Revista Salud y Bienestar
La hiponatremia es uno de los trastornos electrolíticos más frecuentes en el ámbito hospitalario, se estima que entre el 15-30% de los pacientes hospitalizados la padecen. A pesar de ello, está infradiagnosticada, según se ha puesto de manifiesto en el XL Congreso Nacional de la Sociedad Española de Nefrología. En el simposium Actualización en el manejo del paciente con Hiponatremia asociada a la Secreción Inadecuada de la Hormona Antidiurética (SIADH), organizado por la compañía Otsuka, se insistió en la importancia de la detección precoz como paso para prevenir las consecuencias asociadas como caídas, fracturas, un aumento de la estancia hospitalaria y la mortalidad.
La hiponatremia es el trastorno relacionado con el agua y los electrolitos más frecuente y se produce cuando se origina un desequilibro entre las concentraciones de sodio en el plasma (concentraciones séricas de sodio inferiores a 135 mmol/L).
"Durante los últimos años, se había pensando que la hiponatremia, sobre todo la de carácter leve a moderada era "asintomática" –afirma el doctor Alberto Tejedor, de la Unidad de Interconsultas del Servicio de Nefrología del Hospital Universitario Gregorio Marañón-. Investigaciones posteriores han confirmado que existen síntomas que deben alertarnos de su presencia como la somnolencia, la dificultad para andar, las caídas o la confusión". "A diferencia de lo que sucede con la hiponatremia severa –apunta el doctor Alberto Martínez Vea, jefe del Servicio de Nefrología del Hospital Universitario de Tarragona Joan XXIII-, se percibe un desconocimiento sobre los signos y síntomas asociados a la hiponatremia más leve o moderada".
En opinión del doctor Tejedor, "la participación de estos síntomas en otras patologías hace que sea difícil el diagnóstico preciso. En otras enfermedades –explica- ante un signo sabes el cuadro que tienes, en el caso de la hiponatremia los síntomas son más inespecíficos". Para el doctor Martínez Vea, el otro factor que puede estar influyendo en el bajo diagnóstico es el hecho de que suelen ser enfermos con patologías graves (insuficiencia cardiaca o cirrosis), "que hacen que la atención esté centrada en la propia enfermedad, y que se asocien los síntomas de este trastorno a la patología subyacente y no se esté valorando en su justa medida la hiponatremia y su impacto sobre la morbilidad".
"De igual forma, - apunta el doctor Esteban Poch, Consultor Senior del Servicio de Nefrología del Hospital Clínico de Barcelona,- tampoco se suelen valorar adecuadamente los niveles de sodio en los pacientes, sobre todo en personas mayores y polimedicadas -principal grupo de riesgo- que se someten a una intervención quirúrgica, aunque existe un riesgo elevado de que puedan sufrir una hiponatremia si ya se partían de cifras bajas de sodio".
La baja detección de este trastorno preocupa así como la forma de evitar las complicaciones asociadas al mismo. "La identificación inmediata y el manejo adecuado de una concentración sérica de sodio anormalmente baja es crucial para reducir la morbimortalidad que se asocia a la hiponatremia en los pacientes hospitalizados", destaca el doctor Tejedor, "ya que no diagnosticada ni tratada evoluciona hacia un cuadro de edema cerebral que puede ocasionar el fallecimiento del enfermo", subraya. De hecho, los sujetos hiponatrémicos presentan hasta 60 veces más riesgo de fallecimiento.
Como se puso de relieve en el simposium, el mejor manejo y control de este trastorno pasa por mejorar la información y formación, "y lograr concienciar de la importancia de la hiponatremia leve y moderada, lo que comportaría desarrollar medidas preventivas hospitalarias, una monitorización más frecuente de los niveles de sodio y una rápida intervención terapéutica", destaca Martínez Vea.
-Tratamiento
El grave problema asociado a la falta de diagnóstico es que muchos pacientes no están recibiendo un tratamiento adecuado "e inclusive se puede generar la situación inversa ya que las condiciones propias de los hospitales (restricción de la dieta o aporte de líquidos intravenosos) pueden generar la aparición de la hiponatremia o convertir una de carácter leve en grave", apunta el doctor Tejedor.
Desde hace unos meses, está disponible en nuestro país una nueva familia de medicamentos, los vaptanes, que actúan frente a una de las principales causas de la hiponatremia, el síndrome de secreción de la hormona antidiurética. En palabras del doctor Tejedor, "disponíamos de escasas opciones no exentas de ciertas limitaciones como su utilización a largo plazo, su difícil manejo o su toxicidad". "Con los vaptanes logramos normalizar los niveles de sodio y que el organismo elimine el agua que le sobra sin tener necesidad de administrar sal ni diuréticos".
