Hace unos días una empresa de semillas sacó una discreta nota de prensa, en que anunciaba una nueva variedad de esta hierba. Al leerla yo pensaba que provocaría las iras de todos los grupos ecologistas, partidos políticos y asociaciones anti transgénicos. Asumía que se organizarían manifestaciones, marchas o que se quemaría algún campo, pero estaba equivocado. Han ido pasando las semanas y nada. ¿Qué dice la nota de prensa?:
Semillas Fitó presenta una variedad de césped no modificada genéticamente resistente al Glifosato
Semillas Fitó acaba de anunciar la disponibilidad inmediata de una nueva variedad de Lolium perenne, bajo el nombre JS501 (GLY RYE), no modificada genéticamente y resistente al Glifosato. La variedad de césped JS501 (GLY RYE) tiene la virtud de tolerar hasta un máximo de 1,13 litros de Glifosato/ha como materia activa pura. Según el porcentaje de Glifosato en el producto comercial, se puede deducir la dosis máxima que se puede aplicar de forma mensual. Josep Cirera, responsable de Áreas Verdes de Semillas Fitó, nos describe esta nueva variedad: "A parte de ser resistente a glifosato, JS501 (GLY RYE) es una variedad de color verde oscuro, que acepta cortes a partir de 12 mm y de calidad extraordinaria". Para Cirera es muy importante el tema de las dosis y la aplicación del glifosato: "Tenemos que destacar que a dosis de 1,13 litros/Ha de glifosato se elimina el 100% de Poa annua y otras malas hierbas, pero es muy importante recalcar que esa es la dosis máxima de materia activa que admite la variedad para evitar decoloraciones, con lo cual, si aplicamos esta dosis hay que evitar solapes y tener cuidado en el calibrado de boquillas". Según Josep Cirera "esta variedad puede ser de gran interés en los campos de golf del área mediterránea ya que su incorporación en resiembras es especialmente fácil al ser un Lolium perenne".
Publican esto ¿y los ecologistas callados? Cuantas veces nos han dicho que las semillas RR (resistentes al glifosato) crean dependencias de productos químicos, que están patentadas, que pueden hibridarse con especies silvestres, que sirven a intereses sociecónomicos y no para alimentar a la población, etc, etc, etc... y que por eso hay que prohibir los transgénicos. Resulta que en el caso de muchos transgénicos cultivados estas afirmaciones son falsas, pero da igual, se repiten una y otra vez con el fin de crear una verdad Goebbelsiana. El resultado es que te encuentras con gente que te dice que el arroz dorado está patentado o que no quiere que un transgénico se hibride con una hierba silvestre, cuando este es uno de los aspectos que se considera en el proceso de autorización, y si se da esta posibilidad no se autoriza el cultivo.
Ahora bien: que tenemos aquí. Una planta, resistente al glifosato, pero que no se ha obtenido por tecnología transgénica sino por hibridación, cruzamiento o mutagénesis. El resultado es el mismo que si por transgénesis se hubiera metido el gen de resistencia, bueno, el mismo no. Si hubiera sido transgénica nunca se hubiera autorizado, pero al no serla, ya está en el campo (de golf). Esta variedad es resistente al glifosato, existen al menos tres especies silvestres que pueden hibridar con ella, está patentada y no se puede decir que vaya a contribuir a acabar con el hambre en el mundo, como mucho con el hambre de golf. Además hay descritos casos de alergia a esta planta, este motivo, junto con el de las hibridaciones, hubiera sido suficiente para no autorizarla si hubiera sido transgénica. Ha sido desarrollada por una empresa americana, que obtuvo la autorización para Europa hace un año (sin que nadie dijera nada) y en España la distribuye la empresa mencionada (con patentes y derechos de por medio) y ninguna organización ecologista ha dicho nada, y todo sea dicho, tampoco ha habido ninguna catástrofe ecológica ni de salud pública por el glifosato, ni nos han atacado las supermalezas resistentes por su uso en el campo (de golf), donde ya se puede sembrar libremente. Lo dicho, ser antitransgénico es para las organizaciones ecologistas como la #MarcaEspaña del gobierno, que la promociona en Europa con toros, jamón y flamenco pero la crisis no nos la quitamos de encima. La #MarcaAntitransgénica se utiliza como banderín de enganche, pero es más un postureo con argumentos vacíos que una preocupación legítima, si lo fuera, no se entienden silencios como el que se ha producido ante la autorización y salida al campo (de golf) de esta variedad, que encaja en todos los argumentarios antitransgénicos más que la mayoría de los transgénicos, pero al haberse obtenido por métodos no transgénicos, obliga a plantearse preguntas incómodas.
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