Como se acerca el aniversario del crack del 29, he creído recomendable -observando lo que ha llovido estos meses/años- establecer una divertida semejanza entre las dos realidades. Como interlocutor del pasado he elegido al célebre Winston Churchill, por aquel entonces ministro de Hacienda inglés. Como interlocutor del presente...seleccionen a cualquiera, porque el resultado será el mismo.
Para más elocuencia, les dejo sus palabras:
Extraído de sus memorias: " Llegamos casi al final del tercer trimestre de 1929 con la promesa y la apariencia de una creciente prosperidad, sobre todo en EE.UU. Un optimismo extraordinario sustentaba una orgía de especulaciones....Pero en Octubre, una tormenta violenta y repentina arrasó Wall Street y ni siquiera la intervención de los organismo más poderosos logró contener la marea de ventas provocada por el pánico.
Se esfumó la riqueza acumulada rápidamente en valores en los años anteriores. La prosperidad de millones de hogares estadounidenses se había levantado sobre la estructura gigantesca de un crédito exagerado que de pronto resultaba ficticio. Aparte de la especulación en bolsa, que incluso los bancos más famosos habían fomentado a nivel nacional mediante préstamos fáciles, se estableció un amplio sistema de compra a plazos de viviendas, muebles, automóviles y todo tipo de comodidades y caprichos domésticos . Todo esto se desmoronó al unísono. Hasta ayer mismo, la cuestión apremiante era el aparcamiento de los vehículos en los que comenzaban a acudir a su trabajo diario miles de obreros y artesanos, en cambio hoy la dolorosa preocupación por la disminución de los salarios y el aumento del desempleo afecta a toda la comunidad..."
No pretendo con este fragmento, comparar directamente dos situaciones, ni aplicar la complejidad del tejido socio económico y empresarial de 1929 al de hoy. Son dos realidades distintas... Pero estoy seguro que un sentimiento de dejavú se les ha pasado y si no es así, ya lo dicen los Supertramp;
¿Crisis? ¿Que crisis?