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Ya sabéis que la base de la revista es dar un pequeño repaso con las novedades que presentaban las listas de éxitos que he ido confeccionando desde hace cincuenta años. Cada nuevo número empezamos por la lista actual de cada semana y a continuación seguimos viajando hasta las listas de hace 50, 40, 30, 20 y 10 años. Todos los éxitos de la música desde el año 1967 irán apareciendo por aquí.
Junto a las listas distintas secciones a cada cual más recomendable. En “Los Pioneros” rememoramos la música y los artistas que inspiraron a todos los que vinieron después. Nuestro póster, a doble página en el centro desmenuza cada semana un disco que fue, es y será muy grande. En la sección “Comparte Que Algo Queda” disfrutamos de duetos de los de verdad, de grandes momentos compartidos de la múisca. Por último, la contraportada es el auténtico colofón con noticias de actualidad, efemérides y música española.
Echándole un vistazo a la portada de cada día os podéis hacer una idea del contenido de la revista. Junto a cada fotografía hay un texto que contiene un link que te lleva directamente a la página en cuestión, pero yo os recomiendo ir por orden, ir leyendo desde el principio al final porque la música lo merece. Y recordad que siempre estaré abierto a cualquier crítica, consejo, sugerencia o petición que vosotros, Graminoleños, me hagáis.
NUESTRA PORTADA
LA LISTA DE LA GRAMINOLA
Esta semana sí que tenemos nueva entrada en nuestra lista de actualidad y además retomamos a la senda del trap. Como no puede ser de otra manera, nos encontramos con una colaboración entre dos artistas, en esta ocasión ambos procedentes de Puerto Rico, que podría decirse que ejercen el papel de poli bueno y poli malo por su comportamiento fuera de los escenarios.
El que podría decirse ejerce el papel de poli bueno es Pedro Capó, un personaje bastante popular y querido en su país gracias a sus trabajos como actor, que es donde se ha desenvuelto con mayor soltura. Esa popularidad le llevó en su día a colaborar con artistas como Thalía o Jennífer López e ir introduciéndose en el mundo de la música poco a poco. A pesar de que ha estado un buen periodo apartado del mundo musical al estar más volcado en el de la interpretación, el año pasado regresó con ansias renovadas publicando un nuevo disco que ha tenido bastante aceptación en toda Latinoamérica.
Por su parte, el poli malo atiende al nombre artístico de Farruko y es uno de los intérpretes de trap más conocidos de Puerto Rico. El año pasado fue detenido por blanqueo de dinero y se encuentra en libertad bajo fianza a la espera de juicio, permitiéndole salir del país únicamente por Latinoamérica a realizar sus giras, teniendo prohibido hacerlo fuera del continente o por otro tipo de motivos. Una joya, vamos.
Los dos unen ahora sus fuerzas para ofrecernos una nueva versión de un tema del primero titulado “Calma” que está batiendo records en toda Hispanoamérica y ahora quiere repetir resultados por nuestras tierras. Desde el pasado 10 de febrero forma parte de la lista graminoleña y no digo más porque me da la risa (ya me entendéis).
LOS PIONEROS
La sección de “Los Pioneros” de esta semana se tiñe de elegancia. El protagonista es uno de esos artistas considerados “etiqueta negra” al que, desafortunadamente, sus problemas de salud le impidieron dejarnos un legado mayor del que nos regaló. Un grandísimo cantante poseedor de una inconfundible y maravillosa voz que durante sus años de carrera supo compaginar su faceta de actor con la de músico logrando triunfar en ambos campos.
Así pues, la música de Bobby Darin, uno de los crooners más prestigiosos de la historia de la música al que algunos incluso se atreven a colocar por encima del mismísimo Sinatra, nos va a a acompañar en el día de hoy para dejarnos tres grandes clásicos de la música de finales de los 50. Un artista mayúsculo para una música mayúscula.
MACK THE KNIFE
Darin fue un personaje que trascendió más allá de su carrera como cantante o como actor, convirtiéndose en uno de los artistas más populares dentro del panorama social norteamericano de la época. Durante algún tiempo mantuvo una relación sentimental con la también cantante Connie Francis, para algunos el verdadero amor de su vida, pero sería una actriz la que le conquistaría definitivamente y con la que formaría una de las parejas más queridas y admiradas del momento.
La pareja que formó con Sandra Dee se convirtió en uno de esos matrimonios admirados y queridos por prácticamente toda la sociedad norteamericana, aunque los expertos en la materia piensan que durante los siete años que permanecieron juntos, Sandra le llevó a su terreno cinematográfico y de algún modo dejó en un segundo plano su carrera como cantante. Aunque se desenvolvió con soltura en el mundo del cine e incluso llegó a estar nominado para un Oscar al mejor actor, todos tenían claro que era un cantante que de vez en cuando se convertía en actor y no a la inversa.
Cualquier gran cantante que se precie tiene siempre una canción por la que se le identifica y que se convierte en una especie de seña de identidad. Darin no es una excepción en este sentido y si hablamos de él hay que hacerlo de la primera de las tres canciones que os ofrezco en el día de hoy de este grandísimo y auténtico pionero.
Esta canción tiene su historia. Fue compuesta en el año 1928 por Kurt Veill para un musical creado por Bertolt Brecht titulado “La Ópera del Mendigo”, en la que el principal protagonista atendía al nombre de “Mack El Navaja”, un terrorífico y sanguinario bandido que, como no podía ser de otra manera, era el protagonista de la composición más destacada de esta obra.
El éxito que tendría esta canción sería enorme y muchos artistas se fijarían en ella para realizar sus propias versiones, siendo el primero de ellos el mismísimo Louis Armstrong. Sin embargo, habría que esperar hasta el año 1959 para que se convirtiera en un tremendo éxito y sería Darin el que obraría el milagro, no sin antes tener que enfrentarse con su sello discográfico que no acababa de verle viabilidad a esta decisión.
Los técnicos pensaban que esta canción era demasiado clásica y con un tono demasiado operístico para la música que Darin hacía, vinculada a estilos tales como el swing, el jazz e incluso el rock. Afortunadamente, el cantante le daría los retoques oportunos para convertirla en todo un clásico con un tono más versátil y modernista. Como muchos os estaréis imaginando esta canción no es otra que la mítica “Mack The Knife”.
A título anecdótico, os comentaré que este personaje sería el que inspiraría al dibujante Iván para crear ese entrañable personaje de cómic que es “Maki Navaja”.
BEYOND THE SEA
Muchas veces hemos oído opinar sobre una persona en los términos de “demasiado bien ha salido para como es su familia” y en el caso de Darin se puede aplicar este axioma perfectamente ya que pertenecía a una familia bastante peculiar. Su abuelo era un mafioso del Bronx que terminó pasando los últimos años de su vida en la cárcel donde moriría, pero lo más llamativo, a la par que traumático para el cantante, sería la historia que descubriría cuando ya era una estrella relativa a su madre y su hermana.
Descubriría que la que él creía que era su madre era realmente su abuela y a la muchacha que el siempre había conocido como su hermana mayor en realidad era su madre que le tuvo cuando apenas contaba con 17 años de edad. Este descubrimiento le sumiría en un profundo shock que le provocaría una etapa de falta de creatividad que estuvo cerca de acabar con su carrera. Esta circunsancia, junto a su enfermedad crónica y a otro acontecimiento que viviría en el año 1969 y que os relataré un poco más adelante iban a ser fundamentales para demostrar a todo el mundo de la pasta de la que estaba hecho.
Afortunadamente, su carisma, su talento y sus ganas de seguir adelante podrían con todos estos problemas que irían surgiendo en su vida, convirtiéndole en uno de esos artistas incombustibles y con unas tremendas ganas de ofrecer siempre al público su mejor cara tanto artística como personalmente. De hecho era uno de los cantantes más apreciados tanto por el público como por sus compañeros de profesión ya que era una persona amigable, sencilla, generosa y siempre dispuesta a ayudar a los demás.
Además, tenía el don de mejorar con sus versiones cualquier canción que cayera en sus manos, como sucedería en el año 1960 cuando grabó una balada romántica que había sido compuesta en el año 1945 y que él transformaría en otro de sus grandes clásicos. Me estoy refiriendo a “Beyond the Sea”, en la que podemos apreciar claramente su elegancia a la hora de interpretar y la belleza de su voz.
DREAM LOVER
Su popularidad alcanzaría límites insospechados ya que a su calidad como cantante y a su éxito como autor había que añadirle el tremendo carisma que poseía. Cuando él entraba en algún sitio lo llenaba todo y además a finales de los 60 empezaría a interesarse por la política convirtiéndose en uno de los más fervientes defensores de Robert Kennedy que había iniciado su carrera para llegar a la Casa Blanca. Su apoyo en campaña era continuo y sin él saberlo terminaría quedando marcado por esta circunstancia.
Y es que el bueno de Darin se encontraba apoyando al político en el Hotel en el que sería asesinado en el año 1969, justo en el momento en el que se producía el suceso, algo que le dejaría bastante afectado anímicamente. Un tremendo impacto que se vería acrecentado por el descubrimiento de su turbia relación familiar. Una época bastante mala, es más que evidente.
Centrándonos en lo estrictamente musical hay que decir que una de sus características más marcadas era su versatilidad y lo bien que se sabía desenvolver en distintos estilos, algo que tampoco era de extrañar habida cuenta de que sus influencias era gente tan dispar como Sinatra o Elvis lo que traía consigo que fuera capaz de moverse a la perfección en el terreno del jazz, interpretar magistralmente swing e incluso componer algunas canciones con un ritmo un tanto más cercano al rock. Por atraverse tuvo incluso una etapa en la que compuso varias canciones vinculadas al country, ahí es nada.
De esta manera, otro de sus grandes clásicos, uno de los temas con los que lograría mayor éxito y, por qué no decirlo, una de mis canciones favoritas es con la que vamos a cerrar la sección pionera de esta semana. Una composición con un ritmo que se adentra en el doo-wop y que nos muestra a un Darin que sabe perfectamente manejarse con ritmos un poco más movidos aunque sin perder su esencia. Estoy hablando de “Dream Lover”.
Su salud siempre fue bastante precaria ya que desde niño sufría ataques de fiebre reumática que dejarían bastante maltrecho su corazón. En el año 1973, tras visitar al dentista y no tomar antibióticos como éste le recomendó, sufriría una sepsis, o lo que es lo mismo, una infección generalizada que afectaría a una de sus válvulas cardíacas. Tuvo que ser operado de urgencia y, lamentablemente, no conseguiría recuperarse falleciendo al día siguiente sin ni tan siquiera recuperar el conocimiento. Tenía 37 años de edad.
Con él se marchaba uno de los “gentlemen” de la música y un crooner que estuvo a una gran altura hasta el punto de poder medirse de tú a tú con el mismísimo Sinatra. Un grandísimo artista que de haber tenido una mejor salud y haber logrado sobrevivir mucho tiempo a buen seguro que habría mantenido una sana rivalidad con “La Voz”, aunque su legado en ese corto espacio de tiempo es espectacular.
LISTA DE LOS AÑOS 60
No cambiamos demasiado de registro aprovechando que la lista de los 60 que tendríamos que analizar a continuación, la que se estrenaba el 10 de febrero de 1969, no contenía ninguna nueva entrada. Por este motivo me he tomado la licencia de ofreceros la música de otro cantante de un corte similar al de Darin que a mí particularmente me encanta y que a lo largo de su carrera nos ha dejado grandísimos momentos. Estoy hablando de Neil Diamond.
Su voz, su grave voz, y su talento a la hora de componer y de crear sus letras, algo que en ocasiones le convertía en un auténtico poeta, son sus más evidentes señas de identidad, siendo muchos los clásicos que nos iría dejando a lo largo de su carrera. En el año 1969 publicaba su cuarto disco de estudio bajo el título de “Brother Love’s Travelling Salvation Show” y en él se incluía la canción sesentera que quiero ofreceros en el día de hoy.
Mucho se ha especulado sobre a quien iba dirigida esta composición. El propio artista manifestó en un primer momento que etaba dedicada a Caroline Kennedy, hija del malogrado Presidente norteamericano John Fitzgeral Kennedy, pero años después reconoció que su musa sería su esposa Marsha, no utilizando su nombre en la letra de esta canción porque necesitaba uno de tres sílabas y el de su mujer solamente tenía dos. Sea quien sea la “instigadora”, de lo que no cabe ninguna duda es de que “Sweet Caroline” es uno de sus grandes clásicos y una de las canciones más representativas de toda su carrera.
Como curiosidad cabe indicar que esta canción es utilizada desde el año 1997 por el equipo de béisbol Red Sox de Boston como una especie de himno oficial ya que sonó por primera vez durante un partido con motivo del nacimiento de la hija de su propietario y desde ese instante suena en todos y cada uno de los partidos que este equipo disputa en su estadio.
LISTA DE LOS AÑOS 70
Nos situamos ya en la década de las 70 para disfrutar de una canción que a mí personalmente me encanta y que considero como una de las más espectaculares de esa época. Nos situamos pues en el 10 de febrero de 1979, momento en el que pasaba a formar parte de la familia graminoleña. Lástima que sea el único éxito destacable de la banda que la creó ya que de haber sido capaces de mantener el listón habrían sido muy grandes.
Aunque esta canción vio realmente la luz en el año 1978, su composición se produjo cinco años atrás cuando el cantante y guitarrista Paul Roberts la compuso para que formara parte del primer disco de la que iba a ser su nueva banda denominada Ashes To The Moon. Lamentablemente, el grupo se disolvió antes de grabar el disco y la canción permanecería en el olvido hasta que Roberts formó en el año 1977 una nueva banda denominada Sniff & The Tears.
La canción en cuestión sería incluida en su álbum de debut, titulado “Fickle Heart” y pasaría totalmente desapercibida en su Inglaterra natal pero se convertiría en un auténtico “pelotazo” en los Estados Unidos donde caló en el público desde el primer instante. Una aparición en televisión casi un año después en uno de los programas de referencia de la música de aquella época les daría a conocer definitivamente en Europa y esta mágica “Driver Seat” se convertiría en una de las mejores canciones que nos haya dejado la década de los 70 además del único gran éxito de la carrera de Sniff & The Tears.
Aunque por el título de la canción muchos puedan pensar que su letra se refiere a los coches, los conductores y similares, la realidad es muy distinta ya que realmente habla de la manera en la que hay que conducirse en la vida después de la ruptura de una relación amorosa. De lo que no cabe ninguna duda es de que es una descomunal canción que permanecería en nuestra lista durante 16 semanas para alcanzar el top 19.
EL ÁLBUM DE LA SEMANA
El álbum que vamos a desgranar y disfrutar en nuestro póster central de esta semana es muy especial. Se trata de un disco elaborado por uno de los dúos más mediáticos, carismáticos y esenciales de la historia de la música y es para muchos el mejor de toda su carrera. Pero además cuenta con una estructura bastante peculiar ya que consta de dos partes bien diferenciadas, la primera con un marcado aspecto conceptual y la segunda con unas maravillosas composiciones que pasaron de ser descartes a convertirse en auténticos himnos de finales de los 60.
En el año 1969, Paul Simon y Art Garfunkel se consagraban definitivamente con la publicación de un álbum vital, minimalista y espectacular titulado “Bookends” con el que mostraban a todos que no solamente eran dos cantantes capaces de armonizar sus voces como nadie sino que además poseían un talento descomunal a la hora de componer y crear las letras de sus canciones. Podríamos afirmar que con este álbum pasarían a convertirse en parte de la élite musical del momento, estatus que mantendrían durante toda su carrera juntos para ser considerados como uno de los dúos más grandes de la historia de la música.
El disco está estructurado en dos partes bien diferenciadas. He de recordaros que en la época en la que se público el formato en el que se publicaban los discos era el de vinilo con su cara A y su cara B. Pues bien, aprovechando esta división incluirían en la cara A una serie de canciones conectadas entre sí que hablaban de la vida, mientras que en la cara B aparecían algunas canciones compuestas en un primer momento para formar parte de la banda sonora de una mítica película a la que ellos pusieron música pero que finalmente no fueron incluidas en la misma a excepción de una de ellas. Así pues, vamos sin más dilación a disfrutar y conocer todo lo que rodeó a la grabación de este magnífico “Bookends”.
SIMON & GARFUNKEL / BOOKENDS
Tras triunfar a lo grande con “The Sounds of Silence” querían demostrarle a todo el mundo que no eran simplemente unos intérpretes que combinaban a la perfección sus voces para darle un aire muy especial a sus canciones sino que eran más, mucho más que eso. Tenían claro que con su siguiente trabajo querían sorprender a propios y extraños, mostrando un sonido más intimista si cabe y en el que las cosas que contaran fueran igual de importantes que la música que escucharan sus oídos.
Sería Paul Simon a quien se le ocurriría la idea de crear un disco que hablara de la vida, que comenzara con una canción que hablara del nacimiento de un nuevo ser y que acabase con otra que hablara de la muerte, todo en un tono acústico y recogido con composiciones muy breves y que conectasen unas con otras. Acababa de nacer “Bookends”.
El álbum se abre con la canción que le da título, una composición sencilla en la que el único acompañamiento que utilizarían sería el de una guitarra acústica. Una espectacular y tranquila balada que nos habla de la inocencia que todos tenemos en los primeros años de nuestras vidas y que marca de alguna manera el camino que va a seguir el resto del álbum, ese recorrido por la vida que introducen con “Bookends Theme”.
Las canciones del disco no solamente van realizando un recorrido a lo largo de la vida sino que sus letras también encajan perfectamente en narrar lo que era la sociedad norteamericana en el momento en que se grabó. Los tiempos estaban cambiando y lo hacían de una manera bastante difícil de dominar, por lo que Simon & Garfunkel aprovecharon la coyuntura para realizar algunas críticas veladas relacionadas con los acontecimientos que se desarrollaban en aquellos instantes.
La segunda canción del álbum encaja a la perfección en estas premisas, además de ser la más especial de todas ya que nos muestra un sonido bastante diferenciado con respecto a lo que nos muestran las demás. Una composición más intensa, con la utilización de recursos muy avanzados y todo ello aderezado con un coro femenino que por momentos suena fantasmal, algo que ambienta a la perfección las cosas que el dúo nos cuenta.
Con ella se adentran en el mundo de la juventud para hablarnos de esa época tan maravillosa y peligrosa a la vez. Lo hacen en la boca de una madre que lanza un lastimoso alarido pidiendo que salven la vida de su hijo, hablando de las drogas, la violencia y las siempre difíciles relaciones entre padres e hijos en esa época de la vida, describiendo con total crudeza lo que era la sociedad americana en aquel momento sobre todo en sus grandes suburbios.
Esta composición lleva el título de “Save the Life of My Child” y en ella nos muestran un sonido bastante llamativo, por momentos psicodélico, que está considerada como la primera canción que se publicó con el acompañamiento de un sintetizador, el famoso sintetizador “Moog”, algo que se apartaba totalmente de su habitual sonido folk, demostrando bien a las claras que efectivamente eran mucho más que dos buenas voces acompasadas.
