La increíble dirigencia de Chacarita

Chacarita, salvo milagro de última hora, tiene inexorablemente destino de B Nacional. Pero esto es fútbol y la lógica no suele ser tan imperante como en otros aspectos, no es raro que se obren milagros como el que Chaca precisa para salvarse del cadalso. La suma de voluntades y miras puestas en el objetivo son claves para que se geste la salvación. Pero la dirigencia de Chacarita se esmera en entorpecer la maniobra. Ya se encargaron de limpiar del camino a Gamboa, cuando el Negro estaba intentando llevar a cabo la misión con enorme dignidad y un estilo de juego valiente con materiales de poco brillo. Ahora le tocó el turno a su reemplazante, Mauro Navas, tras cinco juegos.

El motivo que esgrimió Gamboa -al que no querían dejar ir de ninguna manera para que ayudará a Maradona en la Selección- cuando lo eyectaron del banco fue que los dirigentes le habían pedido sacar de la titularidad al arquero Cejas y ser menos ambicioso con sus planteos de corte ofensivo, sugerencia que obviamente rechazó. Ahora, ¿por qué rodó la cabeza de Navas? Porque se negó a prescindir de un grupo de jugadores que la directiva quería borrar de inmediato. Osea, echó a sus dos entrenadores porque no aceptaron sus decisiones futbolísticas, específicamente en elegir quién juega y quién no. Absurdo.

“Me elevaron una lista de jugadores que ya no iban a seguir. Pero yo tengo que respetar al jugador y no puedo participar de esta decisión. No renunciaré a mis ideales y a mis convicciones”, explicó el saliente Navas.

Los resultados conseguidos por Navas son una goleada 4-1 a Boca, que si bien es un resultado interesante, por el contexto lastimoso de Boca, no es tan meritorio, y cuatro caídas en fila. Todavía no está matemáticamente condenado y Navas trabajaba para buscar la hazaña. ¿Cómo va a hacerlo si los dirigentes lo obligan a dejar de contar con ciertos nombres porque, como no se les va a renovar el contrato, quieren dejarlos desde ya mismo fuera de circulación? Encima de que tiene poco y nada, le quiere reducir aún más los elementos. Increíble, aunque lo será más aun si, con semejantes decisiones, se salvan de volver a la segunda división.