En facebook aún estan las fotos que simbolizan momentos de felicidad, los viajes, el nacimiento de su hija y la boda muy rapida cuando ya la enfermedad iba delante, cortando la esperanza y los años de Elisa con su niña pero no la idea de ser presente también después de su muerte.
Elisa Girotto, empleada en un banco en Treviso, golpeada por un cáncer de mama muy raro, no se resignó, siguiendo en su cura y intervenciones quirurgicas, pero lo que hizó conmover el mundo de internet además de su amigos, fue la elección de preparar 36 regalos para su pequeña Anna, uno por cada cumpleaños y fiesta de navidad hasta la edad de 18 años, después de un sondeo con sus amigas en facebook, encargando a su novio de abrirlo solo en esta fecha.
"Soy una madre y no una enferma", así soleba decir Elisa que preparó todos los dones para cada edad, de unas muñeca, unos libros, unas hinchables hasta un globo terráqueo signando todas las metas en que ella quería viajar con Anna y su novio y que ahora se convertien en una indicación de una madre a su hija sobre la ciudades y los lugares en el mundo que merecería la pena ver durante su vida.
En su casa las frases en la paredes "İNo te rindas!", "¡Fuerza Elisa!" y "¡Mama, juntos lo conseguiremos!", hasta el ultimo mensaje sobre el féretro blanco "¡Querida Mama, protégeme!"son las ultimas palabras antés del dolor y de la consolación del amor de una madre que marcó el camino de su niña y logró llenar el vacío que desde hoy caracterizará su vida y representó una fuerza que va más allá de la muerte y de la vida de plástico.
Una historia particular en un mundo donde el desiderio de sobrevivir (y de morir) y el debate sobre la longa vida parece ridiculo asì como todos los recuerdos irreales en las redes sociales que estan reemplazados por un viaje codo con codo que una madre quiso regalar a su hija a pesar del miedo del tumor y de la conciencia de ser al final de propia vida y poder imaginar la manera de ser presente en la vida de quien no podrà conocerla.