Cuando una miniserie aparece repetidamente en todas las listas de “las mejores…” suele ser un buen indicativo. Y “la habitación perdida” esta en todas ellas. Y con toda la razón del mundo, demostrando que, aunque han pasado casi 10 años de la misma, cuando un producto es de gran calidad, todo, y en especial el tiempo, es relativo.
No soy fan de la ciencia-ficción aunque me fascina la incomprensión y el desconocimiento en dosis justas. La “habitación perdida” tiene de ello a raudales, y como en las películas de James Bond, tienes que imbuirte en ellas dejando atrás tus conocimientos físicos y temporales, porque es una miniserie que te hará disfrutar si eres capaz de abrir tu mente, de no dar nada por sentado y de expandir tu imaginación.
Plantea un argumento en el que existe un mundo paralelocreado a partir de algún suceso (que no se desvela) en una habitación de motel de carreta. Los objetos que estaban en la habitación nº 10 de este motel, cuando ocurrió el suceso, repentinamente adquieren propiedades semi-mágicas. Algunos son ciertamente útiles, como un peine que detiene el tiempo o la llave de la habitación que te lleva a través de la misma a la puerta que quieras. Otros parecen que no, como un billete que al tocarte la cabeza te lleva a Nuevo Mejico, aunque puede que la combinación de varios también tenga efectos insospechados
Lo bueno de la serie es que no hace falta que te devanes el cerebro tratando de seguir la trama, ni se pierde en elucubraciones sobre el origen o el fin de los objetos, o sobre la racionalidad de lo que acontece, sino que es bastante sencilla y ágil para el espectador cuando aceptas que todo es relativo.
La miniserie empieza cuando Joe Miller (Peter Krause) empieza a investigar un caso de asesinato y una extraña llave acaba en su poder. Con dicha llave, es capaz de entrar en una habitación de hotel y aparecer a través de ella en la puerta del mundo que quiera. Algo genial, salvo que su hija pequeña entra en la misma por error, y desaparece, no se sabe donde. Desde entonces empieza la búsqueda de la cría a través del descubrimiento de la historia de los objetos y de la habitación en sí. En esta búsqueda le ayuda Julianna Margulies como Jennifer Bloom, miembro de una extraña hermandad que intenta destruir los objetos.
Sin embargo, otros grupos como “la orden” y coleccionistas individuales, intentan recuperar todos los objetos posibles para hacerse con su poder y, combinándolos, lograr sus objetivos, desde resucitar a los muertos o en buscar lo que creen que es el fin divino: buscar la esencia de Dios.
Y aunque las interpretaciones no son ninguna maravilla, no es lo que se le pide a una serie fantástica o de ciencia ficción. Aquí prima claramente el guion, y este es estupendo. Es novedoso (aunque con algún toque obsesivo por los objetos al mas puro estilo “Lord of the ring”), sorprendente y engancha. Margulies, en un periodo oscuro entre “ER” y “The good wife”, está comedida, menos fina y expresiva que en “The good wife”, y Peter Krause, entre “six feet under” y "parenthood" es…..bueno es…., pues eso: simplemente él mismo. Cansinamente igual que en todos los papeles que ha interpretado en su vida. Antes de “Six feet under” ni Dios le conocía y por eso su personaje estaba tan bien y resultaba auténtico y genuino. Después, solo ha repetido su actuación, pasando del desenfadado estereotipo americano al aburrido y cargante padre de familia.
En definitiva, “habitación perdida” es un pedazo de miniserie maravillosa, para darte un atracón de fantasía veraniega, repleto de efectos especiales y con una combinación dramática y humorística que la hacer muy especial. Os la recomiendo encarecidamente