El juego además de ser
una actividad que es utilizada para la diversión, es una de las maneras no
verbales de comunicarnos y expresarnos. Si observamos a los niños nos podemos
dar cuenta que a medida que crecen juegan de manera diferente, esto es una evidencia
de que el juego evoluciona mediante el desarrollo infantil.
Jean Piaget describe los
principales tipos de juegos y los beneficios que aportan de acuerdo a las edades del niño:
1.-Juego funcional entre los 0 y 2
años, el cual ayuda al niño a un óptimo desarrollo sensorial.
2.-Juego simbólico entre los 2 y 6
años, favorece la imaginación, la creatividad y ayuda a comprender y asimilar
el entorno que lo rodea.
3.- Juego de reglas entre los 6 y
12 años, desarrolla las habilidades y conocimientos, así como también ayuda en
la memoria, atención, lenguaje y sobre todo a respetar los turnos.
Muchos padres se preguntaran porque los
niños en edad preescolar pasan la mayor parte del tiempo jugando, esto es
porque mediante el juego van descubriendo y aprendiendo lo que les rodea, es
decir por medio del juego llegan a comprender como funcionan las cosas, el
mundo; además de que por medio de ello logran expresar todo aquello que no
logran decir con palabras.
Como padres debemos
tener cuidado que es lo que nuestros niños ven, escuchan y lo expresamos o
hacemos delante de ellos, ya que el juego es una representación simbólica de lo
que ellos viven y perciben.
El ser partícipes en los juegos de
nuestros hijos fortalece los vínculos afectivos mejorando la comunicación y la
convivencia, logrando así entablar mejores relaciones en el futuro,
también nos ayuda a expresarles el
cariño y amor que les tenemos, pero sobre todo lo importante que son para
nosotros.
Es por ello que como padres debemos
estar pendientes de lo que nuestros hijos juegan, como juegan y sobre todo indagar que es lo que nos
quieren decir.
Los niños no deberían tener preocupación
alguna a menos que sea por el juguete que elegirán para comenzar a jugar.