Revista Viajes

La huida

Por Equipajesdemano @auroracgalisteo
LA HUIDA
Corría el año 1972, año que pasa a la historia como el año en que Deep Purple realiza en Osaka uno de los directos más grandes y universales de la historia del hard rock, Made in Japan. Sam Peckinpah seguro que disfrutaba con su música. El bueno de Sam rodó muchas notables películas, algunas denostadas por la crítica  y otras incomprendidas en la época. Incluso tachadas de violentas. Con "La Huida" rueda su particular obra maestra no suficientemente valorada.
Es arriesgado decir que crea una estética pero si es cierto que la potencia, con ese Steve McQueen que toda mujer quisiera conocer. A la que diga que no le gustan los rubios, que se prepare, posiblemente se enamore. Ali MacGraw no aparentaba la edad que tenía y en esta película es sencillamente irresistible. ¿Quien le diría que no, sabiendo que es libre? A ella le costó el divorcio caer en las redes de un icono de la historia, protagonista de fotos en blanco y negro en locales de moda. Ella había rodado Love Story y era un símbolo. Las drogas la debilitaron como al bueno de Sam. Carreras que no despuntaron pero que dejaron destellos de su grandeza. Sam mereció el Oscar y no lo obtuvo.
Sólo Steve McQueen pasó definitivamente a la historia como un conquistador nato y a decorar camisetas de hipsters. Sam Peckinpah intentó aprovechar el tirón de El Padrino juntando a Duvall y James Caan filmando un título que no he visto y que tengo ganas de ver. Aún así, dicen que su mejor película es "Perros de paja" o la magestuosa "La Cruz de hierro".
Es una peli para ver en pareja, para saborear junto a una buena copa mirando a una mujer con la que quizás, puedas escapar. Quizás también debas confiar en ella, después de todo, tu libertad se acaba si no fuera por ella.

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