La hoguera

Cambio este fin de semana el ruido mediático por otro más mundano y bárbaro. Apenas se notará la diferencia: un sobresalto, luego la calma, más tarde una nueva traca de disparos inofensivos al aire y, finalmente, nueva ráfaga hasta quemar el último cartucho. El Gobierno quema sus últimos cartuchos en desigual afrenta y el tiempo se agota, como agotados estamos ya todos. De vuelta, el lunes, lo más probable, según apuntan las previsiones, es que nuestros bancos estén ya rescatados, y digo nuestros porque se alimentan de nuestro dinero, el que tenemos y el que no tenemos, el que nunca tuvimos ni tendremos. Somos deuda, una amenaza de activo tóxico e impago, gente de poco fiar al fin y al cabo que no paga lo que debe. En la noche de Sant Joan, la más corta del año, será la hora de quemar lo viejo, de dar fuerza al sol que a partir de ahora va a ir perdiendo espacio en el cielo, y lanzar la traca final. Feliz fin de semana, feliz fin de ciclo.