título ya lo dice todo pero es que además muestra un inicio bastante espectacular con el sonido replicante de unos tambores de guerra que poco a poco van cediendo paso a la guitarra de Sierra y a un Santiago Auserón más enfático que nunca. Su título es “Un Vaso de Agua (Al Enemigo)” y podría considerarse como el himno antibelicista de “De Un País En Llamas”.

Llegamos ya al momento final del disco, al cierre de esta maravillosa creación que nos mostró a unos Radio Futura transformados, innovadores y consolidados como la mejor banda del momento. Como no podía ser de otra manera, el epílogo es sobresaliente con una de las mejores canciones del disco, una especie de eslabón que une lo que han sido hasta ahora y lo que nos iban a mostrar con su siguiente álbum, otro grandísimo disco titulado “La Canción de Juan Perro”.

Si estamos hablando de un disco en el que los primeros atisbos del mestizaje se dejan ver y en el que la fusión de sonidos y estilos es más que evidente, la mejor manera de cerrarlo es con una composición que muestre en estado puro estas variantes. Por un momento hasta nos hacen pensar que han querido dejar lo mejor para el final.

Se trata de una magnífica canción titulada “La Vida en la Frontera” en la que los arreglos de melodías africanas, utilización de cencerros y similares se acompaña con un trepidante ritmo marcado por la guitarra y una parte coral final bastante poco habitual. Un broche de oro a un disco que cambió la forma de entender la música de muchos de nosotros.

Podríamos decir que este álbum fue el principio del salto definitivo al estrellato. A partir de ese instante vendría la fama desmesurada, las giras agotadoras y el continuo desgaste por seguir reiventándose a cada paso lo que originaría algunas tensiones que provocarían la salida del grupo de Solrac, que por cierto su verdadero nombre es Carlos Velázquez,  pasando a ser a partir de ese instante un trío formado por los hermanos Auserón y el señor Sierra. La verdad es que no hacía falta más, ellos tres se bastaban para ser los más grandes.

Os contaré una cosa sobre mi experiencia con este álbum. Nada más salir al mercado lo compré en formato cassette para hacer un regalo. Sin embargo hice trampas y cometí la osadía de escuchar su música antes de regalárselo a la persona correspondiente. Fue tanto el impacto que me causó su música, tanto lo que me atrapó que escuche esa cinta una y otra vez hasta darme cuenta de que ya no podía regalársela a nadie, tenía que ser de mi propiedad. Así que el regalo se fue al traste pero a cambio yo pasé un verano espectacular escuchando el mágico contenido de “De Un País En Llamas”, uno de los discos más innovadores y esenciales que jamás haya hecho una banda española.

LISTA DE LOS AÑOS 80

LA GRAMINOLA – NÚMERO 63 – 7 DE FEBRERO DE 2019

Acabamos de disfrutar en el póster central de hoy de la música de una de las mejores bandas de nuestro país de todos los tiempos y al reanudar el recorrido por las listas graminoleñas de otras épocas vamos a continuar por unos derroteros bastante parecidos ya que al analizar la lista que se estrenaba el 5 de febrero de 1989 nos vamos a encontrar con dos nuevas entradas protagonizadas por otras dos bandas españolas esenciales en el mundo del pop y el rock español. Así que continuamos la subida para que no decaiga el ambiente.

Para abrir boca vamos con una banda divertida hasta decir basta, con un directo contundente y movido y que irrumpieron en el panorama musical español en el año 1987 capitaneados por un joven de tan solamente 16 años de edad que puso patas arriba al pop-rock de nuestro país con unas letras provocadoras alguna de las cuales terminarían por pasarle factura. Estoy hablando de Los Ronaldos, la banda del genuino, peculiar e inimitable Coque Malla.