Sin solución de continuidad llega la siguiente canción del álbum y la juventud sigue siendo la protagonista de la historia. Siempre se ha especulado con que este disco es de alguna manera autobiográfico en la figura de Paul Simon y algunos de los detalles que se observan en esta composición alimentan esa suposición.
Nos encontramos con una de las mejores canciones de la carrera de Simon & Garfunkel. Un tema con unos toques magnánimos y una estructura que va in-crescendo en cuanto a intensidad y en la que la armonía vocal que muestran ambos alcanza unos límites excepcionales. Sin duda alguna es una de las piedras angulares del álbum.
Su letra habla del viaje que realizan dos jóvenes novios a lo largo del país para descubrir toda su realidad. Un viaje a través de la vida que nos deja esas reminiscencias autobiográficas de las que os hablaba antes ya que para componer este tema, Simon se basaría en un viaje que él mismo hizo a través del país acompañado de por la que en aquel momento era su novia, Kathy, cuyo nombre aparece en la composición. No es de extrañar pues esa manifestación que ninguno de los dos cantantes ha confirmado ni desmentido nunca acerca de si lo que en este disco se cuenta se basa en la vida de Simon o no.
Sea como fuere, “America”, que así es como se titula esta canción, es uno de los mayores clásicos de toda su carrera y una de esas canciones imprescindibles para entender tanto este magnífico disco que es “Bookends” como la trayectoria musical de uno de los mejores dúos de toda la historia.
La narración musical va avanzando paso a paso y con la cuarta canción da un salto en el tiempo para situarse en el momento de madurez de esa pareja que aparecía en “America”. Evidentemente, con la perspectiva de la experiencia y el camino andado las cosas no se ven como se véian en la juventud.
De nuevo se adentran en el terreno del minimalismo con una composición sencilla, tranquila y acústica que habla de las sensaciones amargas que tienen los dos protagonistas del relato, quienes con el paso del tiempo han visto como la pasión ha dejado paso a la monotonía y el amor al desamor, por lo que el cansancio de la vida en común se hace palpable. Una nueva etapa de la vida que llega cuando el amor se va agotando poco a poco, paso a paso.
En esta ocasión el sonido que muestran es cercano al jazz, ideal para mostrarnos las emociones un tanto amargas que sufren sus protagonistas, convirtiendo “Overs” en la canción más triste y pausadad de todo el álbum.
Poco a poco el recorrido vital se va acercando a su fin y para ello nos ofrecen el momento más extraño y peculiar de todo el álbum con una especie de collage sonoro en el que utilizan las voces de algunas personas como introducción previa al final del relato.
Se trata de “Voices of the Old People” con la que quieren exponer las distintas maneras de ver la vida de todos aquellos que llevan muchos años andando el camino y que ven su final cada vez más próximo.
De manera casi encadenada, nos encontramos con el relato de dos ancianos que reflexionan sobre sus vidas sentados en el banco de un parque, una especie de epílogo o resumen de lo que han vivido a lo largo de todos sus años de existencia.
Aunque no lo hacen de manera explícita, las conversaciones que mantienen los dos ancianos indican que esta composición es la encargada de poner fin al ciclo vita y se refiere a la muerte. Juntos repasan sus sufrimientos, sus buenos y malos momentos y las sensaciones encontradas de temor, resignación e incluso alivio que notan según presienten que el final está cada vez más cerca. El ciclo empieza a cerrarse … y Bookends, también.
Así pues, “Old Friendes” es el tema que cierra esta primera parte del álbum, enlazada sin ningún tipo de pausa con una nueva versión de “Bookends Theme”, con algo menos de duración, y que viene a explicar que finalmente todo vuelve al principio y el ciclo de la vida acaba con la muerte pero de manera inmediata se produce un nuevo nacimiento que inicia el mismo recorrido.
Aquí finaliza lo que podría considerarse como el álbum nuevo propiamente dicho ya que éstas son las canciones que compondrían para relatar ese particular recorrido por la vida que se le ocurrió a Simon. Sin embargo, la música no se detiene ya que en la Cara B se incluirían otras cinco canciones más cuyo nexo de unión no puede considerarse conceptual a la usanza habitual pero si que están marcadas por la banda sonora de una de las películas más destacadas de la historia del cine.
Algunos meses antes de la salida al mercado de “Bookends”, el director de cine Mike Nichols terminaba el rodaje de una película protagonizada por Dustin Hoffman que iba a convertirse en uno de los acontecimientos cinematográficos del año. Cautivado por la música que Simon & Garfunkel habían plasmado en “The Sounds of Silence” contactaría con el segundo para que compusieran alguna canción nueva con el objeto de incluirla en la banda sonora de esta película. Aunque al final únicamente sería de la partida una de ellas, como veremos en breve, llegaron a componer algunas más que finalmente fueron rechazadas pero que tenían la calidad suficiente como para ser incluidas en el álbum que hoy estamos analizando. Todas estas canciones son las que gihutsn en la cara B del disco y todas ellas estuvieron cerca de formar parte de la banda sonora de la película “El Graduado”.
Estaa segunda parte del álbum se abre con una canción bastante más animosa en la que se incluye de nuevo el sonido de sintetizador “Moog” del que os he hablado con ateriroridad. El mayor ritmo de las canciones que aparecen en la cara B es una nota característica en todas ellas.
Esta canción no haría otra cosa más que llenar de argumentos a los que pensaban que el disco era autobiográfico en la persona de Paul Simon ya que se comenta que habla de la relación que mantenía con su colega Art Garfunkel, que a pesar de lo que pueda parecer, no era todo lo cordial que cabría esperar. No es que no se pudieran ver, no es que discutiesen, simplemente eran un tanto antagónicos en cuanto a personalidad y esa conexión que mostraban cuando trabajaban juntos y cantaban sus canciones se transformaba en una falta de química total en la vida cotidiana.
La canción en cuestión llevaría el título de “Fankin’ It” y esconde una curiosidad detrás de ella. En aquella época, las emisoras de radio no emitían canciones que excedieran de los tres minutos y ésta los superaba. A Simon se le ocurriría la idea de poner en la carátula del disco que su duración era de 2:74 minutos y de esta manera engañó a los DJs radiofónicos que la emitían sin nigún problema. Genio y figura.
