San Nicoló l´Arena es una enorme iglesia de fachada inacabada que se encuentra anexa al interesante convento de los Benedictinos, hoy usado como universidad. San Nicoló es aún mayor que el duomo y está casi vacía lo que permite disfrutar de su espacio interior.
A lo largo del transepto de la iglesia se extiende en dirección norte/sur una meridiana de casi cuarenta y un metros de largo que fue construida en 1841 por el científico alemán Wolfrang Sartorius y el danés Christian Frederik Peters, ambos fueron contratados para estudiar la topografía y la geología del Etna.
El tamaño de la meridiana, la mayor de Sicilia, facilita que queden marcados con precisión cada uno de los días del año, organizados por sus meses, y no solo los doce signos del zodiaco.
La línea meridiana es una incrustación en mármol negro emparedado entre mármol blanco de Carrara. Los números y letras son un cuidadoso trabajo de taracea. Como curiosidad se han tallado las conversiones de distintas medidas de longitud, algo que veremos también con más claridad en la cercana meridiana de Acireale.
El orificio gnomónico se eleva hasta los veintitrés metros de altura.
Hasta las populares novelas de Camilleri y su complemento en la serie televisiva del Comisario Montalbano, Sicilia tenía su principal referente literario en el Gattopardo de Lampedusa. El Príncipe Fabricio de Salina vivió en esta época y la astronomía es presentada simbólicamente como muestra de la estabilidad de un pueblo forjado en una encrucijada tan diversa: griegos, cartagineses, romanos, vándalos, árabes, normandos, franceses, aragoneses: todo cambia para que no cambie nada.
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