Su primer sencillo, publicado en el año 1987, originaría una fuerte polémica. Su título era “Sí, Sí, Sí” y con un ritmo a base de rock trepidante vendría acompañado de una letra que decía aquello de “Tendría que besarte, desnudarte, pegarte y luego violarte” que se interpretaría como un canto a la violencia de género y al machismo. En aquel momento ya levantó ampollas pero con el paso de los años la cosa lejos de olvidarse seguiría creciendo hasta el punto de que desde el año 2005 Coque y los suyos tienen prohibido la interpretación en directo de esta canción con esa letra, por lo que cuando la interpretan sobre un escenario siempre se ven obligados a cambiar esa parte. Cosas de la civilización ¿moderna y avanzada?

Con su álbum de debut se pusieron en circulación pero sería en el año 1988, con su segundo larga duración con el que lograrían el éxito definitivo y convertirse en una de las bandas más destacadas del momento. Ese disco llevaría el título de “Saca la Lengua” y aunque mantenía las señas de identidad de su debut si que nos presentaría a un grupo más hecho y un poco más alejado de las polémicas originadas hasta ese instante. Eso sí, las letras seguían siendo mordaces aunque menos hirientes y sus estribillos se convirtieron en auténticos himnos para todos los jóvenes españoles.

Entre las canciones que se incluían en este álbum se encontraba la que entraba en nuestra lista ese día, un tema con un estribillo que caló de inmediato en el público con aquello de “Y por las noches / haremos lo de siempre / porque nos gusta y porque nos divierte”. Efectivamente estoy hablando de “Por las Noches” que nos acompañaría durante 30 semanas para alcanzar el top 11.

La segunda entrada de la semana ochentera nos llega de la mano de otro de los grupos imprescindibles del pop español y que en aquella época se encontraba en uno de sus mejores momentos. Se trata del grupo formado por los señores Erentxun, Vasallo y Quiles, o lo que es lo mismo, Duncan Dhu.

De todos es sabido que estos chicos eran bastante propensos a versionar grandes clásicos de la música de las décadas de lo 50 y los 60, siempre a su manera y con el correspondiente toque personal, logrando unos buenos resultados. Entre las canciones que se incluían en el álbum “El Grito del Tiempo” se encontraba una nueva incursión en el terreno de las versiones con la canción que colocaban en nuestra lista aquel 5 de febrero de 1989.

La canción versionada llevaba el título original de “Twilight Time” que llevaron al éxito The Platters, y una vez pasada por su tamiz tomaría el título de “Al Caer la Noche”, mostrando un sonido acústico y relajado made in Duncan Dhu. Sin embargo, su presencia en nuestra lista fue meramente testimonial ya que únicamente permaneció en ella una semana no pasando del farolillo rojo.

LISTA DE LOS AÑOS 90

LA GRAMINOLA – NÚMERO 63 – 7 DE FEBRERO DE 2019

Pasito a pasito nos situamos ya en la década de los 90. Viajamos hasta el 7 de febrero de 1999 para recordar el tema que pasaba a formar parte de nuestra lista ese mismo día. Nos llegaba de la mano de una “boyband” británica que tuvo cierto éxito durante un corto periodo de tiempo y que nos ofrecía su tema más representativo.

Este grupo fue un proyecto creado por los promotores de The Spice Girls que pensaron que era el momento de formar la equivalencia masculina del grupo femenino más exitoso de la historia de la música británica. Para ello realizaron el típico casting tras publicitar debidamente que se estaba buscando a cinco chicos para un ambicioso proyecto musical. Hasta aquí nada nuevo, lo novedoso vendría de la mano de los cinco elegidos que supieron organizarse muy bien. Os cuento la historia.

Cinco de estos jóvenes, mientras esperaban su turno para ofrecer sus dotes artísticas y sin conocerse de nada, se organizaron para realizar una misma coreografía y demostrar a los que iban a elegir que ellos eran los más idóneos. Ni que decir tiene que esa iniciativa y atrevimiento, además de que los chicos sabían moverse en un escenario, claro está, impresionaría gratamente al jurado que les elegiría finalmente para que se convirtieran en Five, la nueva “boyband” británica.

Su carta de presentación sería precisamente la canción que colocaban en nuestra lista aquel 7 de febrero de 1999. Se trata de “Everybody Get Up”, una canción que incluye el riff de guitarra de “I Love Rock & Roll” con el que triunfaran “Joan Jett & The Blackhearts” y que cumple con todos y cada uno de los tópicos de la música que suelen hacer este tipo de bandas: ritmo frenético, estribillo pegadizo y acompañamiento de un videoclip con una espectacular puesta en escena y una atractiva coreografía. Lo de siempre, lo justo para mantenerse en el candelero durante tres o cuatro años y luego desaparecer.

LISTA DEL NUEVO MILENIO

LA GRAMINOLA – NÚMERO 63 – 7 DE FEBRERO DE 2019

Llega ya el momento de poner fin al repaso semanal a las listas de otros tiempos y para ello nos situamos en el 1 de febrero de 2009, momento en el cual pasaban a formar parte de la familia graminoleña dos canciones con el denominador común de la calidad y el ritmo, una procedente de Estados Unidos y la otra de tierras británicas. Vayamos con ambas.

Para empezar vamos con una grandísima cantante que nunca lo ha tenido fácil en la vida y que es un ejemplo de superación y talento. Una norteamericana poseedora de una voz excepcional que ella sabe adaptar perfectamente a la música pop y que aquel año 2009 publicaba un recopilatorio en el que se recogían todos sus grandes éxitos y algunos temas inéditos, entre los que se encontraba la canción que colocaba en nuestra lista favorita aquel día.

Me estoy refiriendo a Anastacia y el álbum de grandes éxitos que publicaba por aquel entonces llevaría el título de “PIeces of a Dream” y en él hacía gala de todo el poderío de su voz que siempre ha calado entre el público en general. Es curioso contemplar como una mujer de menos de 1,60 de estatura es tan grande siendo capaz de sacar de su interior ese auténtico torrente de voz con el que siempre ha interpretado su música.

Entre los temas inéditos que se incluía en este álbum se incluía uno que le daba título y que es el que incuía en nuestro ránking ese 1 de febrero de 2009, una balada a su más puro estilo en el que narraba sus sensaciones personales ya que atravesaba un momento anímico un tanto delicado al haber perdido recientemente a su padre y haberse separado de su marido. Nos acompañaría con esta composición durante nada más que 2 semanas alcanzando el top 37, siendo hasta el momento su última presencia en nuestra lista.

Como os comentaba antes, la vida de Anastacia no ha sido nunca fácil por constantes problemas de salud. Cuando contaba solamente con 13 años de edad se le diagnosticó la enfermedad de Crohn, algo que ha complicado sobremanera su carrera y sus giras, a pesar de lo cual nunca ha perdido las ganas de cantar y seguir adelante. En el año 2011 vendría lo peor ya que se le diagnosticaría un cáncer de mama que se le reproduciría dos años después, aunque su carácter luchador volvió a aflorar para salir adelante y tras unos años de retiro forzoso volver a la carga reanudando su carrera y así seguir regalándonos su potente voz.

Vamos a finalizar el repaso a las listas graminoleñas de esta semana situándonos en Irlanda. De allí procede un grupo que surgió en una época en la que aparecieron una detrás de otra una serie de bandas cortadas por un patrón bastante parecido, haciendo una música tranquila y pausada basada en medios tiempos, con unas letras cuidadas y una puesta en escena igual de tranquila.

Su nombre es The Script y acababan de publicar su primer álbum, de título homónimo, con el que lograron un gran éxito en el Reino Unido, extendiendo sus tentáculos hacia el resto de Europa. Como sucedería con la mayoría de las bandas que surgieron en aquella época con estos mismos parámetros, su popularidad fue disipándose poco a poco y perdiendo fuelle con cada nuevo disco que han ido publicando, habiendo aparecido en el mercado el último en el año 2015.

Una de las canciones que mayor aceptación tendría entre el público de este álbum, además de posiblemente su tema mas conocido y de mayor éxito, es “The Man Who Can’t Be Moved”, un medio tiempo aderezado con unos buenos arreglos que se situaría aquel día en nuestra lista para permanecer en ella durante 23 semanas y alcanzar el puesto número 20 como mejor registro. Se deja escuchar pero de alguna manera es más de lo mismo.

COMPARTE QUE ALGO QUEDA

Seguimos mostrándole a los más jóvenes y ofreciéndole recuerdos a los más veteranos, ejemplos de colaboraciones entre artistas que superan con creces a las que vivimos en nuestros días. Vamos hoy con tres nuevos duetos en los que hay de todo, como en botica.

ANDY GIBB & VICTORIA PRINICIPAL / ALL I HAVE TO DO IS DREAM

LA GRAMINOLA – NÚMERO 63 – 7 DE FEBRERO DE 2019

El primer dueto de esta semana nos llega de la mano de una extraña pareja que decidió versional una magnífica canción creada por The Everly Brothers, cuya calidad deja bastante que desear pero que esconde tras de sí una historia que a mí me parece ciertamente interesante a pesar de acabar con un trágico final. Os la cuento.

Los hermanos Robin, Barry y Maurice Gibb no fueron los únicos dentro de su familia que lograron un grandísimo éxito con su carrera musical gracias al legado que nos dejaron formando The Bee Gees, ya que su hermano pequeño, Andy, también fue capaz de vender muchos discos desde que inició su carrera en solitario. Desgraciadamente, el éxito y la poca fortuna en el amor terminarían llevándoselo por delante.

Cuando el bueno de Andy se encontraba en un momento excepcional, conocería a Victoria Principal, una actriz que se había hecho muy popular gracias a su intervención en la mítica serie Dallas, pero que tras finalizar la misma estaba de auténtica capa caída y no progresaba en su carrera artística. La actriz tenía fama de “cazafortunas” y a pesar de ser 13 años mayor que el jovencísimo Andy, ambos iniciarían un romance que traería fatales consecuencias para el cantante, quien no supo darse cuenta del terreno farragoso en el que se estaba metiendo por haber caído perdidamente enamorado de Victoria.

El bueno de Andy perdió totalmente la cabeza por ella, abandonó a su novia y madre de su hijo y se sumergió en una vida repleta de derroche y excesos sin que escuchara los consejos de sus hermanos y representante. Comenzó a engancharse a las drogas y el éxito tan rotundo que había cosechado hasta el momento se fue al garete ya que su creatividad y actividad decrecieron hasta índices mínimos. De hecho, se había especulado incluso con que podría ingresar en el grupo de sus hermanos para convertirse en el cuarto integrante, pero su deterioro tanto físico como artístico lo impidieron.

Fue tanta la obsesión que le embargó que terminaría literalmente obligando a su sello discográfico a acceder a que grabaran los dos juntos una versión de “All I Have To Do Is Dream” que convirtieran en todo un clásico en su momento The Everly Brothers. Ni que decir tiene que las dotes cantarinas de Victoria dejaban mucho que desear y el ambiente y el tono empalagoso que le dieron a esta maravillosa composición terminaría convirtiéndose en un rotundo fracaso.

El fracaso comercial que cosechó Andy Gibb durante su romance con Victoria Principal le sumiría en una profunda depresión acrecentada cuando ella se cansó de él y decidió poner fin a su relación sentimental. Ayudado por sus hermanos, Andy ingresó en varias ocasiones en clínicas de desintoxicación y cuando parecía que remontaba por fin el vuelo y estaba dispuesto a retomar su carrera artística, una infección viral le provocaría una pericarditis acompañada de un infarto que se lo llevaría por delante en el año 1987. Tenía 30 años de edad recién cumplidos.