Las dos canciones que vienen a continuación tienen un nexo común. Como os comentaba antes, el director Mike Nichols les pidió permiso para poder utilizar algunas de sus canciones en la banda sonora de “El Graduado” y que además le proporcionaran algunas nuevas que fueran exclusivas de la película, aunque como todos sabemos finalmente sólo una de ellas pasaría la criba. Pues bien, el tema que viena a continuación es la primera de esas canciones que compusieron y que a Nichols no terminó de gustarle y no fue incluida en su película.
Antes de componer las canciones que podrían formar parte de esa banda sonora, Simon & Garfunkel visionaron el largometraje para que encajaran perfectamente en el argumento, motivo por el cual nunca llegaron a comprender porque ese primer ofrecimiento fue rechazado ya que la consideraban no solamente aprovechable sino que creían que era una de las mejores de todo el disco. Sin embargo, a Nichols su sonido demasiado apaciguado y con un estilo muy cercano al jazz no le convenció en absoluto ya que quería algo que fuese más trepidante y enganchara más en el público.
Si he de seros sincero, pienso que la opinión del director fue acertada ya que “Punky’s Dilemma” era una excepcional canción para incluirla en “Bookends” pero no encajaba con el resto de las composiciones elegidas para formar parte de la banda sonora de la película protagonizada por Dustin Hoffman. Además su letra es un tanto especial ya que utiliza metáforas relacionadas con la comida para hablar de la lucha por alcanzar el sueño americano, vivir al más puro estilo Hollywood, y sinceramente no la acabo de encajar en ninguna de las escenas del largometraje.
De manera inmediata, el dúo ofrecería a Nichols “Overs”, de la que ya hemos disfrutado hace un momento, pero también pincharían en hueso, así que Simon decidió desempolvar una canción en la que había estado trabajando desde hacía tiempo y a la que solamente hacía falta darle unos retoques para terminarla. El dicho popular de “a la tercera va la vencida” se cumpliría en esta oportunidad a rajatabla.
Se trataba de una canción desenfadada y con un buen ritmo que hablaba de una Primera Dama de los Estados Unidos y mencionaba a uno de los personajes más admirados en aquel país como era Joe DiMaggio, considerado como el mejor jugador de béisbol de todos los tiempos. El título de esta canción era “Mrs. Roosevelt” y en el primer momento en el que el director la escuchó supó que era “la canción”, supo de inmediato que iba a convertirse en el gran éxito que necesitaba la banda sonora de la película que acababa de rodar.
Aprovechando el nombre del personaje principal femenino de la película, la canción se transformaría en “Mrs. Robinson” y no solamente se convertiría en el tema central de la banda sonora de la película sino que también supondría uno de los mayores éxitos de toda la carrera del dúo y una de sus canciones más significativas. Había costado sacarla adelante pero la espera había merecido la pena.
Os cuento algunas curiosidades sobre esta canción. A Joe DiMaggio no le gustó en un primer momento lo que se decía de él en su letra pero en un encuentro casual con Paul Simon, éste le dio las explicaciones oportunas y todo quedó aclarado. El “dee dee dee…” del principio obedece a que en ese momento la canción no estaba terminada y esa parte todavía no tenía letra, pero a Nichols le gustó como quedaba y así se quedó. En un sentido similar, la frase “coo-coo-ca-choo” que aparece en su letra es un homenaje de Simon a The Beatles ya que esta expresión la utilizaron en su tema “I Am TheWalrus”.
Nos acercamos ya al final de este maravilloso trabajo y le llega el turno a las dos últimas composicones que en él se incluyen, dos canciones más intensas y con un ritmo mucho más contundente que contrastan totalmente con el resto del disco, algo que no sería impedimento para que se convirtieran en dos auténticos clásicos. Para empezar vamos con la más “cañera”.
Se trata de una canción que Simon había compuesto hacía unos años y que finalmente no fue incluída en el álbum de debut, precisamente porque no acababa de encajar con el sonido del resto de las canciones que en él se incluían. En esta ocasión sí que se atreverían a incluirla en “Bookends” a pesar de que tampoco encajaba debidamente, convirtiéndose de alguna manera en el auténtico “verso suelto” de este álbum.
Su título es “A Hazy Shade of Winter” y en mi modesta opinión es una auténtica genialidad. Su letra habla de las reflexiones que realiza un poeta desesperanzado por todo lo que ha sido su vida, pero es en el aspecto musical donde creo que rompe todos los esquemas. Su inicio es espectacular con esa compenetración vocal que Paul y Art siempre sabían ofrecer, pero cuando llega la parte del estribillo todo salta por los aires y su habitual sonido acústico se transforma en un intenso sonido eléctrico que les adentra en el mundo del rock. Lo dicho, una auténtica genialidad.
Llega ya el momento de cerrar el álbum y la canción escogida para hacerlo es otro de los descartes de “El Graduado”. En esta ocasión podríamos decir que el ritmo que muestra esta composición si que habría encajado en la banda sonora de la película pero cuando estuvo terminada ya había material suficiente y finalmente no fue utilizada.
Nos encontramos ante una canción con un ritmo bastante marcado y cuya letra habla en sentido metafórico de las distintas personalidades que adoptan los seres humanos a la hora de afrontar sus vidas. Una canción que habría encajado perfectamente en la primera parte del álbum y que utiliza el mundo de los animales para explicarnos estas circunstancias.
Su título es “At the Zoo” y años después daría origen a la publicación de un libro infantil en el que se adaptaría ligeramente la letra para que encajara perfectamente en el entorno de los niños. Un broche de oro a un grandísimo disco.
Hasta aquí llega este álbum con dos partes bastante bien diferenciadas que nos hacen pasar del minimalismo y la calma de la primera a la intensidad y el ritmo de la segunda. Un disco con el que Simon & Garfunkel se convirtieron en auténticas estrellas mostrándonos a todos su talento en estado puro, algo que continuarían haciendo con sus siguientes trabajos.
LISTA DE LOS AÑOS 80
Continuamos ya con el repaso habitual de las listas graminoleñas de otras épocas. Para ello nos situamos en el 12 de febrero de 1989 para hacernos eco de la única nueva entrada que se producía aquel día, la cual nos llegaba de la mano de un debutante en el panorama musical de nuestro país que no dejaría indiferente a nadie.
Nos encontramos ante uno de esos casos en los que alguien tiene talento pero tarda en darse cuenta hacia donde tiene que dirigirlo. El protagonista es Paco Arango quien debutó como cantante en el año 1988 con una versión muy a su manera de “To Be A Lover” que en la voz de Billy Idol sí que fue una gran canción. Debido a su procedencia, es hijo del multimillonario mexicano Plácido Arango, y que musicalmente hablando no era nada del otro mundo, a pesar de dejar un par de aportaciones reseñables, recibió bastantes críticas y fue objeto de algunas mofas en aquella época.
