Revista Ciencia
La huella hídrica es un concepto relativamente nuevo, pero de vital importancia para un mundo sostenible.
Tres datos extraordinarios sobre los que pensar: para producir un kilo de ternera son necesarios 16.000 litros de agua, un kilo de maíz requiere 900 litros de agua y para taza de café hacen falta 140 litros.
Cada cifra es el resultado de un largo proceso de investigación, en el que se han contado los litros de agua usados a lo largo del proceso.
El concepto de huella hídrica, pretende que el consumidor comprenda que tras un producto, no está sólo lo que hay en el paquete. Sea una pieza de carne o una prenda de vestir, todo producto tiene tras de sí una huella hídrica, que cobra aún más importancia cuando se habla de exportaciones. Ya que, un país que exporta un producto, también está exportando agua virtual.
Los países importadores ejercen una presión significativa sobre los países exportadores, por poner un ejemplo, en Pakistán la producción de algodón secó el río Indo, perjudicando gravemente a los pescadores y las poblaciones de la zona del Delta.
Un grupo de investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid ha calculado la huella hidrológica española.
Cada residente en España necesita por término medio un millón de litros de agua al año. Si comparamos la necesidad de agua con los recursos hídricos de que disponemos cada año, concluimos que los españoles tenemos un balance negativo en agua. Es decir, que cada año consumimos 16.000 Millones de metros cúbicos (un 36% del consumo total de agua) que proviene de otros países.
De toda esta agua que consumimos, un 90% se gasta en alimentarse y un 10% en bienes de consumo y otros servicios.
Lista del agua necesaria para la producción de algunos alimentos:
1 vaso de leche: 200 litros
1 taza de café: 140 litros
1 bolsa de patatas fritas: 185 litros
1 rebanada de pan: 40 litros
1 huevo: 135 litros
1 manzana: 70 litros
1 hamburguesa: 2.400 litros
Además de la cantidad de agua consumida, sería importante saber si su origen en sostenible, ya que los asentamientos humanos, actividades industriales y agropecuarias no se deberían desarrollar en zonas con menor recurso hídrico.
Si bien esto es una cuestión de ordenamiento territorial, y quizás poco podemos hacer a nivel personal, si que está en nuestra mano realizar un consumo un poco más responsable.
Podemos disminuir el consumo de carne, y sustituir una parte de este por otras fuentes de proteínas como el pescado, los huevos, lácteos, soja ecológica, cacahuetes, pistachos, almendras y legumbres como las lentejas, que son de origen vegetal y contienen una cantidad considerable de proteínas.
La protección de los recursos naturales está en nuestras manos.
Fuentes de información: Catorce6, Más información de la Huella Hídrica, Esquema Visual de la Huella Hídrica,