“Cuando estás con el rifle o la ametralladora solo ves sombras en el horizonte y te defiendes” (Bret Trautmann)
Hay historias que parecen sacadas de una película. Esta podría haberse hecho en los años 50, o principios de los 60 como ‘La gran evasión’ (The great escape, John Sturges, 1963), justo en la época en la que jugó el protagonista de nuestra historia. En concreto disputó 545 partidos defendiendo la portería del Manchester City entre 1949 y 1964. Muchos le recuerdan por jugar (y ganar) la final de la FA Cup de 1956 con el cuello roto, pero lo que le hizo diferente a otros grandes jugadores no se pudo ver en el terreno de juego sino fuera de él.
El pasado 19 de julio, Bert Trautmann, portero alemán de los ‘citizens’ condecorado con la Orden del Imperio Británico, murió en la localidad castellonense de La Llosa a los 89 años de edad. Antes de recalar en Inglaterra, Trautmann fue un paracaidista de la Luftwaffe en donde llegó a Sargento y hasta fue distinguido con la Cruz de Hierro durante la Segunda Guerra Mundial. Allí fue destinado al frente ruso, y los aliados le capturaron hasta tres veces (en dos ocasiones logró huir). De los 1.000 soldados de su regimiento, sólo 90 lograron sobrevivir. Él acabó en un campamento entre Liverpool y Manchester, y fue en este lugar donde conoció a varios militares británicos con los que jugaba al fútbol, al más puro estilo ‘Evasión o victoria’. Uno de sus rivales le fichó al terminar la guerra para un equipo regional, y un año después fichó por el Manchester City. Pese a las lógicas protestas de gran parte de la afición, ya que había una gran colonia judía en Manchester, su hazaña heróica en aquella final de la FA Cup y sus brillantes actuaciones en todos los años que pasó en el club le hicieron merecedor del respeto de los ingleses.
Aquí un reportaje muy interesante sobre su vida, en Fiebre Maldini: