Tal vez nunca hayas usado una plegadera o no sepas para qué sirve, pero si vas a hacer un trabajo de encuadernación, scrapbook, o cualquier manualidad con papel es la herramienta básica de deberías utilizar.
Como su nombre indica, una plegadera se usa para doblar, pero para hacer dobleces en condiciones. Su origen se remonta al periodo Clásico prehispanico mejicano. Las primeras plgaderas de las que se tiene constancia aparecieron en la región de Teotihuacan.
Aunque doblar un papel pueda resultar algo simple que se pueda hacer con los dedos o con la ayuda de una regla, si esta acción la tienes que repetir muchas veces la plegadera te va a ayudar a no acabar exhausto. Por no decir, que el trabajo va a quedarte mucho mejor.
Gracias a sus bordes biselados permite tratar el papel de una manera fina y limpia sin importar el gramaje del mismo. Evitando así que las fibras del papel se rompan y el papel se descomponga creando esa rebaba astillada en el doblez.
Su nombre en inglés, bone folder, nos da una idea del material preferido para esta herramienta, el hueso (bone). La plegadera de hueso es la original, es muy ligera y fácil de manejar. Tiene una consistencia propia que la hace exclusiva, pero hoy en día hay otras opciones más económicas e igual de efectivas como las plegaderas de plástico o de madera.
En la gama más alta encontramos la plegadera de teflón (material de politetrafluoroetileno), que es un material parecido al polietileno que ofrece gran resistencia al desgaste por el uso.
Se cual sea el material que elijáis os recomendamos pasar por nuestra sección de plegaderas y escoger alguna, porque, aunque no lo consideréis importante esta herramienta va a cambiar el acabado de vuestras creaciones haciéndolo mucho más limpio y resistente.
Si ya usas plegaderas te animamos a compartir tu experiencia con nosotros, coméntanos, ¿para qué la usas tú?
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