¿Cómo reaccionamos a la infidelidad hoy en día?
En la antigüedad, o al menos hace un par de siglos cuando el matrimonio era un contrato con fines de utilidad socioeconómica, un marido infiel era simplemente parte del paquete y bien podía hacerse caso omiso del tema siempre y cuando se cumplieran con las obligaciones conyugales. De igual forma, una esposa infiel conducía y aún conduce en ciertas culturas (como la iraní) al divorcio inmediato y la vergüenza pública.
Esto cuando la infidelidad era descubierta y tratada en tiempo real, en el mundo físico. En un escenario normal, los celos y la ira son respuestas naturales, pero ¿qué ocurre ahora en tiempos de Facebook, cuando podemos hallar señales sospechosas en la bandeja de entrada de nuestra pareja?
La revista Evolutionary Psychological Science de Springer ha publicado los resultados de una investigación hecha por la Universidad Metropolitana de Cardiff en torno al modo en que las personas afrontan los indicios de infidelidad de su pareja en mensajes de redes sociales.
De acuerdo con los investigadores, cuando hombres y mujeres descubren mensajes que indican que su pareja los está engañando, muestran el mismo tipo de comportamiento celoso que tendrían si descubrieran evidencia “fuera de línea”, en el mundo tangible. Esto aplica tanto para mensajes que sugieren infidelidad emocional (sin intimidad física) como para aquellos mensajes donde es evidente que ha habido un encuentro sexual.
El estudio contó con la participación de 21 hombres y 23 mujeres, estudiantes universitarios, a quienes se mostraron una serie de mensajes imaginarios en formato de Facebook donde les era revelada la supuesta infidelidad emocional o sexual de sus parejas.
Los ocho mensajes, relativamente cortos, decían frases como: “Tú debes ser mi alma gemela. Me siento apasionadamente conectado contigo, aunque no nos hemos acostado” (indifelidad emocional), o “Tú debes ser la mejor aventura de una noche que he tenido. Anoche fue lo más sexy de este mundo” (infidelidad sexual).
Los mensajes eran escritos y enviados por las parejas reales de los participantes, o venían de alguien más. Luego de leerlos, los voluntarios debían reportar qué tan angustiados habrían estado si hubieran encontrado mensajes de ese tipo husmeando sin permiso en las cuentas de Facebook de sus parejas.
De acuerdo con los resultados, los hombres se sintieron más angustiados leyendo mensajes que evidenciaban una infidelidad sexual, mientras que las mujeres fueron más afectadas por los mensajes de infidelidad emocional
Los investigadores también encontraron que las mujeres se sintieron más perturbadas cuando los mensajes eran enviados por otra persona a la cuenta de sus parejas. En cambio, a los hombres los afectó más imaginar que eran sus parejas quienes enviaban los mensajes. En términos generales e independientemente del contenido de los mensajes, los investigadores determinaron que las mujeres en promedio mostraron estar más molestas que los hombres por el hipotético escenario de descubrir evidencia de infidelidad en el Facebook de sus parejas.
El estudio apoya las teorías evolucionistas que sostienen que hay diferencias en lo que desencadena los celos entre hombres y mujeres, y en la forma en que posteriormente dirigen estos sentimientos hacia la pareja infiel o el rival potencial.
la sospecha o infidelidad real que despierta los celos emocionales o sexuales es a menudo reportada como una razón para el abuso o violencia doméstica
En palabras de Michael J. Dunn, autor principal del estudio: “aplicar una perspectiva evolutiva a la comprensión de la manifestación de la conducta celosa y cómo la ira relacionada con la infidelidad puede desencadenar la disolución de la pareja y el abuso doméstico puede ayudar a contrarrestar los aumentos inevitables en tales comportamientos en una época en que las relaciones extra- maritales clandestinas son facilitadas por las modernas formas de tecnología de los medios“.
Fuente: Science Daily; Springer