Tanto el doctor Poch como el doctor Martínez Vea destacan que se tratan de medicamentos "que gracias a su mecanismo de acción, actúan de forma específica sobre una de las causas de la hiponatremia corrigiendo este trastorno. Los estudios han demostrado, además, que incrementa de forma eficaz y controlada los niveles de sodio en un tiempo prudencial, entre 24 y 48 horas, pudiendo reducir la estancia hospitalaria", señala el doctor Martínez Vea.
La hiponatremia es el trastorno relacionado con el agua y los electrolitos más frecuente y se produce cuando se origina un desequilibro entre las concentraciones de sodio en el plasma (concentraciones séricas de sodio inferiores a 135 mmol/L).
"Durante los últimos años, se había pensando que la hiponatremia, sobre todo la de carácter leve a moderada era "asintomática" –afirma el doctor Alberto Tejedor, de la Unidad de Interconsultas del Servicio de Nefrología del Hospital Universitario Gregorio Marañón-. Investigaciones posteriores han confirmado que existen síntomas que deben alertarnos de su presencia como la somnolencia, la dificultad para andar, las caídas o la confusión". "A diferencia de lo que sucede con la hiponatremia severa –apunta el doctor Alberto Martínez Vea, jefe del Servicio de Nefrología del Hospital Universitario de Tarragona Joan XXIII-, se percibe un desconocimiento sobre los signos y síntomas asociados a la hiponatremia más leve o moderada".
En opinión del doctor Tejedor, "la participación de estos síntomas en otras patologías hace que sea difícil el diagnóstico preciso. En otras enfermedades –explica- ante un signo sabes el cuadro que tienes, en el caso de la hiponatremia los síntomas son más inespecíficos". Para el doctor Martínez Vea, el otro factor que puede estar influyendo en el bajo diagnóstico es el hecho de que suelen ser enfermos con patologías graves (insuficiencia cardiaca o cirrosis), "que hacen que la atención esté centrada en la propia enfermedad, y que se asocien los síntomas de este trastorno a la patología subyacente y no se esté valorando en su justa medida la hiponatremia y su impacto sobre la morbilidad".
"De igual forma, - apunta el doctor Esteban Poch, Consultor Senior del Servicio de Nefrología del Hospital Clínico de Barcelona,- tampoco se suelen valorar adecuadamente los niveles de sodio en los pacientes, sobre todo en personas mayores y polimedicadas -principal grupo de riesgo- que se someten a una intervención quirúrgica, aunque existe un riesgo elevado de que puedan sufrir una hiponatremia si ya se partían de cifras bajas de sodio".
La baja detección de este trastorno preocupa así como la forma de evitar las complicaciones asociadas al mismo. "La identificación inmediata y el manejo adecuado de una concentración sérica de sodio anormalmente baja es crucial para reducir la morbimortalidad que se asocia a la hiponatremia en los pacientes hospitalizados", destaca el doctor Tejedor, "ya que no diagnosticada ni tratada evoluciona hacia un cuadro de edema cerebral que puede ocasionar el fallecimiento del enfermo", subraya. De hecho, los sujetos hiponatrémicos presentan hasta 60 veces más riesgo de fallecimiento.
Como se puso de relieve en el simposium, el mejor manejo y control de este trastorno pasa por mejorar la información y formación, "y lograr concienciar de la importancia de la hiponatremia leve y moderada, lo que comportaría desarrollar medidas preventivas hospitalarias, una monitorización más frecuente de los niveles de sodio y una rápida intervención terapéutica", destaca Martínez Vea.
-Tratamiento
El grave problema asociado a la falta de diagnóstico es que muchos pacientes no están recibiendo un tratamiento adecuado "e inclusive se puede generar la situación inversa ya que las condiciones propias de los hospitales (restricción de la dieta o aporte de líquidos intravenosos) pueden generar la aparición de la hiponatremia o convertir una de carácter leve en grave", apunta el doctor Tejedor.
Desde hace unos meses, está disponible en nuestro país una nueva familia de medicamentos, los vaptanes, que actúan frente a una de las principales causas de la hiponatremia, el síndrome de secreción de la hormona antidiurética. En palabras del doctor Tejedor, "disponíamos de escasas opciones no exentas de ciertas limitaciones como su utilización a largo plazo, su difícil manejo o su toxicidad". "Con los vaptanes logramos normalizar los niveles de sodio y que el organismo elimine el agua que le sobra sin tener necesidad de administrar sal ni diuréticos".
Tanto el doctor Poch como el doctor Martínez Vea destacan que se tratan de medicamentos "que gracias a su mecanismo de acción, actúan de forma específica sobre una de las causas de la hiponatremia corrigiendo este trastorno. Los estudios han demostrado, además, que incrementa de forma eficaz y controlada los niveles de sodio en un tiempo prudencial, entre 24 y 48 horas, pudiendo reducir la estancia hospitalaria", señala el doctor Martínez Vea.
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