Los hermanos Gibb siempre responsabilizaron a Victoria de la muerte de su hermano hasta el extremo de que el día de su entierro impidieron que ella accediera con su vehículo al sepelio.

SHAGGY & RAYVON / ANGEL

LA GRAMINOLA – NÚMERO 63 – 7 DE FEBRERO DE 2019

Ya os he comentado en alguna ocasión que hay artistas que se han especializado en poner su voz al servicio de las colaboraciones que están apareciendo en las últimas semanas por esta sección, pero el caso que viene a continuación es bastante peculiar porque se trata de un cantante de Barbados que únicamente ha publicado un álbum en su carrera y que todos sus meritos consisten en haber grabado unos cuantos duetos sin los que apenas habría tenido repercusión.

Se trata de Rayvon quien en un momento determinado se convirtió en uno de los colaboradores de cabecera de un rapero jamaicano que está considerado toda una institución dentro del hip-hop por su gutural voz y los arreglos cercanos al reggae con los que suele acompañar a sus canciones. He de reconoceros que el hip-hop no es de mis estilos preferidos, aunque no puedo decir que no me guste, pero la canción que viene a continuación sí que me llamó la atención desde el primer momento en que la escuché.

Este cantante jamaicano no es otro que “Shaggy” y con una base musical inspirada en ese grandísimo clásico de Steve Miller Band que es “The Joker”, dio cuerpo a un tema titulado “Angel” en el que él se encarga de la parte de rap mientras que su compañero pone voz a los estribillos cantados. Una mezcla peculiar con un ritmo cadencioso que no está nada mal.

DAVID BOWIE & PET SHOP BOYS / HALLO SPACEBOY

LA GRAMINOLA – NÚMERO 63 – 7 DE FEBRERO DE 2019

Vamos ya con la tercera y última colaboración de esta semana, posiblemente la más destacada de todas. Lo que en un principio iba a ser simplemente un remix de un tema de uno de los más grandes terminaría transformándose en una colaboración de lujo. Es lo que sucede cuando se junta tanto talento.

En el año 1995 David Bowie publicaba un álbum titulado “Outside” en un tono bastante futurista y con un sonido un tanto más bailable de lo habitual. Muchos lo consideraron como una especie de continuación del mítico “Space Oddity”, aunque el propio Bowie siempre desmintió que lo hubiese compuesto pensando de esta manera, simplemente quiso hacer algo distinto y adaptado a la música de los 90.

Solamente un año  después, surgió la idea de que una de las canciones que se incluían en este álbum fuese remezclada en un tono más discotequero y se pensó que las mejores manos que podrían darle ese nuevo sonido serían las de Neil Tennant y Chris Lowe, es decir, Pet Shop Boys. Ni que decir tiene que no dudarían un instante en ponerse manos a la obra ya que colaborar con un artista como Bowie era un auténtico lujo para ellos.

En un primer momento el dúo simplemente le iba a dar un pequeño lavado de cara a esta canción, pero a Tennant se le ocurrió que estaría bien introducir alguna estrofa más y que él mismo pudiera cantar junto a Bowie. Éste tuvo sus dudas al principio pero finalmente accedería a la propuesta y el resultado sería espectacular.

Así pues, “Hallo Spaceboy” se transformaría en una espectacular colaboración entre David Bowie y Pet Shop Boys, grabándose incluso un videoclip promocional, dando como resultado un tema en el que manteniendo la esencia inicial, adquiría un tono más bailable con ese inconfundible sonido que eran capaces de crear Tennan y Lowe.

LA ÚLTIMA DE LA GRAMINOLA

Para cerrar el número de “La Graminola” de esta semana vamos a tocar varios palillos, a cual más atractivo. Empezaremos con un poco de country, seguiremos con buen pop español y remataremos la faena con una música bastante especial. Como siempre, el regusto que nos quedará será de buena música.