Su carta de presentación sería este “Eres Una Bruja” que nos acompañaría en nuestra lista durante 21 semanas para alcanzar el top 20. La impresión que da es que si pudo iniciar su carrera musical y esta canción tuvo cierta repercusión fue por aquello de “por ser vos quien sois”, porque la verdad es que arte … y ahí lo dejo.
Por cierto, no os puedo ofrecer esta canción porque no aparece ni viva ni muerta por ningún sitio, debe de ser que no se quiere dañar a nadie. A cambio os ofrezco otra de un corte similar titulada “Estoy Pensando en Ti”. Ésta no entró en nuestra lista y no debería de extrañarle a nadie.
Tras no lograr los resultados buscados con su carrera musical crearía una productora que nos dejaría algunas series televisivas verdaderamente infumables y que mejor es que no las mencione. Afortunadamente, terminaría dando con la tecla y su éxito le llegaría en su faceta como director cinematográfico, dejándonos dos maravillosas películas como “Maktub” y “Lo que de Verdad Importa”. Os recomiendo que veáis ambas ya que son dos auténticas maravillas en las que los protagonistas son niños y jóvenes afectados por el cáncer.
Su involucración en este aspecto es total ya que la mitad de la recaudación que logró con “Maktub” iría destinada al Hospital del Niño Jesús de Madrid y poco tiempo después crearía la “Fundación Aladina” que apoya a los niños afectados por esta tremenda enfermedad. Al final, Arango encontró su sitio y todos hemos salido ganando.
LISTA DE LOS AÑOS 90
Seguimos nuestro recorrido por las listas graminoleñas de otros tiempos y nos situamos en el 14 de febrero de 1999. La lista que estrenábamos ese día nos deparaba como única novedad destacable la entrada de una nueva composición de un dúo femenino que llevaba ya algún tiempo dejando su impronta en nuestro país y que se convirtó en muy poco tiempo en uno de los grupos españoles más aclamados por el público y elogiados por la crítica. Se trata de Ella Baila Sola.
Marta Botía y Marilia Andrés eran dos jóvenes que se conocieron en el Instituto a las que les ecantaba cantar. Pronto conectaron en este sentido y empezaron a improvisar algunas canciones mientras tocaban en el madrileño Parque del Retiro para ganar algo de dinero con el que poder compararse una nueva guitarra o divertirse como jóvenes que eran. No pasaban desapercibidas para nadie cuando interpretaban sus canciones y en el año 1996 la fortuna llamaría a su puerta.
Gonzalo Benavides, representante del por aquel entonces exitoso Javier Álvarez, las descubrió una tarde paseando por el Retiro y de inmediato vio su potencial. De esta forma publicarían su primer disco y de manera inmediata se convertirían en todo un acontecimiento en nuestro país, con una forma de interpretar repleta de sensibilidad y compenetración y unas letras que calaban en todo tipo de público.
Por aquel entonces acababan de publicar un álbum titulado “E.B.S.” en el que se incluía otra de esas canciones con cuya letra se identificaban todas las mujeres de nuestro país, algo bastante habitual durante su carrera, con la que lograrían repetir el éxito cosechado con sus anteriores sencillos. Me estoy refiriendo a “Despídete”, que en nuestra lista nos acompañaría durante 14 semanas para alcanzar el top 24.
El fuerte carácter de ambas originaría algunas diferencias entre ellas y tras solamente cinco años de andadura juntas decidirían seguir cada una su camino. Sus carreras en solitario no ofrecerían los resultados esperados y aunque Marta ha intentando repetir fórmula recuperando el dúo con distintas acompañantes está claro que la química que existía en su día con Marilia se ha perdido. Y es que Ella Baila Sola son únicamente Marta y Marilia juntas.
LISTA DEL NUEVO MILENIO
Nos trasladamos hasta el 8 de febrero de 2009 para finalizar el análisis de nuestras listas del día de hoy y comprobamos que la cosa va de dúos. Esa semana teníamos cambio en el número uno y una nueva entrada, así que para empezar os recuerdo algo que ya se ha contado en estas páginas con anterioridad en relación a nuestros nuevos líderes.
Tras 8 semanas ocupando el puesto más privilegiado de nuestra lista con “Un Violinista en tu Tejado”, Melendi cedía el testigo a un dúo que había alcanzado en los últimos tiempos bastante popularidad en nuestro país y cuya parte femenina había pasado por el mediático “Operación Triunfo”.
Simplemente os recordaré que Mai Meneses fue la primera expulsada de la edición del famoso concurso en la que participó y que tras ello formó junto a Kim Fanlo el dúo Nena Daconte con el que lograría un buen puñado de éxitos mientras permanecieron juntos, entre los que se encontraba la canción que se colocaba aquel día de los enamorados de 2009 en el número 1, esta sencilla y pegadiza “Tenía Tanto que Darte”, posición que disfrutarían durante 7 semanas.
Vamos a finalizar ya el repaso a nuestras listas de cada semana con la única entrada que se producía aquel 8 de febrero de 2009, para lo que hemos de viajar hasta Inglaterra de donde procede la cantante que la protagoniza, también relacionada con el mundo de los “talent-shows”
Leona Lewis fue la ganadora de la tercera edición del programa “Fáctor X” en su versión británica, lo que le daría derecho a la grabación de un disco, contando con la producción de Jesse McCartney y Ryan Tedder, vocalista éste último de OneRepublic. Si a todo esto le sumamos la grandísima voz de Leona, la pinta que tenía el proyecto era bastante buena.
El resultado sería un álbum titulado “Spirit”, repleto de baladas y medios tiempos, con unos arreglos perfectos para que Leona mostrase todo su poderío vocal y con el que lograría unos espectaculares resultados de ventas, en gran medida gracias a la promoción mediática de la que pudo disfrutar tras su paso por el famoso concurso televisivo.
Fueron varios los sencillos que se publicaron de este disco y entre ellos se encontraba “Better in Time”, una balada que habla de los ánimos que se da a sí mismo una joven que acaba de ser abandonada por su novio diciéndose a sí misma que vendrán tiempos mejores. En nuestra lista nos acompañó durante 20 semanas alcanzando el top 22.
Siempre he pensado que Leona Lewis es una especie de versión británica de la norteamericana Alicia Keys y si os tengo que ser sincero y he de escoger, yo me quedo con Alicia.
