La guerra sucia a vísperas de la elección nacional

Como ya es costumbre en nuestro país, cada seis años se arma un circo de interés público, donde cuatro o más aspirantes a la presidencia de México se destruyen entre si, cada sexenio es lo mismo pero diferentes rostros a excepción de ese señor con canas, pero de ahí en adelante supuestamente todos son nuevos, la misma corrupción solo que liderada por diferente actor político, cada uno de estos viene representado por un sindicato diferente, en algunos caso se unen los sindicatos para tener mayores resultados, pero realmente todos sabemos quién controla la puesta en escena, títeres van, títeres vienen, los titiriteros son los mismos, pero el pueblo es el que paga su entrada y por todo ese espectáculo, es una muy buena obra de teatro interactiva, donde te hacen creer que participas directamente con el resultado del final pero no quieren decirte la verdad, para que así puedas asistir el siguiente sexenio.

Son capaces de todo por tu atención, desprestigiar la imagen del rival suele ser muy efectiva en nuestro país, pues nos gusta la controversia más no la objetividad, es por eso que la mayor parte de la propaganda política se basa más que nada en divulgar cualquier acto que se pudiera considerar de mal gusto ante el público, es una guerra de todos contra todos y sin cuartel, pero al final del día se dan un abrazo, se toman una Foto del recuerdo y continúan sus excéntricas vidas de millonarios mientras que el pueblo vuelve a ser maltratado  por la situación económica.