EFEMÉRIDE

LA GRAMINOLA – NÚMERO 63 – 7 DE FEBRERO DE 2019

La sección del recuerdo de la contraportada de esta semana se adentra en el terreno del country con un personaje bastante especial ya que se apartó un tanto del habitual purismo de este estilo para convertirse en una referencia en Europa en los años 90. Se trata de Garth Brooks que tal día como hoy de hace 57 años venía al mundo. Lo celebramos debidamente.

El homenaje de esta semana sirve para felicitar a Garth Brooks que hoy cumple 57 años. Se trata de uno de los artistas más destacados a la hora de promocionar el country fuera de su país y gracias a su toque más comercial y a una peculiar puesta en escena lograría que durante la década de los 90 este estilo calase en el público europeo mucho más de lo que lo había hecho antes, vendiendo un extraordinario número de discos a ambos lados del Atlántico ya que en en Estados Unidos se convirtió en un auténtico fenómeno de masas.

Como la mayoría de los artistas vinculados a este estilo, Brooks comenzó su andadura tocando en clubes de country hasta que por fin un sello discográfico se fijó en su talento. Llamaba profundamente la atención que su manera de hacer este tipo de música tenía una clara influencia procedente de los grandes cantautores de la década de los 70 como James Taylor o Cat Stevens, algo que terminaría siendo un auténtico filón en su carrera.

Los más puristas del country siempre han renegado un poco de su forma de entender este tipo de música ya que tanto su manera de interpretarla como su puesta en escena en sus actuaciones en vivo no se ciñe a lo habitual. De todos es sabido que los conciertos de country suelen ser tranquilos y calmados y Brooks se convertiría en un auténtico innovador a la hora de ofrecer sus giras, convirtiéndose esta circunstancia en el mayor atractivo para un público que se entregaba a él en todos y cada uno de sus conciertos.

Por primera vez en la historia del country veríamos a un cantante utilizar un micrófono inalámbrico adherido a una especie de diadema para que tuviera libertad de movimientos en el escenario, donde no paraba de correr y saltar con un ritmo electrizante que ponía al público en órbita. Como ya os digo, esta manera de interpretar sería lo que cautivaría al publico norteamericano en primer lugar y al europeo a continuación donde se convertiría en el artista country que más ha vendido a lo largo de la historia.

Uno de los momentos culminantes de su carrera llegaría en el año 1991 con la publicación de un álbum titulado “Ropin’ the Wind”, el disco con el que iba a conseguir su primer número uno en las listas de ventas norteamericanas. Un disco en el que se incluía “Burning Bridges”, una de sus canciones de más éxito y con la que me hubiera gustado rememoramos el nacimiento de Garth Brooks un 7 de febrero de 1962, pero no os hacéis una idea de los problemas que he tenido para poder compartir con vosotros un vídeo con alguna de sus canciones por los dichosos problemas de derechos de autor. A cambio os dejo “The Dance”, el primer sencillo de su carrera incluído en su álbum de debut del mismo título, algo es algo.

LA EDAD DE ORO DE LA MÚSICA ESPAÑOLA

LA GRAMINOLA – NÚMERO 63 – 7 DE FEBRERO DE 2019

La música en español de esta semana nos la trae un grupo cuyo nombre lo dice todo. Se trata de Los Sencillos, un grupo divertido donde los haya, con un carismático líder como Miqui Puig, que nos recuerda que el pop bien hecho siempre merece la pena.

La música española de esta semana nos llega de la mano de un grupo que durante algunos años nos ofreció una música fresca y sencilla. Una banda que a base de muchos cambios en su formación terminaría por convertirse en el proyecto en exclusiva de su fundador, un personaje peculiar y muy popular cuya imagen se ha convertido en icónica dentro del pop español. Estoy hablando de Miqui Puig y ese gran grupo que se sacó de la manga que atendía al nombre de Los Sencillos.