COMPARTE QUE ALGO QUEDA
Hasta ahora hemos comprobado que lo habitual es que las colaboraciones estelares que se han producido en el mundo de la música estén protagonizadas por solistas que deciden unir sus fuerzas con otros solistas, aunque no es ésta la única variante. También hemos podido disfrutar de grandísimos momentos protogonizados por grandes bandas que unen sus fuerzas entre sí para ofrecernos algunas canciones que han pasado a la historia.
Este va a ser el denominador común de las tres canciones que nos ofrece en el día de hoy la sección de “Comparte Que Algo Queda”, en las que bandas de esas cuyos nombres se escriben con letras mayúsculas han compartido sus talentos para ofrecernos momentos inolvidables.
U2 & GREEN DAY / THE SAINTS ARE COMING
El mundo de las colaboraciones está repleto de casos en los que la canción elegida es la versión de algún antiguo tema conocido por todos. También es bastante habitual que esos inesperados a la para que magníficos duetos se produzcan por apoyar algún tipo de causa benéfica y que las ganancias que se obtengan sirvan para ayudar a personas desfavorecidas. Pues bien, la colaboración que viene a continuación cumple con ambas premisas.
En el año 2005, el huracán “Katerina” arrasaba parte de los Estados Unidos y éste sería el pistoletazo de salida para que dos grandísimas bandas nos ofrecieran un año después un momento espectacular versionando una canción del grupo de punk Skids que data del año 1979.
Todo empezó cuando The Edge, el guitarrista de U2, creó una especie de asociación para ayudar a los músicos de Nueva Orleans que lo habían perdido todo tras el paso del huracán. El punto culminante de las distintas actividades que se realizarían al respecto llegaría con la publicación de un sencillo en colaboración con otra de las bandas más grandes del momento como son Green Day. Juntar tanto talento no sucede todos los días por lo que la ocasión era excepcional y prometedora.
La canción elegida sería el tema de los citados Skids cuyo título es “The Saints Are Coming” y además de ser digna de elogio su grabación por el objetivo que perseguía, no lo es menos por la espectacularidad que adquiere en las manos de estos auténticos “Siete Magníficos”.
Simplemente como anécdota os contaré que el equipo de fútbol del Southampton ha tomado esta canción, tanto en su versión original como en la que os acabo de ofrecer, como una especie de himno no oficial, aprovechando que son conocidos en Inglaterra popularmente como “The Saints”.
Las dos siguientes colaboraciones están protagonizadas por los mismos artistas, quienes crearon unos lazos de amistad bastante profundos gracias a una gira que protagonizaron juntos. La fusión del reggae de UB40 y el deje rockero de Crissie Hynde nos dejan dos momentos inolvidables que vamos a recordar a continuación.
UB 40 & CRISSIE HYNDE / I GOT YOU BABE
Para empezar vamos a adentrarnos nuevamente en el mundo de las versiones, ya que el primer regalo que UB40 y Crissie Hynde nos ofrecieron allá por el año 1985 es uno de esos casos en los que la copia supera casi al original. Se trata de un tema incluído en el álbum de la banda titulado “Le Baggariddim” que retomado veinte años después de su creación logró bastante éxito demostrando que los unos y la otra estaban en un grandísimo momento.
En el año 1965 Sonny Bono escribía una de las canciones más bellas de toda su carrera y con la que más éxito conseguiría interpretándola junto a la que por aquel entonces era su mujer, la siempre inquietante y mágica Cher. Con este tema lograrían triunfar a lo grande pero lo que no podían ni imaginarse es que veinte años después, adquiriendo un sonido reggae, iba a mejorar considerablemente.
La historia de UB40 es bastante peculiar ya que se formó cuando un grupo de jóvenes británicos se unió para tocar reggae a pesar de que no tenían ni idea de tocar ningún instrumento y con unos medios económicos bastante pecrarios. Paso a paso fueron saliendo adelante hasta que empezaron a calar en el público de su país e ir convirtiéndose en una de las bandas más aclamadas por la crítica. Para terminar de rematar la faena y ponerlos en órbita definitivamente, saldrían de gira junto a The Pretenders, idea que se le ocurrió a su auténtica jefa, Crissie Hynde, ya que le encantaba la música que hacían los que iban a ser sus compañeros de fatigas durante una temporada.
La gira resultó un tremendo éxito y supuso para la banda de reggae el espaldarazo definitivo que necesitaban en su carrera. La relación que entablarían los hermanos Campbell con Crissie sería muy estrecha y ello les llevaría a colaborar juntos con una canción que no era otra cosa que la versión del tema de Sonny & Cher que os comentaba antes.
Se trata de “I Got You Babe” y os puedo asegurar que la nueva versión es excepcional, mostrándonos a una Crissie Hynde capaz de desenvolverse en el territorio reggae como si llevara haciéndolo toda la vida. Una maravilla.
UB40 & CRISSIE HYNDE / BREAKFAST IN BED
La química que crearon juntos fue tan grande y el éxito cosechado por su versión de “I Got You Babe” fue tan espléndido que se prometieron volver a colaborar juntos en cuanto sus agendas respectivas lo permitieran. En muchas ocasiones estas promesas se transforman en propósitos que terminan quedándose por el camino, pero en su caso concreto, tres años después encontrarían ese pequeño hueco que necesitaban para repetir experiencia.
En el año 1988 Hynde seguía siendo toda una referencia al frente de The Pretenders y UB40 ya habían adquirido la categoría de estrellas, arrollando con cada uno de sus discos en el Reino Unido y haciendo extensible este éxito a nivel internacional tanto en el resto de Europa como en los Estados Unidos. Mucho habían cambiado las cosas desde aquel momento en el que los segundos salieron de gira prácticamente como teloneros de los primeros, ahora los dos jugaban en la misma división, en la división de honor.
En esta oportunidad no sería una versión lo que nos ofrecerían sino un tema inédito que se incluiría en el álbum “UB40” y en el que volverían a conectar a la perfección, aunque con un ritmo un tanto más pausado y un éxito ligeramente inferior. De cualquier modo lo volvieron a hacer con este “Breakfast in Bed”, reggae al estilo de finales de los 80.
LA ÚLTIMA DE LA GRAMINOLA
Como decía Porky cantando “Lástima que terminó / El festival de hoy…”, llegamos a la última página del número de “La Graminola” de esta semana y ya os digo yo que nos va a dejar a todos un buen sabor de boca con las tres últimas canciones que nos ofrece. Así que a abrir bien los oídos y disfrutar con más música.
