La hidratación también determina el rendimiento escolar

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Según ha mostrado un estudio sociológico llevado a cabo entre pediatras y padres, en el que han participado más de 900 padres de todo el mundo, se evidencia que la hidratación de los hijos es uno de los temas a los que más importancia dan los padres españoles. No es un echo injustificado, ya que los niños de 1 a 5 años son uno de los grupos de población que presenta mayor riesgo de deshidratación, lo que requiere de un control de la ingesta de líquidos por parte de los padres y de los profesionales médicos, si fuera necesario.Incluso lo consideran más importante que temas tan preocupantes actualmente como son la obesidad infantil o el uso que hacen los niños de internet o de los teléfonos móviles.

La investigación también ha examinado cual es el nivel de conocimiento de los padres respecto a la hidratación adecuada para los hijos. Además del agua, los zumos y la leche son las bebidas más recomendables para mejorar la hidratación de los niños, aunque nunca deben sustituir al consumo de agua por completo.

Otro de los datos que refleja este estudio es que ni los niños ni los adolescentes se hidratan lo suficiente. La deshidratación, aunque sea leve, tiene efectos nocivos inmediatos para la salud. Así, una pérdida de agua superior al 1 % afecta ya al rendimiento mental o cognitivo, y también afecta a la capacidad de toma de decisiones. Una pérdida de agua a partir del 2 % del peso corporal afecta a la memoria a corto plazo, la atención y la eficiencia aritmética, y también a que la persona esté menos alerta, se canse más facilmente, y que requiera más esfuerzo y concentración para actividades rutinarias.

En la hidratación de niños y adolescentes juega un papel importante el desayuno. Incluir en esta comida agua, zumo de frutas y leche o preparados vegetales asegura que comiencen la jornada bien hidratados, y se ha de intentar mantener esta hidratación a lo largo del día, cada pequeños periodos de tiempo.