La India de los Viajeros Medievales

La ilustración de las palabras de los viajeros de hace setecientos años con fotos actuales tiene algo de antihistórico en la medida que puede parecer anacrónico y pretender convertir la India en un terreno estático, siempre igual a sí mismo. Sin embargo, la efectividad del dialogo entre estas dos formas de representación (una de hace siglos, la otra de hace meses) apuesta claramente - en contra de la extendida identificación de estos textos con la maravilla, el prodigio y la fantasía - por el fuerte compromiso de Marco Polo y sus pares con la realidad tangible y actual que les tocó describir. Por otra parte, la continuidad de determinadas manifestaciones humanas y animales en la India - a la que todos sabemos vanguardista en múltiples aspectos de la ciencia, la economía y la tiranía Moderna - no hace sino probar la falacia del pensamiento único, la mentira que esconde la agenda del Progreso y su exigencia de exclusividad. Si los millones de personas que pueblan ese pequeño rincón del mundo se multiplican, se realizan, se divierten y se emocionan es por que son también millones las maneras de dar sentido a la vida, los senderos epistemológicos que los llevan del útero a la muerte, los espacios reservados a la improvisación realmente creativa. Es esa Ley impuesta por el colonizador - antes europeo, ahora cualquiera embaucado por la contingencia de la ciencia y la maquina - que al ser quebrantada continuamente y en todas partes ha permitido, muy a su pesar, la continuidad de la que se hacen eco estas fotos. Buena parte de las Maravillas descritas por Marco Polo y sus pares hoy son considerados comportamientos reprobables, proscritos o repugnantes. Pero, una vuelta por el Indostán basta para comprobar su raigambre así como la satisfacción que parece proporcionar a quienes, festina lente, siguen haciendo suya esa forma de interactuar con la realidad.
Photo by Takayasu Hattori by courtesy of Masako Ono
Las palabras aquí citadas de Marco Polo, Jordano Catalán, Odorico de Pordenone, Juan de Montecorvino y Juan de Marignolli, son todas de los años que van del 1298 al 1350. Las fotos han sido tomadas en varios lugares de la India, Nepal y Tíbet entre 1999 y 2009. Fueron presentadas en Barcelona, en la Casa Asia el 6 de octubre de 2009. Pasen y vean: