Mientras estaba sentado al pie de la higuera sagrada la noche que experimentó de forma directa y definitiva la verdad, Buda descubrió algo que resultaba muy sorprendente para él y también para nosotros.
Vio que lo bueno, lo hermoso y lo auténtico se encuentran en todos los seres, pero que muy pocas personas lo saben.
La gente cree que lo auténtico, lo hermoso y lo bueno existe en algún otro lugar, en alguna otra persona.
No saben que ellos mismos son esencialmente auténticos, hermosos y buenos.
Durante toda nuestra vida estamos buscando a otra persona que reemplace aquello que sentimos que nos falta.
Esto es lo que dijo Buda en el momento de la iluminación: "Que extraño; todos los seres vivos tienen la naturaleza del pleno despertar, pero ninguno de ellos lo sabe. Y debido a esto vagan sin rumbo y se hunden vida tras vida en el gran océano del samsana, en el sufrimiento".
Cuando reconozcamos que en nosotros hay la esencia de la bondad, de la belleza y de la verdad, dejaremos de ir en busca de algo. Dejaremos de vagar con la sensación de que nos falta algo. Y seremos capaces de dejar de engañar a los demás.
No tendremos que engañar porque habremos descubierto lo auténtico, lo hermoso y lo bueno que hay en nosotros.
El secreto de la Felicidad y la vida Plena, Thich Nhat Hanh