La civilización Maya se levantó y cayó debido a las lluvias.
Esta sociedad una vez majestuosa, conocida por sus enormes pirámides y escritura jeroglífica, se expandió durante un tiempo inusualmente lluvioso y decreció a medida que estas cesaron y llegaron sequías periódicas, un nuevo estudio sugiere.
Un registro climático de 2.000 años, obtenido de una estalagmita en una cueva de Belice, pone de relieve el papel central de los cambios climáticos en la fortuna de la antigua civilización, dicen el antropólogo Douglas Kennett de la Universidad Penn State y sus colegas.
Una abundancia de lluvia habría nutrido la agricultura maya y permitido la construcción ciudades entre los años 440 y 660, informa el equipo de Kennett en Science.
Una tendencia a la sequía y posteriores sequías ocasionales después del año 660 fueron acompañadas por la disminución de rendimientos de los cultivos, el aumento de guerras entre las ciudades-estado mayas y un desplazamiento de los centros políticos hacia el norte en la península de Yucatán, dicen los investigadores. Después del colapso de los sistemas políticos mayas entre el 800 y el 1000, una grave sequía golpeó el sur de Belice desde 1020 hasta 1100 y, al parecer motivó a los restantes Maya a abandonar la zona.
“Parece que los mayas se vieron bendecidos por un período único de lluvias en el período Clásico temprano y creyeron que el agua siempre estaría ahí”, dice Kennett.
Su equipo analizó una estalagmita que creció en la cueva de Yok Balum del año 40 aC al 2006 dC. Las precipitaciones que se calculan para cada año de la formación de la roca se obtuvieron a partir de mediciones de oxígeno que se acumularon en la estalagmita mientras las lluvias entraron en la cueva.
Yok Balum se encuentra cerca de media docena de importantes sitios mayas clásicos. Los científicos compararon los datos climáticos con registros históricos, tallados en monumentos de piedra en estos sitios donde tuvieron lugar guerras mayas y acontecimientos políticos.
Los investigadores han argumentado durante décadas sobre si el colapso maya derivaba más de las sequías o de la guerra y la debilitación de los sistemas políticos. Kennett dice que la nueva evidencia es consistente con cambios climáticos que interactúan con fuerzas sociales para desplomar la civilización maya. La construcción de ciudades antes de la era clásica pudo haber permitido rápidos avances sociales cuando las lluvias tempranas en la etapa clasica disminuyeron.
Sequías intermitentes después del 660 probablemente aumentaron la presión política sobre los ya debilitados gobernantes mayas, así como socavaron el poder de los reyes fuertes, asegura Kennett. Ambas situaciones elevaron las posibilidades de estallido de guerras.
El equipo de Kennett ha producido un “innovador” historial de lluvias para el sur de Belice, dice la antropóloga Diane Chase, de la Universidad de Florida Central en Orlando. Con su marido, el también antropólogo de USF, Arlen Chase, co-dirige las excavaciones en Caracol, un asentamiento Maya, no lejos de Yok Balum.
Será necesario trabajo adicional para establecer si el registro nuevo se aplica a los clásicos sitios mayas en Guatemala y Yucatán, dice el antropólogo Vernon Scarborough de la Universidad de Cincinnati. Las sequías podrían haber afectado a algunas partes del territorio maya clásico más que a otras, dice. Embalses y canales podrían haber permitido a algunas ciudades mayas capear de mejor modo periodos sin agua.
Los antiguos mayas se adaptaron a muchos retos ambientales, lo que sugiere que las sequías por sí solas no causaron el colapso de la sociedad, dice Arlen Chase. Sin embargo, Scarborough apostilla que, “no puede haber duda de que las sequías han jugado un papel importante en el surgimiento y la caída de la civilización Maya.”
Autor: Bruce Bower
Enlace original: An ancient civilitation´s wet ascend, dry demise