Muchas personas sienten miedo ante los cambios y, cuando éstos se presentan, se cobijan entre la multitud y dejan que sean otros los que triunfen. En este post se explica el "efecto recompensa" de ser uno mismo tanto en la vida personal como en la profesional.
Son las siete de la mañana de un sábado de Julio. Max se está afeitando y escucha el tono de llamada en su teléfono móvil. Se acerca para contestar y observa el nombre “Javier M” en la pantalla.
- Hola, Javier. ¿Qué ocurre?
- Nada, Max; disculpa mi llamada intempestiva. Necesito tu opinión acerca de una de mis ideas descabelladas; ¿podemos desayunar juntos?
- ¿Dónde nos vemos?
- ¿En el chiringo del parque?
- Deacuerdo; a las once estoy allí
- Hasta luego, Max
Max y Javier son compañeros de trabajo en una multinacional del sector sanitario. Max dirige el servicio post-venta y Javier la red comercial.
Mientras cruza el parque en dirección al chiringo, Max se pregunta el por qué de la llamada de Javier. Al verle sentado en una de las mesas se apresura.
- Hola campeón
- Hola Max; ¿atún con anchoas y caña?
- Ja, ja
Max toma asiento, se acomoda, echa la cabeza atrás, y mira a los ojos de Javier.
- Max, tengo más de cincuenta años, he luchado para defender mi dignidad y la de los que de mi dependen, pero he olvidado una cosa importante
- ¿Alguno de tus sueños?
- Estoy pensando en abrir una galería de arte
- ¿Cómo?
- Ya lo sé, suena a locura
- ¿Por qué has pensado en mi?
Javier sonríe
-Por tus valores de honestidad y rigor.
-Te lo agradezco enormemente Javier; desconocía que transmito esta imagen.
-Piénsalo y me dices si cuento contigo.
Todos tenemos unos valores que nos diferencian del resto de las personas; por ejemplo, el orgullo, la honestidad, la ternura o la frialdad ante situaciones dificiles. Si sabemos reconocer y utilizar aquellos dos o tres inherentes a nosotros, nos crearemos una coraza y un motor que nos protegerán del entorno, y nos permitirán avanzar ante las adversidades.
La aplicación práctica a este caso es la siguiente: Javier y Max han trabajado juntos durante veinte años. A lo largo de ellos la empresa ha atravesado situaciones complicadas que han provocado inseguridades, pánico y desconcierto en los departamentos. Javier y Max han sido las dos únicas personas fieles a su honestidad, templanza y rigurosidad. Por eso, ahora, Javier sabe que Max analizará su “descabellada” idea y le ayudará a discernir. Este es el "efecto recompensa" que ambos han logrado a lo largo de sus trayectorias.
SI QUIERES QUE ANTE TU PRESENCIA LOS DEMÁS SE APARTEN, PROCURA SER LA IMAGEN DE TUS VALORES; ESTO TE CONVERTIRÁ EN UNA PERSONA ÚNICA.