
Sinopsis:
Londres, en la actualidad:
Lily, una joven enóloga inglesa a punto de viajar a Italia para trabajar en uno de los mejores viñedos del país, recibe una inesperada convocatoria de un despacho de abogados. Al acudir a la cita, descubre que su abuela nació y fue dada en adopción en Hope’s House, un hogar para madres solteras; las únicas pistas que tiene sobre su pasado familiar son una antigua receta de cocina manuscrita y un programa del teatro La Scala de Milán, de 1946.
Ya en Italia y con la ayuda de Antonio, un joven viticultor, Lily decide seguir ambas pistas, que la llevarán hasta una pequeña región del Piamonte donde descubrirá una fascinante historia de amor del pasado que cambiará su vida para siempre.
Milán, ochenta años atrás:
Estee, destinada a convertirse en la mayor prima ballerina de Italia, y Felix, heredero de una gran familia de empresarios, lo son todo el uno para el otro desde que se conocieron en la adolescencia, y, más que nada en el mundo, desean ser felices. Pero en una época en la que la moral y las normas sociales se imponen sobre la libertad de elegir un camino propio, ambos deberán enfrentarse con coraje y fortaleza al destino que otros han decidido para ellos.
Una novela arrolladora sobre secretos familiares, el poder del pasado y la fuerza del destino.
Opinión personal:
En ocasiones me animo a leer historias de autoras nuevas que, a priori, no parece que puedan llegar a entusiasmarme. A veces, me llevo sorpresas, pero esta no ha sido una de ellas. Primer título de la saga y último para mí. No ha sido una buena lectura.
Ya hace mucho que se publican novelas que combinan e interrelacionan historias pasado/presente. Esto no es una novedad y algunas me han gustado muchísimo. Considero que, si se juega bien con el misterio del pasado, puede ser un aliciente importante.
Contamos con cuatro protagonistas. Seré breve, lo prometo, para no alargarme mucho.
Lily, guapísima joven enóloga que tiene una suerte inmensa.
Antonio, hombre encantador con un pasado ¿normal? —es que la autora lo dramatiza un poco/demasiado y, lamentablemente, lo que ha vivido no puede llamarse drama, la verdad.
Estee, niña explotada con una familia horrible. Gran bailarina y guapísima, también.
Felix, joven prodigio en el mundo de la pastelería (adoro mucho la crema de la que se habla en la novela) con determinación… si me apuráis, es el personaje que más me ha gustado de los cuatro.
Poco más se puede decir de ellos porque la autora no se molesta mucho en desarrollarlos, algunos de ellos son puros clichés y, sobre todo, ellas me han sacado los nervios en más de una ocasión.
No voy a decir que estemos ante una mala novela, o
quizás sí. Pero, no me ha convencido. ¿Es entretenida?, Se puede decir que
se lee de forma fluida y la letra es grandecita, algo que últimamente empiezo a
agradecer. Pero, hay fallos en la historia, datos que no cuadran y, para mí, lo
más importante es que, aunque la relación entre ambas historias esté basada en
la investigación de Lily, la sensación es que la autora te lo cuenta de forma
paralela, no que lo descubran porque aquí la investigación es hacer cuatro
preguntas y tener la gran suerte de que encuentren, por casualidad, con la
persona idónea. Porque tanta casualidad es increíble, ni en el mejor de los
casos. No sé, parece como si fueran dos novelas unidas a través de una relación
familiar.

La historia fluye sin altibajos, con ritmo pausado, demasiado pausado mientras que los romances son prácticamente flechazos. ¡Vamos, que no!
Si el pasado no tuviera que ver nada con el presente y la autora narrara historias paralelas, tendríamos casi la misma novela.
De forma contundente, mis gustos personales chocan de pleno con este tipo de historias. No me suelen gustar, al final se necesita mucha extensión —esta no la tiene— para que la autora desarrolle en profundidad unos personajes y sus historias. Es justo lo que pasa. Si, además, se añade que se centra bastante tanto en el mundo del vino como en el del ballet —y tampoco es que se haya documentado mucho—, pues para las relaciones personales queda poco. Me ha sorprendido particularmente la figura de la madre de Lily. ¿Qué papel juega?. ¿Es necesaria?
Otro tema del que no soy muy fan es de esas escenas «fundido en negro». Las escenas de cama no son necesarias, ni tan siquiera en una novela romántica —la editorial no vende esta como tal. Pero si las pones, ¡no me las cortes! —como digo, son temas muy personales.
Comentando un poco por encima la trama, la sinopsis explica ya mucho, la historia contemporánea es simpática pero sin fundamento. En la que la ambientación vinícola tiene especial importancia, aunque poca documentación, y surge de forma tan repentina y se explica tan poco que te la crees como un salto de fe.
La historia del pasado es triste. De esos amores prohibidos con tantísimos problemas para salir bien. La autora no da puntada sin hilo y si algo puede ser peor, pues allá que va y, no obstante, no ha conseguido emocionarme en ningún momento. Y si con todo lo que hay, no lo ha conseguido, solo puedo decir que esta autora no es para mí. Quizás otra lectora conecte mucho más con su forma de narrar.
Ya sé que mi opinión no es muy buena y, como siempre digo, lo mejor es animarse a leerlo y crearse una opinión propia. Lo que no me gusta a mí puede encantar a otra lectora y al revés.
Es una autora que tiene publicaciones con el sello de Jazmín mucho más económicas, quizás os podáis hacer una idea de su estilo para saber si os puede gustar o no.
Por lo que he leído, la saga se podrá leer de forma totalmente independiente.
Se están poniendo de moda la coletilla de «la nueva…», «si te ha gustado… te gustará….»
Si fueran ciertas, no me molestarían y ayudarían, pero es que aquí, con la autora que la compraran, nada que ver más que el argumento, a nivel de estilos, la comparada le da mil vueltas y me parece todo un engaño.
Con lo poco que se traduce, qué pena que no opten por novelas de mayor calidad.
Datos de interés: Ficha de la novela - Ficha de la autora
Pepa