Y donde digo “aventura” podía decir “dolor de cabeza”, “preocupación”, “estrés” u otros sinónimos que os vengan a la cabeza.
Porque tarde o temprano llega el año en que la criaturita de tus amores cumple los 3 años. Y eso implica que esa primavera además de polen y días más largos, traerá consigo una de las grandes decisiones que deberás tomar en tu vida: en qué colegio pasará tu retoño los próximos años de su vida.
A mí no me va a pasar eso
Yo era de esas que antes de que llegara el momento pensaba que no iba a ser tan grave. Era consciente de la importancia de la decisión, pero pensaba que mi cabeza analítica podría sobrellevar la situación con racionalidad.
Ja. Ja ja ja.
No es que me tirase noches sin dormir, pero alguna vuelta sí que di en la cama. Porque, aunque no fui madre histérica, para nosotros era una decisión importante que además no depende enteramente de ti. He conocido de cerca muchos casos que no les preocupaba nada el cole que les dieran, que no se han tomado la molestia de informarse mínimamente. Probablemente habrán sido más felices, aunque esa forma de funcionar no va conmigo.
Ahora, casi un año después de todo el asunto, me puedo tomar la libertad de dar algunos consejos por si a alguien le sirven.
Primeros pasos
Recordemos que las competencias de educación están delegadas a las comunidades autónomas, así que puede que lo que yo cuente para Valencia sea distinto en tu lugar de residencia.
En mi caso, busqué información en la web de la Consellería de Educación y en la de mi Ayuntamiento. Obtuve una lista de colegios y las tablas de baremación del año anterior. Me servían de guía, pero me hubiera gustado que actualizaran la información con más margen. En fin, es lo que hay.
Te aconsejo que te hagas un calendario con las fechas más relevantes del proceso de admisión: fecha del sorteo de la letra (luego vuelvo sobre esto), publicación de vacantes, presentación de solicitudes, listas provisionales, alegaciones y reclamaciones, listas definitivas. Así sabrás en cada momento en qué paso estás y no se te escapará nada.
Con el calendario y la lista de coles en la mano, seguimos adelante.
¿Qué posibilidades tengo de tener plaza en un colegio?
Lo primero en lo que nos centramos nosotros fue en saber cómo funcionaban las asignaciones de plaza. En nuestro caso, la tabla de baremación que se nos aplicaba era esta:
Chibimundo – Puntos
" data-orig-size="903,784" sizes="(max-width: 903px) 100vw, 903px" aperture="aperture" />En caso de empate a puntos, las plazas se asignan por orden alfabético, comenzando por una letra que se sortea a mitad de marzo (la fecha que os comentaba antes). Por ejemplo, si la letra del sorteo es la M, los niños cuyo primer apellido sea Rodríguez irán antes que aquellos cuyo primer apellido sea García.
Así que ahí tienes el primer día de estrés hasta que sabes qué letra ha salido y cómo te deja en el orden en caso de empate. Breve mención aquí a lo mal que lo hizo la Consellería el año pasado. Tardaron varias horas en publicar en twitter el resultado del sorteo… En fin, llegados a este punto ya sabes cuántos puntos te corresponden en cada cole y en qué posición aproximada estarías en caso de empate. Pero ¿sabes ya qué colegio quieres para tu hijo?…
Visitas a los coles
Si vives en tu zona de toda la vida ya conocerás los colegios y tendrás tus preferencias. Pero si no es el caso, habrás estado preguntando a amigos, vecinos y conocidos sobre los centros educativos en los que tienes más puntos (es decir, los de tu zona de influencia).
Pero desde luego, la mejor forma de conocer un cole es visitarlo. Y aquí sí que empieza la fiesta. En algunos casos, tienes que ponerte en contacto con ellos y te dan cita para una visita, que puede ser individual o con otros padres (normalmente, otras dos o tres parejas). Para mí esta es la forma ideal porque la visita es más personalizada y además puedes intentar ajustar el horario dentro de unas posibilidades.
Pero por desgracia, estos fueron los menos.
La mayoría ponen una fecha para una jornada de puertas abiertas. Si puedes acudes y si no, dos piedras. Aquí nos encontramos de todo. Colegios que ponen la visita en horario de tardes o en sábado. Pero también los que ponen la jornada un martes a las 10 de la mañana y que vaya quien pueda. Los que ofrecen las aulas de infantil supervisadas para que los peques se entretengan mientras tú te informas y los que piden que no asistas con niños pequeños. Tantos casos como colegios distintos visites.
Nosotros fuimos añadiendo al calendario que nos habíamos creado las fechas y horas de las jornadas de puertas abiertas. Así teníamos toda la información junta y decidir dónde íbamos (en algunos casos los dos, en otros nos repartimos). Esta información se va publicando con cuentagotas y hay que echar mano de amigos y conocidos, de las webs de los coles y hasta de lo que escuches de extranjis en el parque. Nuestro ayuntamiento publicó una recopilación de las jornadas de puertas abiertas, pero algunas fechas ya se habían pasado.
¿Cómo elegir el mejor colegio?
Como todo en esta vida, cada uno tenemos nuestras prioridades. Hay gente que usa como descarte el uniforme, o el hecho de que tengan o no clase de religión. Yo tenía mi propia lista de preguntas que hacía en todos los colegios que visitábamos. Los llamaba temas decisivos:
- ¿Qué pasa si el niño se hace pis o caca encima? ¿Lo cambian o te llaman para que vayas tú?
- ¿Qué horario tienen en el cole? ¿Jornada continua o partida?
- ¿Se puede ampliar el horario por la tarde? ¿Hasta qué hora? ¿Con qué actividades?
- ¿Tienen cocina propia?¿El comedor es de catering?
- ¿Cuál es el idioma principal de docencia? ¿Qué porcentaje de inglés tienen en cada etapa?
- ¿Hay servicio de escoleta en Navidad/Semana Santa/Verano?
- ¿Hasta qué curso puede ir al centro? ¿Sólo primaria o también secundaria y bachillerato?
Con todas esas respuestas, el feeling que te dan los profes y las instalaciones y lo que te han comentado por ahí, haces la lista de prioridades, entregas los papeles cuando se abre el plazo y cruzas los dedos muy fuerte para que te den plaza en tu primera opción.
Ni que decir que todo esto cambia si eres profe en un cole, o si ya pasaste por esto con otros hijos mayores. Lo que he contado es el caso de una madre primeriza, aunque también podría aplicarse para casos de cambio de domicilio que impliquen cambio de colegio.
Espero que toda esta explicación os haya servido como orientación. Y si estáis empezando el proceso, tomadlo con calma y pensad que, aunque es una decisión importante, siempre se puede cambiar al año siguiente si la cosa no sale como esperabais. ¡Ánimo y a por ello!
Clara
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