Revista Cultura y Ocio
La gran apuesta de Adam McKay (2016)
Publicado el 23 febrero 2016 por Miguel Angel Requejo Alfageme @MiguelARAlfagemHe tenido que ver la película dos veces.Cuando salí de la primera visión todo lo que podía decir es: Me ha parecido interesante pero es que me he perdido intentando elucidar que querían decir los personajes con tanto concepto nuevo del mundo financiero y me ha pasado que me quedaba liado con alguno de estos conceptos y cuando volvía a la película ya habían pasado unos minutos. Pero repito, no sabría qué decir.Tenía en la cabeza escenas disparatadas y un ritmo enloquecido.Total que tenía que volver a verla con los conceptos más o menos claros, para no perderme la historia. Creo que hasta salía una actriz de striptease. No podía ser.Empecé por los conceptos. Bonos hipotecarios. Seguro de impago de deuda. Vender al descubierto. Activos intangibles. Banco de segundo piso. Contrato forward. Estanflación. Mercado cautivo. Créditos subprime.Alto, un momento. Esto parece un mundo de ciencia ficción.Claro. Eso era. A ver, ¿Qué sabes tú, me decía, de naves espaciales? ¿De qué clase de combustible se alimentan? Tú las ves que se elevan y te lo crees. ¿O qué sabes tú de esas armas sofisticadas que disparan mil balas por minuto o que irradian un producto que paraliza a la victima? ¿O que sabes tú de la jerga que usan los abogados pimpantes que se enfrentan a las grandes multinacionales que venden tabaco envenenado, que vierten veneno a los ríos? Nada, no sabes nada. Te lo crees y en paz.Respiré. Y me dispuse a ver la peli por segunda vez como si fuese una de extraterrestres.Y funcionó. Me divertí de lo lindo.El primer acierto es el planteamiento de una película llena de descacharrantes personajes. En descacharrantes situaciones. Un friki que maneja miles de millones de dólares como un niño piezas de Lego. Un egocéntrico financiero que va arrasando por donde pasa, seguido de una troupe de adolescentes con ganas de hacer gamberradas. Una pareja de inversores que acuden a un profesor de vuelta de todo. Y en medio de la historia, gente de la calle dando explicaciones de lo que está pasando. Perros que son titulares de una hipoteca y así.Salían nombres familiares que yo recordaba de tragedias como Lehman Brothers de donde deduje que el guionista lo había cogido de la realidad para darle credibilidad, porque, claro está, de ninguna de las maneras lo que esta disparatada película reflejaba podía llegar a pasar de verdad. Eso no podía ser.Y no era una actriz, era una bailarina de striptease que decía que había comprado varias propiedades sin dar entrada alguna. Absoluta ciencia ficción.Enhorabuena a los guionistas por haber sido capaces de imaginar un mundo tan disparatado y mis felicitaciones al director que lo hace tan creíble.Los actores impresionantes en la recreación de estos alocados personajes que gracias a Dios nunca serán los responsables de administrar nuestras finanzas que gracias a nuestro sistema bancario están en manos de personas serias y responsables.Pero está muy bien que se hagan películas así para saber de lo que nos estamos librando y lo que nos podía pasar si las leyes que tenemos no sirvieran para nada y personajes así camparan a sus anchas.Resumiendo, una película de fantasía, próxima a aquella de Tim Burton en la que unos extraterrestres crueles y cachondos invaden la Tierra…esta es igual pero invadiendo el mundo financiero. Y los extraterrestres con pinta de hippies del 68.La música muy apropiada.