La importancia de decir NO a los hijos

He entrado en la etapa de decir “NO” a mi hija. ¡Qué cansado! (y cansino). He aquí mi experiencia… (o supervivencia…)

Mi hija, camino de los dos años se ha dado cuenta que en el mundo hay muchas cosas bonitas, cosas grandes, cosas pequeñas, cosas atractivas y cosas desagradables y está en la naturaleza de cada uno explorar, tocar y especialmente querer.

Cada día los padres trabajamos para que nuestros hijos tengan las cosas fáciles en un presente y en un futuro. Los padres nos preocupamos por ellos constantemente. Los padres simplemente queremos que sean felices.

Pero, ¿es realmente necesario satisfacer todas las necesidades y caprichos de nuestros hijos?

La respuesta es NO.

Piensa en un momento en tu vida como un río que lleva agua al mar. Todos los días te esfuerzas, tanto como padre/madre, como trabajador, como persona que vive en sociedad para tener tus aguas tranquilas. Sin remolinos. Sin agua turbias. Todo tranquilidad. Trabajas y ahorras para que no falte de nada. Pasas noches despierto cuidando de tu familia.

Piensa ahora en esos momentos, que sin desearlo, han llegado turbios. Una deuda grande, un problema familiar, la muerte de un ser querido, un despido en el trabajo… Son situaciones que tu no has buscado pero que pasan diariamente y llenan de remolinos tu río.

¿Qué haces ante la adversidad? Primero recomponer tus sentimientos y emociones y después planear una solución o un plan alternativo. Especialmente aprender de la experiencia.

La vida muchas veces te dice que NO. Cuando te dicen que NO a esa entrevista de trabajo que tanto habías preparado. Cuando se muere un ser querido y NO le vas a volver a ver. Cuando se estropea el coche y tienes que gastar el dinero ahorrado de las vacaciones en la reparación.

¡Ojalá tuviésemos todo lo que queremos!

La educación tiene que estar enfocada a preparar a nuestros hijos para un futuro. Entender que no se puede tener todo en el momento que se quiere es importante para aprender a afrontar las adversidades el día de mañana.

Por favor, no leáis este post como “no hay que dejar a los niños hacer nada”. Ser padre es muy duro y estar constantemente diciendo que “NO” es agotador. Pero tiene una recompensa en un futuro.

Atención que los niños reaccionan

Después de decir que NO vas a encontrar una reacción por parte de tu hijo. Esa reacción va a tener el objetivo de conseguir que cedas y cambies de opinión. La clave es mantenerse firme. Si has dicho que NO es NO.

Si dices que NO y luego es que SI, estas mandando mensajes contradictorios y el niño sabrá que cedes al chantaje emocional después de una pataleta o un espectáculo con llantos y gritos.

Si dices que NO y luego te das cuentas que “bueno me daba igual” no digas que si. Es decir, si dices que NO a comer galletas a las 7 de la tarde pero luego lo piensas y “¿Qué mal puede hacerle?” no digas que SI porque te estarás contradiciendo.

El NO tiene que ser firme y cariñoso. Recuerda que estás preparando para que tu pajarito salte del nido en un futuro y tiene que estar preparado para enfrentarse a todas las adversidades.

¿Qué pasa cuando no se dice NO?

Pasa lo que pasaría si después de 100 entrevistas de trabajo en las que todas te han dicho que si. Vas a por un puesto de Director General y te dicen que NO. Tu primer NO. Pues no vas a saber afrontarlo.

Pasa lo que le pasaría a un portero que no le han marcado ni un gol nunca y en la final del Liga le meten un gol.

Saber afrontar las adversidades y canalizar los sentimientos es muy importante. No es decir NO por decir NO. Es enseñar a las futuras generaciones a identificar sus sentimientos y aprender a expresarles de una manera civilizada, sin rabietas y sin pataletas.

Enseñar que hay una autoridad. Enseñar que hay que respetar a los mayores, respetar a los otros. Enseñar a saber esperar la gratificación, por ejemplo si le dices que el coche teledirigido que quiere se lo compras por su cumpleaños o después de las notas.

Es difícil decir NO. Pero es que ¡Qué Duro Es Ser Mamá!

Anuncios