La vida de Leonor de Habsburgo estuvo siempre ligada a la de su hermano, el emperador Carlos V. Fue el hermano con el que se crió y el compañero en los últimos años de su vida. Se casó en dos ocasiones según los intereses políticos del emperador pero en ninguno de sus matrimonios, Leonor llegó a ser feliz. La separación de su hija fue el golpe más duro para una princesa cuya vida estuvo marcada por la ausencia de sus padres desde su infancia. A su padre, prácticamente no lo conoció y a su madre, con quien se reencontró en Tordesillas siendo ya una jovencita, la tuvo siempre como una desconocida.
Leonor de Habsburgo nació en Lovaina, una localidad cercana a Bruselas, el 15 de noviembre de 1498. Por aquel entonces, sus padres, la futura reina Juana I de Castilla y Felipe de Habsburgo, llevaban poco más de dos años casados. En el verano de 1496, Juana había viajado desde el puerto castellano de Laredo hasta las tierras de su futuro esposo en Flandes. Leonor recibió el nombre de su abuela paterna, Leonor de Portugal y Aragón, esposa del emperador Federico III de Habsburgo. Cuando tenía dos años, nació su hermano Carlos y un año después su hermana Isabel.
En 1947 había fallecido su tío el príncipe Juan y un año después su tía Isabel. Cuando en 1500 moría el hijo de esta, Miguel, su madre la princesa Juana se situaba la primera en la linea sucesoria de las coronas de Isabel y Fernando. Urgía por ello regresar a Castilla para que Juana y Felipe fueran jurados por las cortes. En Flandes quedaron entonces los pequeños Leonor, Carlos e Isabel bajo la tutela de su tía Margarita de Habsburgo, viuda del príncipe Juan, quien ejerció como una madre para ellos.
En 1916, convertida en una joven casadera, su hermano, consciente de que iba a heredar las coronas de su madre (su padre ya estaba muerto y su madre incapacitada por demencia) vigiló muy de cerca las relaciones de sus hermanas. Leonor, quien estaba estrechando lazos con el príncipe elector del Palatinado, Federico del Rin, tuvo que firmar ante notario que no había existido ninguna relación amorosa entre ambos que pudiera condicionar un futuro enlace de Leonor con algún pretendiente elegido por Carlos.
Aquel mismo año fallecía Fernando el Católico y su nieto empezó a organizar un viaje a tierras castellanas para tomar posesión de su herencia hispana. Con él viajó su hermana Leonor quienes arribaron a la costa asturiana el 4 de septiembre de 1517 y pusieron rumbo a Tordesillas para reencontrarse con su madre y conocer a su hermana pequeña, Catalina, hija póstuma de Juana y Felipe. En Castilla conocerían a sus otros dos hermanos, Fernando y María.
Carlos empezó a buscar entonces un marido entre las cortes europeas. El elegido fue Manuel de Portugal, conocido como "El Afortunado", viudo de su tía, la princesa Isabel. Después de celebrarse en Zaragoza la boda por poderes en junio de 1518, Leonor partió hacia su nuevo hogar. Con el rey portugués tuvo dos hijos, un príncipe que falleció poco tiempo después de nacer y una infanta a la que bautizaron con el nombre de María. En diciembre de 1521, tras quedar viuda, Leonor fue requerida por su hermano. La reina de Portugal tuvo que dejar a su hija de apenas un año en la corte lusa.
Los siguientes años Leonor permaneció fiel a su hermano y aceptó ser utilizada como uno de los acuerdos que sellarían la paz entre Carlos V y Francisco I de Francia. En 1525, tras la batalla de Pavía, el rey francés cayó prisionero del rey castellano. El Tratado de Madrid incluía el matrimonio entre Francisco I y Leonor, enlace que se celebró en Illescas en 1526 pero que no llegó a consumarse. Liberado Francisco y vuelto a París inició las hostilidades con Carlos que terminaron con la firma de la Paz de las Damas en 1529, momento en el que Francisco reconoció oficialmente a Leonor como su esposa.
La vida de la nueva reina de Francia en su nuevo reino no fue en absoluto agradable. Además de tener que soportar las constantes infidelidades de su marido, Leonor no consiguió tener ninguna influencia en la corte parisina, una de las funciones que su hermano le pedía. En 1547 fallecía su esposo sin haberle dado descendencia. Leonor se encontró primero con su hermana María, reina viuda de Hungría, en Flandes y años después ambas viajaron a España para unirse al retiro de su hermano Carlos.
Las dos hermanas vivieron un tiempo en el palacio de los duques del Infantado en Guadalajara. Fue entonces cuando Leonor pidió que su hermano intercediera ante la corte portuguesa para que su hija María pudiera viajar a Castilla y reencontrarse con ella. El frío encuentro entre madre e hija y la intención de esta de regresar a Portugal y no vivir con su madre como era su deseo, supuso un golpe mortal para Leonor quien murió poco tiempo después, el 18 de febrero de 1558, en Talavera la Real, a la edad de cincuenta y nueve años.
Si quieres leer sobre ella
Leonor de Habsburgo, Yolanda Scheuber