Aunque no tuve la oportunidad de conocer a Marta personalmente, es de agradecer que se haya ofrecido a participar en este blog. La verdad es que no he podido evitar emocionarme al leer su relato, que estoy segura ayudará a traspasar ilusión, fe y magia a tod@s nuestr@s pacientes…
Aquí os lo dejo!:
“Cuando entras por fin por la puerta del CIRH sabes que vas a empezar algo muy grande, y miras hacia atrás… y eres capaz de ver y tocar las lágrimas que has dejado en el camino. Cuando hecho la vista atrás, no puedo evitar sentir vibraciones por mi cuerpo, llegamos a aquella puerta angelical después de muchos meses de espera, lloros y desesperación.
Llegó el diagnóstico: Teratozoospermia severa y ovarios poliquisticos, directos a ICSI.
Ya teníamos el motivo, sabíamos que necesitábamos ayuda, la mano de Dios, y en el camino… Dct. Brassesco, los biólogos mágicos y cada una de las personas que están detrás de esa gran casa.
Llega la estimulación ovárica, 34 folis, no puedes ni caminar, te ahogas y pides para que salga bien. Punción limpia,. 27 maduros, 25 fecundan, 21 congelamos! Paramos tratamiento, necesitas descansar y que todo vuelva a su tamaño.
Empieza otra vez lo que para mí, ya estaba hecho, primera transferencia de 2 embriones preciosos, una beta espera casi convencida de que ya habíamos sufrido y ya nos tocaba tener la buena noticia, primera parada en la que te quedas sin respiración, el 31/12/2012 mi primera beta negativa. No podía ser, a mi edad, embriones calidad A no se habían quedado….
Coges fuerza, aire y fe, vuelves a tu segunda casa con la actitud de que ahora va a funcionar, empezamos otra vez…. Endometrio no crece, cancelada. No puede ser, otra vez? Te quieres morir.
Llega Febrero, el endo crece y se pone bonito y decides descongelar dos embrioncitos más, llegas a transfer, descongelan bonitos y pides a Dios para que ahora se queden en el útero.
A los 13 días otra beta negativa, no reacciones a lo que te dicen por teléfono, no tienes fuerza para decir adiós, no puedes llorar porque te has quedado fría, no necesitas abrazos, te sientes poco persona, caminas sin rumbo.Cuando entramos al CIRH empieza nuestra batalla más dura, pero sabemos que es la última opción, antes de llegar a este punto ya hemos sufrido mucho, solo quieres saber, por qué tú?, hasta cuando hay que seguir llorando? No es posible, el destino no me dejará ser madre? Cuando de pequeña me preguntaban, y que serás de mayor? Seré madre, tendré muchos hijos.
Sin saber bien como…. Llegué al mes de Marzo y casi le supliqué al bendito Doctor. Brassesco que transfiriera 3 embriones, mi necesidad de ser madre estaba llegando a locura, y él, muy razonable y directo, como siempre, se negó en rotundo.
Incluso me dijo de poner uno, yo me ofendí tantísimo… (mirando hacia atrás…. Qué razón llevaba)
Empezamos…. 22/03/2013 a las 08:15 estaba en la camilla de transferencias, y pude ver mis embrioncitos preciosos, esperando tener un hogar dónde crecer, cerré los ojos y le pedí a Dios ayuda, ahora quedaba la beta espera, esta vez saldría bien. A los 8,9,10 días post transfer, sangrado, sería implantación? Tenía fe, a los 13 días beta 1200!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Era feliz, muy feliz, el 15/04/2013 a las 5+3 vi a mi querida C., latiendo fuerte fuerte! Bien agarradita y creciendo. En Diciembre 2013 mi hijita C, llegó a mis brazos para arroparme de amor, hacer mis sueños realidad y dejarme vivir rodeadita de magia.
Nuestra sorpresa fue al llegar Diciembre 2014, nuestro segundo hijo V llegó a mis brazos, para casi casi completar nuestra familia, a día de hoy no nos explicamos cómo pudo sucedernos algo tan maravilloso, dos hijas preciosas llegadas de manera muy diferente, llegadas separadas por abismos, pero de una misma manera, con muchísimo amor.
Al equipo CIRH sólo puedo darle las gracias, de manera infinita por abrirnos las puertas con tanto amor, nuestra segunda casa hacía nuestros sueños realidad, para papá y mamá lo más maravilloso que pudimos hacer, cruzar aquella puerta enfadados, tristes e infelices pero con fe, fe de que saldría bien y de que harían de nosotros algo grande.
A vosotras, compañeras de batallas, desearos mucha suerte, en mis pensamientos está el CIRH y vosotras, luchar con fuerza, cuando pienses que no puedes más, encontrarás la manera de reconstruir tu corazón y tirar hacia adelante, hacia tu meta.
Siempre en nuestro corazón CIRH.
Papá, mamá + querida hijita C + mi preciosa sorpresa V.”