La hipertensión arterial consiste en el incremento de la resistencia vascular periférica, esto hace que el corazón trabaje en exceso y se debilite, estadísticas recientes revelan que en la República Dominicana casi el 24% de la población adulta sufre de esta condición. Pero solo una de cada dos lo sabe, agravándose en los individuos mayores de 60 años, llegando a un porcentaje de casi el 60%.La hipertensión se desarrolla por diversos factores, entre ellos: una alimentación poco saludable, una vida sedentaria, tener alguna afección en el corazón o riñones y predisposición hereditaria; también pueden influir, como la edad, el estrés, la falta de actividad física, el tipo de alimentación, fumar, beber alcohol, el sobrepeso y la obesidad.
Cuando la hipertensión se presenta por una predisposición hereditaria es imposible prevenirla, sin embargo, llevar una vida saludable puede evitar que se presente a una edad temprana.Una persona es considerada hipertensa cuando su presión arterial es mayor o igual a 140/90 milímetros por un periodo prolongado de tiempo. Cuando se trata de tomar la presión nada como hacerse un buen chequeo médico. En algunos casos los doctores podrían utilizar el sistema MAPA, el cual es un aparato que le colocan al paciente y que mide la presión por varios días. Otro recurso es tomar la presión con un Baumanómetro o un esfigmomanómetro y/o ordenar estudios de laboratorio como la biometría hemática.La presión arterial se clasifica en base a dos tipos de medidas, la presión arterial sistólica y diastólica, expresadas como una tasa, como por ejemplo 120/80 mmHg («120 sobre 80»). La presión arterial sistólica (la primera cifra) es la presión sanguínea en las arterias durante un latido cardíaco. La presión arterial diastólica (el número inferior) es la presión entre dos latidos. Cuando la medida de la presión sistólica o diastólica está por encima de los valores aceptados como normales para la edad del individuo, se considera como Pre-hipertensión o Hipertensión, según el valor medido.La presión arterial elevada rara vez presenta síntomas. Estar nervioso o tenso, por ejemplo, no es sinónimo de tener la presión arterial elevada.