Hay personas que son más propensas a sufrir estas molestias, como las personas mayores y aquellas que tengan ya algún problema a nivel óseo, muscular o sufran de artritis e artrosis. Incluso aquellas que tengan un antigua lesión, se ven afectadas por estas molestias cuando llega el frío.
La forma más sencilla de protegerse ante estos dolores, es aplicar calor en la zona y abrigarse como es debido.
Durante la práctica deportiva, es necesario que utilicemos coderas, tobilleras, rodilleras… que nos sirvan para mantener la temperatura.
Es recomendables el uso de los típicos calentadores, que efectivamente tienen esa función, la de calentar las articulaciones. Existen en el mercado diferentes variedades de calentadores, ya que tenemos las de neopreno, que aguantan mejor la temperatura o las de tejidos sintéticos que pierden más calor, pero acaban siendo más cómodas a la larga.
El calentamiento antes del ejercicio junto con la alimentación es fundamental a la hora de tener unas articulaciones fuertes.
Si no tienes las articulaciones fuertes, en invierno, es recomendable que acudas al médico para que pueda recetarte algún medicamento o alguna pomada, para que te sea más llevadero.