Revista Cultura y Ocio
Laura se fue desde Huesca a Madrid por una causa (apartarse de la nueva mujer de su padre) y con un objetivo (convertirse en actriz). Pero en la capital sigue encontrándose con nuevos motivos de zozobra: un hombre al que ama, pero que prefiere abandonarla para irse a América a cumplir sus propios sueños; una pensión de medio pelo, en la que malvive rodeada de lo indispensable; un chico que la ronda (Gonzalo), pero con el que no transige en formalizar la relación… Y, por si todos esos ingredientes no resultaran lo suficientemente perturbadores o desasosegantes, recibe una carta de su hermana pequeña donde le anuncia que, fallecidos el padre y la madre, se desplaza a Madrid para empezar una nueva vida. Eso, como intuye Laura, la obligará a ejercer de madre, hermana, cuidadora, aclimatadora y consoladora. Demasiados compromisos para quien sólo anhela la libertad.Con el paso del tiempo, las sorpresas se irán abatiendo sobre ambas hermanas: personas que retornan de un modo inesperado y que formulan propuestas más bien inaceptables; ambientes que sofocan y terminan por hartar; amores y desamores, que atraviesan sus almas con inusitada fiereza… Y, por fin, un final lánguido o esperanzador (según quiera interpretarse), donde ambas redescubren sus lazos y la fortaleza íntima que atesoraban, quizá sin saberlo.Un texto que Carmen Martín Gaite redactó pensando en la actriz Lali Soldevila pero que durante años no pasó de ser un proyecto que almacenaba polvo en un cajón, hasta que Anagrama decidió ofrecerlo a los lectores españoles.