El grupo se crearía en el año 1985 y desde el primer momento mostraría una imagen y un sonido mod bastante más que evidente, aunque con el paso del tiempo su estilo se iría dirigiendo hacia el pop, siendo en ese instante en el que cosecharían sus mejores resultados. La verdad es que tiene mucho mérito que permanecieran en escena durante el tiempo que lo hicieron porque los cambios en su formación con constantes entradas y salidas de sus miembros fueron exageradas, aunque el carisma y saber hacer de Miqui sería fundamental para que nunca perdieran su esencia y siguieran publicando discos.

En la lista graminoleña fueron capaces de introducir algunas de sus canciones más representativas, pero yo quiero centrarme en el álbum que supuso su debut y con el que se dieron a conocer. Un disco con una música fresca y divertida en el que se incluye la canción que viene a continuación, una de mis preferidas.

Este álbum llevaría el título de “De Placer” y serviría para darles a conocer y para que el público empezara a interesarse por su música. En él mostraban un sonido limpio y llamativo y sus directos estaban repletos de intensidad, ritmo y diversión. La canción más destacada de este álbum sería “No, Por Eso No (Quiero que Tú Te Vayas de Aquí)”, el que puede considerarse como primer éxito de su carrera.

Muchos pensaréis que si hablo de Los Sencillos lo normal sería haber traído a esta sección el mayor éxito de su carrera, “Bonito Es”. La razón por la que me he decantado por otra canción es simplemente porque esta última ya tendremos tiempo de disfrutarla ya que entró en nuestra lista en su momento, mientras que “No, Por Eso No (Quiero que Tú Te Vayas de Aquí)” se quedó en este sentido con la miel en los labios. Bueno, por eso y porque me gusta más, todo hay que decirlo.

NOVEDAD

LA GRAMINOLA – NÚMERO 63 – 7 DE FEBRERO DE 2019

La novedad de esta semana nos trae una música diferente y no por ello menos atractiva. La versatilidad de Dead Can Dance vuelve a ponerse de manifiesto en un disco que llega seis años después de su anterior trabajo. Con “Dionysus” demuestran que no han perdido un ápice de su inspiración y que siguen haciendo una música excepcional. Disco muy recomendable.

Folk, barroco, new age … Muchos son los calificativos que ha recibido la música del dúo que protagoniza la novedad recomendada de esta semana. Se trata de ese magnífico proyecto que comparten desde hace casi 40 años Lisa Gerrard y Brendan Perry, ese mágico dúo que atiende al nombre de Dead Can Dance.

A lo largo de su carrera han mostrado algunos altibajos en forma de largos periodos de inactividad para volver con unas ansias renovadas y el talento acumulado durante ese tiempo a flor de piel. Es lo que tiene formar pareja sentimental y ver como ésta termina rompiéndose, los roces y las distintas formas de entender las cosas hacen crecer el fantasma del final definitivo, aunque afortunadamente para todos éste parece que está lejos de producirse.

Tras seis largos años de silencio, Gerrard y Perry regresan con un disco inspirado en las fiestas paganas de antiguas celebraciones y basado en la figura del Dios griego “Dionysus” que da nombre a este nuevo trabajo. Un álbum en el que muestran su esencia de siempre con la búsqueda de nuevos sonidos y grandes arreglos y que en esta oportunidad reduce a la mínima expresión la parte vocal, siendo la música, la magnánima música la que lo inunda todo.

Como todos sus discos, lo recomendable es escucharlo al completo ya que es la manera en la que se puede apreciar toda la magia que irradian, algo que se pierde de alguna manera escuchando piezas sueltas, aunque mantengan suficiente fuerza como para llamar la atención. Como muestra os dejo el botón de “Act II: The Mountain” que creo que será suficiente como para animaros a todos a querer escuchar más de este magnífico álbum que es “Dionysus”.

Con esta música tan especial, a la par que formidable, cerramos el número de “La Graminola” de esta semana. En siete días, más y mejor.

Hasta entonces, Graminoleños

JUAN JOSÉ GOMARIZ


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