Dentro de los momentos excepcionales, que toda la humanidad está viviendo con la epidemia del coronavirus, el estar en confinamiento nos permite aprovechar para tratar reflexionar sobre las nuevas macrotendencias que esta situación puede traer en la configuración del futuro y de este modo ofrecer elementos de debate crítico para poder gestionarlas de la mejor manera posible.
Así, de esta pandemia algunas de las macrotendencias que pueden surgir serían:
1) Tentación de posible retorno del autoritarismo y concentración del poder en algunas regiones como aparece en el caso de Hungría. Estos modelos deben ser rechazados categóricamente por el resto de democracias bajo riesgo de extenderse en algunos países que ya anteriormente han estado llevando a cabo políticas iliberales.
2) Retorno a los Estados nación ante el desafío de los riesgos globales. Hemos visto como los elementos del Estado (Profesionales sanitarios públicos, científicos, protección civil, policía, fuerzas armadas) salvan en muchas ocasiones las actuaciones de los gobernantes. Esta actuación de los Estados nación como fuerza unilateral y centralizada si no se lleva a cabo como forma excepcional puede ir en contra de la complejidad democrática de muchas sociedades actuales (Daniel Inneraty)
3) Las políticas económicas austeras parece que quedarán relegadas. Se introduce de nuevo con fuerza el debate sobre la necesidad de una renta básica, que las nuevas sociedades sin trabajo por la robotización preconizaban, y acelera con esta situación su implementación ante el previsible impacto económico desolador de la pandemia. Es posible el cambio de las prioridades del gasto hacia el reforzamiento de elementos del estado de bienestar que sufrieron recortes como la sanidad o la investigación.
4) Cuestionamiento de las instituciones supranacionales como la Unión Europea que se la juegan en esta nueva crisis. Establecer los mecanismos económicos que ayuden a los países afectados a recuperarse va a ser fundamental para no mermar la credibilidad de los ciudadanos en sus instituciones. Las actuaciones de algunos Estados rozando el pillaje en la compra de material médico en el mercado mundial no son un buen augurio y se unen a una mala gestión de la crisis de muchos gobernantes.
5) El proceso de globalización económica puede sufrir un frenazo. Muchos países se plantearan la reindustrialización local de actividades que consideren estratégicas y la diversificación de proveedores para no depender de China. El turismo como forma de viajar libre y global puede tener sus días contados con la posible aparición de los pasaportes biológicos que limiten la entrada de ciertos ciudadanos en otros países. El teletrabajo y la gestión virtual de las empresas también tomarán impulso como forma organizativa que cambiará hábitos empresariales, familiares y personales. Esto puede llevar a una mejor conciliación de la vida profesional y familiar pero también a un aislamiento social de cada vez mas parte de la población.
6) El modelo chino de gestión post-pandemia que implica una sociedad de control y del confinamiento es una mala noticia para la libertad de las sociedades occidentales (Jose María Lassalle). Podemos comenzar a vivir en un permanente estado de alarma y en la doctrina del shock (Noemi Klein) que implicaría la renuncia a muchas libertades y derechos constitucionales a favor de una seguridad que, en el fondo, los Estados tienen muy difícil conseguir como hemos visto recientemente.
7) Surgimiento de la Fraternidad como posible nuevo elemento de relación social. Vemos estos días el incremento de las acciones altruistas de la sociedad civil (con su fabricación de material médico, iniciativas de donación de alimentos, compras a ancianos...). La propia practicidad de la acción humana puede demostrar como sus motivaciones pueden estar basadas más en la empatía hacia los demás que en el propio interés egoísta (el Adam Smith de los sentimientos morales) y esto genera emociones positivas (Spinoza) de comunidad humana.
Quizás, como esperanza de extraer algo de luz a toda esta situación, la Fraternidad (el ideal relegado de la Revolución Francesa tras la Libertad y la Igualdad) cambie su destino y pase a ser también central en un mundo en que con la pandemia vemos que es toda la Humanidad en su conjunto , que supera a pesar de muchos las identidades tribales, nacionalismos o creencias, quien se enfrenta a un enemigo invisible pero letal.
La Peste. Albert Camus