EFEMÉRIDE
La efeméride de esta semana nos hace recordar que hoy hace 33 años que se grababa un disco en directo que iba a cambiar literalmente la carrera artística de Joaquín Sabina. A partir de ese momento su popularidad crecería hasta límites insospechados para terminar convirtiéndose en el cantautor español de cabecera de la mayoría los amantes de la buena música.
Hoy no rememoramos un nacimiento o un fallecimiento como viene siendo habitual en esta sección. En esta ocasión el protagonismo recae más en un disco que un artista porque tal día como hoy del año 1986 se grababa un álbum en directo que iba a convertirse en un auténtico hito en la historia de nuestra música y que iba a suponer la consagración definitiva como un artista de masas y de reconocimiento generalizado de Joaquín Sabina.
Por aquel entonces Sabina ya era un reconocido cantautor aunque había quien todavía le identificaba como un producto de menor consumo vinculado a sectores un tanto minoritarios y de un perfil marcadamente político. Con el disco que grabó en directo ese año las cosas iban a cambiar e iba a convertirse en toda una estrella en el panorama musical español. Las ventas que lograría con este álbum serían espectaculares, batiendo todos los records batidos y por batir e iniciando una gira promocional que llenaría escenarios de grandes aforos colocando en todos ellos el “no hay billetes”, culminando con un espectacular concierto en plan torero en la madrileña Plaza de Toros de Las Ventas.
Para la ocasión, Sabina se rodearía de un grupo denominado Viceversa que estaba formado por Manolo Rodríguez, Javier Martínez, Pablo Beneyto, Marcos Mantero, Teresa Carrillo, Chema Rojas, Andreas Prittwitz y Pancho Varona. Este último se convertiría a partir de ese momento en colaborador inseparable del cantautor y una especie de alma máter no pudiendo entenderse la carrera de Sabina sin la presencia de Varona.
Podría decirse que existe un antes y un después en la carrera de Sabina tras la publicación de este disco. Para la ocasión contaría con la colaboración de gente como Javier Krahe, Ricardo Solfa, Luis Eduardo Aute o Javier Gurruchaga, dejándonos momentos tan destacables como este “Juana la Loca”, una composición que hablaba de un hombre que salía del armario, algo que por aquella época resultaba bastante más atrevido que en la actualidad.
LA EDAD DE ORO DE LA MÚSICA ESPAÑOLA
Hoy nos visita otro de esos grupos españoles de corto recorrido y música sin pretensiones pero sin el que sería imposible conocer lo que es nuestra música. Todos los de mi quinta hemos tarareado en alguna ocasión alguna canción de “Los Romeos”.
La sección dedicada a la música hecha en nuestro país se situa en esta ocasión en Castellón de La Plana. De ahí era un grupo que tuvo un recorrido bastante corto y que a base de melodías con un ritmo pop bastante marcado y una vocalista que llamaba la atención tanto por su físico como por su peculiar voz lograron cierto éxito a finales de los 80. Una de esas bandas que simplemente buscaban divertirse y lo hacían a todo ritmo.
En el año 1988, Pedro López Moreno, Juan Caros Tomás y José Ángel Leiros abandonaban el grupo Morcillo el Bellaco y Los Rítmicos para dar cuerpo a un nuevo proyecto denominado Los Romeos, reclutando para la causa a Patricia Fernández que iba a convertirse en la auténtica imagen de la banda con su manera tan “delicada” de cantar.
Tardaría algo más de un año en publicar su primer álbum, de título homónimo, el cual saldría al mercado en el año 1990. En él se incluía una de esas canciones que a fuerza de sencillez se ha convertido en uno de esos himnos que todos identificamos con la música de finales de los 90. Se trata de “Mi Vida Rosa”, en la que esa sencillez y un cierto lado canallesco se dan la mano mientras nos ponen a bailar a todo ritmo.
Su tirón duraría un par de años más con la publicación de un segundo disco que todavía les mantuvo en el candelero. En ese momento comenzaría un duro enfrentamiento con su discográfica que traería consigo el retraso de cuatro años hasta la publiación de un nuevo álbum. Éste llegaría en el año 1996 y para aquel entonces la música había cambiado profundamente y su tiempo había pasado ya, terminando por disolverse.
NOVEDAD
Como aperitivo a la publicación de un nuevo álbum durante este 2019, Santana publica un EP que no hace otra cosa más que ponernos los dientes largos y con ganas de más. El chaman de la música vuelve a sacar a pasear su guitarra y como siempre nos ofrece una pequeña muestra de su talento en toda su extensión. A buen seguro que ese nuevo disco será uno de los mejores del año.
La recomendación de esta semana no es un álbum propiamente dicho ya que se trata de un EP que únicamente contiene tres canciones nuevas y dos remezclas, pero como viene de la mano de uno de los mejores guitarristas que haya dado la historia no he podido resisitir la tentación de ofrecéroslo. Además existe la promesa de este grandísimo artista de que durante el año en el que nos econtramos publicará un nuevo disco, algo de lo que todos debemos regocijarnos.
El mexicano Carlos Santana lleva más de 50 años dejándonos muestras de su tremendo talento a la hora de hacer hablar a su guitarra y acaba de publicar un EP titulado “In Search of Mona Lisa” inspirado en la obra de Leonardo da Vinci que se ha convertido en su auténtica musa para componer tres nuevas canciones que no hacen sino confirmar que no pasan los años por él.
De casta le viene al galgo ya que su padre pertenecía a un mariachi, aunque el bueno de Carlos abandonó su México natal cuando era muy niño y ha vivido prácticamente toda su vida en los Estados Unidos, lo que no evita que siempre muestre en sus obras un cierto deje latino. En esta oportunidad vuelve a dar muestras de que a la hora de tocar muy pocos están a su mismo nivel.
La producción de este disco ha corrido a cargo del veterano Narada Michael Walden, quien en los años 80 era una auténtica referencia en ese terreno, destacando entre las canciones que integran este EP “Do You Remember Me”, una composición de más de nueve minutos de duración, con una amplia parte instrumental en la que el guitarrista se luce como siempre. Más de nueve minutos de auténtico virtuosismo.
A la espera quedamos de ese álbum prometido y mientras tanto ya sabéis que vosotros solamente tendréis que esperar siete días para disfrutar de un nuevo número de “La Graminola”.
Hasta entonces, Graminoleños.
JUAN JOSÉ GOMARIZ