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La gran revancha: desempate

Publicado el 26 enero 2014 por Juancarrasco @JuanCdlH
26.01.14 | 14:26. Archivado en Cine, Estrenos
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En sus respectivos mejores tiempos de estrellato, Robert De Niro y Sylvester Stallone (siempre catalogados en escalafones profesionales distintos y que la edad ha colocado en este proyecto a la par) encarnaron a los dos grandes mitos del cine de boxeo en Toro salvaje y Rocky respectivamente. Muuuuuchos años después y pese al intento de desmarcarse por parte de los responsables de la película, es evidente que la idea consiste en asistir a un Rocky Balboa vs. Jake La Motta, en clave de tragicomedia (imposible de otra forma), y con bastante voluntad por parte de un público que tiene que abstraerse de la inverosimilitud de que dos personas con esas edades que se manejan estén para los trotes simplemente de ponerse en forma.

La gran revancha: desempate
Los protagonistas encarnan a Henry “Razor” Sharp (Stallone) y Billy “Kid” McDonnen (De Niro), dos antiguos rivales pugilísticos, cuya enemistad iba (y va) mucho más allá de Pittsburg, la ciudad natal de ambos. Tienen cuentas pendientes dentro y fuera del ring; las de fuera no serán aquí desveladas, y las de dentro es que se enfrentaron dos veces con una victoria para cada cual y la tercera y definitiva, la que se convertiría en el definitivo desempate, jamás se produjo. Finalmente, treinta años después (dicho así suena aún más increíble), parece que los milagros del dinero (y de Hollywood) van a hacer posible que estos encarnizados antagonistas arreglen sus quitas de la mejor forma que saben…

Con todo, lo icónico del evento mezclado con algunos momentos muy divertidos del cara a cara (curiosamente Stallone parece encontrarse más cómodo en el papel de vieja gloria que el reputadísimo De Niro, demasiado histriónico y autoparodizado, como acostumbra en sus últimos trabajos) harán aflorar la sonrisa del respetable, y puede que dicha ligereza agradable logre hacer olvidar que la historia que nos cuentan en realidad se pasa de simplona.

A pesar de que la cinta se deje ver con mayor dosis de entretenimiento del esperado y de los gags o las payasadas de Alan Arkin haciendo de prehistórico entrenador de Rocky (perdón, quería decir de “Razor”), no cuela la cara asiliconada y embotada de Stallone, cuela aún menos que De Niro, sin esos estragos del bisturí y con mayor evidencia de su edad real, esté para esos menesteres y, si me apuran, lo que menos cuela de todo es que Kim Basinger, con lo que ha sido y el aspecto que aún conserva, pueda ser “la chica” de un “Sly” que completa la pareja con menos química de la historia reciente, si no contamos (con perdón de los adolescentes muy fans) a la archifamosa y architaquillera de Crepúsculo, claro está.

Dirección: Peter Segal. Título original: Grudge Match. Género: Comedia. Año: 2013. País: Estados Unidos. Intérpretes: Sylvester Stallone (Henry “Razor” Sharp), Robert De Niro (Billy “Kid” McDonnen), Alan Arkin (Louis “Lightning” Conlon), Kevin Hart (Dante Slate Jr.), Jon Bernthal (BJ), Kim Basinger (Sally Rose), Camden Gray. Guión: Rodney Rothman; basado en un argumento de Tim Kelleher. Producción: Michael Ewing, Bill Gerber, Mark Steven Johnson y Ravi Mehta. Música: Trevor Rabin. Fotografía: Dean Semler. Montaje: William Kerr. Diseño de producción: Wynn Thomas. Vestuario: Mary E. Vogt.


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