¿Recuerdas que en la economía circular distinguimos entre los recursos que se integran en la Biosfera y los que forman la Tecnosfera?
Los primeros son los recursos biológicos, que fluyen a través de un metabolismo biológico, y que son biodegradables o el resultado de procesos de biodegradación, no representando un peligro o amenaza para los sistemas vivos.
Estos recursos los podemos emplear para elaborar productos y se pueden devolver al medio ambiente para alimentar otros procesos biológicos. Estos nutrientes biológicos pueden ser materias naturales o artificiales, siempre que sean seguras para los ecosistemas del Planeta.
La Biosfera contempla procesos de extracción de recursos, fabricación y uso, así como el retorno final de estos materiales a los sistemas naturales donde pueden transformarse nuevamente en recursos para la actividad humana.
Al final de su vida útil, los distintos componentes de estos recursos se integran en el ciclo biológico como nutrientes para los sistemas vivos
Como ejemplo de productos de uso cotidiano fabricados con este planteamiento encontramos las alfombras y moquetas de la empresa Interface. Esta compañía emplea textiles orgánicos y tintes naturales, de tal manera que cuando finaliza su vida útil se pueden incorporar como nutrientes al ciclo biológico, en este caso como soporte y sustrato en ciertas plantaciones agrícolas.
De esta manera se consigue que el propio desgaste y uso se integre en el ciclo natural, y que una vez agotada su funcionalidad inicial, el producto se pueda aprovechar para otro uso de una manera sencilla.
Por ejemplo, un lápiz puede diseñarse para contener unas semillas y cuando acabe su vida útil como instrumento de escritura se pueda plantar para obtener una planta.
La utilización de recursos biológicos facilita su reincorporación al ciclo biológico, gracias a su ausencia de toxicidad y a su capacidad de ser compostado
Por otra parte, un recurso de la Tecnosfera es un material, habitualmente artificial, que tiene el potencial de permanecer en un sistema técnico de fabricación, recuperación y reutilización de circuito cerrado, manteniendo su valor durante múltiples ciclos.
Hablamos de productos complejos, como vehículos y dispositivos electrónicos, cuyos materiales y componentes no son adecuados para reincorporarse directamente a la Biosfera.
Como lo frecuente es que en estos productos haya por medio un proceso de fabricación, lo más adecuado suele ser alargar la vida del producto a través de un mantenimiento adecuado e implementado nuevos modelos de negocio, como puede ser sustituir la propiedad por el uso.
Si se sigue optando por la propiedad del bien, se puede fomentar la recuperación del producto mediante incentivos para la devolución y posterior reutilización del bien o de sus componentes al final de su vida en este ciclo.
Lo que se persigue es que en estos recursos técnicos se emplee el diseño sostenible para que puedan ser usados una y otra vez, a través de procesos que mantengan su valor lo máximo posible.
En muchos casos no es fácil utilizar materiales totalmente biológicos, como componentes electrónicos o metálicos, así que el objetivo debe ser facilitar el desmontaje para que se puedan reincorporar estos recursos técnicos en sus ciclos.
Esto es lo que se conoce como cerrar el círculo, empleándose estrategias basadas en la economía circular, como pueden ser:
- Mantenimiento de producto: considerando desde el diseño cómo facilitar su actualización y reparación.
- Reutilización de producto: a través de la venta o el alquiler en otros mercados como puede ser el de segunda mano.
- Reacondicionamiento, reoperación o remanufactura: mediante sustitución de componentes dañados, actualizaciones o reparaciones preventivas para lograr un producto con prestaciones similares o superiores al producto original.
- Reciclaje: para extraer las materias primas y materiales útiles de un bien.
- Valorización energética: aunque debe ser una última opción, en algunos casos se pueden convertir los materiales que no pueden ser reciclados en energía por medio de procesos de combustión, gasificación, digestión anaeróbica …
En definitiva, la separación de los recursos en estos 2 ciclos, el biológico y el técnico, tiene como fin erradicar de nuestro vocabulario la palabra basura y que los bienes y productos no acaben nunca en los vertederos.
¡Ten siempre presente que la basura suele ser un recurso mal ubicado!
El artículo La importancia de recuperar recursos en la economía circular se publicó primero en ecointeligencia - cambia a un estilo de vida sostenible!.